Capítulo II: Tu amor me está asustando.
“Una historia que solo es especial para mí
No es tan común ¿Cierto?
Sé que no soy el único, pero…
Este soy yo”.
—Epik High.
Las cosas no estaban saliendo como quería y eso le fastidiaba, pero no le sorprendía, siempre planeando y tratando de esperar algo del futuro y este le sorprendía con cosas totalmente diferentes, ya se estaba acostumbrando por eso había tomado la iniciativa de no enamorarse de nuevo, era sola una perdida de tiempo, se había encargado de poner un muro contra las demás personas, lo había terminado aislando de todos pero al menos se sentía más tranquilo, al menos así nadie más le lastimaría de nuevo. ¿Por qué tenía que conocer a Yuto?
—WooSeok. ¿Qué haces? —Pareciera que lo había llamado telepáticamente. Había recibido una llamada del mayor en el momento exacto en que pensaba en él, claro, últimamente se la pasaba pensando en él a diario y en todo momento, pero eso no evitó que su ritmo cardiaco aumentara.
—Nada, pensaba en tomar una ducha. —Dijo algo somnoliento, no tenía mucho que recién se había despertado y sinceramente no quería que Yuto se enterara de ello, así que dijo lo primero que su mente inventó.
—Salgamos juntos. —Murmuró con entusiasmo, desconcertando al menor. Desde hace tiempo evitaba a las personas, sabía que estaba mal, recién salía de una crisis nerviosa y pensar en ello le alteró un poco, pero quería probarse así mismo que todo estaría bien, necesitaba superar esas cosas así que aceptó después de un momento de silencio, Adachi colgó y emprendió su nueva rutina para arreglarse.
Desde pequeño siempre se interesó en la moda, incluso pensó en estudiar para ser diseñador de ésta, pero viniendo de un pequeño poblado rural esa idea era totalmente absurda, tuvo muchas peleas con sus padres debido a ello. Así que ahora que era mayor y estaba solo podía jugar con su imagen como le diera la gana, había comenzado con algo de miedo pues no quería recibir comentarios negativos si se teñía el cabello de colores, el tiempo le ayudó a superar ese miedo pero ahora se encontraba en otro dilema. Había dejado crecer su cabello, lo traía negro porque así lo quería pero sobre su rostro se pintaba el delineador negro, sombras oscuras pero tenues, base sobre su rostro y cuello y algo de color rojizo en sus labios, el esmalte negro complementaba muy bien sus dedos largos y delgados, le gustaba mucho sus manos y verlas de ese modo lo hacían sentir mejor, el problema era cuando salía a la calle, lidiar con cada comentario en murmullo o mirada de odio era dificil, además de que en el peor de los casos lo podrían golpear, al menos desde su perspectiva eran los peores escenarios que podía suceder. No pasó mucho tiempo hasta que llegó con Yuto, este hizo una cara de asombro, realmente no lo había reconocido, con esos shorts por encima de la rodilla, una gabardina negra hasta los tobillo y camiseta holgada. ¿Se había mordido el labio?
—Finalmente llegaste. —Habló finalmente.
—Aún es temprano. —Susurró mientras se encogía de hombros. —Vamos a mi departamento, tengo que ir por unas cosas aún. —Se habían quedado de ver en la estación del subterráneo más cercana a la casa de Adachi, nunca había ido a esa zona así que simplemente accedió.
—¿Quieres agua? —Murmuró el mayor una vez entraron al departamento. Era algo pequeño y estaba desordenado, por alguna razón no le sorprendía y se rió internamente.
—Sí. —
—Perdón por el desorden, nadie viene. —Sonrió, yéndose por el vaso de agua que le prometió. WooSeok veía de reojo el lugar, lo había guíado hasta su habitación, tomó asiento y fue cuando Yuto regresó. —¿Qué te parece mi hogar? —
—Nada mal. —Sonrió, inclinándose y tomando asiento a su lado, por un momento sintió el aliento ajeno chocar contra sus labios, estaba peligrosamente cerca de él y eso le hacía emocionarse.
—¿Cuándo me llevarás a tu departamento? —Sonrió, parecía que estaba coqueteándole pero quizá solo sean sus ideas.
—Cuando quieras podemos ir. —Dio un trago a su vaso de agua.
—En un rato nos vamos. —Murmuró quitándose la camiseta que llevaba, revelando su torso. WooSeok permaneció en silencio pero en sus pensamientos tenía tantos deseos de morder esa piel algo morena, lamer ese pecho y… —¿Quieres un poco? —
—¿Qué? —Fue sacado de sus pensamientos, viendo como Yuto terminaba de abotonarse su camisa mientras le extendía una botella de su loción favorita. Algo torpe asintió, tomando la botella para rociarse un poco. Se maldecía, seguramente ese aroma lo recordaría toda su maldita vida.
—¿Podrías ayudarme? —Su sonrisa se borró cuando la puerta de su habitación se abrió, revelando una cabellera rubia y larga.
—Oh, lo siento. —Murmuró el mayor, ayudando a la chica con lo que cargaba: maletas.
—Seguramente lo olvidaste…No me sorprende, idiota. —Mencionó un poco malhumorada, desviando su mirada a WooSeok quedando algo sorprendida.
—Oh, WooSeok, ella es YeEun, y bueno, ya les he hablado del uno del otro. —WooSeok se puso de pie haciendo que la chica se encogiera un poco de hombros por la diferencia de estaturas haciendo cada uno una leve reverencia.
—Mucho gusto. —Dijo, girándose para ver a Yuto.
—Ella es la amiga que te había dicho que estaba en Estados Unidos. —WooSeok no recordaba del todo aquella conversación…al menos no con él.
***Flash Back***
—¿Entonces las cosas con Adachi están mejores? —
—Algo así, sigue molesto porque estoy con IlHoon pero no entiendo porque se molesta si su amiga es igual que él, es como su versión en mujer. Esa chica esta totalmente loca, lo manipula y lo cela mucho, yo digo que es hasta peor que IlHoon. —Dijo comiendo de su plato.
—Tú y Adachi hasta en eso se parecen. —Sonrió, molestándola.
—Ni me lo digas, aparte que regresaran al mismo tiempo, se raro que IlHoon y su amiga se conozcan. —
***End Flash Back***
—Me ha hablado de ti. —Trato de verse relajado.
—Se quedará conmigo unos días en lo que encuentra a donde irse. —¿Por qué le daba explicaciones? Eso realmente no importaba pero…se iban a quedar juntos. Si SoYeon tenía razón ella podría ser la novia de Yuto.
Algo en su corazón se oprimió.