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La mirada del extraño por Augusto2414

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Notas del capitulo:

Hola a todos. Dejo con ustedes el siguiente capítulo de la historia.
Espero sea de su agrado.

XXIX
 
Hacía un clima fresco pero agradable. Tomó asiento en una de las butacas que había en el patio y miró al horizonte, perdiéndose en el infinito, tan distraído que no se percató de la presencia de su abuela en otra junto a él.
 
–¿Ha estado muy ocupado, hijo?
 
–¿Ah?, sí, he tenido mucho trabajo, de hecho, fue por eso que no vine la vez pasada –dijo Nicolás, volviendo a la realidad.
 
–Cuando tu hermano estuvo aquí dijo que a veces ni te veía en la casa. ¿Estás descansando bien? –comentó la abuela mientras comía un durazno.
 
–Sí, aunque a veces no puedo dormir tanto como quisiera. El trabajo no deja de llegar y tengo que seguir cumpliendo –Nicolás bajó la vista y evitó hacer contacto visual, pero su abuela se acercó y acarició los largos mechones oscuros de su nieto.
 
–A mí no me engañas como a tus padres, sé que algo te ocurre porque no luces bien, hijo, ¿qué pasa?
 
–Estoy cansado, abuela, estoy cansado de pretender que todo está bien y que las cosas funcionan. No es así. Hago todo lo que puedo y aun así no consigo que todo esté bien. Y ahora hay algo más que solo trabajo en el que pensar –se desahogó Nicolás.
 
–Tranquilo, hijo, sé que estás esforzándote mucho en tu trabajo y los estudios. Tu abuelo y yo sabemos que tienes las capacidades para lograr tus metas y nunca nos has decepcionado –dijo la mujer, dándole tranquilidad y confianza–, y si ahora has conocido a una muchacha, estaremos felices de que pueda ser feliz. Sería la primera novia que te conocemos.
 
–Ojalá fuera tan sencillo como tú lo dices, abuela, y alabo tu buena intuición para saber lo que me ocurre, pero… no es así –Nicolás soltó un suspiro y una débil sonrisa se dibujó en sus labios–. La persona que conocí no es una chica, es un chico.
 
–¡Oh!, pero eso está bien, pueden ser amigos. Tu nunca has sido un niño muy amistoso así que vendría bien que…
 
–¡Abuela!, no es eso, no es mi amigo. Ese chico me gusta, ¡me gusta! –dijo casi en un lamento, como si hubiera cometido un horrible pecado.
 
–¿Qué dices, hijo?, ¿te gusta otro hombre? –el tono de la mujer cambió, ya no era suave sino fuerte y severo, como buscando una explicación–, ¿cómo ocurrió eso?
 
–Ni yo lo sé, solo ocurrió y cuando hablamos sobre esto las cosas no acabaron bien: ya no nos hablamos y me siento mal. Pienso en él y por lo que he sabido, él está igual, ocultando su sufrimiento. Yo no quería esto, solo vivir una vida tranquila pero no, aquí estoy llorando por otro hombre, otro chico al que quiero seguir conociendo, estar con él y compartir más y más experiencias. Saber por una vez lo que es amar –Nicolás se largó a llorar en las faldas de su abuela mientras ésta procesaba todo lo que acababa de oír. Por la educación que ella había recibido y su forma de pensar, lo que le ocurría a su nieto estaba mal, no podía ser, pero al mismo tiempo se compadecía de él porque sabía cómo era Nicolás, ese niño que nunca tuvo amigos y que con el tiempo fue haciéndose frío y distante. Ahora estaba ahí, desconsolado y sufriendo por otro niño como él, cuestionándose la idea de ser feliz.
 
–Hijo, no se preocupe, dele tiempo al tiempo y verá como ese niño y usted vuelven a hablarse –la anciana tomó el rostro del chico y lo besó en la mejilla, para luego abrazarlo fuertemente. Nicolás no pudo menos que llorar, pero ya no de dolor sino de alivio.
 
… … … … …
 
Resultó curioso y extraño que don Julio citara al personal un día lunes. Todos los trabajadores del local concurrieron durante la tarde de ese día para no incomodar a nadie, desde los camareros, bartender, cajero, a la anciana cocinera y sus ayudantes, incluso los auxiliares estaban ahí.
 
–Gracias a todos por venir –dijo Julio cuando el reloj marcó el mediodía. Estaban allí los funcionarios del local, pero alguien más estaba presente y llamó la atención–. Antes de comenzar, permítanme presentar a Katerina, quien trabaja en «la Dama Azul» al servicio de su dueña.
 
Murmullos se oyeron entre los asistentes. Los chicos no la conocían personalmente a excepción de Ignacio; solo la habían visto un par de veces hablando con Julio o sentada en la barra.
 
–Hola a todos, encantada de estar aquí otra vez –la chica hizo una pequeña inclinación de cabeza antes de proseguir–: La razón por la que nos hemos reunido hoy es para dar una importante noticia. Desde hace algún tiempo mi jefa ha trabajado en la ampliación del negocio y Julio ha sido parte importante como su administrador; gracias a él hemos cerrado un acuerdo que vuelve socios a ambos, mi jefa y Julio, permitiendo hacer arreglos considerables y expandir a «la Dama Azul», al mismo tiempo que los locales de Julio, incluido este local, implementarán mejoras y beneficios para todos ustedes.
 
Katerina se detuvo mientras las voces del personal iban en aumento hasta llegar a los aplausos. Julio se limitó a bajar la cabeza en un gesto de modestia, antes de tomar la palabra.
 
–Tal y como ha dicho Katerina, esto se ha logrado después de mucho trabajo. Sepan que la realización de este negocio es un deseo que tenía hace mucho, así como de la propia Julieta, jefa de Katerina, y es por eso que en una semana más a partir de hoy, día domingo, habrá una fiesta en «la Dama Azul» para celebrar la noticia. Desde las 21:00 habrá pase libre para todos ustedes y descuentos para los acompañantes. Agradeceré que difundan la información entre sus contactos y esperamos contar con su asistencia.
 
Los aplausos volvieron a estallar, así como las conversaciones que se iniciaban. Julio despidió la reunión y se retiró tras dar algunos otros detalles, dejando al personal en libertad de acción.
 
–Supongo que asistiremos, ¿verdad? –dijo Francisco entusiasmado, rodeando con el brazo a Sebastián.
 
–Claro que sí, hace mucho que no vamos a una fiesta, y ésta suena muy bien –respondió el chico–. Y no hay nada mejor que ir con mi amada.
 
–¡Sí!, extraño mucho ir a bailar así que esta es una ocasión perfecta –Cristina hacía giros frente a su novio que la miraba embobado. Realmente se amaban.
 
–Para no sentir envidia de ustedes, chicos, tendré que invitar a Erika –dijo Francisco, haciendo un puchero–. ¿Y tú, Alejandro?, ¿vendrás a la fiesta?
 
–Honestamente, no estoy seguro de asistir –respondió con un tono indiferente.
 
–¿Por qué no?, Te divertirás, Alejandro. Ven con nosotros –dijo Cristina.
 
–No lo sé, tal vez cambie de opinión, aunque no les prometo nada –Alejandro, fiel a su palabra, no había hecho mención alguna de Nicolás, pero se estaba volviendo difícil mantenerle fuera de sus pensamientos, sobre todo después de la última conversación sostenida con Cristina y Ariel. Sus tres amigos lo miraron con algo de decepción; esperaban contar con su presencia ese día independiente de lo que ocurriera con Nicolás, y para no molestar con preguntas innecesarias, dejaron el asunto hasta ahí.
 
A un lado de los chicos, otra conversación tenía lugar.
 
–¿Has hablado con Javier? –preguntó Katerina a su amigo tras separarse de Julio.
 
–No, y no quiero hablar con él. Es tonto, pero lo estoy evitando –confesó Ignacio.
 
–Me di cuenta, no has ido a vernos y sabes, el ánimo de Javier disminuyó. Está afectado por toda esta situación.
 
–¿Y crees que yo no? –Ignacio se molestó.
 
–¡Lo sé, Ignacio!, ¡no soy estúpida!, pero ese alejamiento que estás fomentando es solo la consecuencia de tus dudas –Katerina elevó la voz como pocas veces lo hacía, haciendo que Ignacio se callara–. Por otra parte, Javier está esperando tu respuesta, no puedes hacerlo esperar para siempre.
 
–Cuando esté listo, hablaré con él –fue todo lo que Ignacio pudo responder.
 
–Más te vale hacerlo pronto, porque no voy a soportar que hieras a Javier por culpa de tu indecisión. Los quiero mucho a ambos y no permitiré que se hagan sufrir mutuamente, ¿vale? –dijo Katerina con severidad.
 
–Bien, vale… –Ignacio se detuvo bruscamente al ver que Ariel se acercaba.
 
–¿Interrumpo algo? –dijo el ayudante mirando a ambos.
 
–No, nada –dijo Katerina, recobrando su tono habitual–, ¿y tú eres?
 
–Ariel, soy ayudante de cocina, encantado –dijo, saludando a la chica–, tu nombre es Katerina, ¿verdad?
 
–Así es, encantada.
 
–Bueno, ¿vendrán a la fiesta? –preguntó Ariel.
 
–No –fue la rotunda respuesta del bartender.
 
–Sí, aunque para mi será parte del trabajo –respondió Katerina–, con todo, siempre queda tiempo para divertirse, ya sabes. Y, ¿con quién irás tu?
 
–Iré solo. Tenía intención de invitar a Ignacio, pero ya hemos escuchado su respuesta –dijo Ariel, dirigiéndose a Ignacio que solo se cruzó de brazos y le ignoró–. ¿Se comporta así de mal contigo?
 
–A veces –respondió Katerina, encogiéndose de hombros. La verdad no tenía intención de seguir escuchando a Ariel, pero de pronto tuvo una idea–. Pero bueno, ¿qué te parece si vamos juntos?
 
–¿Eh? –Ariel no se esperaba esa propuesta de la chica. Ignacio no fue menos y miró a Katerina. “¿Qué haces?”
 
–Para que tu invitación no se desperdicie con Ignacio, podemos ir juntos. Yo tampoco tengo pareja y podríamos divertirnos, charlar un poco más, tú y yo, ¿qué dices? –propuso Katerina con la mejor de sus sonrisas.
 
–No veo por qué no. Sí, sí. Vayamos juntos –respondió Ariel, más por cortesía hacia la chica que por real interés en acompañarla–. Te daré mi número de teléfono para que estemos en contacto.
 
Cuando Ariel se retiró y volvieron a quedar solos, Ignacio interrogó a su amiga.
 
–¿Por qué hiciste eso?, ¿para qué lo invitaste así tan repentinamente?
 
–Porque no quiero que vayas con él a la fiesta, ni con ningún otro –respondió Katerina–. Estoy segura de que, si ese Ariel hubiera insistido un poco más, habrías acabado cediendo a su invitación.
 
–Te equivocas. No tenía ninguna intención de aceptar su invitación, ¿y qué hay con eso de todos modos?
 
–Ignacio, estoy segura de que Javier te invitará a la fiesta –el bartender la miró con incredulidad, pero Katerina estaba convencida–. Y cuando lo haga, quiero que aceptes. Porque quiero que vengas con Javier a la fiesta.
Notas finales:

Como siempre, pueden dejar sus opiniones y comentarios sobre el capítulo, me gusta mucho leerlos.
Muchas gracias a todos los que siguen fielmente esta historia. Volveré tan pronto como pueda con la siguiente actualización. Hasta pronto.

El autor.

 

Recuerden que pueden seguirme en la cuenta oficial de Instagram @augusto_2414 LMDE.


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