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The Other Side por Dibella

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Notas del fanfic:

Bienvenidos sean a esta historia uwu

De antemano me gustaría decir que me complace mucho regresar al mundo de la escritura, este espacio de total expresión libre al género tan exquisito que es el Yaoi ♥ y ver una gran comunidad de escritoras/es amantes del Yaoi tanto como yo, algunos más experimentados, así que, tenganle paciencia a esta humilde servidora :'v 

Todas las sugerencias son bien aceptadas, comunicados, opiniones etc., espero les entretenga y pues... A leer

Notas del capitulo:

Hola, espero les agrade este primer capítulo, intentaré ser constante y pues actualizar por lo menos semanalmente ya que escribo desde el trabajo y no sé si el tiempo me rinda.

Gracias y procedan a leer ♥

-          ¡S…Soy gay! –

Mis dos amigos permanecieron en total silencio, tal vez sorprendidos por la noticia de mi orientación sexual, pero eran mis mejores amigos y quería que fuesen los primeros en enterarse. Pude sentir como el sudor se hacía presente en mi frente y mi corazón comenzaba a acelerarse, el no obtener respuesta alguna me provocaba una intranquilidad espantosa, apenas soportable, hasta que por fin, Eidan rompió el silencio.

-          A decir verdad… Ya me esperaba esto jeje, ¿tú no? –

Dijo sonriente dirigiendo su mirada al más alto.

-          Yo… Bueno, en realidad no. –

-          ¡Oh, vamos! No me vengas con que nunca pensaste que nuestro pequeño Leith resultaría ser homosexual. –

-          ¡No lo suponía y ya! A la final vos siempre has tenido como un sexto sentido femenino. –

Como era de costumbre en ellos se veían reflejados los polos opuestos, por un lado está Eidan, alguien completamente alegre, gracioso, positivo, rebosante de buenas vibras, buena onda y liberal, mientras que por el otro lado está Avan, un chico un tanto temperamental, con apariencia ruda, pese a todo aquello, puede llegar a ser alguien muy protector y sincero al momento de mostrar sus emociones hacía los que ama.

-          Jajajaja, como sea, lo importante ahora es que nuestro pequeñín ha revelado su orientación, lo que demuestra que hemos hecho un buen trabajo. –

-          ¿Buen trabajo? ¿A qué te refieres con eso? –

-          Pues, ¿Cómo que “A qué me refiero”? Hemos sido buenos amigos y te hemos brindado la suficiente calidez y comodidad para confesarnos algo tan íntimo –

-          Oh, s…sí, así es –

-          ¿Ves, Avan? –

Avan estaba revisando su móvil como de costumbre, al parecer no prestó ninguna atención a todo lo que dijo Eidan en ese instante.

-          Serás… ¡PRESTA ATENCIÓN! –

Junto con aquel llamado de atención agregó un fuerte golpe a la cabeza de Avan, me exalté un poco puesto que, aunque pase seguido esas situaciones de “violencia” entre ellos, me sigue sorprendiendo un poco el uso de violencia por parte de Eidan, considerando su pacifismo común.

-          ¡Ay! Tú, estúpido, ¡¿Qué rayos sucede contigo?! –

-          No estás prestando atención a lo que estoy diciendo, recuerda que se trata de nuestro amigo, nuestro pequeño melocotón –

Dijo Eidan, el cual a la vez, me abrazaba y despeinaba causándome un leve sonrojo.

-          Pff, deberías dejar de tratarlo como si fuera tú novio. –

-          ¿N…Novio? –

Dije un poco sorprendido, no esperaba en realidad semejante comparación en un instante así. De reojo logré notar que la sonrisa juguetona de Eidan había desaparecido y que la expresión de Avan demostraba una leve molestia, los conozco lo suficiente para saber que esas no son sus expresiones comunes. No podía seguir en un ambiente como ese, decidí romper el hielo de alguna manera, por el bien de ellos y el mío sobre todo.

-          Ehhhhh… ¿Qué les parece ir a una fiesta el día de mañana? Me habían regalado invitaciones con barra libre para hoy en, uhmmm, “De oder said” –

-          ¿En dónde? –

Preguntó Avan muy confuso, ay posterior a eso Eidan soltó una pequeña risa.

-          ¿D…De qué te ríes? –

-          Jajaja perdón, se pronuncia “The Other Side” ¿has ido alguna vez, pequeño? –

-          N…No, planeaba regalar las invitaciones a whoever persona que las quisiera, pero se me ocurrió ir con ustedes, aunque… No tengo idea qué clase de lugar es ése –

-          Eso pensé jaja –

-          ¿Y tú sí sabes, Eidan? –

-          Por supuesto, mí estimado Avan. Lo sé –

Eidan sonrió orgulloso ante Avan, a lo que él bufó y desvió la mirada.

-          Es una especie de club social, hay de todo en ése lugar. Entretenimiento para jóvenes, como billar, cartas, así estilo casino, también hay piscina, barra de bebidas tanto normales como alcohólicas, también tienen habitaciones como un hotel y con ello diferentes beneficios y eventos exclusivos para los que posean una membrecía en el lugar –

-          Vaya… Suena genial y extraordinario ese lugar –

-          ¡Y lo es! Allí va gente de todo tipo, el dueño del lugar es joven así como nosotros, imagínate los eventos que se arman en ese lugar, jaja –

-          Entonces… ¿Irán conmigo? –

-          ¡Yo me apunto! Hace tiempo que no me la paso bien –

-          ¿Avan? ¿También irás? –

-          No –

-          ¿Qué? ¿Por qué? –

Al preguntarle el “why not” le puse ojitos de corderito, siempre funcionan, esperaba que en esa ocasión en específico funcionara también.

-          Eh… B…Bueno, alguien tiene que cuidarles las espaldas a ambos –

-          ¡Cool! Jajaja

Avan bufó, seguro se percató de mi estrategia. Por lo menos logré que ambos me acompañen, es un éxito, no me habría atrevido a ir yo solo. Continuamos hablando un buen rato hasta que Avan nos dejó solos a Eidan y a mí, aparentemente tenía que irse a trabajar, había olvidado que consiguió trabajo la semana pasada de tatuador en el “Subsuelo”, es una especie de centro comercial en el subterráneo, antes era una gran estación de trenes subterráneos pero su estilo lo superó el metro con su tecnología y eso, ya las personas no lo utilizaban y el dueño le cedió el dominio a unos riquillos que lo convirtieron en espacios comerciales para Jóvenes, allá se encuentra de todo juvenil, lo que me recuerda…

-          Eidan, vamos al Subte, olvidé comprar un regalo para mi hermana, cumplió años hace un par de días, ¿recuerdas? Y hoy irá a mi casa junto con mi madre para una pequeña reunión. –

-          Ah sí, por supuesto… Sí lo hubieses recordado hace unos 30 minutos, hubiésemos acompañado a Avan hasta su trabajo –

-          S…Sí, tú sabes cómo soy yo jeje –

-          Y vaya que lo sé jaja, vámonos

Dicho aquello, partimos al Subte, no pasaron más de 15 minutos y ya habíamos llegado a nuestro destino.

-          Bien, ahora la pregunta es: ¿Qué podría comprarle a mi Sis? –

-          ¿Qué te parece ir a “Ninette’s” a ver? Siempre tienen cosas hermoooosas para chicas –

-          Gran idea, vamos –

Dicho aquello, nos dirigimos a la tienda que propuso Eidan y efectivamente, allí siempre hay ropa magnífica para chicas. Había de todo, faldas, minifaldas, shorts, blusas, franelas, abrigos, chaquetas, vestidos, pantalones, sombreros, gorros, etc.

-          ¿Qué tal este abrigo? Tiene un Koala en el frente, muy cute. Y sabes que a ella le encantan los Koalas –

-          Ah sí, ¡está perfecto! Eso, y le das estas medias pantys de mi parte, ¿vale? –

-          Está bien, vámonos que se me hace tarde –

Pagamos la ropa y nos fuimos, yo tenía que tomar el metro mientras que Eidan solo tenía que caminar un par de cuadras para llegar a su apartamento, él vive en la zona Central a un par de edificios de Avan, mientras que yo, pues vivo en la Zona Sur. Eidan se quedó esperando que llegara el Metro, y en cuanto llegó nos despedimos y me monté en él mientras que al momento de arrancar, pude ver como Eidan se adentraba a un callejón para llegar más rápido a su casa, tomé asiento y busqué en mis bolsillos mis audífonos, me los puse y aislé mi audición de mi alrededor para que mi mente se dirigiese a mi mundo. El metro se detuvo en una de las paradas de su recorrido y así como bajó mucha gente, entró casi la misma cantidad, yo sólo pensé “Que no se monte una anciana, discapacitado o embarazada”. Dicho y hecho, se montó una mujer embarazada con una nena en brazos, esperé un minuto a ver quién carajos le daba el asiento y puesto que nadie movió ni un dedo para que se sentase, yo le ofrecí mi asiento y ella agradecida se sentó, sonaría hipócrita o mal lo que pensé antes de que se montase, pero en realidad quería mantenerme en mi asiento con tranquilidad, pero se ve que la pasa peor que yo. En fin, al poco tiempo de estar de pie alguien tocó mi codo, me quité mis audífonos y me volteé a verle, era un chico con cabello color grisáceo no natural, se le veían raíces negras, estaba utilizando gafas de sol y gorro, sin embargo no había tanta iluminación para usarlas, pero ¿quién soy yo para criticárselo?

-          No gracias, estoy bien –

Le dije esperando que volviese a sentarse al ser rechazado, pero ante mi rechazo, solo sonrió y nuevamente me hizo señal de que me sentara.

-          Anda, siéntate –

-          Uhm… Gracias

Me senté un poco apenado, no todos los días me ofrecen el asiento así, y mucho menos otro chico. Bueno, lo admito, me siento como una chica enamoradiza.

-          ¿Tienes nombre? –

-          Me llamo Leith, un placer –

Le extendí mi mano en señal de un saludo formal, a lo que él corresponde estrechando la mía.

-          Igualmente, yo me llamo Jay –

Inevitablemente sonreí, no lo sé la escena al instante me pareció como esas de amores fugaces en los que dos personas se conocen en el bus, metro o en una calle de casualidad y, cómo espero yo, no se vuelven a ver más, pero ¡HEY! Disfrutemos del momento ¿no?

-          Bueno, te devuelvo tu mano

Dijo soltando una leve risa, al percatarme de que en esos 10 segundos que estuvimos tomados de la mano enseguida halé mi mano devuelta, estoy casi seguro de haberme sonrojado un poco ya que él al verme rió un poco más y mientras yo ocultaba mi rostro él se quitó sus gafas, en el instante que yo alzo la mirada nuevamente, morí, no tan literal pero casi me da como un paro cardíaco de la emoción y la pena, me topé con unos Orbes violeta tan extraordinarios, lo juro que estaba que me daba algo, está bien, yo suelo ser muy fácil de emocionar y sonrojar pero, ¡Era hermoso! ¡HERMOSO! Permanecí atontado unos instantes hasta que la parada en la que me tocaba bajarme me sacó de ese estado, los altavoces anunciaban repetidas veces la parada y por reacción me puse de pie, en verdad no quería bajarme aún pero no me quedaba de otra, ya era tarde y me esperaban en casa.

-          Bueno, aquí me bajo yo –

-          Está bien, ten cuidado por allí –

-          Jeje sí, gracias… Nos vemos –

Me despedí con la mano agitándola un poco mientras que él hacía lo mismo, me bajé y suspiré decepcionado, no debería sentirme así porque fue algo de un instante y nada más, cosas de un momento de la vida que seguramente pasarán más de una vez, pero no sé qué me sucedía exactamente, deseaba se me quitara pronto, sin más ni más, comencé a caminar rumbo a mi hogar. No tardé demasiado en llegar, según la hora, pero para mí el camino se hizo muy largo puesto que estaba más atento a mis pensamientos que en el tiempo que tardaba en llegar y tampoco es que tuviese mucha prioridad de llegar lo antes posible, de hecho, en mi mente solo pasaban pensamientos como “¿por qué tanta emoción en ese instante?”, “Has visto más chicos lindos en tu vida y tampoco será el último”, “relájate ya”, “quiero verlo de nuevo”, “sus ojos eran divinos e hipnotizántes”, en esos momentos legué sin darme cuenta, abrí la puerta de mi hogar y entré para ver a mi hermana saltar sobre mí, ciertamente llevaba mucho tiempo sin verla.

-          ¡Hermanito querido! Te extrañé tanto –

-          Y yo a ti jeje feliz cumpleaños número 18

La abracé fuerte estrujándola.

-          G…Gracias pero… M…Me asfixias ugh… -

-          Jajaja qué floja eres –

La solté y fingió respirar como si de verdad le hubiese sacado todo su aire.

-          Te estábamos esperando para picar el pastel –

-          ¿De dónde sacaron un pastel? –

-          Mamá lo preparó –

-          Perfecto, vamos entonces

No perdimos más tiempo y entramos a la cocina, encendimos las velas y le cantamos el cumpleaños a mi hermana, se le veía tan feliz, cuando le di los obsequios se emocionó más y ni se diga cuando supo que uno de ellos era de parte de Eidan, se sonrojó un poco, olvidaba que a ella le gusta él, pero no sé el por qué no le dice nada, puede que mi amigo castaño guste de ella también, aunque él sea un par de años mayor a ella, ahora que lo pienso, desde que Eidan terminó con su ex Rocío, no ha tenido otra novia y eso fue hace 3 años ya, debería preguntarle mañana sí ha considerado la idea de tener una pareja nuevamente.

Notas finales:

Bueno, nuevamente espero que haya agradado uwu

Gracias por leer♥

Dudas o sugerencias son bienvenidas, hasta otra.


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