Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Promesa de San Valentín por Higary

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita!! Después de quién sabe cuánto tiempo, una vez más me tienen por esta página que tanto amo con un nuevo fanfic: ¡un oneshot charamen! Desde que miré la publicidad de la página Charamen/Menchara is love sobre el concurso de fics para San Valentín con Charasuke y Menma como protagonistas decidí que haría algo aunque fuera por amor a la pareja, pero los recuerdos de Facebook me mostraron que el primer oneshot que escribí sobre ellos, mi amado “Girasol”, lo escribí precisamente para el 14 de Febrero de 2015 cuando había tan poco material sobre estos dos chicos y eso me motivó aún más para terminar esta pequeña historia que espero les guste. Como siempre saben que esperaré sus comentarios con saludos, pedradas, golpes, felicitaciones, jitomatazos, flores, chocolates, cebollazos, bombas, amenazas, tomatazos y demás.
Y por cierto, aún no termino de responder los reviews de los últimos oneshot que he subido a la página, así que una enorme disculpa y les prometo que este fin de semana me pondré a trabajar en ello. Ahora sí sin más preámbulos: ¡¡a leer!!

Disclaimer: Los personajes son propiedad de Kishimoto. La idea para este fic es producto de mi fumado cerebro.

Aclaración: Este oneshot se desarrolla en el mismo universo que otras de mis historias charamen. Hay algunas referencias a dichos fics, aunque traté de que fuera entendible de manera independiente.

Sin embargo aquí les dejo el listado en orden cronológico por si a alguien le interesa leer toda la “saga”:
-Girasol

-Celos navideños

-Otro yo (este es también crossover con el sasunaru)

-Propuesta de cumpleaños

PROMESA DE SAN VALENTÍN

 

San Valentín, la fecha predilecta para las muestras de amor y amistad. Es cuando las parejas se reúnen para celebrar e intercambiar regalos, cuando los amigos se demuestran  lo mucho que se quieren y cuando las flores, chocolates y corazones adornan todo el ambiente. ¡Tan cursi!

 

Al menos eso es lo que pensaban tanto Uzumaki Menma como Uchiha Sasuke. Los dos jounin de veinte años que fueron inseparables durante su infancia, se distanciaron al principio de la adolescencia, restablecieron su amistad y después terminaron convirtiéndose en pareja, iban a pasar su cuarto San Valentín desde que estaban juntos.

A pesar de la fama de conquistador empedernido que Sasuke solía gozar, en realidad no era tan aficionado a las celebraciones del catorce de Febrero. No ayudaba que el serio y callado Menma tampoco fuera alguien romántico; solo aceptaba los girasoles que su pareja le regalaba en ocasiones espontáneas y eso debido a que valoraba dicha flor, pues fue con una de ellas que años atrás le confesó sus sentimientos.

 

Además cuando Sasuke le ofrecía una rosa roja al de ojos claros era porque quería molestarlo: las rosas, los comentarios sobre que extrañaba el color rubio natural del cabello de Menma y el apodo de “kitsune-chan” eran los métodos con los que rápidamente lo hacía perder la paciencia. Al Uchiha le excitaba la fiera mirada que el pelinegro tenía cuando estaba enojado.

 

De modo que como la pareja peculiar que ambos formaban, sus festejos para el día de los enamorados también eran peculiares. Si por Menma fuera el día pasaría sin pena ni gloria, sin embargo cuando se acercaba su primer San Valentín juntos y sabiendo los orgullosos que ambos eran, el ojinegro ideó un plan que se convertiría en su tradición: una semana antes de la fecha más romántica (supuestamente) del año, ambos competirían en alguna actividad, el perdedor se encargaría de planear cómo pasarían San Valentín y tenía que ser algo que el otro disfrutara.

 

Por esta razón los dos terminaron en una carrera alrededor de Konoha teniendo como juez imparcial a Haruno Sakura. Después de mucho esfuerzo y reflexión, la chica finalmente había logrado aceptar la derrota ante Charasuke (ella le puso ese apodo por lo mujeriego que era y no pensaba retirarlo incluso si él tenía alguien a quien serle enteramente fiel), superar su enamoramiento hacia Menma y ahora podía apoyar con sinceridad la relación de sus dos amigos. En realidad viéndolos como pareja se sorprendía de que siguieran juntos y no se hubieran asesinado, pero no se podía negar que en esa relación los dos integrantes parecían nunca aburrirse.

-Y aquí vienen –murmuró ella

Ambos jóvenes se acercaban a toda velocidad a la meta, venían bastante parejos. Cuando faltaban pocos metros para llegar un distraído perro se atravesó frente a Menma, quien trastabilló un poco para esquivarlo. Sin embargo esos pocos segundos fueron aprovechados por Sasuke y ganó la carrera.

-Lo lamento, Menma –se disculpó la chica-, pero Charasuke llegó primero.

-Todo por culpa de ese perro –murmuró el Uzumaki enfadado

-Acéptalo, kitsune-chan. Tu amor secreto por los animales te jugó una mala pasada y la victoria es mía. Es tu turno de organizarnos una inolvidable cita para San Valentín.

Menma bufó y casi podía sentir un dolor de cabeza aproximarse. Aquello no era para nada alguna de sus habilidades, pero tenían un acuerdo y no iba a retirar su palabra.

-Siempre he tenido la curiosidad por saber qué clase de regalos se dan entre ustedes –comentó Sakura

-Él generalmente rechaza mis detalles, excepto los girasoles que sé cuida con cariño hasta que se marchitan –explicó Sasuke, sonriendo presumido

-Claro que no –rebatió Menma no dispuesto a aceptar la verdad

Se sumieron en una discusión (como siempre) mientras Sakura los observaba y suspiraba. A veces resultaba agotador estar junto a esos dos, pero eran sus mejores amigos y no los cambiaría por nada. En un futuro cuando ella sea Hokage y esos dos sus ayudantes, sin duda iba disfrutar castigándolos por todas esas veces en que la dejaban de lado por sumirse en sus alegatos.

 

Un rato después los tres se separaron para realizar sus labores. Menma aprovechó que tenía tiempo libre para comenzar a idear qué es lo que haría para San Valentín. Solo en la comodidad de su propia mente aceptaba que efectivamente, entre él y su novio definitivamente el detallista era Sasuke; la mayoría de las veces era él quien hacía el primer movimiento para algún gesto cariñoso y quien no dudaba en abrazarlo y tomar su mano cuando lo necesitaba.

-Deberías hacer algo bueno por él, no puedes darlo todo por sentado.

Menma bufó al escuchar la voz de Kurama. Por alguna razón el bijuu se creía la voz de su conciencia. Aunque ciertamente tenía motivos para considerarse así, pues fue Kurama quien le dio el último empujón para que años atrás aceptara que correspondía los sentimientos de su ahora pareja.

-Sabes perfectamente que no soy bueno en las cosas sentimentales –respondió al zorro

-Lo sé. El mejor detalle que has tenido con él fue esa Navidad en que te teñiste el cabello y recuperar tu tono de rubio natural. Tuve que bloquear todo aquí dentro y dormirme para no presenciar todo lo que hicieron después de que se te abalanzó.

Las mejillas del Uzumaki se sonrojaron ligeramente ante tales palabras (y los recuerdos subidos de tono). Carraspeó para desviar el tema porque había cosas de las que tú y tu bijuu no deberían conversar sin importar que él te conociera desde bebé.

-Ya que pareces un experto en relaciones, ¿tienes alguna sugerencia, Kurama?

-Sí. No les pidas ayuda a tus padres ni a Itachi. Kushina solo gritará emocionada por lo “romántico” de su “bebé”, Minato se lamentará al darse cuenta que su único hijo ya no es para nada virgen y tu novio tendrá un ataque de celos por el simple hecho de que te comuniques con su hermano.

 

En realidad era un buen consejo, Menma debía aceptarlo. A pesar de siempre mostrar una actitud regia y confiada, esa clase de temas prefería no tocarlos con sus padres. Y si bien Itachi era alguien a quien él admiraba y respetaba profundamente, era por eso mismo que Sasuke no veía con buenos ojos que congeniaran tan bien. Era divertido molestarlo con eso, pero no creyó que fuera buena idea hacerlo cuando San Valentín estaba a la vuelta de la esquina. Menma podía ser un novio considerado cuando le daba la gana.

 

Luego de mucho pensar el Uzumaki llegó a la conclusión de que haría algo sencillo pero efectivo: se reunirían por la mañana para entrenar un poco como hacían todos los días que no estaban en misiones, después irían a comer al restaurante favorito de su novio (el cual desafortunadamente no era Ichiraru), lo dejaría tomar su mano en público sin golpearlo incluso si el otro se atrevía a tocarle el trasero (ya había ocurrido en un par de ocasiones), después pasearían por la aldea y concluirían cenando en casa de Sasuke, la cual se encontraría sola por lo que podrían pasar un rato íntimo sin que nadie los interrumpiera.

 

Con su lista de actividades hecha, solo le quedaba decidir lo del regalo. A pesar de ser algo presumido y vanidoso, en realidad Sasuke no era una persona tan complicada ni esperaba que le obsequiara algo muy caro. Al contrario, como él conocía bien la personalidad de su pareja aceptaría felizmente cualquier cosa que Menma le diera así fuera una simple servilleta.

-Maldito Uchiha que resulta desinteresado cuando no me conviene –murmuró entre dientes

Quizá sería más fácil si Sasuke fuera la clase de hombre que valorara las cosas materiales. Puede que así fuera antes con los regalos que sus “koneko-chan” solían entregarle, pero el maldito resultaba esperar cosas más emocionales y significativas de parte de su pareja formal.

-Él es el idiota que si pudiera me llenaría de joyas y ropas finas. Aunque ya me regaló un abrigo.

Recordando el primer obsequio de Navidad que recibió del ojinegro, Menma se dirigió a su cajón donde se encontraba algo muy importante que tiempo atrás también llegó a sus manos. Sonrió triunfante al ocurrírsele cuál sería el mejor regalo para Sasuke. Difícilmente el Uchiha algún día lograría superar lo que tenía en mente.

 

Así fue como finalmente llegó el tan ansiado (y odiado) día de San Valentín. Tal como lo tenía planeado, Menma se reunió con su novio en el campo de entrenamiento. Sasuke lucía una enorme y presuntuosa sonrisa que hizo girar con fastidio los ojos del ex rubio.

-Buenos días, kitsune-chan.

-Solo por hoy no te golpearé por utilizar ese estúpido apodo.

-Ambos sabemos que en el fondo lo amas tanto como a mí.

-¡De ninguna ma…!

Menma se vio interrumpido cuando el otro se abalanzó sobre sus labios para besarlo apasionadamente. En otras circunstancias ya lo habría quitado de una patada, pero por ese día haría una excepción y mejor decidió regresar el beso con ganas.

Ese primer contacto debió ser la señal de que pasarían un día increíble. ¡Y por supuesto que no resultó así! Luego del entrenamiento los planes de Menma se fueron en picada. El restaurante estaba tan abarrotado de parejas desesperadas por pasar una buena cita que el personal extravió su reservación, tuvieron que aguardar varias horas para poder ingresar y todo para que el menú resultara bastante limitado debido a que se acabaron muchos ingredientes por la gran demanda que el lugar poseía. Ambos estaban tan molestos por haber tenido que alegar con varias novias y novios exaltados que comieron rápidamente cualquier cosa y se retiraron del local. No se fueron antes porque no pensaban darles el gusto a los otros comensales de dejarles una mesa que originalmente les correspondía a ellos desde el principio.

 

El paseo por la aldea tampoco resultó bueno porque una impredecible tormenta comenzó a caer sobre Konoha y todos corrieron buscando refugio. Los chicos terminaron completamente empapados porque Menma se negó a dejar que un poco (según él) de lluvia detuviera sus planes. Cuando su abrigo se puso tan pesado  por el agua tuvo que aceptar la derrota ante el clima.

 

Y para rematar ni siquiera podrían pasar la noche juntos como Menma deseaba, ya que los padres de Sasuke habían regresado antes y ya se encontraban en casa (lugar al que ellos fueron para cambiarse de ropa). Los Uchiha eran una familia unida y cariñosa, aún así Menma no dudaba que Fugaku-san los atacaría con su katon si descubría la clase de actividades que su hijo y el de ojos azules deseaban realizar detrás de las puertas.

 

-Siento que nada saliera como deseabas, kitsune-chan. Pero te aseguro que me divertí.

El molesto Uzumaki que había estado observando por la ventana con los brazos cruzados salió de sus pensamientos al escuchar las palabras del otro. Sasuke sonreía ante lo evidentemente ofendido que se encontraba su novio por no haber tenido el San Valentín que imaginó. Para alguien que detestaba la fecha, resultaba bastante gracioso que se apasionara tanto cuando estaba determinado a llevar a cabos sus planes aún si estos fueran para el día de los enamorados.

-Deja de reírte a mi costa –regañó el de ojos claros y suspiró-. Como sea, tengo algo para ti. Bien, en realidad es algo que tú conseguiste para mí.

Para sorpresa de Sasuke, lo que Menma sacó de su bolsillo fue una pequeña caja donde dentro se hallaban dos sortijas. El año anterior durante el cumpleaños diecinueve del Uzumaki, su pareja estuvo a punto de pedirle matrimonio, pero como se le ocurrió arrodillarse en medio de una de las zonas más concurridas de la aldea fueron interrumpidos por un grupo compuesto con admiradoras de ambos y en el alboroto Sasuke perdió la caja. O al menos eso había creído hasta el día de hoy. No tenía idea de que Menma la encontró.

-¿Has guardado los anillos todo este tiempo? –preguntó en voz baja

-Sí. Tú los compraste, por eso esta vez mi regalo para ti es una promesa: un día, no mañana ni el próximo año, pero un día te aseguro que ambos podremos lucir estos anillos ante toda Konoha.

-Menma…

-Y ya que probablemente solo en mí lecho de muerte volveré a decir esto, escucha bien: te aseguro que estaré muy orgulloso de hacerlo.

-… Sí –dijo Sasuke sonriendo con verdadera felicidad-, estoy bastante bien con eso, kitsune-chan.

Sin poder contenerse el de ojos oscuros lo rodeó fuertemente con sus brazos mientras el otro simplemente se dejaba hacer. Cuando no hubiera padres cerca para escucharlos, el Uzumaki confesaría que tenía un segundo regalo planeado: un striptease porque sabía cuán loco volvía a su novio observarlo moverse de forma sensual.

 

Puede que los planes de Menma no salieron como deseaba, pero a Sasuke no le interesaba porque al final consiguió algo mejor: la confirmación de que ellos dos seguirían compartiendo sus vidas en el futuro. El próximo año Sasuke perdería la competencia a propósito para organizar su festejo de San Valentín de manera que pudiera molestar a su pareja con insinuaciones de  boda y futuros hijos. Las caras que Menma haría iban a ser épicas.

 

FIN

THE END

OWARI


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).