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17 otra vez por Narukito y MR_IYU

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Konoha Gakuen, una de las escuelas más reconocidas en Konoha, no por sus alumnos, no por sus maestros, lo que la hacía ejemplar eran sus partidos de futbol, ciertamente sus recursos del estado iban dirigidos al deporte. En ese deporte tenían grandes estrellas y grandes talentos y un chico con ambas cualidades era Sasuke Uchiha, el más popular de la escuela, con el que todas las chicas querían pasar sus días de preparatoria, excelentes notas y con grandes miras a futuro.

 

Era un día importante en la escuela, ya que era el último partido del año y esta vez iría un cazador de talentos de la universidad de Konoha y ciertamente Sasuke tenía todas las posibilidades de llevarse la beca a casa.

 

-¿Listo Uchiha? -El entrenador había llegado, Sasuke se encontraba en la cancha ya hace un buen rato practicando. -Hoy es tu gran día, no lo eches a perder. -Poco a poco el equipo comenzó a llegar.

 

-Si lo se -Se detuvo un momento mirando a todos lados- El equipo aun no esta completo falta…

 

No pudo terminar su frase porque desde el otro lado de la cancha venía otro chico cargando botellas de agua y toallas y se tropezaba varias veces antes de por fin dejar las cosas donde se las habían pedido.

 

-Lo siento chicos, es que recién acabe una partida de calabozos y dragones y… -Sasuke lo tomó por los hombros y lo alejó de la multitud, quería evitar que le hicieran bullying a su amigo.

 

-Que bueno que llegaras Gaara pero si no me ayudas un poco cada vez será más difícil cuidar de ti -Trató de decírselo de la mejor forma posible para no insultarlo ni mucho menos, después de todo si eran mejores amigos.

 

-Si, si lo sé solo que no puedo evitarlo. Es mi pasión y lo sabes. -Se quitaba su bata de mago y se colocó el uniforme del equipo, les tomarían una foto para el recuerdo.

 

-Aja tu pasión pero no lo digas en voz alta -Le murmuraba- Vamos tu también eres parte del equipo y todos lo saben.

 

Una vez colocados en posición, el camarero es dijo whisky y uno de los compañeros de Sasuke jalo del calzón de Gaara para que saliera con calzón chino en la foto del recuerdo.

 

Pasó media hora y la cancha estaba llena, con los estudiantes de Konoha en su mayoría, los equipos se preparaban mientras las porristas daban su baile de inauguración. A los pocos segundos Sasuke se les había unido también, imitaba sus movimientos y hacía gimnasia así como ellas, se destacaba en más de un deporte no por nada era tan popular, por supuesto todo aquello causó que el público aplaudiera más y los estudiantes se volvieran locos.

 

-Es la última vez que hago algo como eso -Sasuke volvió a hablar con Gaara luego de esa presentación- De no ser porque me obligaron no lo haría, detesto que me tenga que exhibir así.

 

De pronto Sasuke quedo pasmado al ver que un chico rubio de ojos azules, llegaba por la parte de atrás de las gradas, su cara  se iluminó y dejo ver una sonrisa la cual solo tenía cada vez que veía a ese chico.

 

-Amigo -Pasó uno de sus brazos por los hombros del contrario- ¿Ves a ese de ahí? Es demasiado lindo, cualquiera tendría mucha suerte y...ah espera, es mi novio. -Sonreía con prepotencia. Gaara solo le dio una palmadita en la espalda para que fuera hasta donde su amado.

 

Prácticamente corrió hasta llegar a donde se encontraba para poder plantarle un beso muy bien dado en los labios y abrazarlo con fuerza como siempre hacían cuando se veían.

 

-Me preguntaba donde estabas, ¿Viniste a vernos ganar?

 

-Emmm si, suerte con el partido. -Naruto no se veía como siempre, usualmente era un chico más animado, más risueño y  sus ojos azules con un poco más de brillo.

 

-¿Te ocurre algo? No te veo como siempre -Ya conocía demasiado bien a Naruto como para saber que algo le inquietaba con solo mirarlo- Puedes decirme.

 

-No, nada Sasuke hoy es tu gran día debes aprovecharlo ¿Si? -Trataba de sonreír

 

-No puedo concentrarme sabiendo que te encuentras mal, sea lo que sea sabes que puedes contármelo, ¿No confias en mi?

 

-... -Naruto lo miro a los ojos, sus ojos querían ponerse a llorar. -La verdad es que… estas últimas semanas no me he sentido nada bien, fui al doctor con mis padres y me dieron la noticia de que… -El corazón de Sasuke latía a mil por hora, temía que algo malo le pasara a su novio. -Estoy embarazado, llevo tres semanas y… ya eso es todo.

 

-¿Qué? -En esos momentos todo se había puesto en blanco, olvido lo importante que era el partido y que todos contaban con él para ganar, todo eso pasó a segundo plano y ahora no sabía exactamente cómo sentirse ni que decir y menos que hacer.

 

-Tu no te preocupes ¿de acuerdo? -Le tomó con ambas manos el rostro y lo beso- Yo me despido, tienes un futuro brillante y una vida por hacer. Te deseo lo mejor. -Naruto sentía mucho amor por Sasuke que tomó la dura decisión de tener a su hijo solo, nada más para que Sasuke pudiera tener lo que quisiera, pensando que quizá en algún momento podrían volverse a unir. -Yo estaré bien.

 

En ese momento la conversación se vio interrumpida por los gritos del entrenador, ordenandole a Sasuke que entrara a la cancha ya que el juego estaba a punto de iniciar. El mencionado no pudo siquiera responder, solo se movía como autómata haciendo lo que le indicaban. Así fue como empezó el juego.

 

La verdad era que en esos momentos Sasuke no estaba al 100%, y claro como estarlo luego de recibir una noticia como esa, trataba de concentrarse y jugar bien pero siempre su atención se desviaba hacia la salida, donde en esos momentos Naruto se dirigía con la mirada gacha, solo de verlo alejarse y pensar que saldría de su vida fue suficiente para que por fin reaccionara. Dejó de jugar, dejó de hacer lo que estaba haciendo y solo salió de la cancha y por ende del juego tan importante y fue tras su noio, corrio tan rapido como se lo permitieron sus piernas y lo alcanzó de camino a los vestidores.

 

-¡Naruto espera! -Le había gritado para que se detuviera y así aprovecho para recuperar un poco el aliento.

 

-¿Sasuke? ¿Qué haces aquí? ¿Tu partido, tu futuro? Debes volver. -Naruto intentó seguir caminando pero un abrazo fuerte de Sasuke no se lo permitió.

 

-No te voy a dejar hacer esto solo -Lo apretaba más fuerte entre sus brazos- Ahora tengo un nuevo futuro y te amo, no voy a dejar que te alejes y menos sabiendo que esperas a mi hijo.

 

-Sasuke… ¿Estás seguro de lo que estás diciendo? -Las lágrimas comenzaron a descender por las mejillas de Naruto. -¡Dios no me hagas esto que estoy más sensible de lo normal!

 

-Estoy seguro -Le acariciaba la mejilla a la vez que limpiaba sus lágrimas- Saldremos adelante, después de todo siempre hemos hecho buen equipo, también podremos con todo esto.

 

-Si, tienes razón. -Cerraron su trato con un beso lleno de amor, estaban listos para dar el paso al matrimonio y tener una familia… o no tan listos.

 

17 AÑOS DESPUÉS

 

El despertador sonaba a toda potencia, como siempre eso bastaba para despertarlo y echar un vistazo al que en esos momentos era su cuarto, eso para quejarse, levantarse y empezar con su diario vivir, si, en eso se había convertido la vida de Sasuke, desde hace un buen tiempo llevaba haciendo lo mismo y no era algo que le agradara. Cuando terminó de arreglarse bajo a la mesa para desayunar, como siempre, cereal.

 

-Oye… no seas tan negativo. No es tan malo que te hayan echado de tu casa, que tus hijos te odien y que Naruto quiera divorciarse… -Gaara guardó silencio unos momentos -Bueno… es que si es negativo ¿verdad?

Sasuke ya llevaba unos 2 meses viviendo con su mejor amigo Gaara, quien por azares del destino se convirtió en un exitoso ingeniero en sistemas, seguía siendo nerd, pero ahora con mucho dinero.

 

-¿En serio? ¿Tu crees? -Lo miraba con claro enojo- Ya debo irme, hoy seguramente me darán mi ascenso y debo comer con mis hijos, hace mucho que no los veo.

 

-Ok suerte campeón. -Sasuke tomó sus cosas y fue hasta la salida -Te quiero… -Gaara no recibió respuesta alguna.

 

El lugar donde trabajaba Sasuke no era para nada el mejor trabajo del mundo, formaba parte de un equipo grande...dedicado a la elaboración y todo lo relacionado con el cuidado de la mujer, o resumiendolo, toallas femeninas. Llevaba más tiempo del que quisiera en el mismo puesto y esperaba que esta vez fuera diferente, obtener el reconocimiento de su jefe y por fin salir del área donde se encontraba, ese se supone que era el plan y por eso en esos momentos tenía una sonrisa brillante en el rostro.

 

-Hoy en esta reunión es un  placer para informarles quién será el nuevo gerente al mando de nuestras oficinas. -Sasuke se acomodaba el saco y miraba a todos con prepotencia como solía hacerlo de joven. -Es alguien super dedicado al trabajo y ama lo que hace, ha estado con nosotros por mucho tiempo pero considero que es momento de darle lo que se merece- Sasuke… -Estaba a punto de pararse y dar su discurso de agradecimiento. -Hazte a un lado y déjanos ver a nuestra nueva Gerente. ¡Karin! ¡Muchas felicidades! Todo el equipo comenzó a aplaudir, todas mujeres, menos Sasuke quien tenía un rostro de estupefacción ante la decisión de su jefe Suigetsu. Cuando al fin todas las mujeres salieron de la oficina Sasuke se acercó a hablar con Suigetsu.

 

-¿Por qué? -Desde luego que estaba enojado, más que eso estaba furioso pero seguía siendo su jefe por lo que se controlaba tanto como le era posible- Yo...llevo años en este puesto, quien se merecía el ascenso era yo, ella acaba de entrar y aun así la nombraste, merezco saber el porqué.

 

-La verdad Sasuke, es por qu necesitamos a alguien más joven -Sasuke apenas tenía 34 y no se veía acabado. -Algo fresco, tu eres algo así como un vejestorio.

 

-¡Pero no es…! -Iba a gritar y decirle unas cuantas cosas, si no fuera porque el ruido de un celular lo interrumpió.

 

-Dame un momento. -Contesto -¡Juugo! ¿Que tal? Si, si iremos a jugar golf...

 

Antes de que pudiera acabar su tan importante conversación Sasuke había tomado su celular y lo había estrellado contra la pared, solo por puro enojo y frustración. Lo que sucedió a continuación era de esperarse, unos minutos después ya se encontraba arreglando las cosas de su pequeño espacio de trabajo y dirigiéndose al ascensor, por supuesto que lo habían despedido por eso.

Ante tal situación decidió ir antes por sus hijos, no tenía nada mejor que hacer. Al llegar  a la escuela donde el tambien estudio, comenzó a recorrer los pasillos y tener memorias del pasado, donde todo era más fácil y mejor, vió su foto del partido que le daría un futuro, la verdad deseaba no haberlo dejado nunca.

 

-¿Recuerdos? -De un susto Sasuke giró a ver a l a  persona quien le hablaba, era una persona grande, de aspecto un poco extraño. -Lo siento si te espante, soy Hagoromo el conserje de la preparatoria. ¿Ese eres tu de joven?

 

-Sí -Suspiró con nostalgia mientras admiraba las fotografías- Yo lo tenía todo, era el capitán del equipo, el mas popular de la escuela, un futuro brillante me aguardaba, todo era mejor cuando tenía 17.

 

-¿Estas seguro? ¿No te gusta lo que tienes ahora?

 

-Todo se fue al diablo desde hace mucho tiempo, por supuesto que no tengo la vida que quiero y, ¿Quien si la quisiera?

 

Sonó la campana de salida y por ende como una manada de búfalos hambrientos, todos los chicos salieron de las aulas de clase y el anciano había desaparecido. Entre la multitud Sasuke alcanzó a ver a su hijo mayor.

 

-¡Menma! -Le gritó desde el otro lado del pasillo, y lo dijo muy muy alto.- ¡Trae a tu hermana voy a llevarlos a comer!

 

Su hijo se sintió avergonzado que sin siquiera acercarse a su padre, dio media vuelta y emprendió la búsqueda de su hermana. Una vez que los tres estaban en el auto ninguno entablaba comunicación alguna. Menma prefería mirar hacia la ventana y escuchar  música a todo volumen y Tomoe solo estaba pegada al celular.

 

-Se que han pasado muchas cosas pero prometo recompensarlos, voy a llevarlos a un lugar que seguramente les encantará, siempre se divertían cuando veníamos los cuatro aquí.

 

El dichoso lugar donde los llevaría a comer no era un restaurante costoso ni mucho menos, era una simple pizzería para niños pequeños, solo había padres con sus familias, niños jugando por todas partes, bebés llorando y claro, sus hijos eran los más grandes en el lugar y no se veían para nada felices.

 

-¿Les ocurre algo? Creí que se divertirán siempre eran muy felices cuando veniamos aqui, ¿No lo recuerdan?

 

-Si, cuando tenía 8 -Respondió Menma -Si de verdad me quieres recompensar llévame a ver un partido de la selección nacional, de lo contrario mantente alejado de mi. -Volvió a colocarse sus audífonos mientras se comía su banana split, eso era lo único que no le disgustaba.

 

-¿Qué hay de ti Tomoe? ¿Como vas en el equipo de porristas? -Trataba de hacer conversación con su hija.

 

-Excelente, muy bien. -Seguía sin quitar la mirada de su celular.

 

-Oigan...se que no  me he comportado bien últimamente pero prometo recompensarlos, los llevaré a casa y podremos pensar en muchas cosas mas para hacer los tres, aunque las cosas no están bien en casa saben que no los dejaré solos y…-Dejo de hablar al darse cuenta que ninguno de sus hijos le prestaba la más mínima atención, especialmente cuando fijó su vista en Menma quien se suponía estaba escuchando música, solo lo interrumpió para hacerle notar que sus audífonos ni siquiera estaban conectados- ¿Es en serio?

 

Sasuke los llevo a casa, donde inmediatamente salieron del auto para entrar a su hogar sin despedirse de su padre.

 

-¡No olviden que luego volveremos a salir! -Les gritó mientras salía del auto pero un fuerte ruido impidió que sus hijos lo escucharan, al acercarse más, exactamente al jardín trasero pudo ver de dónde venía ese ruido- ¿QUÉ DEMONIOS NARUTO?

 

Naruto quien tenía una máquina trituradora y las cosas de Sasuke por triturar no lo escuchaba por el ruido, además de que traía una diadema antiruido.

 

-¡APAGA ESO! ¡YA! -Se acercó lo suficiente como para que lo escuchara aun con la diadema- ¿POR QUE MIERDA ESTAS TRITURANDO MIS COSAS? ¡APAGA YA ESTA COSA!

 

-En primera… -Naruto apago la maquina -Son mis cosas, es mi jardín y haré de esto lo que se me plazca. Y segunda, toma, -Le entregó unas hojas. -Son los papeles del divorcio.

 

-No puedes decir eso, este sigue siendo mi jardín el divorcio aún no está tramitado así que en teoría, es nuestro, trabajé mucho por este jardín.

 

-Eso no dijiste cuando propusiste el divorcio, dices tu jardín cuando ni siquiera hiciste nada por él como aquel asador, está a medias porque te rendiste al tercer días y de nuevo comenzaste a quejarte con que de haber tenido una carrera podrías haber pagado por el.-Naruto guardó silencio unos momentos -Es por eso que nos divorciamos Sasuke, para que de ahora en adelante tú hagas de tu vida un candelero y sin una molestia, osea yo. Hare de este jardín mi exhibidor de jardines y albercas, será el nuevo negocio que emprendere, de algo debo de mantener a nuestros hijos.

 

-¿Por qué no puedes verlo desde mi perspectiva? No creo haberte reclamado tanto así que no exageres y en verdad me encuentro decepcionado de mi vida.

 

-Yo no te pedi matrimonio.

 

-¡Pero yo si! -Demasiado tarde se dio cuenta de lo que había dicho.- Espera no es lo que quería...

 

-Auch… justo cuando no podías ser más hiriente. Por favor, toma tus cosas… o las que quedan de ellas y vete.

 

-¡Naruto! -La mejor amiga de Naruto había llegado, Sakura Haruno, quien también fue su dama de honor. Corrió a abrazarlo y al girar vio a Sasuke con desagrado. -Sasuke…

 

-Chicle.

 

-Es Sakura.

 

-Me da igual -Sasuke tambien la miraba despectivamente.

 

-¡Ay! Naruto por Dios, estas echo un asco. -Ignoraron por completo la presencia de Sasuke. -Ya te arregle una cita, espero estes listo además, apuesto que le encantaras a las personas que te presente aun tienes un lindo trasero como el de un bebé.

 

-¡Espero que nuestros hijos hayan escuchado todo esto!

 

-Sasuke… -Naruto volvió hasta donde su próximo ex marido. -Ya vete, firma los papeles y nos veremos en el juzgado en una semana.

 

Solo pudo ver como el amor de su vida ya estaba planeando en seguir con la suya sin incluirlo, ciertamente su día no podía ponerse peor, solo le quedo recoger lo que se había salvado de la trituradora y regresar a casa de Gaara.

Lastimosamente el regresar no había sido tarea fácil tampoco, de la nada comenzó a llover de manera torrencial y casi no podía ver por donde conducía. Se detuvo en un puente que quedaba cerca de casa de Gaara, quería esperar a que pasara un poco la lluvia pero en lugar de eso se encontró con algo que no esperaba ver: había un hombre, muy parecido al conserje que había conocido y estaba al borde del puente, parecía querer saltar.

 

-¡OIGA! -Se bajó de su auto a toda velocidad para alcanzarlo- ¡No salte no…! -Pero cuando llegó al borde el hombre ya no estaba, de inmediato se sintió como un perfecto tonto por hacer un acto de buena voluntad, iba a regresar a su auto pero sus piernas le fallaron y en lugar de eso fue él quien cayó del puente, y eso es todo lo que recuerda de esa noche.

Con un dolor terrible de cabeza, Sasuke entro a la casa de su mejor amigo y poder darse una ducha, la caída lo había llevado a un río de suciedad, quizá de toda la ciudad, es por eso que le urgía un baño. Se metió a la regadera y se lavó por completo, al salir quitó el vapor del espejo y vio en el reflejo a un joven.

 

-....-Tardo un poco en darse cuenta que ese era un espejo y para eso- ¡AHHHHHHHHH! ¡SOY UN PUBERTO!

 

El grito del chico hizo que Gaara se despertara inmediatamente.

 


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