Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Te quiero, mi pequeño lobo por LaylaPotterMalfoy

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

-Esta historia ocurre en Hogwarts, en diciembre del 7º año de los chicos.

-Remus tiene 17 años y Lucius 22.

-Haré unos pequeños cambios conforme a la distribución de las clases, estando los alumnos distribuidos en estas al azar, sin importar casa o, en caso de repetir asignaturas de cursos anteriores o cursarlas de posteriores, edad.

5 años atrás 

P.O.V. Lucius 

-Mierda... ¡Cissa!-Llamé desde la sala común, no me apetecía encontrármela otra vez con una de sus amiguitas, por lo que todos me miraron asombrados, no era demasiado propenso a subir la voz ni adecir tacos.

Alos 5 minutos apareció una despeinada Narcissa Black, mí, por ahora, prometida, por el hueco de la escalera.

-Querido, está bien que me llames y que quieras estar conmigo, pero, por favor, intenta no molestarme cuando estoy divinamente ocupada.

-Lo siento, pero...

-¿Pero?

-Mejor vayamos a mi habitación, aquí hay demasiados ojos y oídos dispuestos a llevar la noticia a todas partes.

-Vale, querido, pero primero déjame decirle a Miriam que se vaya.

Dicho esto subimos las escaleras y nos dirigimos a la zona de Prefectos, donde ella se dirigió a su habitación y yo entré en la mía. Me tiré en la cama y pensé: Mi padre me mataría por la poca elegancia que acabo de demostrar.

-Estoy-dijo Cissa después de unos minutos-. Entonces ¿Qué es eso tan secreto e importante que me tienes que contar?

Saqué la varita e insonoricé el cuarto.

-Tú sabes que soy medio veela, ¿verdad?-Vi como asentía con curiosidad-Y, por lo tanto, también sabes que al llegar a los 17 encontramos a nuestra pareja.

-No me digas que la has encontrado-yo asentí con una sonrisa-. ¿Y? ¿Me vas a decir quién es o no?

-El problema es ese... Creo que cuando mi padre se entere de quién es me matará-dije tapándome los ojos con las manos.

-¿Tan malo es él?

-No, no es malo, y... ¿Cómo sabes que es él y no ella?

-Lucius, querido, te conozco mejor que a mí misma, llevamos juntos prácticamente desde bebés, eres prácticamente mi hermano.

Me quedé mirándola por un largo rato, cosa que a ella le incomodó.

-Lucius, vinimos a aquí para saber quién es tu pareja, es más, he dejado a mi querida amiga y a mi calentón a medias por ti.

-No te preocupes por el calentón, sabes de sobra que yo puedo ayudarte en eso.

-Mmm... No, gracias, me llegó una vez, ¿ahora me vas a decir quién es él?

-Bueno... Él es Remus Lupin...

-¿El Gryffindor de segundo amigo de Sirius? ¿La cabeza pensante de las bromas a los Slytherin's de los cursos inferiores?

-Sí, ese mismo.

-Muy lindo el niño, tiene unos ojos dorados preciosos. Cuando tenga nuestra edad será toda una belleza. Por cierto, ahora que hablamos de los autonombrados Merodeadores... Recuérdame que le de una paliza a Sirius para que se de cuenta de sus sentimientos.

-Si al llegar él a los 18 aún no se dio cuenta te recordaré encantado lo de la paliza. Por cierto, tu primo James está loco por el ayudante Riddle.

-¿En serio?-Dijo asombrada-¿Cómo lo sabes?

-Poderes ocultos de veela. Ahora lo importante... Remus es... Es... Un hombre lobo. Prométeme que no se lo dirás a nadie.

-Por favor, ¿cómo piensas siquiera que se lo voy a decir a alguien? Aparte, hay cosas más importantes. Los hombres lobos reciben su herencia a los 15, tendrás que esperar 3 años para que sepa quien es su pareja. A partir de ahí solo tendrás 2 años para anular la boda...

-Lo se, Cissa... Cambiando de tema... ¿Y tú? ¿Ya tienes a alguien en mente?

-No te puedo confirmar nada, porque tiene la misma edad que Remus, pero he de decirte que últimamente las pelirrojas me atraen en demasía.

***

2 años atrás 

P.O.V. Remus 

Me paseaba tranquilamente por los pasillos de la escuela mientras pensaba en todo lo relacionado a encontrar a mi pareja destinada a los 15. Si bien ya hacía algunos meses que los había cumplido, nadie me había llamado la atención en todo Hogwarts.

Pasaba por delante de la gárgola utilizada para acceder al despacho del director cuando esta se abrió y dejó ver a un hermoso hombre de unos 20 años, alto, de largos cabellos platinados y ojos grises. Me quedé observándolo y me sonrió mientras se acercaba lenta y sensualmente, haciendo que mi corazón por poco sufriera una taquicardia.

-Buenas tardes-dijo con voz sedosa, arrastrada, típica de un Slytherin-, usted es el señor Lupin, ¿verdad?

-Emmm... Sí, ¿quién lo pregunta?

-Yo soy Lucius Malfoy-ahora ya sabía de que me sonaba su cara-, me gustaría saber en qué aula están ahora mismo mis ex compañeros de tu edad.

-Mmm... Están en Pociones con Slughorn.

-Muchísimas gracias-me dijo tendiéndome la mano, la cual estreché gustoso.

Cuando nos soltamos las manos, después de unas intensas miradas, me dirigí a la biblioteca, debía encontrar a Lily cuanto antes para contarle todo lo que había pasado.

***

P.O.V. Lucius 

Con una sonrisa me dirigí a la clase que mi lobito me había indicado. La verdad es que nunca pensé que fuera a encontrarme con Remus después de casi 3 años sin verlo. Echaba de menos esa linda y suave tez, ahora ya algo más madura. Cissa había tenido razón, sus rasgos habían cambiado mucho y ahora estaba como para comerle encima.

Noté como mi veela interior comenzaba a inquietarse por no haberle dicho la verdad. Si mis cálculos no fallaban ya tendría que tener a su pareja. De solo pensar que otro pudiese ser la persona a la que Remus ame... El estómago se me revolvía hasta límites insospechados.

-...ucius... Lucius... ¡Lucius!

Me sobresalté al escuchar a alguien gritar mi nombre, vi hacia todos los lados y me encontré con unos sonrientes Severus y Regulus.

-¿Qué haces caminando por los pasillos como alma en pena?-Preguntó Severus dándome un abrazo.

-Pues... Vine a hablar con vosotros pero, al salir del despacho del director, me encontré con Remus y solo de pensar que ya haya encontrado a su pareja y no sea yo me revuelve el estómago y mi veela se muere de celos.

-Según hemos visto desde marzo aún no ha encontrado a nadie y ya ha pasado un mes, deberías pasarte más por aquí a partir de ahora como hace mi prima.

-¿Cissa se ha estado pasando seguido?

-Sí, me sorprende que no lo sepas, ha estado siguiendo a cierta pelirroja Gryffindor hija de muggles.

-¿La niñita mimada que pertenece al grupo de Remus?

-Ahora ya no es tan niñita ni tan mimada, la verdad es que nunca fue mimada, en cuanto la veas entenderás el por qué de que Cissa esté así-dijo Severus.

-¡Sev, Reg!

Los tres nos giramos y vi a una pequeña chica pelirroja can la capa de Gryffindor acercándose a mis amigos y, si no me equivocaba, esa era la tal Lily, por lo tanto Narcissa aparecería a mi lado en 3, 2, 1...

-Hola, queridos.

-Hola, Lily, Cissa, ¿cómo lleváis la mañana?

Lily sonrió y entendí que era lo que Cissa veía en ella. Le lancé una mirada de aprobación a mi casi hermana y me concentré en lo que decía la pelirojita antes de escuchar una voz muy conocida llamar a la chica.

-¡Lily!-Gritó Remus-Tenemos que hablar...

Mientras decía eso su voz iba disminuyendo conforme se daba cuenta de que yo estaba junto a sus amigos, quedándose viéndome fijamente.

-Ahora mismo voy, Rem-como vió que no le hacía caso siguió llamándolo-. ¿Rem? ¿Remus? ¿Hola? ¿Estás ahí? Vuelve a la tierra, Remus John Lupin.

-Eh... ¿Qué? Ah, sí, sí...

Dicho esto los dos se fueron, dejándonos a nosotros viéndonos mutuamente.

***

P.O.V. Remus 

Llegamos junto al lago y Lily me preguntó:

-Así que... ¿Qué era eso tan importante que me tenías que decir?

-He encontrado a mi pareja-su cara mostró sorpresa y curiosidad, por lo que decidí seguir-. Hacía tres años que no lo veía, tres putos años de su ausencia y vuelve a aparecer en cuanto tengo que encontrar a mi pareja.

-Y... ¿Cómo fue?

-Estaba dando una vuelta por el castillo para despejarme y, mientras pasaba por la gárgola del director, esta se abrió y dejó ver a un alto hombre, de buen vestir y con una larga y lacia melena. Se acercó a preguntarme por una clase y luego se fue.

Lily se encontraba con la boca abierta, al parecer no era yo solo el que tenía un sexto sentido con el amor.

-Espera... No me digas que tú pareja es Lucius Malfoy.

-Mi pareja es Lucius Malfoy, Lily.

-¡Te pedí que no me lo dijeras!

-¿Por qué?

-Porque si me sigues contando cosas me voy a morir de diabetes-dijo haciendo que rodara los ojos-. Lucius Malfoy es medio veela, ¿sabes que significa? Que él también tiene una pareja destinada, supuestamente encontrada a los 17.

Me quedé en shock mientras la miraba.

-Esa pareja puede que nunca sea yo, ¿verdad?-Dije conteniendo las lágrimas.

-Al ser las dos únicas criaturas mágicas que estuvieron en el colegio lo más probable es que ambas encontraran la forma de enlazar sus magias así que hay una gran posibilidad de que seas la pareja de Lucius. 

-¿En serio crees eso?-Pregunté ilusionado.

-Sí, pero por ahora sería mejor que no dieras muchas pistas sobre que es él, os sacáis 5 años, alguien lo puede malinterpretar.

-¿Cómo lo tuyo con Narcissa Black?-Pregunté pícaro.

-Yo no tengo nada con Narcissa-respondió roja de vergüenza-, es más, no sé qué es lo que tiene que ver ella...

-Vamos... No me digas que no te das cuenta de que te sigue a todas partes...

***

1año antes 

P.O.V. Lucius 

-Cissa... No creo que pueda aguantar mucho más... Han pasado 4 años, alguna vez se lo tendré que decir a mi padre, ¿no?

-¿Qué le tienes que decir a tú padre, hijo mío?

En cuanto escuché la voz de mi papá sentí como mi corazón saltaba de alegría. Me levanté y corrí a abrazarlo.

-¡Papá! Que alegría verte, ¿cómo ha estado tú viaje?

-Hola, señor Malfoy.

-Narcissa, te he dicho miles de veces que me llames Edward. En el viaje todo ha ido de maravilla. Ahora cuéntame qué es eso tan importante que le tienes que contar a tú padre.

-Bueno... Yo me voy...

-No, espera, Cissa, quédate, esto es cosa de los dos, no solo es mía-le dije, por lo que se volvió a sentar en el sofá situado frente a la chimenea, sentándome junto a ella y mi papá en el sillón a nuestra izquierda.

-¿Entonces?

-Papá, hace 4 años que encontré a mi pareja, un hermoso pelimarrón de ojos dorados.

-Felicidades, hijo, ¿cuál es el problema? Y no me digas que ninguno porque sé que si no hubiese ninguno ya se lo habrías contado a tu padre.

-El problema es que es 5 años menos que yo, es un Gryffindor...

-Por Merlín, hijo, yo también fui Gryffindor, eso no es problema.

-Bueno... Y... Y-Respiré hondo y acabé de contarle-... Y hace un año que escogió a su pareja destinada, la cual no se si soy yo.

-Así que él también es un animal mágico... Y, si escogió a su pareja hace un año quiere decir que es un hombre lobo...

-Así es... Y tengo miedo a decirle lo que siento porque puedo acabar muy herido...

-Lucius-dijo la voz de mi otro padre, entrando a la habitación y poniéndole las manos sobre los hombros a mi papá-, yo no crié a un hijo cobarde, con miedo a saber que pensarían de él y, menos, con miedo al amor. Si es verdad lo que nos estás contando, por lo que sé, los magos que tienen mucho porcentaje de animal mágico en su sangre se atraen entre si. Y, dicho esto señorita Black, dígale a su madre que quiero hablar con ella urgentemente, ahora que ya tenemos el resultado de sus pruebas vamos a cancelar esta gilipollez de enlace.

Dicho esto Lucius no pudo contener las ganas de abrazar a sus padres, gracias a los cuales sabía lo que tenía que hacer.

***

Un día después 

P.O.V. Remus 

-Remus-dijo una voz a mi espalda que reconocí al instante.

-Lu... Lucius, ¿qué haces aquí?-Dije girándome para quedarme justo en frente de él, lo cual no fue buena idea ya que estaba muy cerca.

-Mmm... Pues la verdad es que quería verte y hablar contigo.

-Ah, ¿sí? ¿Por qué?

-Vayámonos a un sitio más tranquilo.

Dicho esto me cogió del brazo y nos transportó al que pareció el baño de los prefectos pero el doble de grande.

-¿Dónde estamos, Lucius? ¿Por qué me has traído a aquí?

-Estamos en la sala de los menesteres y te he traído porque quiero proponerte algo.

Mi corazón latía fuertemente por lo que fuera que el veela me fuera a proponer. Pero no dijo nada. En lugar de eso comenzó a desnudarse, por lo que yo no podía sacar la vista del perfecto y pálido cuerpo que se iba mostrando conforme se iba sacando la ropa poco a poco.

-¿Qué... Qué haces, Lucius?

-Sacarme la ropa para aprovechar esta gran bañera, tú tendrías que hacer lo mismo.

Una vez acabó de sacarse la ropa corrió al agua como un niño, por lo que me reí y comencé a sacar mi ropa para ir con él.

Una vez me metí en la bañera no logré divisar a Lucius por toda la espuma acumulada, así que lo llamé.

-¿Lucius?

-Justo detrás, lobito-dijo mientras me rodeaba la cintura con sus brazos y me apretaba contra él.

-¿Qu...Qué haces?-Le pregunté, sintiendo sus labios en mi cuello.

-Lo que estoy deseando hacer desde la primera vez que te vi, querido.

Una de sus manos bajó a mi entrepierna, acariciándome lentamente, por lo que yo no pude hacer nada más que relajarme y apoyar mi cabeza en uno de sus hombros. No podía luchar contra mi lobo interior y, mucho menos, contra mis instintos, Luc desprendía un olor demasiado agradable como para resistirme.

***

P.O.V. Lucius

Sentí como Remus se relajaba bajo mis toques, así que sonreí triunfal, por fin podría enlazarme con él, nunca podría separarse de mí.

Mientras seguía acariciándolo lo giré y lo tomé de las nalgas para que rodeara mi cintura con sus piernas, rozando por el camino nuestras erecciones. Al sentirlo vi como Remus echaba la cabeza para atrás, gimiendo de placer.

-Parece que al lobito le ha gustado esto-le susurré al oído haciendo que su cara se tornara roja y la escondiera en mi cuello-. Ey... No te escondas ahora.

Mientras decía esto lo senté en el borde de la bañera, quedando así los dos a la misma altura y besarlo. Nunca había sentido tanto con un simple beso.

Sentí a Remus demasiado tímido, así que me acerqué a él y le infundí seguridad, gracias a la cual se comenzó a soltar.

Cuando nos separamos él me preguntó:

-¿Por qué hacer esto ahora, Lucius? ¿Por qué apareces en mi vida hace un año, como si no sucediese nada y ahora estamos así? ¿Por qué yo y no cualquier otro?

-Rem, ¿por qué tantas dudas? Lo hago ahora porque han cancelado mi matrimonio con Cissa, no me parecía bien estar comprometido con ella y comenzar algo con alguien y, muchísimo menos, al ser 5 años más joven que yo. Solo quiero esperar a que cumplas los 17 y acabes en Hogwarts para así poder oficializar esto, sea lo que sea que tengamos, si es lo que quieres.

*Tú apareciste mucho antes que hace un año en mi vida, Rem, yo tenía 6 años cuando mis padres trajeron a un pequeño pelimarrón de 1 añito cuyos padres, supuestamente, habían sido asesinados por hombres lobos. Estuviste viviendo con nosotros durante 6 meses hasta que un hombre de la edad de mi padre te vino a reclamar diciendo que era tú verdadero padre. Al hacerse las pruebas correspondientes se comprobó que era verdad, era tú padre biológico, así que nos vimos en la obligación de entregarte.

*Estuve cerca de 3 meses llorando, hasta que mi papá me dijo que no pasaba nada y que pronto nos reencontraríamos. Lo que yo nunca pensé fue que poco a poco te olvidaría. Hasta hace un año, en el que encontré las fotos tomadas y recordé todo. Nuestro encuentro en el pasillo fue una bendición que me ayudó a saber quién eras en realidad.

Sus ojos se llenaron de lágrimas.

-Así que fuisteis vosotros los que me rescataron... Mi padre nunca me contó nada de lo sucedido.

-No te preocupes, mañana te llevaré junto a mis padres, están deseando verte.

-Lucius, muchas gracias, en serio.

No me resistí más y lo volví a besar, beso en el que él participó gustoso.

***

P.O.V. Remus 

-Lucius, espera un segundo...-Dije mientras su boca bajaba por mi torso.

-Dime, Rem-dijo sin apartarse de su tarea.

-Los dos somos criaturas mágicas y... Somos magos, sabes lo que eso significa, ¿verdad?-Dije notando como mi cara subía de temperatura.

Él me miró a los ojos y sonrió, estirando su mano izquierda para llamar a su varita.

-No te preocupes por eso, ven.

Estiró sus los brazos para que bajara junto a él y me abrazó, mientras todo a mí alrededor cambiaba. Lo siguiente que sentí fue un mullido colchón en mi espalda mientras Lucius desprendía un dulce olor para relajarme. Me apuntó con su varita y sentí algo raro en mí entrada.

-Lucius... ¿Qué...?

-Tranquilo, solo es protección y lubricante.

Se arrodilló entre mis piernas y sentí cómo comenzaba a internar uno de sus dedos poco a poco en mí. Me tensé y él rápidamente llevó la mano a mi pene y comenzó a acariciarlo para que me olvidara de la incomodidad. Al poco tiempo y, viendo que comenzaba a disfrutar, sentí como otro de sus dedos entró fácilmente en mí. Mis caderas comenzaron a moverse, por instinto, al ritmo de su mano por lo que vi aflorar una sonrisa en su cara.

-Rem-dijo sacando sus dedos de mi interior y poniendo un cojín bajo la parte baja de mi espalda. Después se colocó encima de mi apoyando su peso en sus brazos-, relájate, ¿sí? Al principio va a doler, pero en seguida pasará si no estás tenso.

-Solo... Solo ve despacio-dije viéndole a los ojos.

Sentí como hacía presión para entrar y, por instinto, me tensé.

-Shh...-Dijo para después besarme y relajarme.

Fue entrando poco a poco mientras traviesas lágrimas caían por el dolor que sentía. Una vez estuvo dentro del todo y separó nuestros labios, me vió preocupado.

-Remus, ¿te duele mucho? ¿Quieres parar?

Con la cabeza negué, intentando acostumbrarme a la sensación de estar tan lleno.

Una vez se me pasó el dolor moví las caderas para avisarle de que podía comenzar a moverse. Empezó con un lento vaivén de su cintura siendo acompañada por mis torpes movimientos. 

Cuando ya llevábamos un rato moviéndonos rozó algo en mi interior que me hizo arquearme y soltar un gran gemido de placer, por lo que el hizo un sonido de conformidad y siguió apuntando a ahí, cada vez más rápido y fuerte.

-Luc... Estoy a punto...

No pude terminar la frase ya que acabé y, poco después, sentí como me llenaba de sus fluidos y se caía encima de mí. Una vez nos relajamos cogió la varita y nos lanzó un hechizo limpiador para después acostarse a mi lado, taparnos y abrazarme.

-Buenas noches, Remus.

-Buenas noches.

***

La mañana siguiente 

P.O.V. Lucius 

Me desperté sin saber demasiado bien dónde estaba. Era una habitación completamente desconocida para mi. Me giré en la cama y, cuando vi a mi pequeño lobo dormido a mi lado, lo recordé todo. Le acaricié la cara y él abrió poco a poco los ojos.

-Buenos días, pequeño-le dije mientras me acercaba para darle un beso que aceptó encantado.

-Buenos días-dijo estirándose-, ¿qué hora es?

Cogí la varita e hice un hechizo horario.

-Son las 11.

-Mierda... Llego tarde a clases...

-No te preocupes de las clases ahora, vas sobrado, preocúpate por nosotros-dije poniéndole sobre mi.

Remus se acercó a besarme y preguntó:

-¿Qué es lo que tenemos exactamente?

-Por ahora solo somos el uno para el otro.

Vi como una mueca de tristeza se asomaba en su cara pero pronto lo cambió por una gran sonrisa.

-¿Cuándo me llevas a ver a tus padres?

-Cuando tengamos las ganas y las fuerzas de salir de la cama-dije girándome y quedando sobre él, haciendo que una carcajada se le escapara para después besarme.

***

P.O.V. Remus 

Por fin, dos horas después, conseguí que Lucius me dejara salir de la cama, saliendo él después de mí y haciendo con su varita un hechizo de limpieza y vistiéndonos elegantemente a los dos.

-¿Preparado, lobito?

Asentí cogiéndole del brazo y a los pocos segundos noté como un tirón en mi estómago me avisaba de la aparición.

Al abrir los ojos estaba en una gran y elegante habitación.

-¿Es tú habitación?

-Sí, pero ya la verás después, mis padres están esperando para que almorcemos todos juntos.

Cuando dijo eso me puse un poco nervioso, mis modales para comer eran los justos, no me sentía preparado para comer con ellos.

-Estate tranquilo, Rem, no te van a juzgar con lupa y, aún menos, tus modales.

Cuando acabó de decir esto me abrió la puerta, salí por ella y, poco después, él me siguió, cogiéndome de la mano.

Bajamos por unas grandes escaleras y entramos a un pequeño saloncito donde dos hombres estaban sentados en una larga mesa.

El primero en levantar la vista fue un moreno de pelo corto, piel blanca como la nieve y ojos grises como los de Lucius.

-No puede ser-dijo ese hombre-... Abraxas, es... Es Remus.

Rápidamente el hombre rubio de pelo largo se dio la vuelta dejando ver unos ojos verde pálido llenos de estupefección por verme 15 años después.

-Remus Lupin... Ven aquí, hijo-dijo el hombre rubio, abriéndome los brazos, yo vi hacia Lucius, quién me instaba a abrazarlo mientras su otro padre se ponía a su lado-. Bienvenido de nuevo a la familia, querido Remus-me dijo una vez estaba en sus brazos.

Los ojos se me llenaron de lágrimas, me giré a Lucius y vi como padre e hijo tenían una gran sonrisa en sus caras.

-Gracias, señor Malfoy-le respondí cuando nos separamos.

-Oh... Por favor... Yo soy Ted y mi marido es Abraxas. Llámanos por nuestros nombres de pila.

-De acuerdo-dije sonriente mientras veía hacia un mas que orgulloso Lucius.

***

Ese mismo día por la noche 

P.O.V. Lucius

Acababa de dejar a Remus en el castillo y ahora me encontraba sentado con mis padres en el sofá del despacho de mi padre.

-¿Por qué no nos dijiste que tú pareja era el mismísimo Remus Lupin?-Preguntó mi padre.

-Ni yo mismo lo sabía hasta hace un año, padre. No me acordaba de él y, mientras buscaba las fotos de vuestra boda, para enseñarle a Cissa, de entre ellas cayeron unas fotos mías de niño con un pequeño de ojos dorados. La verdad es que me quedé alucinado al recordarlo todo.

-Eras muy pequeño para acordarte, cariño, pero... ¿Por qué no nos lo dijiste en cuanto lo averiguaste?

-No sabía como reaccionaríais. Durante 6 meses esa pequeña flor fue como mi hermano... Le ayudé en sus transformaciones de luna llena.

-Lo sabemos, pero sabes de sobra que a nosotros poco nos importa la conexión que tengáis entre vosotros con tal de que seáis felices-dijo mi papá.

-¿Por qué no luchasteis por él cuando lo reclamaron?

-Eran otros tiempos, querido. Hace 15 años, si uno de los padres biológicos de un niño estaba vivo no podías reclamar su custodia.

***

Día antes de la separación de Remus y Severus 

P.O.V. Lucius 

Estábamos caminando por los pasillos de Hogwarts mientras buscábamos a Rem y Sev hasta que los localizamos en el jardín.

Nos dirigimos hacia ellos y escuchamos a Severus decir con un suspiro y la cabeza gacha:

-Lo siento, Rem, estaba pensando en Sirius.

-No se por qué pero me lo olía desde la otra punta del castillo.

-Hola, chicos... ¡Reg!-Se levantó de un salto y corrió a abrazar a su amigo-¿Qué hacéis todos por aquí?

-Pues, querido amigo-comencé, sentándome al lado de Remus mientras le pasaba una mano por el pelo y le daba un beso en la mejilla, viendo así como se tornaba a rojo y bajaba la vista. Al parecer no le era tan indiferente después de todas las noches compartidas-, hemos venido a ayudarte a romper con tu querido lobito, por lo menos yo.

-¿Hoy?

-No, mañana, Dumbledore nos permitió quedarnos esta noche en la sala de los Menesteres y, mañana en el desayuno, yo seré el desencadenante de todo-volví a hablar.

-No harás lo que creo que vas a hacer, ¿no?-me preguntó Severus preocupado.

-Ay... Querido Sev... ¿De que otra manera podríamos hacerlo?
Severus pasó la vista por todos nuestros amigos, todos con sendas sonrisas en la cara menos, obviamente, Remus, quién aún no sabía nada.

-Ya lo entenderás, lobito-dije, poniéndole una mano en la pierna, haciendo que se volviera a poner rojo.

Me aguanté para no saltar y violarlo allí mismo, desde luego que me estaba ganando el cielo aguantándome las ganas de comérmelo a besos.

-Perfecto, gracias a todos-dijo Sev con los ojos llorosos.

-Sabes que por un amigo hacemos hasta lo imposible y, por dos, aún más-dijo Jam abrazándolo.

***

Día de la separación de Remus y Severus 

P.O.V. Remus 

Estábamos comenzando a desayunar un muy enfurecido Lucius Malfoy, o eso es lo que aparentaba, entró dando un portazo en el Gran Comedor.

-Tú-dijo señalando a nuestro querido amigo pelinegro-, pensé que eras mi amigo, confié en ti y, aún así, me traicionas y te revuelcas con mi pareja destinada como un vulgar perro rastrero.

Sentí como todos se giraban a verme y como mi cara se tornó de un rojo igual al cabello de Lily y el de los Weasley juntos.

-¿P...p...pero de qué hablas, Luc?-Murmuró Severus.

-Tú... Tú... ¿Tú que?-Dije con la cabeza aún embotada y con lágrimas en los ojos.

-Lucius-escuché que lo llamaba el moreno-, es mejor hablar todo esto fuera, ¿no crees?

-Siempre y cuando me prometas que vas a dejar a Remus.

-Está bien-Susurramos los dos al mismo tiempo, junto antes de levantarnos y salir, dejándolos a todos con la incertidumbre.

***

P.O.V. Lucius 

Mierda, mierda, mierda... Mi intención nunca fue hacerlo llorar... Aunque no sé qué fue lo que dije para que reaccionara así...

Respiré hondo y me centré en la conversación que estaban teniendo Severus y mi lobito.

-Eso ha estado bastante bien actuado, Sev, no creo que Sirius pueda esperar a sábado para buscarte, ve preparándote porque es un hombre de instintos fuertes-escuché que le decía Remus.

Fruncí el ceño mientras veía la cara de Sev tornarse de un carmesí brillante mientras perdía la vista detrás de mí, seguramente ahí estaba Sirius.

-¿Cómo sabes que es un hombre de instintos fuertes, lobito?

-Lucius... Todo el colegio lo sabe...-Dijo nervioso por mi cercanía.

-¿Estás seguro?

-Mmm... Sí-dijo en un susurro mientras respiraba el aroma de mi veela soltaba cada vez que estaba a su alrededor-. Por cierto, ¿y Severus?

-No te preocupes por él-dije apretándolo contra la pared para estar lo más cerca posible de él-, tú amigo lo cuidará bien.

Dicho esto lo besé, ya bastante me había aguantado mientras Severus lo tocó y besó durante dos semanas. Necesitaba eliminar todo rastro de él y, más, después de confesarle que era mi pareja.

-Luc... Lucius... ¿Qué haces?-Dijo con la voz cortada cuando me separé.

-Siento haberte hecho llorar, Remus.. Pero... ¿Qué dije para que tuvieses esa reacción?

Se quedó pensativo y, después de unos minutos, contestó con la voz rota y los ojos llenosde lágrimas.

-Ilusionarme, Lucius, eso es lo que has hecho. Llevamos meses compartiendo cama, durmiendo abrazados. Llevo casi un año ofreciéndome a ti porque te amo y eso nunca va a cambiar. ¿Pero sabes qué? Me cansé de ser tu putita rastrera y oculta. Me cansé de estar en tú cama cuando seguramente otros miles más están pasando por ella mientras yo no estoy. Y por eso se terminó, aunque me rompa en pedazos no puedo seguir así y menos tal y como se están desviando las cosas. 

*Te amo desde hace dos años. Dos putos años sufriendo en silencio, intentando sacarte de mi cabeza y, cuando menos me lo espero, llegas con tu sonrisa y me vuelves a recordar el por qué te amo. Me convences para que tengamos una relación en silencio, solo por puro placer. Quizás al principio me llegaba, pero ahora... Ahora quiero más. Mi lobo se retuerce todas las noches dentro de mi para que te busque y que duerma a tu lado y cada mañana me gustaría levantarme a tú lado, con un simple beso y un buenos días, porque, Lucius, puede que yo no sea realmente la pareja destinada de tu veela, pero tú si lo eres de mi lobo.

Y, cuando acabó de decir todo esto, se fue, dejándome anonadado ante todo lo dicho. Me senté con la espalda apoyada en la pared y oculté mi cara anegada en lágrimas entre mis piernas.

No sabía cuanto tiempo había pasado así cuando sentí una caricia en mi cabello y escuché la voz de Cissa.

-Lucius, cariño, ¿estás bien?

-La he cagado, Cissa-dije entre sollozos-, la he cagado a lo grande. Remus me ama, soy su pareja destinada y, aún así, no pude retenerlo a mi lado... Quiere más, algo que sabes de sobra estoy dispuesto a darle... No puedo vivir sin él, no ahora que se como es la vida a su lado... Cada segundo que paso sintiéndome sin él mi cuerpo se resquebraja más...

-Lucius, mírame-dijo cogiéndome de la barbilla-, tienes que respetar sus decisiones y ser consciente de que si eres su pareja destinada no podréis estar demasiado tiempo alejados el uno del otro.

-Tienes razón, gracias Cissa.

Me ayudó a levantarme y nos dirigimos a la sala de los Menesteres donde, sabiendo que tarde o temprano aparecería Remus, entré con el semblante más frío posible.

***

Mes y medio después 

P.O.V. Remus 

Me encontraba acostado en mi cama, como casi todos los días desde que acabé con Lucius. Mi lobo interior estaba destrozado, se escondía en un rinconcito, temiendo a lo que pudiera pasarnos, en mi última luna llena no se había ni presentado.

-Remus, ya está bien-escuché decir a Severus de la otra parte de la cortina-. Ábreme la puta cortina si no quieres que te saque a rastras de ahí.

Solté un suspiro y abrí la cortina:

-Estar saliendo con Sirius te está haciendo mal-dije levantando la vista y encontrándomelos a todos delante de mí.

-Vaya, gracias por la parte que me toca-dijo Sirius-... Pero no estamos aquí por mí sino por ti. Dinos que te pasa de una puta vez, estamos preocupados por ti... Apenas sales de la habitación, apenas comes, apenas duermes... Y lloras todo el día.

-Está bien-dije con un suspiro-... Hace 2 años encontré a mi pareja destinada, cuyo nombre no os voy a decir, cuando sea el momento lo diré.

-Está bien-dijo Severus-, pero... ¿Qué tiene que ver eso con que estés así?

-Hace un año rompió su compromiso y él apareció ofreciéndome una relación en silencio hasta que cumpliese los 17 y me graduase y así que pareciese menor nuestra diferencia de edad. Acepté como un tonto, mi lobo interior enloquecía solo de pensar en estar con él. Me presentó a sus padres, dos hombres geniales, de hecho fueron quienes me rescataron del ataque que sufrimos por hombres lobos cuando era bebé...

-Espera un segundo-me interrumpió Sirius-, ¿me estás diciendo que te has estado viendo durante un año con tu pareja y no nos hemos enterado hasta ahora?

-Sí... De lo que no estoy para nada orgulloso...

-¿Por qué?-Preguntó Severus.

-Cuando fue lo del plan para separarnos, Severus, lo que dijo Lucius... Él estaba delante y no le sentó demasiado bien así que me acusó de cosas que eran mentira. Corté y no he vuelto a saber nada más de él... Me ha dejado destrozado... Mi pobrecito lobo se esconde, en la última luna llena no luchó ni por salir...

-Remus-dijo Cissa-... ¿Podrían dejarme un momento con él?

Los demás asintieron, ya que si había alguien que podría ayudarlo era ella, y salieron.

Se sentó a mi lado en la cama y preguntó:

-¿Alguna vez te paraste a pensar por qué se canceló mi boda con Luc?

-No... Y, la verdad, tampoco quiero saberlo...

-Fue por ti, Rem, bueno Lily también tuvo algo que ver pero, sobre y ante todo, fue por ti. Luc le habló a sus padres de ti ese día y no creo que se arrepienta de haberlo hecho. Los veelas reconocen a sus parejas a los 17 años y tú, con solo 12, conseguiste atraer a su veela y que formara un gran lazo contigo. Esperó 3 años sin volver a Hogwarts solo para no sufrir viéndote crecer sin saber si ibas a ser suyo o no. Lucius lleva 5 años enamorado de ti, Remus, 3 los pasó alejado, uno intentando conocerte y, el quinto, sabiendo como era compartir una vida contigo.

*El día en que rompiste con él... Nunca lo había visto así... Estaba destrozado, sin ganas de vivir, pero, por lo que veo, no creo que ninguno de los dos quiera seguir viviendo sin el otro.

Dicho esto se levantó, me dio un beso en la frente y se fue, dejándome con la cabeza hecha un lío.

***

Navidades

P.O.V. Lucius

-¿Cuándo vas a ir a hablar con Remus?

-Padre... ¿De qué hablas?

-Tus padres no somos tontos, Lucius, desde hace 3 meses te comportas raro, alejado del mundo, como si nada te importase y, lo más raro de todo es, que después de un año, vuelves a dormir todas las noches en casa.

-No tengo nada que hablar con él, papá, no confía en que solo sea él y, si no confía en mi, no puedo seguir con eso.

Mi padre levantó la cabeza de los documentos que revisaba conmigo, se miró con mi papá y se sonrieron.

-¿Alguna vez le has dicho que es tú pareja? ¿Qué lo amas?

Agaché la cabeza, ocultando las lágrimas que llevaba ocultando desde hace 3 meses.

-Puedes llorar, hijo-me dijo papá.

-¿Sabes? Yo también tuve miedo de contarle a Ted mi condición, no quería que me utilizase, pero míranos 27 años después-dijo mi padre.

-No es lo mismo, padre... Papá no tenía sangre que lo rigiera para saber a quién amar, Remus sí y, por desgracia, me di cuenta demasiado tarde de que soy yo...

-Nunca es demasiado tarde, cariño. Remus te ama, solo... Inténtalo una vez más, ¿sí? Dile todo lo que sientes, se transparente.

-Está bien, lo haré, intentaré que Remus vuelva a mí-mis padres me sonrieron y volví a hablar-. Por simple curiosidad... ¿Por qué no tuvisteis más hijos a parte de Scorpius y yo?

La mirada de papá seentristeció y supe que había metido la pata.

-Lo siento, papá, yo solo...

-No, no, está bien, creo que tienes derecho a saberlo... Me quedé en cinta 2 veces más pero, por desgracia, mi cuerpo no aguantó los embarazos y aborté así que no lo volvimos a intentar.

-Papá, padre, sois jóvenes, deberíais intentarlo de nuevo, aún os quedan 50 años más hasta que no podáis procrear.

***

31 de diciembre 

P.O.V. Remus 

-¡Remus!-Escuché que me llamaba Severus-Te están esperando en mi habitación, quieren hablar contigo.

Bajé el libro que tapaba mí cara con el ceño fruncido.

-¿Quién?

-No lo sé, solo me dijo que quería hablar contigo y lo llevé a esperar a la habitación.

-¿A cuál? ¿La de Slytherin o la que también es mía?

-Está en Slytherin, no lo iba a meter con todos en la habitación.

-De acuerdo, ¿cuál es la contraseña?

-Pociones, ¿qué más podría ser?

Cuando me lo dijo me despedí de él y me dirigí a la sala común de Slytherin. Una vez llegué al tapiz dije la contraseña y me dirigí a la habitación de Severus mientras los estudiantes que ahí se encontraban me miraban de forma rara.

Una vez llegué a la puerta entré y sentí la corriente de un hechizo pasar por mi lado para bloquear la puerta, así que levanté la vista y maldije a Severus y a todos sus descendientes.

-¿Qué haces aquí?-Pregunté en tono frío.

-Remus, por favor, hablemos.

-Lucius, estuvimos un año juntos para que pudiéramos hablar de todo y cuanto me quisieras decir,¿por qué ahora que he explotado?

Él se levantó y se acercó a mí mientras yo reculaba hasta el punto de intentar fundirme con la puerta.

-Porque te amo desde hace 5 putos años, te amo y no vas a conseguir el apartarme de ti ahora que se lo que significa convivir contigo durante un año. Me aguanté 3 años sin verte por ti, 1 año sabiendo que podrías tener a otro como pareja y respetándolo por ti y, una vez vi que no tenías a nadie y, siempre respetándote, te ofrecí algo y tú lo aceptaste.

*No sabes todas las noches que me quedaba en vela a tú lado, viéndote dormir, diciéndote que te amaba-él seguía acercándose y, cuanto más hablaba, los ojos se le llenaban de lágrimas, al igual que los míos-. Porque es cierto, Remus-dijo apoyando una mano a cada lado de mi cara y se puso a mi altura-, te amo, eres la pareja destinada de mi veela y no sabes lo que me duele que no confíes en mí y en que siempre te seré fiel, en que te fui fiel desde que se que eres mi pareja.

-Te amo, Lucius, te amo-dije mientras caían lágrimas de mis ojos y me lanzaba a sus brazos para besarlo.

Me cogió en brazos y me llevó a la cama.

-No sabes lo que te he echado de menos, amor.

Comencé a desabrochar su camisa con prisas, necesitaba sentirlo, por primera vez en 3 meses mi lobo interior no estaba escondido en su rinconcito. Le saqué la camisa junto con el pantalón y nos di la vuelta para posicionarlo debajo de mi.

-¿Impaciente?-Me preguntó mientras me sacaba la camisa.

-Tanto como tu, querido.

Cuando acabó de sacarme la ropa y de poner todos los hechizos pertinentes, no esperé a que me preparara, bajé sobre él.

-Mierda-dijo Lucius con un gemido.

Cuando dejó de molestarme comencé a moverme, buscando ese punto que me hacía delirar.

Unos minutos después Lucius nos giró para que las embestidas fuesen más fuertes mientras me preguntaba:

-Dime que después de un año puedo marcarte, Rem.

-Pu... Puedes hacerlo, Luc, pe... Pero yo también...

-Hazlo.

Después de decir eso la habitación se volvió a sumir en silencio, sin ser por los altos gemidos que salían de los dos.

-Lu... Luc...-Gemí antes de morderlo en el hombro, haciéndole sangre y pasando mi lengua sobre la herida, y acabar, dejando así mi marca en él.

A los pocos segundos sentí como sus colmillos se clavaban en la curva de mi cuello y el llenaba mi interior con su esencia, haciéndome soltar un gemido.

-Te amo-me susurró al oído, saliendo de mí y haciendo un hechizo de limpieza para volver a acostarse, taparnos y abrazarme.

-Te amo también.

Y, en el momento en que dije esas palabras, un bucle de recuerdos vino a mi mente. Me giré hacia Lucius para saber si él había visto lo mismo que yo y, al sentir sus labios sobre los míos supe que así era.
Una vez nos separamos corrimos las cortinas y, después de muchas noches sin poder pegar ojo, pudimos dormir tranquilamente.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).