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Esto es Arte por Shirahoshi_Akira

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Notas del fanfic:

Los personajes son de Masashi Kishimoto Sensei


Itachi x Deidara


 

Notas del capitulo:

Hola~, este es un one-shot especial por el Día Mundial del Arte, 15 de abril; como sabemos Deidara nunca dudó en demostrar lo fiel que era a cada una de sus creaciones y no le importó tampoco morir como una. 

“Esto es arte”


 Ése pensamiento surgió cuando lo conoció, en su primer encuentro, era la primera vez que los miraba y quedó impresionado, había escuchado de aquellos ojos carmesí pertenecientes a uno de los clanes más reconocidos de la aldea de la Hoja, era tan especiales que sólo el clan Uchiha podía hacer uso de ellos y ni Konoha tendría jamás control sobre éstos provocando que uno de sus miembros los eliminara y dicho miembro era quien tenía frente a él.


Después de un tiempo de ingresar a Akatsuki consecuencia de su inevitable derrota se arrepentía de haber perdido tan fácilmente ante él y más que nada se arrepentía de haberlo apreciado y denominado “arte”, ya que él tenía una visión clara de lo que era, él afirmaba que el arte es una explosión, es un bang, que el arte está en lo efímero y ninguna de ésas características coincidía con la mirada del pelinegro. Pero desde que lo enfrentó se dio cuenta que sería su perdición, sus ojos lo hicieron caer, rendirse y someterse porque cuando sus ojos se posaron en los suyos había caído más que en un genjutsu, se había atrapado a sí mismo y dudaba de sus más grandes creencias sobre lo que el arte significaba para él.


Durante su estadía en la cueva cuando no tenía misiones ocasionalmente sus pensamientos se dirigían a cuestionarse sobre si en verdad el Uchiha era arte o no; técnicamente el arte es una expresión de emociones pero lejos de ello su mirada no daba a conocer nada, era tan inexpresiva que no podías saber lo que pensaba, sentía o le interesaba, como si guardaran un secreto en lo más profundo y fueran opacados por la muerte y el odio; pero cada vez que aparecía le demostraba lo contrario porque si bien no emanaban emoción alguna eran muchas las que causaba en sus enemigos miedo, confusión, desconcierto y también estaban aquellas que a él le incitaban y eso le hacía ver lo equivocado que estaba porque así es como el arte debe ser, debe provocar sentimientos en la persona que lo observa y el ojiazul sin duda le prestaba mucha atención.


Ésos ojos eran únicos, que si eran dignos del Uchiha, la respuesta era sí, si lo eran, sin importar todo el odio que sentía hacia él, no podía imaginar que aquellos ojos pertenecieran a alguien más; el sharingan sólo podía verlo con su máximo poder al ser utilizados por Itachi, ni siquiera cuando se enfrentó al sharingan del ninja Copia Kakashi podría decir que tenían el mismo valor, porque no lo era, el miedo que provocaba en sus enemigos era algo que le daba satisfacción, ansiedad y en verdad le hacían desear caer nuevamente en una de sus ilusiones. Lo había visto crecer, ser mejor ninja de lo que ya lo era, reconocía en cada una de sus técnicas y jutsus lo poderoso que podía ser, hasta Pain su líder lo respetaba y todos se andaban con cuidado cuando estaban en su presencia. En varias ocasiones todo eso, le  hacía sentir celos, celos de aquellos que caían bajo su dominio, celos de quiénes se encontraban cerca de él, celos de quiénes lo habían visto primero porque para el rubio nadie debería verlos, nadie debería apreciarlos.


En algún punto de su vida se había imaginado que sus ojos serían los causantes de su muerte y aun de ésa manera sabía su vida habría valido la pena; sin embargo con todo el tiempo que había transcurrido dentro de la organización se dio cuenta que tenía un mejor destino seguir observando esa mirada hasta que se dio cuenta que su vista iba apagándose y en algunas batallas al utilizar su poder ésos ojos acababan ensangrentados y verlos de ésa manera le hacían sentir tristeza, dolor y una inmensa soledad; eso sólo significaba que era hora, hora de terminar con ello, era su deber evitar que algo tan hermoso se deteriorara y sería él quien lo convierta en algo efímero, en algo verdaderamente artístico y la  única manera era matando a la persona que los tenía en su posesión.


Como asesino lograrlo sería una tarea posible, un asesinato más y sin perder de vista su objetivo poco a poco después de haber entrenado tanto desarrolló su ojo izquierdo para no caer en su genjutsu, había adquirido lo necesario para terminar con él, pero aunque estaba listo algo le impedía continuar; posiblemente el hecho de verlo todos los días y de anhelar destruirlo lo hizo ser consciente de su existencia a su alrededor y lo hizo imaginar el vacío que quedaría dentro de sí, además eso agregaría otra perdida a su vida y se consideró incapaz de llevar a cabo su cometido; con ello sólo posponía su final sin sospechar que pronto llegaría el suyo.


Cuando ése momento llegó y estaba a punto de morir se dio cuenta que no lo enfrentaría, que la ansiada batalla contra el Uchiha no llegaría y que nunca lo mataría, no advirtió jamás si la razón era que esperaba el mejor momento para hacerlo, si sólo posponía una derrota o el vacío sabía que dejaría después la muerte del pelinegro.


Así antes de su final y realizando su última obra artística con la esperanza de volver a mirar ésos ojos carmesí pensó “tal vez si eres arte y tal vez eres efímero, porque somos mortales; ahora pensar en ello en vez de alegrarme me da inseguridad, me da temor de que algún día desaparezcas como lo haré en este momento; tengo miedo de irme y que ya no pueda apreciarte en la oscuridad de las sombras y que no pueda odiarte ante la mirada de todos; he descubierto mi propósito, conservar de bella manera el motivo del porque sigo aquí aferrándome a la vida, no solo por mi arte explosivo sino por tu mirada”.


"No dejaré a este chico a quien decidiste dejar vivo para vengar a todo tu clan, tu propio hermano destruir mi arte, mío porque yo lo descubrí, mío porque yo lo aprecié, mío porque tuve la oportunidad de vivirlo aunque por mucho tiempo me negué a aceptarlo, pero frente a ésos ojos rojos no queda más que rendirte".


Todo el mundo pensó que trató de eliminar a Sasuke sabiendo que su propósito en la vida era eliminar al Uchiha y que había decidido que nadie más que él lo haría, pero la realidad fue que lo único que deseaba en ése momento era salvarlo, porque Itachi sólo se dejaría morir en manos de su propia sangre y si podía evitarlo el arte que más había valorado existiría un poco más; por ello cuando Sasuke le cuestionó sobre el paradero de su hermano aunque lo sabía no dijo nada, no tenía intención de soltar ésa información y se la llevaría a la tumba.


Lo último que pudo ver antes de usar su técnica definitiva, el Deidara gigantesco y explosivo como muestra de que aun respetaba aquello que había creído muchos años atrás, que el arte era una explosión, el destino le permitió tener un final a manos de un poseedor de ésos ojos como había imaginado tiempo atrás, tal vez no eran los ojos del pelinegro al que siguió por muchos años pero eran muy parecidos y Sasuke también tenía odio, necesidad de venganza y el reflejo de su sharingan se lo decía.


Pudo ver ésos ojos a través de él, aunque no eran los suyos, ahí pudo confirmar que apreciaba algo más que sólo su mirada, ya que su cabello negro, sus rasgos eran tan parecidos pero no era él, la persona que se había vuelto sin darse cuenta el propósito de vida; comprender aquello lo hizo emocionarse por algo que no podía describir pero sin duda que nunca había sentido, se despidió sonriendo a punto de explotarse a sí mismo, eso era todo para él y no se arrepentía si con ello tendría una oportunidad para Itachi.


Deidara todo el tiempo vivió y murió por lo que creía y significaba para él el arte y dedicó la mayor parte de su vida a demostrarlo, aunque su batalla final con Itachi nunca llegó, no se arrepentía de las decisiones que había tomado porque hasta el final defendió una de sus más grandes revelaciones, porque Deidara es un artista.

Notas finales:

 Espero les haya gustado, traté de relatar algunas vivencias de lo que pasó durante la vida de Deidara luego de entrar en Akatsuki; y todo aquello que podría ocurrir en su cabeza, ya que su obsesión por ganarle en batalla y pensar en derrotarlo tendría una razón más profunda además de lo que implicaba siempre tener en cuenta a cierto pelinegro. 


Shirahoshi ^^ 


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