El cielo era gris, así como su temperamento y ahora su único consuelo era ahogarse en una botella de alcohol.
*-Kirishima!!!! Grito desesperado al ver a su mejor amigo siendo atravesado de su espalda a pecho por un Quirk el cual como sin nada rompió las defensas del pelirrojo.
Lo siguiente para el rubio fue confusión.
Héroes profesionales habían llegado al lugar y AllMight se acercaba a Bakugo tocando su hombro en señal de pena.
-lo siento mucho joven Bakugo
Antes de saberlo, su amado pelirrojo yacía en sus brazos, sin señales de vida.
Lo siguiente fue un triste funeral, donde compañeros, amigos y familia del pelirrojo lamentaban la perdida de Eijiro.*
Observaba la foto sobre la mesa tomándola en su mano, mientras con la otra sostenía la botella, en la imagen un radiante pelirrojo le devolvía una hermosa sonrisa.
En un ataque de ira, arrojo la botella mientras gritaba y lágrimas eran derramadas de sus ojos, cayendo al suelo lastimando sus puños contra este, mientras añoraba que su pelirrojo entrara por la puerta, mientras añoraba verlo con vida otra vez; y esa idea se aferró a su cabeza, tendría a Eijiro de vuelta.
Solo un pequeño viaje al cementerio, a la tumba del gran Red, valla que fue un problema sacar su cuerpo con toda esa lluvia, pero allí estaba, en su auto, de regreso a casa, con un pasajero silencioso el cual no venía con él.
Al llegar a casa, tomo en brazos a su quieto y silencioso pasajero.
Ambos estaban empapados por la lluvia y sucios por lodo, así que dejo a su nuevo huésped sobre la cama para dirigirse al baño y llenar la tina.
Una vez listo el baño, regreso por el huésped quitándole la ropa y la suya misma, entrando así los dos a la amplia bañera.
-valla que estas sucio Eiji.
Susurro al oído del inerte cuerpo entre sus piernas, mientras suavemente lavaba el cabello y espalda del pelirrojo.
Fue allí cuando vio la herida que había provocado la muerte de su amigo. Una herida la cual atravesaba su espalda para terminar en su pecho, una herida la cual había sido cosida burdamente, probablemente por el forense de turno.
Aquella herida que arruinaba la perfección de la piel y los músculos de su huésped.
Lagrimas bajaron por su rostro mientras abrazaba el cuerpo carente de calor de quien alguna vez considero su mejor amigo.
Beso la cabeza pelirroja, mientras que con mucho amor lo levantaba de nuevo ahora totalmente limpio, llevándolo de nuevo a la habitación y dejándolo sobre la cama como si solamente estuviera dormido.
Su rostro inmaculado con una ligera curva en sus labios como si estuviese sonriendo, sus ojos cerrados con sus pestañas cayendo sobre sus mejillas y su cabello rojo ahora liso y sin gel se esparcía por la almohada blanca.
Katsuki solo lo observo por un largo rato mientras ahogaba sus penas en una botella de Whisky.
-Encontrare la forma de traerte de vuelta Eijiro, encontrare la forma de traerte de vuelta a mí.
A los ojos de quien conociese al gran Katsuki Bakugo, estas acciones cuidadosas y delicadas serian totalmente extrañas.