La música sonaba suave mientras sus cuerpos seguían el compás de la tonada. Mihawk agradecía mentalmente que la canción fuera lenta, pues no pensó mucho cuando invitó a Zoro a bailar y aunque había presenciado en su bar lo bien que se movía su novio él por el contrario no era muy partidario de los bailes modernos. Nuestro peliverde por su parte seguía el paso de Mihawk mientras mantenía sus brazos en los hombros del mayor, sin embargo solo miraba al suelo y su cara aún no perdía esa tonalidad roja. Lo había besado, y no había sido un besito de nada, no, había sido el mejor beso que le habían dado en su vida, solo de recordarlo su cara se calentaba aún más. Que le pasaba, él amaba a Luffy sin embargo en esos momentos solo podía pensar en Mihawk.
- Roronoa, te sientes bien.- preguntó preocupado el mayor
- Eh....que...yo....si....creo- balbuceaba Zoro.
Mihawk suspiró, se inclinó hacia adelante y juntó sus frentes.- pues fiebre no tienes.
Zoro ante la cercanía alcanzó niveles de rojo nunca antes vistos por Mihawk.- yo...solo...es que m..me sorprendiste.
- te refieres a lo del beso, lo siento es que por tu cara era evidente que no querías besar a Akagami así que pensé que te sería menos desagradable si lo hacía yo.
Y ahí estaba la explicación, el nervioso como adolecente enamorada y el pelinegro como si nada, se sintió estúpido pero a la vez inmensamente triste- gracias- dijo pero su expresión cambió por completo a una de decepción.
Mihawk se sintió terrible, quien lo habría mandado a besar al chico, ahora todo se volvería raro entre ellos, seguro pensaba que era un pervertido que se estaba aprovechando de la situación. Lo que habia dicho no era mentira sino la verdad a medias ya que omitió que le habia molestado sobremanera la idea de que Zoro besara a Shanks y no precisamente por ser Shanks- si quieres terminar con esta farsa solo tienes que decirlo.- trató de enmendar su error aunque la idea no era de su agrado.
- No- que rayos, su boca respondió por sí sola, fue puro instinto pero algo dentro de él no quería perder la cercanía que habían ganado- solo me sorprendí, es lógico que las parejas hagan eso, supongo.
- Roronoa no me digas que fue tu primer beso.
- QUE, CLARO QUE NO IDIOTA!!- Una vez más su cara ardía y para colmo por el grito varias personas los miraban. Zoro se pegó más a Mihawk, entrelazó sus brazos alrededor de su cuello y escondió el rostro en el amplio pecho del contrario- claro que he besado antes, pero nunca de esa forma- eso último fue apenas un susurro pero llegó a oídos del de ojos dorados, que sin saber por qué sonrió satisfecho y orgulloso por las palabras del chico.
El resto de la fiesta pasó sin contratiempos. Excepto por alguna locura protagonizada por Shanks y Luffy. Sin embargo esta vez Mihawk y Zoro no estaban pendientes a sus amores platónicos, lo que los hizo sentir tremendamente aliviados.
Varios días pasaron, Zoro terminó exitosamente sus prácticas por lo que estaba muy feliz sin embargo a diferencia de otras veces donde lo primero que hacía era llamar a su mejor amigo esta vez su primer pensamiento fue llamar a Mihawk. Lo desechó de inmediato y se sintió tonto por querer molestar al otro con tonterías, así que se dirigió a su trabajo.
Llegó bastante temprano así que ayudó a Kid con los preparativos para abrir el lugar.
- solo espero que el jefe no me despida por poner a su novio a trabajar de más.
Zoro lo miró con mala cara - no importa con quien salga, se cuidar mis responsabilidades.- dijo molesto.
- no lo dudo, pero ahora que eres un Sugar Baby pensé que a lo mejor te volvías un remilgado
Zoro le lanzó una de las servilletas a la cara.- mira lo remilgado que soy, que se me ha resbalado la servilleta de la mano.- dijo imitando inocencia.
- ya verás como se me resbala a mí.
Y dicho esto comenzó una guerra cuya munición eran las servilletas y las trincheras las mesas del bar.
- Uhum...
Ambos que hasta ese momento reían sin control mientras se cubrían y atacaban se pusieron en posición de firmes frente A su jefe que los miraba seriamente.
- señor Eustass, señor Roronoa se puede saber que significa este desastre cuando apenas faltan 15 min para abrir
- lo siento mucho señor Dracule, no volverá a pasar- se disculpó Kid con una reverencia
- eso espero, no me gustan la indisciplina y la inmadurez en mis trabajadores.
- fue mi culpa, yo empecé, Kid solo se dejó llevar si alguien debe de ser castigado soy yo.
- no me importa quien empezó, solo espero que no se repita.- dijo Mihawk fríamente y dio media vuelta.
- valla, parece que alguien está de mal humor. Cuida tú trasero esta noche o no podrás caminar en una semana.
- idiota- murmuró Zoro, pero era cierto que Mihawk estaba demasiado alterado solo por esa tontería sin duda al mayor le ocurría algo más.
Y Zoro tenía toda la razón a Mihawk le ocurría algo, algo que ni él sabía explicar. Ya que cuando entró al bar y vio a Roronoa jugueteando con Kid la sangre le había hervido. Suspiró molesto, eso no tenía por qué molestarlo al fin y al cabo su relación era una farsa. Pero aun así no pido evitar sentirse celoso.
Llegó la hora de cerrar, Zoro recogía sus cosas cuando Kid se le acercó.
- te vas solo a casa.
- sí parece que Mihawk ya se marchó.
- no, el aún está en su oficina, pero no he querido ir a molestarlo. Así que ve tú y dile que ya cerramos.
- y por qué yo?
- porque están saliendo y a mí ya me asesinó con la mirada hoy, así que como tú mismo dijiste asume tus responsabilidades.- y dicho esto empujó a Zoro hasta la oficina de Mihawk para luego despedirse con un movimiento de mano.
Zoro suspiró y tocó la puerta.
- adelante
- oye ya cerramos, vas a quedarte aquí.
- si tengo trabajo que hacer- dijo cortante el mayor.
Zoro se iba a retirar pero algo lo retenía- pasó algo con el pelirrojo?
- no, por qué preguntas?
- es solo que estás un poco molesto así que pensé que a lo mejor querías hablar de ello.
- no me ocurre nada, pero a diferencia de otras personas me tomo en serio mi trabajo.
- que insinúas.
- nada, olvídalo vete a casa que mañana tienes que ir temprano con Kuzan.
- mis prácticas terminaron hoy.- dijo Zoro aún molesto por el anterior comentario del mayor
- no lo sabía, y que tal, te fue bien?
- todo genial y... Aokiji... me ofreció ser parte de su equipo en cuanto me gradúe.
- eso es magnífico, supongo entonces que seguirás trabajando para mí- sonrió Mihawk, de repente todo su enojo se le habían olvidado- por qué no me lo dijiste antes tenemos que celebrar- y dicho esto tomó a Zoro del brazo y se dirigieron a la barra donde tomó dos copas y una botella de vino
- no que tenías que trabajar- dijo Zoro haciendo un puchero que Mihawk encontró adorable.
- eso puede esperar, no todos los días se recibe una oferta de trabajo como esa.
Dos horas después ambos trataban de entrar en la casa de Zoro sin derribar todo a su paso. Por lo menos habían tenido el suficiente sentido común de llamar un taxi, pero cuando Mihawk había tratado de seguir viaje hasta su casa, Zoro lo retó diciendo que aún quedaba alcohol en la botella que había tomado del bar antes de salir. Así que ahí estaban medio borrachos y tratando de encontrar la luz.
Por fin dieron con la lámpara que estaba junto al sofá y la encendieron para luego dejarse caer en este.
- creo que la última vez que tomé tanto fue en la universidad. Estoy fuera de práctica.- suspiro el mayor
- no te creo, de vez en cuando hay que relajarse un poco sabes.
- estaba demasiado ocupado cuidando a un borracho como para tomar yo
- idiota, deberías olvidarte de él.
Mihawk se sorprendió Zoro siempre había sido muy cauto en dar su opinión sobre sus sentimientos, sería el alcohol que le hacía hablar sin restricciones.
- no es tan fácil, o es que acaso tu eres capaz de controlar lo que sientes por Monkey.
- no es eso, solo digo que deberías olvidarte de él por lo menos esta noche.- dijo Zoro algo tímido
- que pasa amor estás celoso?- bromeó el de ojos dorados
- y que si lo estoy, dijiste que esta noche era para celebrarme a mi así que no quiero pasarla hablando del pelirrojo- dijo el peliverde haciendo un puchero.
Sin dudas el alcohol le estaba jugando una mala pasada al muchacho, pero lejos de molestarse el pelinegro lo miraba divertido.
- entonces soy todo tuyo que quieres que haga- le dijo Mihawk coquetamente
- BAKA, BAKA, BAKA! No lo digas de esa forma- Le gritaba el chico mientras lo golpeaba con uno de los cojines.
Mihawk tomó otro como escudo y comenzó a defenderse. Cinco minutos después ya habia desarmado al peliverde que trataba de seguir dando pelea, así que le sujetó las manos con las suyas y lo hizo recostarse en el sofá, situándose entre sus piernas.
- Parece que has perdido no eras tú el que iba a derrotar a este abue...
El resto de la oración murió en su boca, pues al percatarse de la posición en la que se encontraban y al mirar la cara roja del muchacho que lo miraba con timidez algo en el hizo clic. La vista era demasiado erótica así que sin pensarlo mucho comenzó a acercar su rostro al de Zoro. Pensó que el muchacho lo detendría, se quejaría o volvería el rostro, pero muy por el contrario el chico se quedó inmóvil mientras entreabría los labios, lo que tomó como una invitación. Así que sin más preámbulo lo besó. Al principio fue suave como si fuera la primera vez. Sus labios se rozaban y danzaban juntos. Luego quisieron más así que el mayor pasó su lengua sobre los labios contrarios como pidiendo permiso para entrar, el cual le fue concedido instantáneamente y entonces la danza se volvió salvaje, más bien parecía una lucha entre ambas lenguas. Las manos del pelinegro comenzaron a acariciar el cuerpo contrario mientras que el otro se aferraba a su nuca acariciando su cabello. La falta de oxígeno los hizo separarse.
- Roronoa yo....- no pudo terminar la oración ya que Zoro levantó la cabeza y apresó nuevamente sus labios haciendo que el poco sentido común que le quedaba se fuera al carajo. Levantó al chico, que rápidamente enlazó sus piernas alrededor de su cintura y como pudo llegó a la cama donde lo recostó cuidadosamente sin dejar de besarlo.
Sus manos se deslizaron bajo la camisa de su compañero y se dedicó a acariciar su bien formado abdomen. Tenía que confesar que desde la vez que le había cambiado la ropa se había preguntado qué tal sería su piel al tacto, ahora su duda había sido resuelta y la respuesta era exquisita. Subió su mano a los pezones del muchacho y se deleitó con los pequeños gemidos que se escapaban de la boca del peliverde, así que buscando más de ese embriagador sonido, bajo sus besos hasta el cuello contrario, se deshizo de la molesta camisa de su compañero y comenzó a lamer y morder suavemente lo botones del menor, que ya no podía evitar gemir de puro placer.
La boca de Mihawk continuó su camino hacia el sur mientras con sus manos quitaba el cinturón y los botones del pantalón del peliverde, dejando como única protección de su entrepierna la ropa interior. Rozó con su nariz la erección del más joven por encima de la ropa, al notar el respingo del contrario se entretuvo masajeándolo con su mano y lamiendo de vez en cuando encima de la tela.
Zoro ya no podía más, estaba demasiado caliente.- ya... Ah...de..ja.. de jugar..ah.
Y como si fuera una orden Mihawk, se deshizo de lo que quedaba de ropa del peliverde, liberando la despierta hombría del muchacho y metiéndosela toda de una vez en la boca. Zoro soltó un ronco gemido y arqueó la espalda. Sabía que no resistiría mucho tiempo más. Y verídicamente una vez el pelinegro comenzó a lamer toda la extensión de su miembro, haciendo especial énfasis en el glande y luego lo engulló completamente, no pudo más y se corrió en la boca del de ojos dorados, que gustosamente tragó hasta la última gota de su esencia.
Zoro jadeaba su cara estaba roja y de su boca resbalaba un hilo de saliva, todavía se encontraba medio atontado por el reciente orgasmo sin embargo las ganas que tenía de ver y tocar el cuerpo aun vestido del mayor fueron superiores a todo. Así que como pudo juntó nuevamente los labios con los del contrario y torpemente trató de desvestirlo mientras daba leves caricias a la blanca piel que quedaba expuesta. Mihawk estaba en su límite y pese a que le encantaba ver como el joven trataba de devolverle el placer, ante tal espectáculo no pudo evitar separar sus labios para meter tres de sus dedos en la boca del chico, que tímidamente comenzó a lamerlos, una vez los consideró lo suficientemente lubricados los llevó a la entrada ajena donde comenzó a acariciar lentamente hasta que introdujo uno de sus dígitos por completo, Zoro dio un respingo de dolor y Mihawk para calmarlo comenzó a besarlo nuevamente, introdujo un segundo dedo y comenzó a imitar los movimientos de una tijera para dilatar bien el área. Zoro trataba de no demostrar el dolor que sentía, no es que fuera completamente virgen, pero nunca habia sido el pasivo de nadie así que esa intromisión en su cuerpo se sentía extremadamente incómoda. Sin embargo el dolor de sentir otro dedo invadiéndolo lo hizo perder toda la concentración. Mihawk comenzó a simular pequeñas embestidas con sus dedos, mientras besaba al chico tratando de calmarlo, por su nerviosismo y lo apretado que estaba supuso que sería la primera vez de Zoro y por un momento se vio tentado a detenerse, no querías aprovecharse de ese muchacho, sin embargo la pequeña gota de lucidez que había pasado por su conciencia desapareció cuando escuchó su nombre salir entre gemidos de la boca del peliverde.
- Mi... Mihawk..ah.- y eso fue todo lo que pudo soportar, gracias a Zoro ya se encontraba completamente desnudo así que sacó sus dedos del interior del chico y acercó su enorme miembro a la virginal entrada. Lo movió en círculos dando un pequeño masaje y luego presionó para comenzar a entrar a aquel estrecho agujero que se moría por probar.
Zoro se tensó al sentir la intromisión, y unas pequeñas lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, dolía y mucho.
- Relájate- le susurraba Mihawk mientras con sus besos secaba sus lágrimas. Así que eso hizo apretó los dientes y trató de relajar su cuerpo al máximo.
Mihawk notó el esfuerzo del chico así que trató de ser lo más cuidadoso posible. Una vez estuvo completamente dentro de él, pese a que sus más bajos instintos lo incitaban a moverse sin control, esperó a que el muchacho se acostumbrara a tenerlo dentro, para luego comenzar suavemente las embestidas.
Zoro no sabía en qué momento le había dejado de doler pero el lento movimiento del contrario era una deliciosa tortura así que puso sus manos sobre los glúteos ajenos presionando para que sus compañero aumentara el ritmo. El de ojos dorados tomó esto como la luz verde que había estado esperando así que dio rienda suelta a sus deseos y comenzó a penetrarlo sin control. Le dio la vuelta colocándolo en cuatro, lo agarró de la cintura y lo penetró nuevamente pero esta vez de forma salvaje.
Zoro trataba de acallar sus gemidos apoyando su cabeza contra la almohada, se sentía demasiado bien y más aún cuando el mayor encontró su punto especial.
- deja de hacer eso, quiero oírte- le susurró el pelinegro a lo que el muchacho contestó moviendo su cabeza con un gesto negativo sin dejar de morder la almohada. Sin embargo no pudo soportar lanzar un grito entre adolorido y extasiado cuando su compañero le dio una nalgada como castigo. Volvió su cabeza para quejarse pero la fuerte embestida de Mihawk lo hizo gemir de puro placer y para evitar que volviera a cubrirse el mayor una vez más le dio la vuelta poniéndolos frente a frente, para poder deleitarse con la vista que le brindaba la avergonzada cara del menor.
Zoro ya no podía más, necesitaba correrse o se volvería loco así que comenzó a mover sus caderas, tratando de obtener mayor fricción entre su miembro y el abdomen contrario. Mihawk al percatarse del estado de su compañero, no pudo evitar que sus instintos sádicos salieran a la luz. Así que tomó la erección del menor y comenzó a masajearla lenta y tortuosamente, adoptando el mismo ritmo en sus embestidas. La cara de molestia de Zoro no se hizo esperar.
- Que pasa, no te gusta?- dijo inocentemente Mihawk ignorando el hecho de que él también se estaba auto torturando con ese ritmo.
- ya ...te dije..ah....deja de ju..gar.- respondió el menor entre jadeos.
- entonces pídemelo, que es lo que quieres- le susurró mientras besaba su cuello provocándolo aún más.
Zoro estaba completamente avergonzado, no quería darle ese gusto al mayor pero explotaría si no se corría. Pero no pensaba ceder así no más, si lo que quería era que hablara él lo complacería y mucho. Así que tomó la mano libre de Mihawk y comenzó a lamerla, pasando su lengua entre los dedos mientras jadeaba sonoramente y sus palabras parecían más bien ronroneos de un felino.
- Mihawk... Ahh...por favor haz..mmm...haz que me corra. Dame más...duro. Ahhh
Mihawk tuvo que contenerse para no explotar ahí mismo, como siempre Zoro lo sorprendía y para variar le encantaba. Esa vista fue demasiado para él y pese a que había planeado molestar al menor, las palabras del chico rompieron su estrategia. Aumentó frenéticamente el ritmo tanto de su mano como de sus caderas. Lo que produjo que ambos llegaran al clímax pocos minutos después.
Mihawk salió lenta y cuidadosamente del cuerpo contrario, dejándose caer a un lado de la cama. Acarició suavemente el rostro del chico que lo miraba jadeante y avergonzado y le dio un tierno beso en los labios para luego caer ambos en los brazos de Morfeo.
..............................................................................................................................................................
Lo despertó el sonido de su celular. Le dolía horrores la cabeza, sintió un peso extra sobre su hombro y el calor de otro cuerpo junto al suyo. Al percatarse de la cabellera verde que quedaba a la altura de su rostro una serie de imágenes de lo ocurrido la noche anterior pasaron por su mente. Sin embargo el sonido de su teléfono no lo dejaba poner sus pensamientos en orden, así que con sumo cuidado para no despertar a su compañero tomó el móvil. No reconoció el número pero aún así contestó.
- Hola
- Buenos días Mihi, por qué demoraste tanto? Se te pegaron las sábanas dahahahahah
- Akagami no estoy de humor para tus tonterías tan temprano, hablamos luego.
- espera, espera, la verdad es que te llamaba porque necesito un favor.
Mihawk suspiró, - que ocurre.
- verás es que ayer me pasé un poco de tragos y puede que haya hecho algunas cosas poco apropiadas e ilegales en público, así que necesito que me saques de aquí.
- llama a tu abogado.
- ya lo hice pero dice que le tomará hasta medio día llegar aquí, vamos porfis solo tú puedes ayudarme.
Y ahí estaba, una vez más su amigo se aprovecharía de sus sentimientos, suspiró cansado y se dispuso a levantarse pero su movimiento hizo que el dormido peliverde se removiera y acurrucara aún más a su pecho como pidiéndole no perder la cercanía. Y así de fácil todos sus pensamientos fueron hacia otro problema. Qué pensaría el joven cuando despertara y no lo encontrara a su lado, de seguro creería que se había aprovechado de él. Pero lo más extraño no fue que esos pensamientos ocuparan su mente, sino que de su cuerpo se apoderaron unas ganas enormes de apretar el cuerpo ajeno contra el propio y quedarse viendo su apacible rostro para siempre.
- Mihi, estas ahí.
- lo siento Akagami estoy ocupado, nos vemos luego.- y dicho esto apagó su teléfono y se recostó junto a Zoro abrazándolo y acariciándolo suavemente.
- Que me está pasando- preguntó al viento.
Mientras tanto en la estación de policía de la ciudad cercana un atónito pelirrojo sostenía el auricular del teléfono mientras escuchaba el tono típico que indicaba que la llamada había terminado. Le había colgado, y no solo eso lo había ignorado a pesar de estar en problemas, eso no le gustaba nada
- qué rayos está pasando aquí.- preguntó al viento con una cara que denotaba pura molestia.