Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Deleite por SebbyPhantomhive

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Un solo Capitulo 

"Profesor Michaelis esta ropa es algo atrevida ¿No cree?" Es la pregunta que escucho en la tímida voz de Joanne Harcout, este joven de lacia cabellera rubia que nervioso preso de un injustificado bochorno agacha su cabeza mientras me muestra el vestuario que usará como parte de nuestra misión encubierta. Estamos en una de las habitaciones de la mansión designadas para las pruebas de vestuario, la asistente de Nina que lo arreglaba nos ha dejado solos para que yo de mi aprobación.

Noto un notorio rubor en sus mejillas a pesar de su rostro cabizbajo, este es uno de esos humanos tan tímidos que se sonrojan hasta por el aire que roza su suave y blanca piel, no sé si me cuestiona aquello por ingenuidad o con la intención de coquetearme discretamente pero sea cual sea el motivo ha logrado captar mi interés. Sus delgadas piernas son expuestas a diferencia del vestuario de los demás jóvenes que están dentro del grupo, debo admitir que se ve muy deleitable a mis demoníacos sentidos; no me había equivocado en elegir a un humano tan hermoso que estuviera dispuesto a hacer lo que yo le pida estaba en los parámetros para deleitar a un demonio hambriento.

"Te luce bien" le halago con aparente sinceridad haciendo que sus labios esbozaran una sonrisa, me pregunto si el está dispuesto a hacer todo lo que yo le pida, su alma emana un sabor dulce demasiado empalagoso para devorarla pero si para probarla como un dulce caramelo de vez en cuando. "¿Tienes frío?" pregunto con una sonrisa muy cerca de su oido que solo hace que se sonroje más y comience a temblar.

"Un poco profesor Michaelis"

Me responde apenas en un murmullo sin mirarme entonces con mis enguantadas manos lo tomo del mentón delicadamente levantando su rostro lo obligo a verme. "Llámame Sebastian, no soy más tu profesor" aclaro cerca de sus labios puedo sentir su respirar errático en nuestra cercanía.

"¿No es una falta de respeto hacerlo?"

"¿Hacer qué?" Le insinúo con un tono coqueto el lo entiende es cuando me mira inesperadamente me da un torpe beso en los labios del cual avergonzado se separa de inmediato al no haberlo dado bien, tan adorable niño virginal dispuesto a ser corrompido por un demonio insaciable.

"Lo... Lo siento... No quise hacer eso"

"¿No quisiste? ¿No te agrado?"

"No... no" nervioso y más sonrojado me decía "Usted me gusta demasiado es solo que yo no sé hacer eso..."

"¿Besar?" Le cuestiono con el afán de molestarlo y se avergüence un poco más, mis manos acarician sutil sus piernas que tanto le apena mostrar, como un buen instructor del grupo es mi deber afirmar su autoconfianza. El asienta afirmativamente con su cabeza a mi pregunta. "Puedo enseñarte a hacerlo, si tu así quieres ¿Lo deseas?"

De nuevo veo que asiente con la cabeza, yo sonrío travieso ante su afirmación le pido que aguarde un momento mientras voy a asegurar la puerta, no era conveniente que alguien interrumpiera nuestra clase de como besar, acercándome a el lo acorralo a la pared más cercana.

"¿Le parezco lindo?"

"Claro que si, muy lindo"

"Desde que me ayudó ese día no he dejado de pensar en usted cuando se fue me sentí muy triste porque sentí que no pude agradecérselo bien" Noté como sus ojos parecían llorosos al pronunciar esas palabras, acercándome rozaba mis labios en una de sus mejillas que se había humedecido un poco de sus lágrimas. "Pero ahora puedo agradecérselo"

Musitó estremecido ante mis besos y caricias, sumiso me miraba queriendo hacer algo para corresponder ante mi afecto. Guíe sus brazos para que cariñoso se enredaran alrededor de mi cuello. "Un beso y me voy" le susurré ahora sobre sus labios.

"¿Por qué?"

"Soy un mayordomo, debo preparar la cena y ya estoy un poco atrasado"

El desvío la mirada quedándose callado por unos segundos cuando solo esbozó una sonrisa "Está bien, un beso y ya, no quiero interferir en su trabajo"

"Un beso y ya..."

Susurré mientras rozaba sus labios a los míos, el me abrazaba como presionando mi cuello preso quizás por los nervios de ese beso que le estaba dando, lentamente al pasar de los segundos parecía ceder, dejando la tensión a un lado lo empezaba a disfrutar y tontamente creo que yo también. Con torpeza trataba de seguirme el ritmo, se sobresaltó un poco cuando nuestras lenguas rozaron dentro de su boca.

"Tranquilo, así se hace pero si te incomoda no lo haré" Le insinuaba mientras sentía su aliento agitado yo no dejaba de acariciar sus piernas, realmente eran suaves.

"No... Usted continúe... Me... Me gusta"

"También me gusta" Dije volviendo a besarlo pero ahora más profundo, el correspondía en medio de pequeños jadeos ahogados, su lengua y la mía jugaban traviesas en ese beso, unos segundos después nos separábamos.

"Debe ir a trabajar" Me dijo en un tono suave no dejaba de abrazarme y verme fijamente, el es hermoso muy atento y comprensivo.

Con la promesa de continuar esa sesión de besos nos veríamos de forma discreta más tarde en la noche, despidiéndonos en un pequeño roce de labios me marchaba mientras el se cambiaría de ropa. Ese fue nuestro primer encuentro muchos como ese tuvimos por una semana, el más confiado me besaba hasta ya me llamaba por mi nombre, sentía que cada baile y canto me lo dedicaba en los ensayos, su voz era hermosa a veces me canturreaba alguna melodía al acariciar mi cabello cuando estábamos a solas.

Era un poco extraño que alguien mostrara tal devoción para mi, soy un vil demonio que no merecía tal cariño sincero e inocente es lo que pensé ante su "Te amo Sebastian" susurrado a mi oido cuando sonrojado me abrazaba y besaba cariñoso en esta fría noche.

"Debes descansar, mañana es la gran noche" era mi respuesta ante su amorosa confesión, el desviaba la mirada tal vez desilusionado esperando que confesara lo mismo, podía mentir de muchas formas pero no podía fingir sentimientos debería agradecerme que no le mintiera lo más real que puedo ofrecerle es mi atención y trato cariñoso. El sonrío forzado dándome un beso me daba las buenas noches, no quería profundizar en nuestra silenciosa discusión. "Descansa cariño" Susurré afectuoso correspondiendo a su beso para que no estuviera enojado porque sé que lo estaba, solo que él es tan reservado en cuanto a esa emoción se lo reprime para si mismo o lo transforma en tristeza, el puede ser muy deprimente a veces.

Aún asi sonrío más animado porque era la primera vez que le decía "Cariño" ¿La verdad no sé por qué lo dije? Pero eso lo animó con un ademán de mano se despedía de mi esa noche. El día siguiente fue muy ajetreado era el debut de los Phantomfive, mi joven rubio estaba muy nervioso tras bambalinas más al escuchar al público en un eco abrumador.

"Tengo miedo Sebastian" Me decía apretando mis manos a las suyas que temblaban, los demás del grupo nos miraban un poco extrañados, tantos días disimulando nuestra relación y ahora el nos exhibía por sus nervios.

"Estarás bien, te ves perfecto" susurré acomodando el pequeño gorro en su cabeza. "En la noche te daré tu recompensa si lo haces bien" Insinúe con una pícara sonrisa cuando todos se alejaron un poco sin cuestionar nada supongo que todos estaban nerviosos.

"Si, lo haré bien por ti, lo prometo"

Esa sería su motivación sin duda alguna, sabía que lo haría bien después de todo el es un niño talentoso y exigente consigo mismo por eso lo elegí, por ello y por su devoción hacia mi. No me equivoqué, veía la actuación excelente de todos, su desenvolvimiento artístico cautivó al público que enloquecido los aclamaba, no era por jactarme pero era lógico ya que tenían un endemoniado instructor. Casi a medianoche llegamos a la mansión luego de un cansado día, el joven amo satisfecho por el éxito de su grupo apenas llegamos cayó rendido, dejándome libre para mi idílico romance con Joanne que en su habitación me esperaba.

Ante el tenue destello de la luna que por la ventana se colaba poseía su delicado cuerpo en esa madrugada, cada beso, cada caricia, cada gemido, cada lágrima entre placer y dolor me pertenecían esa noche; bajo las sábanas lo recompensaba como se lo había prometido horas antes y bien merecido lo tenía, su actuación fue maravillosa así como el seductor movimiento en el escenario era ahora en la cama.

Agitados y exhaustos de placer nos besábamos al terminar, podrá sonar extraño pero disfruté de este fugaz deleite mientras él avergonzado en mi regazo se refugiaba, su alma deliciosa vibraba ante mis instintos podía percibirlo era lo que mi ser demoniaco necesitaba para calmar un poco mi hambre. Sé que receloso se callaba lo que estaba sintiendo por miedo a mi silencio al no expresarlo y corresponderlo, tenía enamorado a este muchacho y su carácter tranquilo me atraía, inocencia a flor de piel que yo le arrebaté.

A la mañana siguiente aparecía con el té ante mi joven amo, quien malhumorado me miraba no me sorprendía casi a diario era su recibimiento ya estaba acostumbrado, muy diferente a Joanne que al verme aún con su timidez se lanzaba a mis brazos para saludarme no pude evitar sonreír al evocarlo en mis pensamientos.

"Cuando acabemos todo este show terminarás de jugar con ese niño"

Me sentenciaba mi amo con seriedad mientras leía el periódico donde estaba la noticia de nuestro debut musical yo solo sonreí al pie de su cama. "Si como diga" Respondí a su orden sin darle mucha importancia, lo que el notó, no sé si era impulsado por celos su orden no había motivo para ellos, cuando él fue quien en un principio ordenó que hiciera lo necesario para sacar lo mejor de nuestros artistas. El más vulnerable era el menor del grupo por eso di mi tratamiento especial de motivación.

"El te gusta" Con seriedad me reprochó, sonreí descarado ante su insinuación.

"Los demonios no tenemos gustos de ese tipo"

"Entonces si te ordeno que lo mates lo harías sin dudar ¿No?"

"Si lo haría aunque no le veo sentido alguno o como influye eso a nuestros planes ¿Tanto le aterra perder el control sobre mi? ¿Un muchacho ilusionado lo hace dudar? Seguí sonriendo con cierto cinismo, desafiándolo con la mirada a que me diera respuesta. "Digame"

"Dices eso solo para desobedecerme"

Nuestra incómoda conversación fue interrumpida por Soma que atrevido entraba sin avisar a la habitación como siempre, yo aproveché para escabullirme y hacer otras de mis labores. Minutos después me dirigí a la habitación de Joanne a despertarlo porque lo dejé dormir un poco más por las ajetreadas horas atrás, él al verme sonrío con un gesto extraño.

"Me duele" Dijo avergonzado en la cama intentando abrazarme "¿Cómo actuaré hoy si estoy así?"

"¿Te arrepientes?"

"Para nada..." Me susurró regalándome otro de sus dulces besos que correspondí de igual forma, el no me gustaba pero había algo que me atraía y ahora que esto enojaba más a mi amo me incitaba aún más a seguir.

Un par de días pasaron entre los tontos reproches de mi celoso joven amo, las entregas furtivas con el dulce Joanne y las presentaciones del grupo, el objetivo que nos fijamos se cumplió así que era hora de despedir a los jóvenes quienes debían seguir con sus vidas. En esa noche tendría que decir adiós a mi joven amante quien debía partir a su escuela la mañana siguiente.

"Joanne eres especial para mi ¿Lo sabes?"

"Si lo sé y tú lo eres para mi... Esta es una despedida ¿No?" Me decía entre lágrimas, al aferrarse a mi cuerpo en un fuerte abrazo, él aunque era vulnerable era listo sabía que una relación formal entre nosotros era imposible, era consciente de ese hecho desde el principio, sabía el riesgo al enamorarse de un simple mayordomo siendo él de una familia prestigiosa. Por una vez más lo hacia mío esa triste noche, la frustración, la tristeza y el amor lo motivaron porque estaba insaciable como queriendo marcar mi cuerpo para que no lo olvidará, entre gemidos decía que me amaba y suplicaba que no lo olvidará, era difícil que lo hiciera.

"No quiero dormir, no quiero que llegue la mañana, la mañana que me apartará de ti"

"Debemos separarnos aunque no descarto que volveremos a encontrarnos"

"Ese día me rescataste, si estoy aquí es gracias a ti espero poder rescatarte un día también"

No entendí que quería decir con ello pero tal fue su sinceridad que no importó que no entendiera bien el trasfondo que tenía estas profundas palabras.

"Ya me rescataste" Susurré con una sonrisa casi sin pensarlo mientras lo besaba, tampoco entendí el trasfondo de mis propias palabras pero se escaparon de mis labios haciendo que el llorara conmovido así era nuestra peculiar conversacion al estar acurrucados uno al otro en la cama, el se resistía a cerrar los ojos y conciliar el sueño a pesar de estar casi dormido, no quería hacerlo hasta que entre sollozos se durmió finalmente. A la mañana siguiente nos despedíamos formalmente, el disimulaba cuanto le afectaba y yo... Yo pretendía ser lo más normal posible.

Se acercó amable a mi joven amo para despedirse.

"Fue un gusto ayudarte en tu misión espero puedas invitarme de nuevo a tu mansión"

"Si, yo te mandaré una carta. Te agradezco tu ayuda" Eran las palabras de mi frío amo, obviamente el no lo invitaría de nuevo de haber oportunidad con falsedad sus labios mentirosos escupían. Minutos transcurrieron su carruaje se alejaba entonces sentí una extraña sensación me invadió.

"¿Ya lo extrañas?" Se me burlaba mi amo, yo con mi falsa sonrisa de siempre negué con mi cabeza. "Agradece que no te ordené matarlo, solo no lo hice porque eso significaría problemas para mi" Terminaba de decir con malicia.

"Gracias" Murmuré sarcástico mientras ese carruaje se perdía de mi vista, de alguna forma tenía razón no lo maté por ese motivo, notaba su sonrisa jactanciosa, a él le satisfacía tener el control sobre mi; lo sabía. Por lo pronto para no arriesgar su vida no me acercaría más, quizás ese niño sufriría mi ausencia pero era lo mejor, con el tiempo me olvidaría de eso estaba seguro, Joanne era un humano excepcional merece una vida normal sin una sombra como yo, pensé. En un suspiro casi frustrado lo único que acerté a decir a mi joven amo fue...

"Tal vez el olvido es una de las peores muertes"


Muchas gracias por leer este one shot espero haya sido de su agrado.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).