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Hope por Akatsuki333

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Notas del capitulo:

Los personajes son propiedad de Oda sensei

En este mundo la perfección no existe, todos pensaban eso hasta que conocian a Trafalgar D Water Law. Hijo de jna familia acomodada, guapo, inteligente, simpático. Sin dudas el sueño de todas las mujeres y de más de un hombre. Sin embargo producto de esa aura dd perfección nadie veía lo dañada que estaba su alma.

Es cierto que su familia era la mejor, por esa parte no tenía excusas. Sus padres eran médicosuy ocupados pero nunca lo desatendieron, es más siempre fue la priridad para ellos. u hermanita lo adoraba y los empleados solo tenían halagos para su persona. Quizas ese fue el problema, que nunca nadie le llevó la contraria, que todos daban por hecho que cuanto hiciera estaba bien a tal punto que el también comenzó a creerlo. En la escjela siempre fue considerado jn genio, los profesores lo tenían en alta estima y sus co.pañeros siempre bjscaban su atención.

Nunca se consideró alguien solitario, hasta el día en que se dió cuenta de sus "amigos" en su afán de ser tan perfectos como el fingían jna vida que no tenían, se dió cuenta de que ninguno le contaba sus problemas o inquietudes, todo el mundo mantenía las aparienciasl.o peor no fue darse cuenta de eso, si no lo poco que le importó.

Así fue hasta la universidad cuando ha no podía evitar escuchar lo lloriqueos y las quenas de sus novios y novias, aunque llamals así era mucho ha que no duraban mas de una semana. En ese tiempo había hecho lo que se dice amigos de verdad, mas porque compartían intereses comunes que porque le importara su vida. De hecho uno dd esos amigos fue quien se lo presentó en jna fiesta.

Portgas D Ace desde que lo vio le gustó. Era justo su tipo, un chico guapo y simpático con una sonrisa preciosa. Ya había decidido que sería su presa de esa noche. Qjien sabe y aguantaba la semana. Sin embargo el pecoso no le hizo ni puto caso, por primera vez en la vida lo habían rechazado.

De camino a casa su mal humor era palpable.

- Oye, no crees que conduces demasiado rápido- le dijo Marco, un rubio con cabeza de piña que era amigo de la infancia de Bepo y que había ido a la fiesta con el pecoso, y a quien se había ofrecido a llevar pensando que Ace se les uniría pero este se había ido antes

- si no te gusta camina.

- no le hagas caso Marco, es que está de mal humos porque Ace pasó de él

La carcajada de Marco no se hizo esperar.

- no le veo la gracia- dijo mientras aceleraba aún mas

- lo siento, lo siento, pero es que si me lo hubieras dicho antes te bubiera evitado el mal rato. Ace no tiene onos para nadie que no sea Zoro. Así que por favor baja la velocidad

- quien rayos es Zoro?

Su pregunta no obtuvo la respuesta completa hasta un año después cuando en otra fiesta conoció a la pareja del pecoso. Su primera impresión fue que alhuien había sacado todo el oxiceno de sus pulmomes y se necaba a devolverselo. Llegó a cuestionarse si algo le había gustado alguna vez hasta ese momento

- así que tu eres el acosador que no deja en paz a mi novio- preguntó con falsa mestia Zoro.

- y tu eres el famoso novio de Portgas-ya

Zoro rio h Law pensó que si moría en ese momento lo haría feliz- Ace tiene razón hablas extraño, mucho gusto supongo que soy Zoro-ya.

Como por arte de magia comenzó a investigar todo sobre la vida de aqjel chico, era gracioso, él que nunca se había interesado en nadie, abora parecía un acosador tras una estrella de Hollywood.

Por primera vez no se lanzó sobre lo que quería, habiau sido testigo del amor que se prefesaban esos dos y sabía que una confesión sería inútil. Lo único que lograría sería alejar al peliverde de él y eso noo podría soportar. Así que espero pacientemente, haciéndose cada vez mas cercano, siendo parte de su vida y esperando por la menor oportunidad.

- se lo que tratas de hacer y no funcionará

Eso lo había tomado desprevenido, no acostumbraba a quedarse solo con Ace, de hecho esa fue una de las pocas veces que coincidieron solo ellos en la cafetería de la universalidad

- no tengo ni idea de lo que estás hablando.

- vamos, se que soy distraído pero cuando es una situación que afecta directamente a las personas que amo soy super perceptivo.

- Claro Portgas-ya en el diccionario tu foto aparece junto a la palabra astucia- se burló.

- no estoy bromeando, se que te gusta Zoro y no pienso dejar que le hagas daño.

- no te preocupes que no es daño lo que quiero hacerle.

Ace lo miró molesto - no tienes oportunidad, el no es ni será nunca como tus putas.

El médico le devolvió la mirada desafiante- y quien dice qje quiero que lo sea, es tan difícil creer que quiero a alguien de verdad

El pecoso se quedó atónito- Law tú estás enamorado de Zoro?

- y que si lo estoy.

- no, no lo estás, si lo estuvieras priorizarias su felicidad a la tuya y ge alejarias, sabes muy bien que él me ama a mi.

- eso quiere decir que si el me amara a mí, tu te apartarías.

- lo haría, haría cualquier cosa por el.

La seguridad en la cara del pecoso lo hizo sentir pequeño, inseguro por primera vez tuvo ganas de escapar y eso fue lo que hizo.

Una semana después se marchó del país, le habían ofrecido una beka para estudiar en el extranjero y aunque en un principio se había negado finalmente aceptó, no quería sentirse así. El era Trafalgar D Water Law no podía sentirse como un perdedor.

Varios años pasaron y aquel primer amor parecía haber desaparecido. Estuvo con mjchas personas pero nunca se sintió ni remotamente parecido, solo una mirada de aqjel chico había despertado en el más pasiones que una noche de sexo salvaje con cualquiera.

Regresó al país y no tardó en recibir una oferta en uno de los hospitales mas prestigiosos de la ciudad. Para su sorpresa se encontró con caras conocidas como Beppo y Penguin que no dudaron en recriminarle el haberse marchado sin despedirse pero como siempre lo disculparon solo con unas palabras. Todo volvió a la normalidad, su vida era perfecta, bueno casi.

Sin embargo todo se derrumbó esa tarde, todavía tenía sentimientos encontrados sobre ese día. El temblor que recorrió su cuerpo al ver lo que quedó de Ace, el pánico cuando miró hacia jna camilla y reconoció aquel color de pelo tan particular. No hubo nada que hacer por él pecoso, se sintió triste, si en más de una ocasión pensó en él como un estorbo pero no lo odiaba, de hecho le agradaba sin embargo no tuvo mucho tiempo para pensar Zoro necesitaba de su ayuda. La herida de su ojo no le gustana nada sin em argo su mahor preocupación era la camtidad de sangre que brotaba de su pecho. Había sido la cirugía más difícil de su vida, sobre todo por estar implicado a nivel emocional, sin embargo no dejaría la vida de su amado en manos de nadie más. La operación fue un éxito y después de unos días el peliverde despertó.

Conocía bien la situación de Zoro, no en vano había investigado cada detalle de su vida, por eso no le sorprendió que su única visita fueran amigos y aquella señora con cara dd bruja y cuerpo de adolecente. No estuvo presente cuando le dieron la noticia, no quería verlo destrozado, por eso evitó entrar a su habitación por una semana. Sin embargo ya la preocupación no lo dejaba dormir así que ese lunes entró al cuarto del peliverde qje dormía plácidamente y comiendo a hacerle el chequeo de rutina. Zoro abrió el ojo que no estaba cubierto por vendas, solo entonces el doctor se percató de lo rojo e hinchado que estaba, sin dudas producto de tanto llorar.

- Law?- preguntó casi en un susurro

- Hola Zoro-ya cuanto tiempo

El paciente sonrió levemente- pensé que nunca escucharía esa forma rara dd hablar nuevamente.

- pues aquí estoy y no pienso irme a ningún lado así que te aburrirás de escucharme decirte Zoro-ya.

- mentira- la voz le salió entrecortada- la gente siempre se va, todo el mundo se va- las lágrimas invadieron su rostro.

No supo que decir, solo pudo abrazarlo con el mayor cuidado del mundo.

Los días pasaron y aunque sus heridas mejoraban su estado de ánimo iba a peor. Incluso tuvieron que atender con jn psicólogo. Él seguía visitandolo cads tarde para hacerle el chequeo de rutina, puede que fuera su imaginación pero su relación cada día era más cercana, incluso el psicólogo que había prohibido las visitas ya que estas alteraban al peliverde, lo alentaba a pasar mas tiempo juntos, ya que su compañía parecía ser la única que le daba algo de paz a Zoro.

Aún recordaba un mes después cuando le quitaron la venda del ojo. La cicatriz no era tan mala pero pudo ver la tridteza en el rostro del peliverde.

- pues en mi modesta opinión, te queda muy bien. Te hace ver incluso peligros, salvaje- dijo tratando de distraer la atención del chico.

- peligroso y salvaje justo lo que todo padre desea para que le enseñe a su hijo.

- lo siento yo..

- no te preocupes, se que no lo digiste con mala intención. Pero es la verdad al fin y al cabo.

No pudo soportar esa expresión cargada de derrota y melancolía. - tú eres una persona maravillosa, eres inteligente, valiente, perseverante y generoso. Quien piense lo contrario es un estúpido. Que más da si tienes una cicatriz en el rostro, para mi sigues siendo el hombre más guapo del mundo y si nadie quiere contratarte, yo lo haré nunca se es muy viejo para aprender más Matemáticas.

- law tu odias las matemáticas.

- es cierto..., Ya se adoptaré algunos mocosos y te contestaré para que les enseñes o tal vez debería de embarazar a alguien, no eso serían esperar 9 meses de embarazo y luego años hasta que puedan entender, si la adopción es mejor...

La carcajada de Zoro lo sacó de su reflexión. - estás loco, pero gracias en verdad lo aprecio.

Law le devolvió la sonrisa.- bueno mejor me voy o el resto de mis pacientes pensarán que eres mi favorito, lo cuál es cierto, pero no se lo digas a nadie.

Se dirigió a la puerta pero la voz de Zoro lo hizo girarse - Law.... tu en serio piensas todo eso de mi.

- así es.

- gracias- el sonrojo de su cara por poco mata al médico de tanta ternura

Decir que fueron tiempos felices era egoísta de su parte. El peliverde seguía deprimido y todos lo que lo conocían también, pero él estaba en las nubes, ser el apoyo de la persona que amaba, su confidente, su escape de la realidad. Sin embargo quería más y para colmo el chico sería dado de alta esa misma semana ya que su condición física era óptima y ya no se le consideraba un peligro para sí mismo. Tenía que hacer algo, sabía que en el momento en que el peliverde cruzara las puertas del hospital y volviera con su pandilla lo perdería para siempre. Iba pensando que hacer cuando escuchó una discusión en la habitación de Zoro, rápidamente se acercó, el chico ya estaba bien pero no era bueno que se alterara.

- Pues yo creo que deberías quedarte conmigo por un tiempo. No te va a hacer bien estar solo en ese departamento- reconoció la voz de la pelinaranja que siempre gritaba, si no recordaba mal se llamaba Nami

- Ya te dije que no, no pienso ir a aguantarles el condón a ti y a Sanji.

- maldito marimo compórtate.- grito el rubio de ceja en espiral

En mi casa también puedes .....- trato de hablar una chica de pelo azul.

He dicho que no, yo se lo q hago déjenme en paz.- Volvió a quejarse el paciente.

El sobresalto de Zoro fue toda la señal que Law necesitó para intervenir.

- Zoro-ya cuantas veces tengo que decirte que no es bueno que te alteres. Y ustedes- dijo mirando al resto de los ocupantes de la habitación- el horario de visitas terminó.

No le importaron las quejas de los chicos, los sacó de ahí lo más rápido que pudo.

- gracias- dijo el peliverde.

- no tienes por qué darlas, siempre es un placer echar a tus amigos.

La risa suave de Zoro lo complació.- esa habilidad tuya es muy útil, es una lástima que ya no pueda usarla más, me vendría bien ahora.

- pasa algo?- pregunto preocupado el de ojos grises

- tu mejor que nadie sabes que me darán el alta pronto, y mis amigos... ellos.. no creen q deba vivir solo y menos en el apartamento que compartía con Ace.

- aunque me duela, esta vez tengo que estar de acuerdo con tus amiguitos. Estar solo no te hará bien y menos en ese lugar.

- tú también Law, pensé que por lo menos tú lo entenderías....Yo...yo no quiero interferir en la vida de nadie y menos que me miren con esas caras de lástima. Tú sabes lo difícil que me es mantener esta máscara de que todo está bien, yo...no puedo vivir así.

- Te entiendo, y es por eso que te tengo una propuesta. Ven a vivir conmigo.

- que parte de que no quiero molestar a nadie no entendiste?

- a mi no me molestas. De hecho me harías un favor, sabes lo difícil que soy conseguir un compañero de piso es todo un reto. Tú y yo nos llevamos bien y sabes que conmigo no tienes q fingir. Que me dices no crees que es buena idea?

- Law no tienes q hacer esto

- pero quiero hacerlo, te lo dije Zoro-ya no me voy a ninguna parte. Dejame quedarme cerca de ti.

Notas finales:

Al final los recuerdos de Law me han quedado más largos de lo que pensé inicialmente así que los hare en dos capítulos. Tratare de subir el próximo lo antes posible. Espero que les guste.


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