Había olvidado la última vez que durmió tan bien. Se revolvió en la cama con la clara intención de seguir durmiendo pero el anciano que entró a la habitación y lo sacó a rastras tenía otros planes. Pasó el fin de semana viendo la tele o conversando con Rayleigh sin embargo era imposible no recordar a su exnovio a momentos. Una parte de él se sentía aterrada, se había acostumbrado tanto al moreno que no sabía cuál sería su próximo paso, además lo extrañaba mucho a pesar de todo. Sin embargo otra parte de él se sentía tremendamente libre.
El lunes llegó más rápido de lo que esperó. Por suerte para él Dracule sensei estaba fuera de la ciudad por cuestiones de trabajo, por lo que no se tenía que preocupar por cruzarse con el en los pasillos, aunque en el fondo tenía muchas ganas de verlo.
A la hora del almuerzo recibió un mensaje de Sanji donde le pedía verse con todos en el restaurante para hablar, por lo menos esta vez la emboscada era avisada. Le confirmó su asistencia, sería bueno contarle todo a sus amigos.
Ya caía la tarde cuando salió de la escuela envuelto por el bullicio de los alumnos y otros profesores que también salían de la institución. Iba distraído sin embargo dos personas en la entrada llamaron su atención.
- Trafalgar no seas idiota, te estás avergonzado a ti mismo ve a casa.- decía el pelirrojo
- no me iré de aquí sin verlo Eustass-ya.
- Valla que lindo, incluso vienes a recogerlo al trabajo, bien por ti Law.- el peliverde no pudo evitar soltar el comentario cargado de veneno.
El agarre del ojeroso hizo que se detuviera- no es eso Zoro-ya, yo vine a verte a ti. Eustass-ya no significa nada para mí, solo fue sexo, por favor creeme yo te amo solo a ti.
Zoro sintió un poco de lástima por el pelirrojo- eres despreciable, no tengo nada que hablar contigo suéltame.
- NO TE VOY A SOLTAR HASTA QUE HABLEMOS, TU ERES MIO!!!.- se altero el médico
- Trafalgar basta estás dando un espectáculo.
- no me importa si quieren ver que miren pero no me iré de aquí sin la persona que amo.
Solo en ese momento Zoro se percató de que era cierto muchos alumnos y gran parte de los profesores miraban curiosos la escena.
De una enérgica sacudida se libró del agarre contrario- ya te dije que no tengo nada que hablar contigo, ve a casa y déjame en paz o consigo una orden de alejamiento.
Sus palabras dejaron helado al moreno, que no se esperó esa frialdad de parte de Zoro. El peliverde aprovechó la conmoción de Law para tomar un taxi y dirigirse hasta el Baratie.
Entró al establecimiento como dueño por su casa sin embargo se quedó sin habla al ver a sus amigos sentados en círculo con un cartel enorme detrás en el que se leía la palabra intervención. Una gota rodó por su frente.
- que demonios es esto?- preguntó
- Zoro por favor relájate y no seas negativo, esta es una intervención- le dijo viví mientras le señalaba un cojín a su lado para que se sentara y así formar un perfecto círculo.
El peliverde aceptó con algo de desconfianza- esto no es...
- por favor Zoro has silencio, mientras estamos en este espacio de confianza y respeto solo la persona que tiene el cojín de hablar* puede hacerlo y como vez- dijo levantando su mano donde sostenía un pequeño cojín rosa- yo tengo el cojín.
-que est..
-shhhhh
-pero..
-shhhhh
Suspiró resignado por lo visto tendría que soportar el circo un rato más.
- Bien, voy a empezar yo. Zoro seré breve. Somos tus amigos y no queremos más que tu felicidad por eso te pido que reconcideres tú decisión de casarte con Law.
- pero..
- shhhh
Al carajo si no querían escucharlo, que perdieran el tiempo tranquilamente.
- quién quiere ser el siguiente- dijo la peliazul ofreciendo el cojín que fue arrebatado de sus manos por Luffy.
- ZORO NO TE CASES CON TORAO. No puedes hacer eso, que hay del vampiro, que hay de nosotros, que hay de Ace por favor no lo hagas.
Zoro miró a Luffy que estaba al borde del llanto. Quería decirle todo pero sin duda otra vez lo harían callar. El dichoso cojin paso de mano en mano hasta que llego a las de Sanji.
- Marimo no puedes hacerte esto, no puedes hacercelo a tus amigos y no puedes hacermelo a mi. Siempre te consideré y aún te considero mi rival. Incluso en la escuela cuando todos esos rumores y mentiras te rodeaban, tengo que admitir que en secreto quería acercarme a tí y conocerte. Aún recuerdo la primera vez que hablamos, nuestra primera pelea, a pesar de que lo único que salía de mi boca eran insultos en mi interior estaba admirado de tu espíritu. Por favor demuéstrame que ese hombre todavía está en ti. No me decepciones, no te rindas.
Todos se quedaron de piedra al escuchar las palabras del Rubio, Zoro más que los demás. Sin embargo logró reponerse del impacto y con una sonrisa socarrona aprovechando el descuido de los otros le arrancó de las manos el cojín a Sanji.
- Ahhh cejas de suchi me has conmovido, lo siento mucho pero no eres mi tipo, solo puedo ser tu amigo.
La carcajada grupal no se hizo esperar.
- Maldito marimo yo no..
- shhh, esta vez yo tengo el cojín así que calladito Romeo.
El rubio cruzó los brazos molesto y rojo como un tomate.
- Chicos, no sé qué decir. Bueno en realidad si- suspiró- Law y yo rompimos.
- QUEEEEEEE!!!!
- shhhh, cojín de hablar recuerdan? Si terminamos y esta vez es definitivo, no quiero hablar del asunto así que les pediria que no pregunten, si me hubieran escuchado desde el principio nos hubiésemos ahorrado tiempo y la declaración de Casanova.- dijo Zoro tirando al suelo el cojin
- entonces, ya no te casas con Torao.
- no Luffy, ya no.
Todos se acercaron a él y lo abrazaron.
- FIESTAAA!!!! - Gritaba el monito.
- idiota que Zoro acaba de sufrir una ruptura, que nosotros odiaramos a la garrapata ojerosa no quiere decir que Zoro no se sienta mal.
- está bien Nami, no estoy de ánimo para fiesta pero podríamos quedarnos un rato a conversar todos, me haría bien siempre y cuando la rubia oxigenada no me ponga algo en la bebida para aprovecharse de mi.
Todos volvieron a reír y Sanji a tratar de patear al peliverde.
- auxilio que me quiere violar- se burlaba Zoro.
Regresó bastante tarde, pero se sentía muy bien, no recordaba la última vez que había podido relajarse de esa forma, sin pensar en cómo calmar a la fiera que sabría que lo esperaba en casa. Suspiró al pensar en el ojeroso, a pesar de todo quería que Law fuera felíz y se curara de esa tóxica obsesión que tenía, pero no tenía ganas de hablar con él, su traición aún dolía.
La semana pasó tranquila, al parecer Law había captado la indirecta y ya no sé aparecía en la escuela. El subdirector seguía de viaje y con Kid apenas había cruzado una mirada. Su único problema era que por mucho que le gustará compartir casa con Raileygh, se sentía como un estorbo en la vida del mayor. Por suerte para él la esposa de Usopp era agente inmobiliario y el narizón le había prometido hablar con ella para ver si lo conseguía algún departamento. Para su sorpresa ese mismo día su amigo le había llamado para ver una de las propuestas.
El departamento le gustó bastante, quedaba relativamente cerca de la escuela, era bastante acogedor con una habitación amplia en la que tendría espacio para sus libros, la cocina, el comedor y la sala eran de tamaño mediano con un mobiliario que lucia moderno y un balcón con una vista al parque que había detrás del edificio. Perfecto fue lo que pensó. Además el precio era aceptable y según la chica el vecindario era muy tranquilo. No quiso siquiera esperar ver otras opciones, enseguida firmó el contrato.
……………………
- NO QUIERO!
- pero Ray-sensei no puedo seguir molestandolo.
- pero si no me molestas, me encanta que estés aquí conmigo.- dijo el mayor mientras lo abrazaba.- ahora que por fin había recuperado a mi bebé te vas y me dejas.
- Ray- sensei no sea así, lo visitaré seguido pero es necesario que me independice. Si paso de depender de Law a depender de usted nunca volveré a ser yo.
- te entiendo, pero eso no quita que esté triste, te voy a extrañar mucho- dijo llorando.
- no sea dramático nos veremos todos los días en la escuela.
Y así todo quedó decidido el sábado recogió todas sus cosas y el domingo con la ayuda de Luffy, Sanji y Usopp llevaron todas sus cosas hasta su nueva casa.
- Zoro qué tal si pedimos pizza, tanto trabajo me está dando hambre- se quejaba Luffy mientras cargaba una caja enorme.
- Está bien, pero ten cuidado que si se te caen mis katanas te asesino.
- Marimo vas a tener que comprar instrumentos de cocina, no puedes vivir a base de comida chatarra- se quejaba el rubio que no se veía entre las cosas que cargaba.
- no te preocupes Sanji que el gran Usopp se encargó de que el apartamento incluyera todo el mobiliario incluso el de la cocina.
- y se puede saber por qué el gran Usopp solo lleva esa pequeña caja.
- es que sufro de la enfermedad sicargomuchopesomemuero.
Una hora después ya todo estaba dentro de la casa, y los chicos se disponían a poner todo en orden cuando llegó la pizza, aunque en realidad eran 5.
- Rayos olvidamos comprar las bebidas.- se percato el narizon.
- no se preocupen vi un mercado cerca de aquí iré a comprar algunas.- se ofrecio Zoro.
- mejor te acompañamos, que si te pierdes se enfrían las pizzas.
- yo no me pierdo, ya verán regreso en un minuto.
Para su desgracia si se perdió, al final encontró el camino y a toda carrera entró al edificio para su mala suerte el elevador estaba a punto de cerrarse así que sacó todas sus fuerzas y batiendo el record de Usain Bolt logró entrar al elevador antes de que la puerta se cerrara.
- lo logré- dijo mientras jadeaba sonoramente.
- que bueno que por lo menos uno de nosotros aprende de sus errores, si no me hubiese movido a tiempo ambos estaríamos en el suelo para variar.
Zoro se helo al reconocer esa voz. Soltó una risita nerviosa.
- Buenas noches Dracule sensei que sorpresa encontrarlo aquí.
- Buenas noches Roronoa, no se de qué se sorprende vivo aquí.