Llevaba cerca de 10 minutos esperando fuera del baño. Su teléfono comenzó a sonar y reconoció el número de su pelirrojo novio pero decidió ignorarlo. Estaba muy molesto con él por lo que había hecho. Solo de recordar la cara de desesperación de Roronoa la sangre le hervía.
Flashback
- Gracias- le dijo el chico y sus miradas se encontraron. Sin embargo el joven se apartó y trató de taparse. Él se quedó embobado, se veía adorable, que rayos estaba pensando por qué tenía esas ganas locas de tomarlo y no dejar que nadie más lo viera así.
- Esmeraldita mía, que sexy estas, tengo que reconocer que Iva y Bon-chan se lucieron.- Esa voz la conocía perfectamente, pero lejos de molestarse porque su novio le coqueteara a otro en su cara, estaba molesto porque otro hombre trataba de acercarse a Zoro.
-Aham..., Roronoa serias tan amable de cumplir con tu parte tengo mejores cosas que hacer que seguir en este circo.- No pudo ocultar el enojo en su voz.
- Lo siento.- dijo triste el peliverde. Genial ahora el muchacho estaba triste por su culpa. Lo vio alejarse mientras la culpa se lo comía por dentro. Sin embargo esta fue sustituida rápidamente por la profunda excitación que sintió al ver a Roronoa posando de esa forma. Ya no aguantaba más y cuando por fin parecía que todo terminaría otra vez Shanks tenía que aparecer.
- Espere un momento no cree que esa foto quedará mucho mejor sin la parte de encima del yukata.- dijo tranquilamente el pelirrojo mientras él se debatía entre las ganas que tenía de ver al peliverde de esa forma y la rabia que le daba que otros también lo hicieran.
- no lo habia pensado pero puede funcionar, intentémoslo- dijo Inazuma
- No- el chico definitivamente no estaba de acuerdo
-Vamos esmeraldita, solo será un momento además eres hombre no hay ningún problema con lucir tu pecho- por lo visto Shanks no se rendiría tan fácil, él mejor que nadie lo sabía.
- He dicho que no, basta ya cumplí con lo que me pidió- eso lo preocupó el chico se veía asustado así que decidió intervenir.
- Akagami ya basta si el chico no quiere no puedes obligarlo.- dijo serio tratando de intimidar a su novio.
- vamos Mihi no seas aguafiestas, lo que pasa es que es tímido- si como no tímido, en ese momento recordó la escena en la oficina de Garp y sin saber por qué su enojo regresó.
- Para, he dicho que pares por favor- esa suplica lo conmovió como rayos ese chico lo hacía tener esas batallas internas en segundos iba a intervenir nuevamente pero otra voz se le adelantó
-Akagami ya basta- ahora sí que estaba enojado, que idiota era, Zoro ya tenía quien lo defendiera y él de estúpido preocupándose.
- Uff solo es una foto, esto es imposible de quitar a menos que- sintió el sonido de la tela siendo rasgada y fijó su vista en el pecho del peliverde sin embargo no pudo esconder su sorpresa al apreciar la enorme cicatriz que atravesaba el pecho del muchacho. Que podía haberle pasado para dejarle semejante huella por un momento recordó lo que Garp le dijo. Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por un sonido desgarrador.
- Basta, por favor ayúdenme- y como si hubiera entrado en piloto automático comenzó a caminar hacia aquella cama donde ese muchacho sollozaba, empujó a Shanks que estaba en medio, desató a Zoro y lo envolvió en su capa. Por primera vez des de que esa locura comenzó agradeció llevar ese disfraz. Cargó al chico y lo sacó de ese lugar.
- Ace - susurró el muchacho, no tenía idea de a quien llamaba pero sintió la necesidad de protegerlo.
- Tranquilo, ya todo terminó- le dijo en un tono dulce que ni el mismo sabía que tenía.
Fin del flashback
Y ahora estaba ahí esperando que Roronoa se pusiera su ropa, sin embargo ya comenzaba a preocuparse por lo mucho que se demoraba. En ese momento como si adivinara sus pensamientos un cabizbajo peliverde salió. Ambos se quedaron callados por unos minutos hasta que el más joven rompió el silencio.
- muchas gracias por ayudarme. Lamento mucho los problemas que ocasioné.
- no se preocupe, de hecho soy yo quien se disculpa por la actitud tan grosera de Akagami.
- no tiene importancia, sé que no lo hizo con mala intención.
- aun así me disculpo.
-usted no hizo nada así que no se preocupe, aunque es admirable que tome la responsabilidad por su novio.
- no me malentienda es cierto que me disculpe por la falta de tacto de Shanks, pero también lo hago por mí, debí de haberlo impedido...lo siento mucho- Zoro por primera vez desde que la conversación había comenzado levantó la vista asombrado. Mihawk no pudo evitar notar el ojo hinchado del menor producto de su llanto, una ternura enorme se apoderó de él y sin pensarlo se acercó al chico y acarició su mejilla.
- estás bien- dijo suavemente. Zoro estaba atónito, le había hablado informalmente y no solo eso le acariciaba y lo miraba dulcemente.
- yo...- el ruido en el pasillo no lo dejó terminar. Mihawk bajó rápidamente su mano y ambos se giraron para encontrarse con un circo de profesores disfrazados y encabezados por un arrepentido pelirrojo.
- Zoro yo lo siento mucho, por favor perdóname- decía Shanks al borde de las lágrimas.
- No se preocupe usted no podía saberlo, todo está bien. Solo les pediría por favor que no me pregunten nada. No es un tema del que me guste hablar. Además entiendo si desean mantener sus distancias, sé que no soy precisamente la imagen de un profesor, estoy acostumbrado.
Eso fue un duro golpe para Mihawk él había sido el primero en juzgar a Zoro por su apariencia, cuando pensó en lo mucho que debieron de dolerle sus palabras al muchacho, se odió a sí mismo.
- no te preocupes todos respetamos tu privacidad y ten por seguro que todo este asunto está olvidado si es lo que quieres, pero ten presente que estamos aquí para ti si quieres hablar.- dijo el mayor de los profesores de matemáticas.
- muchas gracias Ray sensei.
Terminada la sesión y resuelto el malentendido todos los profesores volvieron a sus casas. Zoro se metió en el baño y rezó porque Law no se diera cuenta de que su ojo estaba rojo. No tenía ganas de explicarle lo que había pasado.
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Sintió como unos suaves besos lo despertaban.
- amor, yo es tarde, no irás a trabajar hoy- por lo visto Law acababa de llegar del hospital. En verdad no tenía deseos de ir. Ya se imaginaba las caras de lástima y los cuchicheos en los pasillos. Pero si no iba su novio no pararía hasta sacarle la verdad detrás de su ausencia.
- quiero quedarme contigo y que me consientas todo el día- le dijo coquetamente y rezando mentalmente porque la excusa funcionara aun que en parte era verdad.
- pues no se hable más recemos para que tus mocosos no embrutezcan más y mis pacientes no mueran.- y dicho esto besó suavemente al peliverde recostándose a su lado y abrazándose. Sin embargo el ambiente se rompió cuando se escucharon fuertes toques en la puerta.
- ignóralo- pidió Law
Sin embargo su inesperado visitante no pensaba rendirse fácilmente y 15 minutos después los molestos toques se mantenían. Fue el mismo Law quien no pudo más y se dirigió a la puerta con la intención de asesinar al responsable de tal escándalo. Sin embargo al ver de quien se trataba respiró profundo y trató de calmar sus ansias de sangre.
- Torao, donde está Zoro- preguntó el pequeño moreno como si no hubiera estado a punto de derribar la puerta.
- buenos días, para ti también Muguiwara-ya. Zoro-ya está durmiendo cuando despierte le diré que te llame- y dicho esto trató de cerrar la puerta, pero no contó con la agilidad de Luffy que se coló en el apartamento y comenzó a llamar a gritos al peliverde.
- Zoro despierta que vas a llegar tarde, Zoro, Zoro!
- Luffy por dios deja de hacer escándalo, no me siento bien así que hoy no iré, luego llamo a tu abuelo y se lo informo- decía Zoro mientras salía de la habitación.
- pues yo te veo perfectamente, el abuelo me contó lo que pasó y me dijo que te llevara a la escuela a como diera lugar, o si no vendría él y créeme no quieres que eso pase- ante esta declaración de Luffy Zoro quería que la tierra se lo tragara, por culpa de ese idiota tendría que aguantar los celos enfermizos de Law.
- y que fue lo que pasó ayer, Muguiwara-ya.- preguntó molesto el ojeroso. Si alguien le había tocado un solo cabello a su peliverde la sangre correría.
- no pasó nada amor, es solo que hicieron un estúpido calendario con fotos de los profesores y las mías son muy vergonzosas. No sé con qué cara veré a mis estudiantes- se excusó Zoro mientras le daba una mirada suplicante a su mejor amigo para que mantuviera la boca cerrada.
- qué clase de foto, por que no me dijiste nada, no recuerdo darte permiso para estar mostrándote en público. Ya sabía yo que esta tontería del trabajo no era buena idea.- se quejaba el médico.
Luffy no pudo aguantar el enojo- el no necesita tu permiso, no eres su dueño Torao.
- claro que si, soy su novio él es mío y yo soy suyo- dijo Law con una media sonrisa socarrona.
- basta los dos, dame unos minutos Luffy enseguida nos vamos, traten de no pelearse mientras no estoy- y diciendo esto el peliverde los dejó solos.
- los celos no son buenos consejeros Muguiwara-ya.
- miren quien habla, si fuera por ti no lo dejarías salir de la casa
- no te lo niego, como ya te dije estoy en mi derecho soy su NOVIO y ambos sabemos que a ti nunca te verá de esa forma.- dijo Law sin borrar la sonrisa de suficiencia de su cara. Sin embargo la reacción del pequeño no fue la que esperaba.
- lo sé, para el no paso de un amigo o peor un hermanito. Pero ambos sabemos que se merece algo mejor que tú y cuando lo encuentre yo seguiré en su vida, pero tú no pasarás de un simple suplente defectuoso del vacío que dejó mi hermano.
Ambos se miraron fieramente pero por suerte la tensión fue rota por la llegada de Zoro, que se despidió de Law, no sin antes prometerle uno de los famosos calendarios, y tomó rumbo a la escuela junto a Luffy.
- vamos, no te preocupes, ya verás como todo va bien- le animaba Luffy.
Zoro solo sonreía falsamente, deseando que el camino se le hiciera más largo.- por cierto deberías ir a la reunión familiar- dijo tratando de pensar en algo más.
- no tengo ganas- respondió el más bajo.
- no seas así Luffy, tu abuelo incluso me pidió que los acompañara con tal de que fueras.
- Irás- preguntó el pelinegro ilusionado.
- sabes que no puedo, sería muy doloroso para todos
- para mí no, si estuvieras sería como en los viejos tiempos.
- no, solo sería un recuerdo de que él ya no está. Escúchame Luffy, puede que para ti no sea doloroso verme, pero para el resto soy un recordatorio andante de que Ace murió, todos han tratado de seguir con sus vidas y aunque no estés de acuerdo con sus decisiones, son tu familia y te aman. Prométeme que lo pensarás, hazlo por mí.- pidió el de verde cabellera.
- eso es jugar sucio. Sabes que haría cualquier cosa por ti. Te amo.
- yo también te amo tonto, eres mi mejor amigo- respondió Zoro sonriendo.
Y como siempre su confesión era pasada por alto. Siempre era así pero no por eso dejaba de doler. Se despidieron con un abrazo y el peliverde se dirigió a sus clases mientras Luffy caminó hacia la oficina de Garp.
- Mocoso, lograste traerlo
Luffy no contestó solo se sentó en silencio con la cabeza gacha.
- idiota respóndele a tu abuelo cuando te habla, -dijo el mayor mientras le propinaba uno de sus puños de amor, pero no obtuvo ni una sola queja de su nieto.
- Luffy estas bien?- dijo situándose frente a él y agachándose para quedar a su altura.
- Duele, duele mucho.- dijo entre sollozos mientras sostenía su pecho
Su abuelo lo miró confundido.
- ya lo sabía, siempre lo he sabido, que él nunca me amará. Pero no puedo detener estos sentimientos, que hago abuelo. Para el solo soy el hermano del hombre que amó, que hago para que deje de doler.
Garp solo pudo abrazarlo. No podía responder a eso, y sabía que las palabras vacías como "todo va a estar bien” no funcionaban con su nieto. Luffy lloró desconsoladamente hasta que se quedó dormido. Sin embargo ni siquiera su subconsciente pensaba darle tregua así que en sus sueños rememoró el momento en que encontró y perdió el amor.