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El Omega del Omega (Stony, ThunderShield) por Mariela

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Notas del fanfic:

Los personajes de este fic no me pertenecen. Son de Marvel, Disney, y Stan Lee.

"Desearía vivir lo suficiente para presenciar tu boda, mi niño, pero por desgracia no será así. Sin embargo, tén por seguro que estaré orgullosa de tí aunque no esté presente, porque sé que tu alfa será un hombre maravilloso que sabrá amarte como te mereces".

-Lo es, madre.

Murmuró, tan suavemente que las doncellas que lo ayudaban a vestirse no pudieron escucharlo, y por ello, salieron en silencio una vez terminada su labor.

Steve se miró en el espejo, no cabía duda de que ese mundo tenía costumbres muy peculiares, pero no podía quejarse, y menos ese día en que oficialmente formaría parte de Asgard. Además, tampoco es que se viera mal, era solo que no gustaba de vestirse de mujer, más debía tolerarlo si quería la aceptación de sus suegros, ya que, según la tradición asgardiana, la novia debía usar un vestido negro con hermosos encajes blancos para la ceremonia, y dado que no podía luchar contra milenios de costumbre, el omega había aceptado vestir así en la suya.

Y el vestido tampoco estaba tan mal, era largo hasta cubrir sus pies, las mangas eran algo holgadas, y se ajustaba perfectamente a su cintura y torso brindándole la cómodidad que deseaba. Por otro lado, lo que realmente le resultaba molesto era la corona de flores que habían puesto en su cabeza, ya que, aunque era un omega, ciertamente no tenía el cuerpo de uno y el hecho de verse más fornido de lo que debería lo hacía lucir como si fuera un alfa en vestido, y no había nada más embarazoso que eso.

Aunque en Asgard no parecían reparar en ese detalle, de hecho, hasta creía que era la principal razón por la que lo aceptaban, y eso era mucho más de lo que había esperado, mucho más de lo que Thor le había prometido.

Thor. Su alfa. Su prometido. Su futuro esposo.

Su madre le había pedido que eligiera a un buen alfa para ser su pareja, un buen hombre, y Thor era exactamente todo lo que ella habría deseado para él. Es decir, el dios era fuerte, amoroso, detallista, y controlado, un compañero que lo consolaba en sus peores momentos, lo sorprendía con obsequios y acciones destinadas únicamente a hacerlo sonreír, no lo celaba, ni lo juzgaba, le daba su espacio, lo veía y lo trataba como un igual, lo respetaba, le abría su corazón, y lo convertía en el principal motor de su mundo, así que sí, había encontrado un buen alfa y estaba por casarse con él.

Porque era así como funcionaba, ¿no?

Alfas con omegas, betas masculinos con betas femeninos, hombre con mujer.

Su propia madre era una omega unida a un alfa, y él también era un omega, así que por lógica debía unirse a también a uno, aceptar su mordida, dejar que lo apareara, y darle cachorros, justo como debía ser, ¿cierto? Eso dictaba la naturaleza, y dicha regla se había seguido incluso desde la edad de piedra, cuando alfas y omegas aun estaban conectados con su lado animal y podían transformarse bajo la luna llena, mucho antes de que la evolución suprimiera esa célula que los ponía en contacto con su lobo interno.

Pero entonces, si se supone que era a Thor a quien debía entregarle su corazón y sumisión, ¿por qué entonces sentía que todo eso estaba mal? ¿Por qué sentía que se estaba equivocándo? Vamos, tenía todo lo que un omega podría desear, e incluso al mejor compañero de la galaxia, por lo que realmente no tenía ningun motivo para estar dudando en ese momento, y menos aun en ese preciso momento, porque, rayos, iba a casarse en treinta minutos, y no podía flaquear frente a su alfa.

No podía hacerle eso a un hombre que le había entregado todo.

-Luces bien.

Se sobresaltó al escuchar la voz de su amiga, volviéndose inmediatamente para encontrarla recargada en el umbral del salón, vistiendo un hermoso vestido azul oscuro con escote de lado, (claramente asgardiano), con los brazos cruzados y una mirada indecifrable.

-Hola Nat.

-Hola Steve-caminó hacia él y descruzó los brazos-Te ves encantador con ese vestido.

-Y lo disfrutas, ¿cierto?

-No puedo negarlo-sonrió burlona-Al menos es lindo.

-Gracias, eso es muy alentador-dijo, regresándo su mirada al espejo.

-Oye, ¿qué te ocurre?-preguntó la espía al notar su rostro apagado.

-Nada.

-Mientes.

-Estoy bien Nat, no te preocupes.

-No fue lo que pregunté.

-Nat...

-Deberías estar feliz y lleno de vida, y no es así, así que no pretendas que estás bien cuando es tan notable tu falta de entusiasmo.

-De verdad estoy-

-Vuelve a mentirme y te golpearé.

Natasha miró fijamente al súper soldado, entrecerrándo los ojos y liberándo sus feromonas alfa en un intento por imponerse sin importarle la ira del dios del trueno, pero el rubio no se amedrentó y le sostuvo la mirada, al menos el tiempo suficiente para resignarse y suspirar.

-Es solo que...siento que esto está mal.

-¿Y por qué sientes eso?

-Quisiera saberlo.

-¿Quiéres casarte?

-Sí.

-¿Quiéres unirte?

-Sí.

-¿Quiéres aparearte?

-Nat.

La alfa rió, antes de ponerse seria y tomar la mano del omega para hacer que la mirara.

-¿Amas a Thor?

El rubio abrió los ojos como platos, la pregunta lo había descolocado por completo.

"-¿Amas a Thor?"

Steve apretó los puños y desvió la vista.

-¿Quién no amaría a Thor?

-No pregunté quién no lo amaría, pregunté si tú lo amabas.

-Por supuesto que lo amo, me voy a casar con él, ¿no?

-Steve, mírame.

Obedeció.

-Dime la verdad, ¿amas a Thor?

Tragó saliva, y justo cuando iba a contestar la puerta se abrió de forma estrepitosa para permitir el paso del resto de los vengadores.

-Ahí está la novia, ven acá Capi, estoy tan orgulloso de tí-dijo Clint, abrazándo sin reparo al rubio, quien se mostró sorprendido no solo por el gesto sino también por el vestido verde de diseño asgardiano que su compañero llevaba puesto.

-Gracias Barton, pero, ehh, ¿y ese atuendo?

-¿Qué?-parpadeó confundido por unos segundos, para luego mirarse a sí mismo y sonreír-Ah, el vestido, bueno, verás, resulta que aquí en Asgard tienen ciertas normas para los extranjeros, y al parecer, la única forma de que pudieramos acompañarte este día era que vestieramos adecuadamente para la ceremonia. Por eso tuve que ponerme este rídiculo atuendo, y agradecelo, Cap, porque esto es humillante en muchos sentidos.

-Te lo agradezco, y gracias por estar aquí, en verdad, significa mucho que pudieran venir.

-Vamos, ¿acaso creíste que nos perderíamos tu boda? Puff, no lo haríamos ni aunque el mundo se esté destruyéndo. Aunque admito que sí, tuve que arrastrar a Banner de su laboratorio, y sí, le mentimos a Nick para venir, y también sí, le robé glasiado a tu pastel de bodas, pero estamos aquí y no desearíamos estar en otro lugar que apoyando a nuestro buen amigo Steve. ¿Verdad, Bruce?-lo golpeó con el codo para llamar su atención.

El doctor levantó de inmediato la mirada de su libreta de notas para observar al arquero con confusión, obviándo el hecho de que no había escuchado nada.

-¿Qué?

Su omega frunció el ceño con disgusto.

-¿Verdad que estás feliz de estar aquí, con Steve y conmigo, en lugar de ese horrible y lúgubre labortorio?

-Oh claro, por supuesto-contestó, acomodándose los lentes con nerviosismo-Estoy feliz por tí Steve, y también por Thor, estoy seguro de que serán una linda pareja juntos.

-Ya están juntos, soquete-replicó el arquero.

-M-Me refiero a oficialmente.

-Arrgg.

-Esta bien, chicos, lo importante es que estamos todos-interrumpió el Capitán antes de que la pareja comenzara a discutir.

-No lo defiendas Cap, es un alfa desconsiderado.

-Clint, no soy desconsiderado, es solo que estaba a la mitad de algo importante y...

-¿Algo más importante que yo?

-No, pero...

-Okay, basta-finalizó la alfa femenina, tomándo del brazo tanto al omega como al de lentes-La ceremonia empieza en quince minutos, y Steve está nervioso, dejémoslo tranquilo por favor-dijo, y arrastró a la pareja fuera del salón para darle privacidad al rubio-Nos vemos luego, Cap.

-Suerte con el fortachón.

-Hasta luego, Steve.

-Nos vemos, chicos.

Una vez solo, el Capitán verificó por última vez su apariencia y tomó la 
espada que le entregaría a su alfa durante la boda, (según dictaba la tradición), para luego salir rumbo al salón real, donde Odín y Frigga lo esperaba para bendecir su unión. Sin embargo, apenas dobló por el pasillo que lo conduciría a ellos, se topó frente a frente con la única persona que no deseaba ver ahí.

-¿T-Tony?

No hubo respuesta. En cambio, unos labios desesperados atraparon los suyos en un beso apasionado y salvaje que hizo que su corazón latiera a prisa.

-¡Ngh!

Tony lo estaba besándo, Tony se estaba colgándo de su cuello, y por más que se resistía e intentaba apartarlo, éste no lo dejaba y se aferraba más a él.

Y para cuando se dió cuenta, ya estaba correspondiendo al beso, atrayendo al castaño por la cintura y jadeando cuando éste lo empujó a la pared y comenzó a recorrer su torso con las manos. Claro, él no iba a quedarse atrás, y pronto comenzó a acariciar la cintura del omega más bajo, notándo en el acto que Tony no estaba usándo sus típicos trajes de siempre sino el mismo tipo de vestido que le había visto a Clint, y el cual parecía ser la vestimenta obligatoria de los omegas en Asgard.

Omega.

Sí, Tony lo usaba porque era un omega, Tony entraba en celo y procreaba como él, Tony era como él, era su hermano de casta, y el simple hecho de estarlo besándo era un acto antinatural del que su madre estaría muy avergonzada de estar presente.

-¡¿Qué crees que haces, Tony?!-preguntó, empujándo al castaño y limpiándose los labios con la manga de su vestido.

-¿No es obvio? Vine a impedir que hagas una estúpidez, Steve.

-Por dios Tony, voy a casarme en diez minutos, no tengo tiempo para esto, así que ve con los invitados y dejáme en paz.

-No-respondió, casi colgándose del brazo del más alto para detener su huída-No voy a permitirlo, ¿me escuchaste? No lo haré.

-Suéltame-ordenó, tirándo de su brazo, pero el castaño se aferraba a él con fuerza-Suéltame, Tony.

-No hagas esto Steve, ni siquiera lo amas, él es un imbécil, y lo más importante, él jamás te hará tan feliz como lo haré yo.

-¡Tú no decides eso, Stark! Ahora, suéltame-forcejeó con más fuerza.

-¡No!-cerró los ojos-¡Estás cometiéndo un error, Rogers!

-Ya basta de berrinches, Tony, suéltame.

-¡No!

-¡Dije que me sueltes!

El rubio, cansado de eso y sabiéndo que se le acababa el tiempo para llegar al salón, aplicó más fuerza y liberó su brazo del castaño, para luego empujarlo en un intento por evitar que volviera a aferrarse a él, sin embargo, no midió su fuerza y acabó lanzándolo al suelo.

Tony lo miró entonces con lágrimas acumulándose en sus ojos, y una mirada tan dolida que le causó una punzada en el corazón. Y ésta se hizo más fuerte cuando lo vió gatear y ponerse de rodillas frente a él.

-Por favor...-suplicó, rompiendo en llanto-Por favor, Steve, no te cases.

-Tony.

-¡No te cases, no te cases, no te cases, no te cases!

-Dios, no, basta Tony, levántate-dijo, intentándo ponerlo de pie, pero el castaño se aferró a sus piernas y escondió su rostro lloroso en ellas.

Steve sintió como brotaban lágrimas de sus propios ojos al ver lo bajo que había caído ese orgulloso omega al que había confundido con sus egoístas acciones, y la culpa lo golpeó con fuerza al ver el gran daño que le había causado.

¿A eso habían llegado por arrastrar a Tony a sus deseos enfermizos? ¿Esas eran las consecuencias de no ponerle un alto a la situación? ¿A cuántos más tenía que lastimar para entender que debía resistirse al pecado?

Su madre se lo había dicho, ella lo habría críado en las enseñanzas de Dios, y Dios decía que hombre con mujer, alfa con omega en su defecto, y aun así, no pudo evitar sentirse atraído por el castaño apenas conocerlo.

Empezó como un click al cruzar miradas por primera vez cuando éste llegó volándo para ayudarlo con Loki, luego fue tensión, feromonas de omegas rivalizándo como si estuvieran en temporada de apareamiento y lucharan por la atención de un alfa, y por un tiempo en verdad fue así, ya que Thor, el tercero al mando de la manada, y un alfa muy apuesto, había mostrado interés por ambos, pero había elegido inclinarse por el rubio luego de conocerlo mejor, lo que permitió que se disipara la tensión y surgiera una fuerte amistad entre el castaño y el rubio.

Amistad que los llevó a la atracción y al deseo.

Resultaba hasta difícil saber cuándo o cómo pasaron de ser buenos amigos a enrredarse entre las sábanas y abrir alternadamente las piernas para el otro, compatir celos aun sabiendo que no serían satisfechos del todo como lo serían de pasarlos con un alfa, besarse, acariciarse, sonreírse con complicidad, entenderse sin palabras, y añorarse con las miradas. Pero Steve estaba seguro que comenzó desear a Tony desde que lo vió desnudo por primera vez, y esos sentimientos enfermizos se hicieron más fuertes cuando permitió que lo besara aquel 4 julio mientras contemplaban los fuegos artificiales.

Sí, fue en ese instante en que comenzó a desvíarse. ¿Por qué estaba tan seguro? Porque desde ese momento los besos de Thor dejaron de ser dulces, sus abrazos cálidos, sus detalles maravillosos, y sus promesas suficientes, fue a partir de ese momento en que su amor por Thor comenzó a apagarse como una vela contra tormenta, y la chispa por Tony se encendió.

¿Las consecuencias? Que no solo correspondió las insinuasiones del omega más bajo, también las alentó, fue él quien comenzó los encuentros sexuales, quien lo invitó en su celo, quien lo sedujó, quien lo ilusionó solo para abandonarlo cuando su "alfa" le pidió matrimonio. Aceptándo únicamente con el objetivo de curar su enfermedad, pues Steve creía firmemente que, si pasaba el tiempo suficiente junto a Thor y lejos de Tony, seguro dejaría de desear a su propia casta.

¿Daños colaterales? Que lastimó y destrozó al castaño al punto de quebrantar su espirítu altanero y rebelde que se oponía a la idea de ser de la especie inferior y pertenecerle a alguien, y la prueba estaba frente a él.

-Tony, ya basta por favor, no hagas esto. Tén dignidad.

El omega lo miró, para luego fruncir el ceño y apretar el abrazo que mantenía en sus piernas.

-¡¿Qué importa la dignidad ahora, Rogers?! ¡¿Qué tan importante es eso cuando la persona que amo se va de mi lado para siempre?!

-Por favor Tony, entiende que esto no puede ser-dijo, empujándolo con más fuerza hasta lograr separarlo-Voy a casarme Stark, y nada de lo que digas o hagas me hará cambiar de opinión.

-No, por favor-gateó intentándo atraparlo, pero el rubio fue más rápido y retrocedió lo suficiente para evitar que se aferrara de nuevo-Demonios, Rogers, ¡¿por qué me haces esto?! ¡¿Qué hice mal?! ¡Dime que está mal conmigo y lo cambiaré!

-No hay nada malo contigo, Tony.

-Entonces, explicáme, ¿por qué quieres dejarme?-se levantó de un saltó, y finalmente su mirada cambió de desesperación a furia-Tú comenzaste esto, Rogers, tú me besabas, me acariciabas, me tocabas, y si no ibas a quedarte conmigo, ¿por qué me hiciste el amor?¿Por qué me recibiste en tu celo? ¿Por qué me buscaste en el mío? ¿Fuí solo un juego para tí?

-No, claro que no, pero...

-Dijiste que te gustaba, que me deseabas, jesus, Steven, ¡gritabas mi nombre cuando te follaba! ¡¿Por qué ahora prefieres a Thor sobre mí?!

-¡Él es mi alfa!

-¡No dijiste lo mismo cuando te acostaste conmigo! O cuando te besé y me correspondiste.

-Tú no lo entiendes, Tony.

-Es evidente. No entiendo por qué mi omega está abandonándome cuando había jurado quererme.

-No soy tu omega, no eres mi omega, Dios santo Tony, ¡somos omegas! Los dos, ¿no ves que esto está mal? No es así como deben ser las cosas, no es así como lo dicta la naturaleza, esto es enfermo, ambos estamos enfermos, pero yo hago un intento por curarme y tú deberías hacer lo mismo.

-¿Enfermedad? ¿Llamas al amor enfermedad?

-Sé que tú no me amas Stark, solo estás confundido, yo te confundí y lo siento mucho, pero si tan solo aceptas a Pepper todo estará bien, ella es alfa, te curara.

-¡No hay nada que curar porque no estoy enfermo!

-Sí, lo estás.

-¿Es eso lo que realmente piensas? ¿Esa es tu excusa? Entiendo que seas de los cuarenta, pero creí que ya sabías que la sociedad es más abierta ahora, "alfas con omegas", esa es una estúpidez. Los alfas pueden amar a quien quieran, eso ya es ley, ¿por qué entonces los omegas no pueden amar a quien deseen sin importar su casta? Tienes que deshacerte de esos pensamientos Steven, porque de ninguna forma voy a irme de aquí si no es contigo.

-No seas irracional, Tony.

-¡Tú eres el irracional!

El rubio apretó los puños, e iba a contestar cuando de pronto escuchó los pasos de alguien más acercándose. Se volvió y, efectivamente se topó con la amiga de su alfa, la guerrera omega Lady Sif.

-Disculpe, Capitán, pero ya es hora. El príncipe lo espera en las puertas del salón real con impaciencia, debe apresurarse.

-En enseguida estoy con él.

Sif entrecerró los ojos, mirándo fijamente al otro omega que se encontraba en el lugar y notándo la agresión en las feromonas que flotaban en el ambiente.

-¿Todo bien?

-Sí, no te preocupes. Dile a Thor que ya estoy en camino.

-Entendido.

Fue lo único que dijo la guerrera antes de darse la vuelta y dejar a los omegas nuevamente solos. Steve desarrugó entonces su ropa y se acomodó la corona de flores, para luego voltear y caminar rumbo al salón real sin dedicarle una última mirada al castaño.

-Steve.

No respondió.

No se volvió.

No lo miró.

-Te amo.

-Adiós, Tony.

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"No te acostarás con un hombre como se hace con una mujer: esto es una cosa abominable"-Levítico 18, 22.

Hombre con mujer, alfa con omega, machos con hembras, esa era la orden divina. Su madre quería que se casará con un buen alfa, y eso estaba haciendo ahí, frente al trono, junto a un muy sonriente y feliz asgardiano, rodeado de sus amigos y familiares, escuchándo las palabras de unión de Odín, esperándo ser atado de por vida a un buen hombre, al hombre que su madre quería para él.

A un alfa, porque él era omega y debía estar con su opuesto.

Justo como Dios manda, como la sociedad dicta, como su naturaleza le exige, exactamente lo que en sus tiempos se forzaba, pero sin embargo...

"Te amo".

Apretó los parpádos y agitó ligeramente la cabeza. No tenía que estar pensando en eso, solo era producto de la enfermdad que le había contagiado a Tony, era la confusión hablándo, y si estaba tan convencido de eso, ¿por qué sentía que se le saldría el corazón con solo recordarlas? ¿Por qué se enrrojecían sus mejillas y su pecho palpitaba de felicidad? ¿Por qué no podía solo olvidarlas? Thor le había dicho lo mismo en inumerables ocasiones, ¿qué hacía a esta tan especial que no la sacaba de su cabeza?

"ni siquiera lo amas".

"él jamás te hará tan feliz como lo haré yo"

"Ya basta, esto no está bien". Por supuesto que no estaba bien, y si madre viviera seguro estaría tan decepcionada de él, y ni hablar de su padre.

No. Él debía hacer lo correcto, ser un buen omega, casarse con Thor.

-...Steve.

-¿Qué?-abrió los ojos y miró rápidamente al Padre de Todo.

-Tus votos, omega.

-¿Mis...votos?

-Así es Steve-dijo Thor, ganándose una mirada del súper soldado-Ya he terminado los míos, es tu turno.

-Oh, sí, claro.

Se aclaró la garganta y miró a su pareja, para luego comenzar a recitar sus votos de matrimonio, pero tartamudeándo al notar un rostro familiar detrás del asgardiano, mezclado entre los invitados que presenciaban la ceremonia.

Tony. Era Tony, y lloraba como nunca antes lo había visto llorar, dolido, destrozado, y decepcionado, causándo que el dolor en su corazón se crecentara y un nudo muy grueso se formara en su garganta, casi impidiéndole respirar, pero no apartó la vista de él ni aunque las lágrimas se acumularon en sus ojos, y cuando Thor le extendió la espada con la que le ofrecía compartir su vida, el castaño no lo soportó más y salió huyendo de ahí ante las miradas desconcertadas de todos.

Entonces, el nudo se hizo más grande, las punzadas más fuertes, las lágrimas se resbalaron de sus ojos, y la sonrisa de su alfa se desvaneció.

Solo debía tomarla y todo estaría bien, solo tenía que hacerlo, pero sus manos no le respondían, y los murmullos comenzaron a surgir ante su inactividad.

"Si un hombre se acuesta con un varón, como se acuesta con una mujer, ambos han cometido una infamia; los dos morirán y serán responsables de su muerte"-Levítico 20, 13-14.

Eso era lo correcto, eso era lo normal, lo natural, eso era lo que su madre quería.

"Te amo".

-No, por favor, ahora no-suplicó inaudible.

"él jamás te hará tan feliz como lo haré yo."

"¡¿Qué importa la dignidad ahora, Rogers?! ¡¿Qué tan importante es eso cuando la persona que amo se va de mi lado para siempre?!"

"Los alfas pueden amar a quien quieran, eso ya es una ley, ¿por qué entonces los omegas no pueden amar a quien deseen sin importar su casta?"

"¡¿Qué hice mal?! ¡Dime que está mal conmigo y lo cambiaré!"

"¿Amas a Thor?"

¿Amar? Claro que lo amaba, iba a casarse con él, ¿no?

-¿Steve?

Lo llamó su alfa.

-¿Estás bien? ¿Ocurre algo?

Solo estaba confundido, estaba enfermo, y Thor iba a curarlo, y entonces....entonces...

-Steven.

-Toma la espada ya omega.

Tenía que hacerlo, no iba decepcionar a su madre, no iba a caer al infierno por la mano de su Dios solo por desobedecer su mandato más simple, iba a tomarla...

Ahora.

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Tony lloraba sin consuelo, corriendo veloz hacia el puente arcoíris, y esperándo que el guardían ese lo dejara regresar a casa para no volver nunca a Asgard. Total, Steve iba a casarse, no regresaría pronto a la tierra, y no deseaba tener que ver como se engañaba a sí mismo con ese alfa idiota.

Porque solo pensarlo lo lastimaba.

Quería odiarlo, Dios sabía que sí, pero no podía. Porque, vamos, pensándo de forma fría, no era del todo la culpa del rubio, él fue quien se ilusionó, quien malinterpretó su amabilidad, quien le robó un beso en su cumpleaños, quien aceptó su seducción y sus deseos carnales, él fue quien se enamoró.

Además, Steve había nacido en los años cuarenta, rodeado de una sociedad donde los omegas no eran personas sino meros objetos necesarios para procrear, nada más, y donde la fe en Dios lo era todo contra la desesperanza y la depresión de una guerra cruel que no veía fin. Era obvio que creía firmemente que la atracción entre dos personas de la misma casta era una aberración, un acto antinatural, incorrecto, vamos, lo habían convencido de eso de la misma forma en que se convence a un cachorro de que el sol quemaba si lo veías directamente, así que no, no era su culpa pensar que estaba enfermo por sentirse atraído a él, que un alfa podía curarlo, no era su culpa que Tony estuviera ahora con el corazón roto.

Es decir, él debía estarla pasándo peor, ¿no? Seguramente estaba mortificado pensándo que había cometido un pecado imperdonable, y que su Dios lo castigatía por eso, y odió como nunca todo ese asunto de la religión, a la sociedad de los cuarenta, a la mentalidad cerrada de las personas. ¿Por qué no podían ver que el amor era amor? ¿Que no importaba la casta cuando todos eran personas, cuando todos eran iguales? ¿Quién decía que un alfa debía estar con un omega? ¿Un instinto animal apagado hace milenios? ¿Un libro escrito hace mucho por desconocidos de los que poco o nada se sabía en realidad? ¿Una entidad de dudosa existencia que decía ser infinitamente bondadosa pero castigaba la desobediencia y el pecado carnal aun sabiendo que lo único que recibía en su reino era un alma pura? ¿Una iglesia que cobró por expiar pecados en la edad media y fue administrada por hombres que follaban en nombre de dios? ¿Por personas que inventaron el cielo y el infierno para controlar a la gente, y torcieron las palabras de su deidad para su beneficio?

No. Nada estaba escrito, nadie nacía con una predilección por algo, todos eran libres de elegir, de amar, de equivocarse, de redimirse, y nadie podía juzgar a nadie, porque todos viven lo mejor que pueden en este mundo.

Ojála Steve pudiera entenderlo.

-Ya es sufiente de llorar, eres Tony Stark, no lloras por nadie.

Se limpió las lágrimas con brusquedad y caminó hacia el guardían del puente, (cuyo nombre ya había olvidado), para pedirle que abriera el portal a la tierra. Por suerte, el hombre lo escuchó y le abrió el acceso, sin embargo, tras activar el puente arcoíris, Heimdell dejó la espada en su lugar y caminó a la salida, causándole desconcierto al omega.

-Perdón, ¿a dónde va?

-He abierto el puente como querías, mi labor aquí terminó, pero si quieres un concejo, deberías esperar antes de volver a Midgard, ya que hay un hombre que se dirige aquí y desea con desesperación hablar contigo.

-¿Qué?-frunció el ceño. Eso era imposible, todos sus amigos estaban en la boda de Steve-¿Quién?

El moreno no respondió y salió en silencio sin atender a los llamados del castaño, quien solo suspiró y caminó hacia el portal.

Solo debía entrar y llegaría a casa, podría quitarse ese rídiculo vestido que le habían obligado a usar en Asgard, y volver a su rutina de siempre.

Sin Steve.

Más lágrimas amenazaron con salir, pero las reprimió, y, justo cuando se disponía a irse, los pasos apresurados de alguien irrumpiéndo en el lugar lo detuvieron.

-¡TONY!

Su corazón latió a prisa, sus ojos se abrieron con incrédulidad, y su cuerpo comenzó a temblar.

-¡Tony!

No, no podía ser él, él estaba casándose, estaba curándose de su supuesta enfermedad, él estaba con Thor ahora.

-Tony.

No pudo soportarlo más y se volvió hacia el llamado, y efectivamente ahí estaba, jadeante, agitado, desalineado, sin la hermosa corona de flores que seguramente se le había caído por correr hasta ahí, alzándo aun el vestido para moverse con libertad sin tropezarse con él. Sonriente, llorando, extraña mezcla.

-Tony, no te vayas-dijo el rubio, acercándose con pisadas fuertes a él-Por favor, no te vayas.

-¿Quiéres que me quede a ver como eres felíz con él? Eso es egoísta, Steve.

-No me casé con Thor, Tony. Tenía que aceptar la espada, pero no lo hice, no quise hacerlo, no pude, ¿y sabes por qué? Porque te amo.

El castaño abrió aun más sus ojos.

-¿Q-Qué dijiste?

-Que te amo, Stark, y la única persona con la que quiero pasar el resto de mi vida es contigo.

-Pero, ¿qué hay con lo que dijiste en el palacio? ¿Ya no crees que estamos enfermos?

-Aun lo creo-dijo y el castaño intentó bajar la mirada, pero él no se lo permitió-Así me lo enseñaron Tony, pero, ¿sabes? No podría importarme menos, no me importa ya estar enfermo, no me importa ir al infierno, no me importa si decepcionó a mis padres, tú lo dijiste, nada de eso es importante si estamos juntos.

-Steve...

-Te amo, y lamentó mucho haberte hecho daño por negarme a aceptarlo, pero al fin entendí, Tony, y felizmente te digo, si es a tu lado, con gusto iré al infierno, si amarte es enfermedad, gustoso me proclamo enfermo, y si esto es incorrecto, bueno, nadie es perfecto. Así que, ¿qué dices? ¿Me pedornas?

Tony parpadeó sorprendido ante la declaración del más alto, para luego sonreír, soltar un par de lágrimas de felicidad, y abalanzarse a abrazar al otro, enterrándo su rostro lloroso en su pecho.

-Idiota, claro que te perdono, ¿cómo podría no hacerlo? Te amo Steve, en verdad.

-Yo también, Tony.

Steve se apartó y tomó su rostro para poder besarlo, siendo correspondido de inmediato por el castaño, quien además comenzó a empujarlo hacia el puente arcoíris. Esa reconciliación solo tenía un resultado, y no les apatecía hacerlo en Asgard.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Corrieron presurosos por las calles de Nueva York cual niños pequeños jugando en el jardín de su madre, riendo, besándose, cuidándose, y tirándo alternadamente de la mano del otro.

Felíces, como nunca creyeron que podrían serlo, avanzándo sin detenerse, sin mirar atrás, sin reparar en nada más que en la mirada de su omega, corriéndo y corriéndo, alzándo sus vestidos para evitar tropezar, juntos.

Siempre juntos.

Y cuando llegaron a la torre, al entrar en la recáma del más bajo, sus ropas cayeron casi en un parpadeo y sus cuerpos se mezclaron sobre las sábanas de la cama, acariciándose, besándose, recorriéndose, murmurándose palabras de amor, susurrándose el deseo, penetrándose, primeramente con sus dedos, luego tomándo turnos para empalarse con sus penes, estimulándo el del contrario cuando le tocaba estar abajo.

Amándose.

La danza perfecta del sentimiento más puro en su máxima expresión, arrancándoles gemidos de placer y satisfacción únicos, nunca antes superados en sus encuentros previos, y llevándolos al límite de sus conciencias y capacidad corporal.

Perdiéndose en el mar de sensaciones y sentimientos que les provocaba su compañero elegido, que, aunque no era una casta superior, sí lo era a cualquier otro alfa que alguna vez pretendió tomarlos.

Y se mordieron, no para marcar posesión sobre el otro, no eran salvajes, sino para demostrar al mundo y a quien fuera, que el corazón de ese perfecto hombre que yacía a su lado en la cama, (que al final terminaron convirtiéndo en nido), ya le pertenecía a alguien más.

¿Aclaraciones? ¿Pensamientos a futuro? ¿Boda? Nada de eso importaba, porque, si bien dos omegas no podían formar un vínculo como lo harían con alfas o betas, tampoco necesitaban nada más que el querer y la compañía del otro, y estándo juntos, ¿qué más tenía importancia?

No sería un final felíz, no era su historia un cuento de hadas, ambos eran súper héroes, sus futuros enemigos lo más probablemente serían alfas , y a los asgardianos no les haría gracia que un omega al que consideraban inferior se haya atrevido a abandonar al príncipe en el altar, sin mencionar que el mundo no vería con buenos ojos el hecho de que los líderes de los recién formados Vengadores estuvieran en una relación, principalmente porque ambos eran omegas y porque era ya de conocimiento público que Thor, el único alfa líder de la manada, había querido desposar a uno de ellos, pero fuera lo que fuera que les deparara el futuro, lo afrontarían juntos.

Unidos.

Hasta el final de la línea.

-Te amo-dijo el castaño mientras se bajaba de encima del rubio, habiéndo sido el último en adoptar el papel alfa de ese fogoso encuentro sexual.

-Yo también te amo, Tony-respondió el rubio, luchándo por respirar luego de llegar al clímax y correrse en su vientre.

Guardaron silencio por unos minutos, atrayéndose, acurrucándose con el otro y aspirándo el dulce aroma que despedía su amante. Finalmente, luego de recuperar el pensar coherente y la noción del entorno y el tiempo, Steve estiró un brazo para jalar las sábanas y cubrir la desnudez de ambos aun cuando sabía que no había nadie en la torre.

-¿Cuánto más crees que tarden en regresar?

-Seguro están pidiéndo disculpas por mi desliz.

-¿Clint Barton pidiéndo disculpas? Eso me gustaría verlo, Capipaleta.

-No lo sé Tony, tal vez un par de horas o menos.

-¿Crees que él...-tragó saliva y se acomodó en el brazo de su omega para comenzar a hacer dibujitos en su pecho-¿Crees que él regrese?

Steve suspiró.

-Creo que tendrá que hacerlo eventualmente, si no es por mí será por la tierra. ¿Sabías que es su madre?

-¿Quién es su madre?-lo miró confundido.

-La tierra, ella es su verdadera madre, no Frigga.

-¿Estás ebrio?

- Tony.

-Solo me aseguro.

-¿No me crees?

-¿Cómo es que la tierra puede ser su madre? ¿Qué, nació del lodo como Adán y Eva?

-No, y preferiría que no hagas referencias a mi religión.

-Okay, okay, no lo haré, pero necesitas explicarme a que te refieres exactamente.

-Pues, Thor me dijo una vez que Gea es su verdadera madre, que es por esa razón que se siente tan atraído por nuestro mundo, porque Gea es la tierra, la diosa de la tierra, no lo sé, me parece que es antigua creencia griega.

-Oh, ya veo. Rayos, ahora me siento mal por todos los arboles que tale y todas las veces que no reciclé. De haber sabido que estaba ofendiendo a una dama, lo habría hecho sin vacilar, creéme.

-Seguro-rió.

Volvieron a quedarse en silencio por unos instantes, antes de que el castaño volviera a hablar.

-Y...¿qué le dirás?

-¿A quién?

-Steve-tomó su mentón y lo obligó a bajarlo para verlo a los ojos-No evadas.

-Ahh-volvió a suspirar, casi como si estuviera cansado de ese tema-No lo sé, yo...creo que le diré la verdad.

-¿La verdad?

-Sí, le diré que lamento mucho haberle roto el corazón y haber querido utilizarlo, que no quise hacerle daño, pero que no puedo volver con él porque mi corazón le pertenece al egocéntrico Tony Stark, y que deseo que podamos superar esto y seguir siendo amigos. También que estoy dispuesto a ir con Odín y Frigga para pedirles perdón por la ofensa que, para colmo, cometí en su palacio.

-Wow, si que tienes talento con los discursos.

-Tony.

-Bien, bien, pero, ¿no crees que estará muy enojado? ¿Y si te hace daño? ¿O si quiere ahorcarte?

-Dudo que eso sea posible.

-Pero, ¿y sí es así?

-Indiscutiblemente, Thor estará molesto, y quizás no llegué con mucha disposición para hablar, pero sé que con el tiempo sabrá entenderme, y sí no es así, bueno, espero que al menos no desquite su furia con contigo, porque eso nunca se lo perdonaría.

-Sí, algo me dice que tiene muchas ganas de colgarme.

-No lo permitiré.

-¿Tú me protegerás?-preguntó con una risa burlona.

-¿Lo dudas?-arqueó una ceja.

-Oh, no, claro que no.

-Noté tu sarcasmo.

-Oh vamos Stevie, sé que eres un súper soldado y todo eso, pero Thor es un alfa muy poderoso, ciertamente no creo que tengas mucha oportunidad. Pero descuida, siempre podemos envíar a Brucie para defendernos.

-¿Y dices eso porque en realidad dudas de mis capacidades o por que te preocupas por mí?

-¡Yo no...-se sonrojó.

-Jajaja, Tony, eres un libro abierto.

-Okay, de acuerdo, estoy preocupado, pero, ¿puedes culparme? Solo somos omegas Steve, y él, un alfa de otro mundo.

-Por muy enojado que esté dudo que Thor realmente nos haga daño, lo conozco, él no es así, y además, te equivocas, no soy solo un omega, soy el Capitán América, ¿recuerdas?

-Claro, el idiota que se lanza sobre granadas a propósito.

-Así es. Y tú tampoco eres omega normal.

-Cierto. Soy un genio, excéntrico, egocéntrico, millonario, Ironman...

-Y el omega del omega.

-Sí, el omega del...espera, no es gracioso, Steve-cruzó los brazos e hizo un puchero que hizo carcajear al más alto.

-No, no lo es, pero no pude evitar decirlo.

-Ja-ja-ja, que chiste.

-Relajáte, Tony, no hay porqué enojarse.

-Jum-cerró los ojos y desvió la mirada con indignación.

Steve rió de nuevo, y esta vez, liberó su brazo del castaño para volver a ponerse sobre él, y tomar su rostro para acariciarlo, causando en el acto un fuerte sonrojo en el menor, quien también tomó el rostro del rubio y delineó sus labios con ternura.

-Incluso si lo fuera, Steve, mientras seas mío eso no importaría.

-Lo sé, y es precisamente porque siempre piensas en los demás antes que en tí mismo, que te amo tanto, Shellheat.

Y un beso puso fin al día del amor.

Fin




 

Notas finales:

Es mi primer one-shot enteramente romántico, o eso intenté, rayos, tanta dulzura me hará diabetica y moriré joven.


Jajajaja


Y no, no tiene ninguna relación con esa pelicula de nombre La novia de mi novia, ni siquiera la he visto, a mi solo se me ocurrió el nombre antes de saber que existía esa peli.


Ahora, algunas aclaraciones:


*Primero que nada, esta historia se ubica cronológicamente despues de la primera pelicula de los Vengadores y de Ironman 3, por eso no menciono el reactor, se supone que Tony se lo quitó, ¿no?


*Segundo, la boda y vestuario de la boda de Thor y Steve es una mezcla entre una boda vikinga y mi imagiación porque, lo cierto es que aunque los vikingos creían en Thor y Asgard, no tenían relación con ellos, por tanto, no podía hacer que su boda fuera tan vikinga pero tampoco tan fantástica. Jejeje.


*El asunto de las espadas es una tridición vikinga, y creánme, hasta a mí me pareció peculiar.


*Elegí hacer la historia despues de Avengers 1 porque no olvido que fue gracias a esa pelicula que los héroes entraron en su mejor momento en estos años, gracias a ella se volvió a hablar de cómics y aventuras super heroicas.


*Esto no es un ataque a grupos religiosos y menos a la Iglesia católica, yo tambien lo soy, saben, pero aceptó la realidad de mi religión.


*Puse a Tony y a Steve como omegas porque, sí, hay varias historias de ambos viviendo una relación prohibida de alfas, pero ninguna donde ambos sean omegas y se amen, así que yo decidí crearla.


*Me gusta la idea de un ThorxSteve, muchisímo, pero ya que esta shipp no es tan trabajada y tampoco la he asimilado por completo como para crear algo de ellos, decidí hacerle un espacio aquí.


*Esto es una mezcla del MCU y la tierra 616, ¿Por qué? Porque así resultó jajajaj.


*Es cierto que la madre de Thor, al menos en tierra 616, es en realidad Gea, y que por eso se siente atraído a la tierra.


*Gea es la madre tierra, en la mitología griega ella fue la que procreó a los titanes, incluyendo a Urano, el cielo, quien fue el primero y con quien dió a luz al resto.


*Intenté a proposito que fuera enteramente romance y melodramatismo caracteristicos del género normal romántico, así que disculpen sí fue demasiado empalagoso.


*Tuve la intención de poner lemon más explicito, pero quería que fuera más sentimientos y amor, amor, amor, que deseo y pasión carnal, lo cual suele estar en mis lemons, diablos, soy mala para escribirlos. Lo siento.


Y creo que es todo, si tienen dudas pueden preguntarme y gustosa responderé.


Besitos y no olviden comentar.


 

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