Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡Pobre! por jotaceh

[Reviews - 156]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Día 23: Putos

 

Se supone que cuando alguien termina contigo, te debes sentir triste y miserable, solo que Rafael se veía radiante, lo que significa que no estaba enamorado de Julieta finalmente. Aunque quien sí estaba deprimido era su padre, don José Miguel.

 

-Estamos arruinados, ahora los De la Sota no quieren hacer negocios con nosotros. Nuestros principales clientes van a trabajar con la competencia... Todo gracias a la estupidez de mi hijo. ¡No lo puedo creer! -

 

Escuché cómo se quejaba durante la cena. Rafael estaba presente pero no se defendía, no quería empeorar más el ánimo de su padre.

 

-Pero por lo menos le fue infiel con una mujer - fue lo que más le importaba a la señora Cecilia.

 

-Claro, querida... Por lo menos se revolcó con la hija de la pescadera, un gran plan, ¿tú crees que quiera contrata nuestros servicios? - le dijo su esposo con sarcasmo.

 

El ambiente se puso muy tenso en la casa durante mucho tiempo, aunque los únicos que estábamos felices con lo sucedido éramos Rafael y yo.

 

Un día, mientras estaba regando las plantas del patio, se me acercó el rubio, tratando que nadie lo viera.

 

-Gracias - fue todo lo que me dijo.

 

-¿Por qué? - 

 

-Por llevar a esa loca a mi cuarto justo antes que llegara Julieta, para que nos descubriera -

 

-Yo no hice eso-

 

-Claro que lo hiciste tú, te conozco muy bien-

 

Me dolió mucho el estómago, él parecía muy amable en ese momento, pero quizás era una tortura antes de destruirme por haberle dañado.

 

-Lo siento, nunca pensé que tu papá se enojaría tanto -

 

-Fue él quien me obligó a enamorar a Julieta, era la presa indicada. Estúpida y de una familia rica. Si no hubiera sucedido esto, terminaríamos casados a los dieciocho y tendría que estar toda mi vida al lado de esa loca -

 

-¿No estás enojado? -

 

-No, al contrario, nunca había estado tan feliz antes -

 

-Uf, qué alivio, pensé que venías a golpearme - reí calmado.

 

-Bueno, si te gusta el sadomasoquismo... -

 

-¿Qué?... ¿Yo? No... -

 

Su respuesta me impactó y es que no solo fueron sus palabras, sino que también su actitud. Se acercó demasiado a mí, tanto que su boca estaba a unos pocos centímetros de mis labios.

 

-¿Ya te había dicho que me gustas? -

 

Y en ese momento me sonrojé completo. Lo que había imaginado por muchos años se estaba volviendo realidad, el chico que siempre me ha gustado me estaba coqueteando y no sabía cómo reaccionar.

 

-Me dijiste que me querías, no que te gustaba - no supe qué más responder.

 

-Ah, pero eso es de niños pequeños... La verdad es que quiero follarte -

 

La manguera se resbaló de mis manos por la impresión. Mis piernas se sentían como papel y es que no podía dar crédito a lo escuchado. ¡Se parecía a mis sueños húmedos!

 

-Bueno, pero soy virgen, así que debes tener paciencia porque no será fácil que me la metas... Además, lo tienes muy grande y mi anito es muy estrecho -

 

¿Les sucede que en momentos de tensión no pueden controlar lo que dicen? No sé por qué hablé tanto, lo único que sí sé, es que hice el ridículo. Rafael se mató de la risa en mi cara.

 

-Te estaba bromeando... Cuando te folle será porque ambos lo queramos y no porque esté caliente. La verdad es que ahora no quiero estar con nadie, por fin soy libre y quiero aprovecharlo-

 

-Ah, entiendo... Entonces debo tomar un número y esperar a la fila para poder estar contigo ¿verdad? Pues si lo quieres así, vas a tener que hacer lo mismo, porque también hay gente interesada en mí -

 

-¿Sí? ¿Cómo quién? - se puso serio.

 

-Averígualo si tanto te importa - le di la espalda y seguí regando.

 

Me molestó mucho su actitud, porque solo significaba que se iba a meter con una y con otra, o con uno y otro, o con une y otre, la cosa es que se iba a follar a medio pueblo. ¡Maldito puto!

 

 

 

 

 

Al otro día fui a clases, estaba precioso con el sol brillando con fuerza y algunas nubes solitarias peregrinando por el cielo azul, tan solo que mi ánimo estaba asqueroso, seguía enfadado y veía todo gris. 

 

Caminé en el recreo por el patio hasta que me encontré de frente con Emilia. En ese instante sentí cómo el cielo se oscurecía de pronto y las nubes amenazaban con iniciar una tormenta. 

 

-Adivina a quién Rafael acaba de invitar a una cita - es lo primero que me dijo. 

 

-Ayer llevó a su pieza a tres chicas, solo eres una más - mentí. 

 

-Eso lo dices por envidia, la verdad es que lo cautivé con mis belleza y ahora quiere iniciar una relación conmigo. Nadie se me puede resistir - 

 

-Le gustaron tus tetas, después que las toque te va a dejar como a una cualquiera... Como lo que eres en realidad - 

 

-¿Me estás tratando de puta? - 

 

-No, ¿cómo se te ocurre?... Ese es un oficio, lo que tú eres es una zorra traicionera - 

 

-Rafael se va a enamorar de mí, ya verás... Va a caer perdido a mis pies como lo hicieron Cristián y Joaquín antes. Todos me prefieren antes que a ti, asqueroso - 

 

Iba a responderle como se merece, pero en ese momento apareció el Joaco y al escuchar que se jactaba de lo que hizo con él, la encaró. 

 

-Nunca quise estar contigo y si comenzamos a juntarnos es porque tú insistías mucho, especialmente después de inventar que Cristián y Pablo estaban enamorados... Porque todo era una mentira ¿verdad? - 

 

-Ay, pobrecito, ahora se da cuenta lo estúpido que fue al creerme. ¿Ahora qué vas a hacer? Si tu amado ni siquiera te quiere, a él le interesa Rafael, imbécil - 

 

-Eso lo merezco, pero haré hasta lo imposible para que se vuelva a fijar en mí... Y tú sigue con lo tuyo, que lo único que sabes es comportarte como una puta, pero en el fondo, sabes muy bien que nadie te quiere y con Eguiguren no será distinto, te va a coger y después te va a desechar como la basura que eres - 

 

Creo que hasta yo me sentí un poco triste por las palabras que recibió Emilia. Joaquín parece ser muy sereno y educado, tan solo que al enojarse se convierte en toda una bestia. 

 

-Vámonos, Pablo-

 

Me tomó por la cintura y me llevó hasta otro lugar. Quedé helado con todas sus palabras, aunque agradecí que me haya protegido. 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).