Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡Pobre! por jotaceh

[Reviews - 156]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Día 26: Reputación

 

Había pensado que el problema ocurrido en la plaza no tendría consecuencias, que solo sería una experiencia de la cual después me reiría. Sin embargo, se me olvidó que el pueblo era diminuto y cuando regresé a clases me percaté que todos estaban hablando de lo ocurrido.

-No puedo creer que andes conociendo a chicos desconocidos en la plaza…- Cristián fue el primero en enfrentarme.

-He escuchado rumores. Que soy un fácil, que me ando besando con todo el mundo, que mi misión en la vida es convertir a todos los hombres en homosexuales… Siempre pensé que esto ocurriría si el colegio se enteraba que era gay, pero ahora veo que no es así. Me aceptaron tal cual como soy, aunque pueden crear rumores de todos modos sobre mí –

-Ay Pablito, a la gente de aquí le gusta el chisme y le da lo mismo cómo eres. De hecho, deberías sentirte cómodo… No les importa cuán marica seas, sino cuán puta ofrecida puedas ser…-

Genial, llevo toda una vida soportando los rumores acerca de mi mamá y ahora me he convertido en lo mismo, en el centro de los chismes de gente ociosa que no tiene vida propia y prefiere destruir a otros.

Estaba en mi puesto, sintiendo la mirada acusadora de todos. A mi lado estaba el moreno, cuando de pronto apareció Joaquín. Me sonrió ampliamente antes de susurrarme al oído.

-Solo quiero que sepas que no me importa lo que el resto ande hablando… Sé cómo eres y confío en ti…-

-Ok, pero es verdad… Me besé con un chico que no conocía –

El de cabellera castaña quedó congelado, al parecer pensaba que todo era mentira y que sigo siendo tan puro como a los cinco años.

-Pero no es porque haya querido… Lo que sucede es que me uní con Julieta para poder destruir a Emilia…-intenté explicar, tan solo que no me dejó.

-Está bien, no tienes que darme explicaciones… Eres libre de conocer a quien quieras… -

-¡Pero si no es eso! –

-Yo no me enojo, nosotros solo somos amigos –

-¡Qué no es eso! –lo agarré por la camisa del uniforme escolar, y es que no quería creerme que todo había sido un plan orquestado con mi nueva “amiga”.

Además de regalado es agresivo…

Los calladitos son los peores…

Yo sabía que los que tienen el trasero plano son los más putos…

Es igual a su mamá…

¿Es normal que tenga un granito en el prepucio? Es que me está picando mucho…

De inmediato, mis compañeros comenzaron a murmurar sobre mi actuar. Parecía como si buscaran cualquier excusa para inventar mentiras.

Tuve que agachar la cabeza durante las clases, para no llamar la atención de esas mentes malpensadas. Es extraño pensar que las multitudes son tan volubles. En un momento pueden ser tus mejores amigos, pero ante cualquier error, se transforman en monstruos sedientos de tu desesperación. ¡Qué solo fue un besito!

 

 

Sin ánimos, ordené mis pertenencias en la mochila y me puse a caminar para salir por fin del colegio. Esa tarde estaba calurosa, es como si hasta el sol quisiera hacerme sentir mal y me quemaba con sus rayos. Un tanto agotado llegué a la entrada, donde fui sorprendido por una entusiasta muchacha que me abrazó por la espalda.

-¡Funcionó! ¡Funcionó! ¡Nuestro plan funcionó! –

Julieta estaba muy contenta por algo que ni siquiera se había acordado en contarme.

-¿Qué te sucede? –

-Todos están hablando de nosotros… Nos hemos convertido en las perras más perras del pueblo –

-¿Qué? ¿Y eso te hace feliz? Yo me he sentido fatal toda la mañana…. Todos hablan a mi espalda –

-Ay, esos son gajes del oficio. Vas a tener que acostumbrarte, porque cuando eres popular es pan de cada día… Pero lo realmente relevante, es que hemos destronada a la maraca ésa. Ya ni siquiera puede competir con nosotros, ¿acaso ella transformó a dos amigos en homosexuales? ¡Claro que no! ¡Nuestro nivel de putería es mucho más alto! –

-¿En serio estás feliz por esto? ¿No que ibas al colegio de monjas? –

-Ay ni me recuerdes eso, que hoy tuve que darle un beso a una novicia –

-¿Qué? ¿Y por qué? –me alteró saber lo loca que está la rubia.

-Es que por protocolo las monjas deben reportarles a mis papás sobre los rumores que están diciendo sobre mí en el colegio. Así que me llamó una profesora hasta su oficina y me dijo que me ayudaría, que guardaría mi secreto si es que le daba un beso. ¡Fue horrible! Era una vieja gorda y con bigote…. Terrible, pero por lo menos mis papás no lo sabrán –

-Te estás tomando muy en serio tu papel – me reí un poco.

Estábamos afuera de mi escuela, platicando sobre lo que nos había sucedido, cuando Emilia hizo su aparición.

-Miren a estos dos, ¿no les da vergüenza estar en público? – Nos miraba como si ella tuviera una reputación intachable.

-¿Acaso nos tienes envidia? – Julieta se puso enfrente para encararla.

-¿De un par de zorras? Jamás, tengo decencia –

-¿Decencia tú? Te recuerdo que te acostaste con mi novio –

-Pero en su cuarto, no en medio de una plaza como suelen hacer las regaladas como ustedes. Además, ahora estoy muy cambiada… El amor de Rafael me ha hecho entender que solo tengo ojos para él –

-No seas mentirosa, conozco muy bien a Rafael y sé que no eres su tipo… Solo estás mintiendo –la rubia estaba perdiendo la paciencia.

-¿No puedes aceptar que te dejó para estar conmigo? Pues querida, ya se dio cuenta que soy mil veces mejor –la provocaba.

-¿Mejor? ¿Te has visto en el espejo? –

La De la Sota estaba tan enfadada que no pudo evitar agarrar a su enemiga por los cabellos, a lo que mi compañera de clases se defendió pateándola en las canillas. Los golpes continuaron hasta que ambas estaban tiradas en el suelo, levantando una polvareda y gritándose como animales.

-¿No deberías separarlas? –me preguntaron de pronto.

-Ay no, yo en este tipo de problemas no me meto…. Prefiero solo observar – y así se formó un grupo grande de personas alrededor de la pelea, como si hubiera sido un espectáculo.

 

 

-¡Sepárense locas! –

Cristián fue quien finalmente las separó, junto con la ayuda de Joaquín. El moreno tomó a Julieta, mientras que el otro muchacho neutralizó a Emilia, aun cuando seguía sintiendo rencor por ella.

-Si vuelvo a verte te arrancaré esa nariz de tucán que tienes –Julieta seguía gritando.

-Voy a tener que decirle a mi novio Rafael que me defienda entonces –la castaña solo mentía, quería molestarla.

Los ánimos se calmaron cuando ambas se fueron por sus respectivos caminos. Mi nueva amiga se fue arreglando el cabello que le había quedado como un nido de pájaros.

-¿Quién eres tú? –se dirigió al muchacho que la sostuvo en medio de la pelea.

-Soy Cristián, un gusto –el muy pervertido no podía despegar su mirada de sus tetas.

-Mira… para ser morenito estás bastante guapo –

-¡Julieta! Ya detente, el plan de ser putas no funcionó, ya deberías dejar de actuar así –

-Ay, es que creo que ya no estoy actuando, en realidad he descubierto mi verdadera personalidad… Chicos, desde ahora en adelante seré la más maraca de todas las maracas –

Lo que me faltaba, otra loca de amiga.

 

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).