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¡Pobre! por jotaceh

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Día 27: La fama

 

Debo reconocer que soy pesimista, suelo imaginar lo peor de cada situación y me es casi imposible pensar que puede producirse algo favorable de una catástrofe. Sin embargo, siempre después de la tormenta sale el sol. Y luego va a volver a llover y volverá a salir el sol y todo es una mierda, pero lo importante es que hay momentos de luz. Parece.

 

En el colegio, todos hablaban de mí, que era un fácil y que me relacionaba con cualquiera. Eso me daba mucha pena, hasta que ocurrió algo que no me esperaba.

 

-Hola, ¿tú eres Pablo? - se acercó un muchacho de un curso mayor.

 

Estaba solo en el patio y es que Cristián jugaba fútbol con su grupo de sudorosos pubertos.

 

-Sí, soy yo... - no supe qué más responder y es que me sorprendió.

 

Bueno, eso unido al hecho que era un muchacho bastante guapo. Llevaba el pelo levantado, como si quisiera ser de esos artistas estrambóticos que aparecen en la tele. Sus facciones eran rectas, lo que se contrarrestaba con sus ojos casi rasgados, como si fuera asiático. Era moreno y alto, de espalda ancha y brazos fuertes. ¡Era bello! 

 

-He escuchado bastante sobre ti... Y sí, eres guapo -

 

¿Qué? ¿Me estaba coqueteando? Me sonrojé al instante.

 

-¿Te gustaría que fuéramos a tomar un helado a la salida? - ¡Era una cita!

 

Asentí con un movimiento de cabeza y es que estaba tan impresionado que no podía hacer nada más.

 

Me quedé sentado mirando el horizonte, perdido en mis pensamientos sin poder mover ni siquiera un músculo de mi cuerpo. ¿Era verdad o lo había soñado?

 

-¿Qué te pasa? ¿Se te frió el cerebro? -

 

Se me acercó Cristián después que terminó de jugar. Se secaba el agua de su rostro tras tratar de limpiarse el sudor.

 

-Un chico me acaba de invitar a salir - pude hablar por fin.

 

-¿A ti? -

 

-Claro que a mí, ¿acaso ves a otra persona aquí? -

 

-¿Y eso por qué? -

 

-¿Quizás porque puedo parecerle atractivo? -

 

-Bueno... Hay cada loco en este pueblo... -

 

Me levanté indignado y caminé hasta la sala.

 

 

 

 

 

No pude tomar atención a clases y es que estaba obnubilado con mi cita. Está bien, lo más probable es que me haya conocido por la fama que me estaba formando, pero eso no quita que le haya parecido lo suficientemente interesante como para invitarme a salir. Y eso me gustaba mucho.

 

-Así que vas a salir con César -

 

-¿Con quién? -

 

Estaba haciendo la fila en el casino para recibir el almuerzo, cuando Joaquín se me acercó.

 

-El chico que te invitó a salir en el recreo -

 

-Ah, ése... No tenía ni idea que se llamaba así. ¿Y tú cómo te enteraste? -

 

-Me lo contó Cristián -

 

-Estúpido boca suelta - susurré.

 

-Ten cuidado, tiene fama de don Juan. Va por cualquiera -

 

-¿Cualquiera? ¿Eso soy? -

 

-No... No quería decir eso.. Yo... Solo quería aconsejarte -

 

-Nadie pidió tu ayuda... Ahora déjame en paz-

 

-¿No dices eso cuando te vas enfadado? -

 

-¿Irme? No voy a perder mi almuerzo... -

 

Así es que hice el resto de la fila intentando obviar que el muchacho estaba detrás. Comí solo y muy enfadado, ¿acaso piensa que soy tan poco especial?

 

 

 

 

 

 

Hablé por mensajes con Julieta, quien al parecer se emocionó tanto con mi cita que decidió esperarme a la salida. Quería conocer a mi nuevo galán.

 

-Viste, si te dije que iba a ser buena idea tener fama de putas, ahora todos nos hablan y somos populares -

 

-Pero ¿no que tú ya lo eras? -

 

-Ay Pablito, es que cuando eres tan hermosa como yo, sueles intimidar al resto. Tan solo que ahora eso ya no sucede porque creen que soy tan fácil que puedo aceptar a cualquiera. Aunque sea pobre -

 

-¿Tus papás aceptarían a alguien que no fuera rico? -

 

-¡Jamás! Aunque ellos no tienen por qué enterarse ¿o sí? En fin, ahora quiero que me presentes a tu galán -

 

-Quedamos en juntarnos a la salida, pero todavía ni le veo -

 

Nos quedamos en la entrada unos minutos hasta que saliera César. Mientras, Julieta coqueteaba con mis compañeros desde lejos, mirándoles y enviándoles besos a todos. Estaba totalmente subida en temperatura.

 

-Ahí viene, es el que parece chino - le dije a mi amiga.

 

Ahora que lo pienso, el chico se parece un poco a Jisung de NCT Dream, quizás y por eso me gusta. ¿O estoy muy loco? Creo que ya ando viendo alucinaciones.

 

-Uy, es guapo. Me agrada - 

 

-Hola Pablo, ¿listo para ir por helados? - 

 

-Claro - es todo lo que pude decir. 

 

-¡Qué les vaya bien! - la rubia parecía la más animada con todo. 

 

 

 

 

Nos pusimos a caminar rumbo a la plaza, ahí donde se encontraba la heladería. Le escuché todo el trayecto y es que el muchacho hablaba demasiado. 

 

-¿Y es verdad que transformaste a dos amigos en gais? - preguntó de pronto, interrumpiendo su monólogo. 

 

-No, solo fue una coincidencia... Le di un beso a uno y le gustó, aunque prefirió los de su amigo - 

 

-¿Entonces es mentira que te encontraron chupándole la pija a un sujeto en la plaza? - 

 

-¿Qué? ¿Eso andan diciendo que hice? - 

 

El rumor había crecido y de ser solo un beso, pasó a sexo oral y quizás qué otras invenciones. 

 

-Sólo fue un beso, nada más... De hecho, soy virgen - revelé la verdad. 

 

Vi cierta desilusión en su semblante. 

 

-Entonces... ¿No conviertes heteros en gais? - 

 

-No, claro que no - 

 

César se detuvo en seco, al parecer mi revelación le había afectado. 

 

-Creo que será mejor que no vayamos a la heladería - 

 

-¿Y eso por qué? - 

 

Debido a su silencio comencé a creer que sólo quería estar conmigo para tener sexo, que me veía como un prostituto. Y eso no me gustó. 

 

-Solo querías follar ¿verdad? No es que te gustara, solo buscas gente fácil... Tal como me dijo Joaquín - 

 

-¿Qué? ¿De qué hablas? Nunca me has gustado, ni siquiera para tener sexo... Si me quería juntar contigo era como amigos, porque pensé que me podías ayudar en algo... Porque creía que podías convertir en gay a mi mejor amigo, que estoy enamorado de él hace años, pero dice que solo le gustan las mujeres - 

 

Y ahí me quedé, con los deseos rotos y la autoestima disminuyendo como espuma al aire.

 

-Estás bien loco... ¡Vete a la mierda! - 

 

Y me fui furioso. ¿Quién se cree? Nadie invita a otra persona a tomar helado para ser amigos, eso es una señal clara que te gusta. Sólo jugó con mis sentimientos para ocuparme como un juguete. 

 

Me regresé a donde estaba el chico, y es que no había comprendido algo.

 

-¿Y tú amigo es guapo? - 

 

-Bastante y la tiene grande. Se la he visto en los camarines - 

 

Suspiré profundo y me autoconvencí que por muy atractivos que sean, sólo me querían utilizar. Me fui nuevamente, teniendo bien claro que es una mala idea tener fama de fácil. 

 

 


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