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¡Pobre! por jotaceh

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Día 31: Listos para la fiesta

 

Tengo quince años y nunca he ido a una fiesta. Supongo que se debe a que vivo en un pueblo tan pequeño que todos nos parecemos, y lo más divertido que se realiza aquí es la fiesta de la vendimia, que es como la navidad para los borrachos. Todos beben vino, vomitan en la plaza y se acuestan con vecinos que después ignorarán hasta que se den cuenta que se pegaron algo más que el olor.

Y por lo anterior, es que me emocioné mucho cuando Julieta me invitó a su fiesta de Confirmación. Después de la ceremonia en la iglesia, nos iríamos a su mansión a celebrar con todos esos hijos de gente rica que se burlaban de mí en la piscina.

-No creo que encaje. Sería bonito ir como tu amigo, pero... no pertenezco a ese mundo -

-Ay por favor, yo te voy a cuidar en todo momento. Además, para serte sincera era yo quien los incitaba a tratarte mal, porque me daba celos que Rafael siempre te quedara viendo como bobo -

-Qué linda, me encanta que seas tan sincera -dije con sarcasmo.

-En fin, lo importante es que tienes que ir acompañado obviamente -

-Está bien, iré con Joaquín -

-¿Estás loco? ¿Sigues con ese sujeto? -

Todavía estoy con él, porque no tengo el valor de decirle que yo no siento lo mismo, me aterra la idea de verle los ojitos llenos de pena dándose cuenta que todo lo que hemos vivido es una mentira, que nunca pude corresponderle y que si he seguido a su lado, es porque me da... pena. 

-Pablo, cada día que sigues a su lado, es una lágrima más que ese pobre chico va a derramar por ti, así es que o lo dejas ahora, o será tu culpa que lo internen en un psiquiátrico -me aconsejó ese día mi amiga.

-¿Desde cuándo eres tan profunda? -

-Siempre lo he sido, de hecho, cuando niña quería ser monja -

-Claro... tú... monja.... -

-No tienes con qué molestarme, si sigo siendo virgen -

-No puedo creer que no haya sucedido nada con Rafael, siempre pensé que cuando se encerraban en su cuarto era para follar -sigo incrédulo después que me lo contaron.

-Solo eran besos y abrazos, yo tenía que llegar virgen al matrimonio -

-Y parece que sigues con esa idea -

-En eso te equivocas querido, ¿por qué crees que me ansía tanto la fiesta? Porque en ella voy a perder la virginidad con un chico divino que está de intercambio en el cole -

-No me habías dicho nada de eso, ¿quién es? ¿cuándo lo conociste? -

-Ayer... llegó recién al colegio, pero cuando lo vi... supe de inmediato que sería el hombre indicado para robar mi flor. Es alto, rubio y musculoso...-

-O sea, parecido a Rafael -

-¡¡NO!! Ni se te ocurra decir eso.... no se parecen en nada, porque Michael es... Es... más pecoso -

-Wow, un mundo de diferencia... -

-En fin... lo importante es que no te voy a perdonar si no vas a mi fiesta, ¿de acuerdo? Y si no hay de otra, invita a su noviecito -se dio por vencida.

 

 

 

Antes de decirle a Joaquín, tenía que ir con Carmen para pedirle permiso. La encontré en el lavadero, viendo una revista de chismes mientras la lavadora hacía su trabajo.

-Mamá, hoy tomé atención en clases y aprendí algo de derivar una cosa... -

-Muy bien, con tu deber cumples nada más... No creas que te voy a dar algo por premio -¿cómo lo sabía? Vieja bruja.

-Es que mami... Julieta me invitó a su fiesta de confirmación y yo quería saber si... -

-¿Irán hombres ricos? -me interrumpió.

-Bueno, supongo que sí, es la casa de los De la Sotta -

-Genial, tienes permiso siempre que me lleves -

-¿Qué? ¿Estás loca? Se supone que voy a ir con Joaquín -

-¿Y por qué irías con él? Si tu novio es Rafaelito -creo que se había quedado atrasada en la historia.

-Es una larga historia. Lo importante es que no puedo ir contigo, ya no tengo seis años para que me acompañes -

-Tú decides... o me llevas o no hay parranda -

Me fui enfurecido hasta mi cuarto. Cogí mi celular y llamé a la rubia.

-¿Qué? ¿Y qué diablos va a hacer tu mamá ahí? -

-Supongo que emborracharse y buscar un pretendiente con plata, porque tuvo que haber peleado con todos los ebrios del bar -

-Está bien, puedes ir con ella y con tu noviecito... Total, entre más personas, mejor -

-Muchas gracias Juli, te adoro...-

-No me vuelvas a decir "Juli", es demasiado marginal. Adiós -

 

 

 

Y así fue como pude conseguir permiso. Corrí hasta la casa de mi novio, lo esperé debajo del sauce como se nos ha hecho costumbre.

-Hola amor, ¿cómo te fue hoy? -me saludó antes de darme un beso en los labios.

-Bien, ¿y a ti? - pregunté eso, aunque sabía perfectamente lo que me diría.

Me contó sobre lo mucho que le disgusta trabajar en el campo, que está cansado, que sus manos se están llenando de cayos y que su piel no puede estar más quemada. Solo atino a abrazarle fuertemente para darle apoyo. Me lastima saber que tiene que sufrir tanto.

-Para alegrarte, tengo un panorama para este fin de semana -estaba alegre.

-¿Panorama? - de pronto una voz extraña nos sorprendió. 

-¿Cristián? ¿Qué haces aquí? - se trataba del moreno.

-Vine a ver a mi amigo y su mamá me dijo que estaba aquí -

-¿Mi mamá? Mierda... entonces quizás nos ha visto dándonos besos -Joaquín estaba preocupado.

-Pero, ¿te ha mirado feo o algo? -intenté calmarlo.

-No, para nada, de hecho... creo que siente un poco de culpa por obligarme a trabajar -

-Entonces supongo que no te va a rechazar, no tiene cómo hacerlo... Si es tu mamá y te ama -tomé su mano para aliviar sus dudas.

-Ok... ¿estaban hablando de hacer algo el fin de semana? ¿Qué vamos a hacer? -

-¿Vamos? Es una fiesta en la que iremos como pareja, tú no estás invitado -detuve las expectativas de nuestro compañero.

-Ay chicos, desde que comenzaron a salir se han olvidado de mí. Ya me siento solito -se sentó en medio, como si quisiera que lo consoláramos.

Debo reconocer que me dio un poco de pena, y es que tenía razón, olvidamos su amistad cuando comenzamos a ser novios. 

-Está bien, veré si puedo llevarte -

Así, tuve que llamar a Julieta nuevamente.

-¿Qué? ¿Llevar a otra persona? Pablo, esto no es una obra benéfica, es la celebración de mi confirmación con la fe en Cristo...-

-Y tu despertar sexual, lo sé... pero es que nunca vamos a fiestas y a mi amigo le hace mucha ilusión -

-¿Y por lo menos está bueno? Quizás puede ser el fetiche de alguna amiga -

En ese instante vi detenidamente a Cristián, de pies a cabeza.

-Bueno... ¿tienes amigas ciegas? -

-Genial, además de pobre es feo... ¿por qué me haces esto? ¡Maldición! Está bien, ven con tu amiguito, tu noviecito y tu mamá. ¡Pero nadie más! ¿Entendido? -

-Si por eso te quiero tanto Juli -

-¡Que no me digas Juli! Adiós -

Así fue como quedó todo arreglado para asistir a mi primera fiesta de adolescentes.

 

Y sí, nada hacía presagiar que todo terminaría en una tragedia... 

 


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