Día 33: Igual a tu madre
Me sentía mareado y confundido, todo me daba vueltas y no era solamente por el alcohol, sino que por lo que me había enterado.
Desesperado, salí de la mansión De la Sotta, necesitaba tomar un poco de aire, estar solo y analizar lo que mis ojos habían visto.
-¡Pablo! ¿Qué pasó? ¿Por qué te vas? -Julieta se dio cuenta de mi huida.
-Vi a mi mamá besándose con mi mejor amigo -
Ok, tampoco es que Cristián sea mi mejor amigo, pero sonaba más melodramático así que preferí decirlo de esa manera.
-¿También te sucedió? -
-¿A ti también? -
-Claro, ¿por qué crees que se opera tanto? Siempre le han gustado los menores -
-Pero ella está casada - no podía comprender.
-Ay Pablito, eres más conservador que una monja - se mofó.
-Tú también lo eras, querías llegar virgen al matrimonio -
-Pero es que no quería ser como mi mamá, tan solo que después de terminar con Rafael entendí que era mi destino... Y querido, creo que también es el tuyo, tenemos que seguir el legado de nuestras madres -
-Puedo entender que se relacione con los ebrios del bar, ¿pero con un niño de mi edad? Creo que es demasiado -
-No la juzgues así, somos libres de vivir nuestras vidas como queramos, mientras sea feliz y no le haga daño a nadie... -
-Detesto que parezcas una zorra estúpida, y que en realidad seas una puta inteligente y sabia -
-Me va pésimo en el colegio... -
-Pero sueles darme buenos consejos, eres más inteligente de lo que crees -
-Ay, creo que es lo más lindo que me han dicho hoy... Aunque me acabas de tratar de zorra y de puta... -
Se desanimó la rubia, sentándose en el suelo, a un lado de la calle. Al parecer también tenía unos cuántos tragos demás. Decidí hacerle compañía en el suelo frío y sucio.
-¿Y qué pasó con el chico nuevo? -pregunté.
-No se fijó en mí, dijo que era muy joven y que le gustaban las maduras -
-De seguro se acuesta con tu mamá -
-O con la tuya... -
Nos miramos en ese instante y no pudimos evitar la risa que brotó de nuestros labios. Estábamos ebrios, decepcionados, pero felices.
-Joaquín me dijo que era muy afeminado -
-¿Qué? ¿Está loco? ¿No se había dado cuenta de eso antes? Todo el mundo sabe que eres una princesa -
-Ok... No es para tanto, pero tienes razón, el muy tarado no se había fijado en eso -
-Además estás con él por pena. No se merece tenerte a su lado -
-¿Debería terminar? -
-Te lo he dicho muchas veces. Es lo mejor -
Me quedé con esa idea durante todo lo que quedaba del fin de semana. Estaba enfadado con mi novio y es que me había discriminado, cuando yo siempre he pensado en ayudarle y apoyarlo en los momentos más difícil.
Me llamó muchas veces, tan solo que no le contesté, necesitaba pensar, meditar sobre la decisión que iba a tomar.
-¿Qué te sucede? - llegó Olivia a la cocina el domingo, mientras yo veía detenidamente a través de la ventana, perdido en mis pensamientos.
-Estoy de novio con Joaquín, y le quiero, pero no como pareja. Estoy con él porque no soporto que sufra, ya lo ha hecho mucho y no se lo merece... Ayer me trató mal y pienso que es mejor terminar, tan solo que... Bueno, uno siempre tiene días malos y quizás no era su intención hacerme daño -
-No entendí todo lo que dijiste, pero sí me quedó claro que quieres dejar de estar a su lado. ¿Por qué no sólo lo haces? -
-Porque no es tan fácil -
-Solo dile que no lo amas y que no lo vas a ver más -
-Pero va a sufrir -
-¿Y eso está mal? -
-Claro que sí, sería mi culpa -
-No, no sería tu culpa, porque no lo harás con esa intención -
-Pero... Pero... Eso no quita que sufra -
-¿Entonces vas a hacer que nunca más sufra? ¿Cómo lo harás? -
No supe qué responder, y me quedé callado mientras observaba a mi amiga. Creo que ha sido la primera vez que envidio su diferencia y es que ella no comprende muchos de los problemas que me aquejan a diario, simplemente no le son relevantes y tal vez, así debería vivir yo.
Ella se fue y me quedé así, congelado. En ese estado no me di cuenta que se había despertado Carmen y se estaba haciendo un café.
-¿Estás bien? - preguntó y sólo en ese momento me percaté de su presencia.
-Sí, mejor que tú por lo que veo-
-Me duele mucho la cabeza, creo que bebí mucho anoche-
-Sí, tanto que hasta te besaste con Cristián - dije un tanto enfadado aún.
-No me lo recuerdes. En un instante me di cuenta que me miraba las tetas y no sé cómo, pero comenzamos a besarnos. Después nos descubriste y en vez de parar, terminamos... Bueno... Tú sabes -
-¡¿Qué?! - grité desesperado al entender que habían follado.
-¿Él te gusta? -
-No, claro que no... Tan solo que... Mamá, podría ser tu hijo -
-Ay, si solo fue un polvo y nada más. No me voy a enamorar de él -
-Pero quizás Cristián sí... Él... Era virgen -
-¿En serio? No me di cuenta -
-¿Me prometes que no va a volver a suceder? -
-Te lo prometo, si la tiene chica - ay por favor, qué asco, no quería saber.
Me quedé más tranquilo al saber que mi mamá no quería tener nada serio con mi amigo. Minutos después escuchamos que alguien tocaba a la puerta.
-Hola Pablo, ¿está tu mamá? - se trataba del moreno, que iba vestido con camisa y corbata, llevando un ramo de flores en sus manos.
-¿Qué haces aquí? Ella no te quiere ver-
-Es que necesito que sepa que la amo, que lo que sucedió la otra noche fue mágico y que no he podido dejar de pensar en ella todo este tiempo -
-Cristián, fue anoche, solo han pasado horas -
-Es que cada segundo sin Carmen es una eternidad - hacía el ridículo.
Mi mamá al ver al moreno suspiró cansada y volteó los ojos.
-¿Qué haces aquí? -
-Venía a declararle mi amor - se arrodilló frente a ella para ofrecerle las flores.
-No lo quiero, ahora vete - lo rechazó.
-¿Qué? ¿Acaso no significó nada para usted? -
-Apenas y me acuerdo, pero no fue nada del otro mundo... Así que ahora será mejor que te vayas y olvides lo que pasó -
-No puedo, la amo -
-Todos los hombres le dicen lo mismo a la primera mujer que follan, pero déjame aclararte algo, eso solo es calentura y se te va a pasar en el instante que veas unas tetas más grandes. Así que hazme caso y ahora vete -
Mi amigo se fue con la cabeza gacha, le habían roto el corazón.
-¿Cómo eres tan buena para terminar con alguien? -
-Años de práctica, Pablo. Si al final no es tan difícil -
Tengo que aprender de ella, es que lo hizo sin titubear ni nada. Es mi ejemplo a seguir.