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¡Pobre! por jotaceh

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Notas del capitulo:

Hola a todos!!!

Espero que estén muy bien y que se estén cuidando!!

Hoy les traigo un nuevo capítulo, espero les guste!!

 

Nos leemos pronto!! y deseo que todos sus sueños se estén cumpliendo!!

Día 64: Un Milagro

 

Mi mamá se recupera en casa gracias a los cuidados de la abuela. Al parecer lo que me dijo es verdad, y quiere enmendar su relación. Me alegra mucho verlas conversar en paz y no discutiendo como siempre las he visto.

Luego de lo sucedido, Cristián dejó de hablarme. Lo entiendo en parte, se siente traicionado, estaba enamorado de Carmen y ella lo ha dejado, además de abortar al feto que ambos habían fecundado. Me dolió su indiferencia cuando pasé por su lado, fingió ver a otro lado para no saludar. Reconozco que me afecta, más que mal somos amigos desde muy niños, pero le daré su tiempo. Sé que volveremos a ser tan unidos como siempre, solo debo ser paciente y esperar a que sus heridas sanen.

Por eso el primer día en el recreo me encontré solo. Converso con alguno de mis compañeros, pero no son tan cercanos y ellos siempre salen en sus grupitos cerrados. Intenté buscar a Roberto, tan solo que no lo encontré por ningún lado, y me daba mucha vergüenza asomarme en su salón, por lo que decidí sentarme debajo de un árbol y pasar el receso mirando el cielo.

-¿Qué ves? –alguien se sentó a mi lado para conversar.

Me llamó mucha la atención y es que no se trataba de cualquier persona, era la mismísima Emilia, que hasta me sonreía.

-¿Y a ti qué te pasa? –no pude aguantar mi sorpresa.

-Somos amigos ¿no? –me quedé congelado.

¿Amigos? ¿Después de todo lo que ha sucedido entre nosotros? ¡Lo siento, perra! Pero no soy tan cínico. Pensé y es que me causaba mucha curiosidad su cambio tan repentino.

-Cristián ya no me habla, supuse que tú tampoco querías acercarte –

-También se alejó de mí, finge que no me oye ni me ve. ¡Es tan infantil! –

-Debe estar muy afectado por lo que sucedió con mi mamá –

-Sí, es obvio. No quiere rodearse de nadie que le recuerde su relación, así que también me ha apartado a mí –

-Qué fuerte... el pobre está sufriendo su primera pena de amor y no puedo consolarlo, porque se trata de Carmen –

-¿Primera pena? ¿Y yo qué? – al parecer herí su ego.

-Lo de ustedes fue algo fugaz, sin mucha importancia –

-En fin –giró los ojos con desgano –nadie en el curso quiere escucharme, es como si les cayera mal a todos. Y no entiendo por qué, si soy tan simpática –

Incliné mi cabeza para mirarla mejor. ¿Estaba hablando en serio? ¿Qué? ¿Ahora sufre de amnesia?

-Eres una perra insensible sin corazón, egoísta, mentirosa y traicionera –halagué a mi amiga con la mejor de las intenciones. ¡Despierta, amiga!

Emilia quedó en shock, abrió la boca como si le hubiera confesado un crimen y me quedó mirando así por más de cinco minutos. Estoy seguro que la lengua se le secó.

-Ok, he cometido algunos errores, pero ya he cambiado. Eres el único amigo que me queda, ¿podemos hacer las paces? –

-Pídeme perdón –

-Ay, si eres tan lindo. Sabía que todavía me querías un poquito –me dio un abrazo, tan solo que no hice nada para recibirlo.

-Pídeme perdón –insistí.

-Ah sí... estuvo mal lo que hice –

-Pídeme perdón –

-¡Ay ya! Ni que te hubiera apuñalado –

Como no lo iba a hacer, me levanté del suelo y seguí mi camino. Ahí nos vemos, zorra.

-¡Está bien! ¡Lo siento! ¡Disculpa si me quise meter con cada chico que te gustaba! ¡Soy una maldita zorra traicionera que le gusta meterse con tus hombres! –gritó en medio del patio, haciendo que todos nos mirasen.

-Ok, eso fue suficiente. Ahora vámonos de aquí, que me siento un tanto incómodo –la tomé del brazo y entramos a nuestro salón.

Eso no lo vi venir ni en mil años. Al final hicimos las paces y nos hemos juntado todos los recreos y en el almuerzo para conversar, como antes, cuando éramos amigos y me robó mi primer beso. Es como si la vida fuera una constante y todo volviera siempre al inicio. Ahora solo falta que regrese Rafael y vuelva a vivir en su casa... Ok, hace tiempo que no pensaba en él. ¿Qué estará haciendo?

 

 

-Entonces esos dos hombres están interesados en ti. ¡Qué suerte tienes! –finalmente le conté todo lo que me ha sucedido con Ricardo y Roberto.

-Sí, y ahora me estoy arrepintiendo de haberte contado. ¿Vas a intentar conquistarlos como antes hiciste con Joaquín y Rafa? –es que nunca aprendo.

-No, claro que no. Ya he aprendido mi lección ¿de acuerdo? –

-Más te vale, porque si vuelves a traicionarme una vez más, te juro que te dejaré calva –

Habíamos salido de clases, decidimos ir a comprar maní confitado a la plaza del pueblo, por lo que caminamos hasta allí en medio de las hojas que cubrían el suelo, todas secas y amarillas como si se trataran de rayos del sol, de esa estrella que poco se asomaba a través de las nubes. Hacía frío, ambos íbamos con abrigos y de pronto, como en novela coreana, Emilia se agarró de mi brazo y caminamos así un momento. Antes solíamos hacerlo, cuando no sabía que soy gay y solo éramos buenos amigos, cuando en su cabeza existía la posibilidad que fuéramos algo. ¡Qué incómodo! Si nos ven así, ¿qué va a decir la gente? ¡Que soy heterosexual!

-¡Qué puta mierda!- escuché un grito estruendoso de pronto.

Ya habíamos comprado el maní y comíamos en una banca lateral de la plaza. No había mucho bullicio, por lo que el grito de Julieta hizo eco en toda la cuadra. Yo creo que sonó más fuerte que las campanas de la iglesia y la sirena de bomberos juntas.

-¿Qué están haciendo ustedes dos juntos? –la rubia no lo podía creer.

-Hola Juli, volvimos a ser amigos con Emilia –dije un tanto intimidado.

-¿Es una broma? ¿Después de todo lo que nos ha hecho? No lo puedo creer. Eres como esas mujeres que vuelven con el hombre que las agrede. ¿Que no tienes dignidad? –

-He cometido muchos errores, pero soy humana y puedo arrepentirme –la castaña se defendió.

-Pídeme perdón – dijo de la Sotta. Si nos parecemos tanto.

-Sé que te hice sufrir, pero Rafael ya no estaba enamorado de ti, siempre quiso a Pablo –

-Pídeme perdón- somos dos gotas de agua. Si se va de la nada sin decir nada, significa que somos hermanos gemelos separados al nacer... con distinto color de pelo y de ojos, y estatura, y piel, sexo... ¿qué les estaba contando?

-Supe que andas con el Kevin, el morenito de la villa. Todos dicen que hacen muy buena pareja –

Y como era de esperar, Julieta la miró de pies a cabeza, levantó una ceja y se marchó.

-Será mejor que le pidas disculpas, porque entre ella y tú, la prefiero mil veces. Sorry –también me iba a parar, cuando la pobre de Emilia reaccionó, corrió hasta encontrar a la rubia y le pidió perdón.

-Lo siento, cometí muchos errores, pero ya he aprendido. Prometo no volver a lastimarte nunca más –

Así fue como ambos nos acercamos a nuestra antigua enemiga. Y no, no somos crueles, porque ella ha sido bastante malvada con nosotros y debía pagar por todo ¿ok?

 


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