Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡Pobre! por jotaceh

[Reviews - 156]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Día 73: ¿Qué quiero ser?

 

-Julieta está embarazada –le dije a mi abuela y a mi mamá, luego de sentarlas a la mesa frente a mi amiga, que había llegado esa noche con sus maletas.

-¿Y es tuyo? –fue la reacción de doña María.

-Am, ¿qué parte de “soy gay” aun no comprendes? - ¿en serio? ¿Qué imagina esta señora que hago cuando salgo?

-¿Entonces? ¿Por qué la traes acá? Si no es tu responsabilidad –

-Somos amigos y la quiero mucho. Su familia la echó de casa porque no quiere abortar y su novio se fugó como un cobarde –

Las mujeres se quedaron calladas y se miraron unos minutos en silencio. Con la rubia nos tomamos de la mano por debajo del mantel, teníamos miedo que nos dijeran que no podía quedarse.

-Yo pasé por lo mismo, así que te comprendo cariño. Puedes quedarte en esta casa, solo que debes tener en cuenta que debes apoyar con los gastos, deberás trabajar hasta cuando puedas y luego del parto, seguir para pagar todo lo que tienes que comprarle al bebé. ¿Comprendes lo difícil que será? –Si Carmen es tan linda.

-No había pensado en eso, pero prometo que me esforzaré. No estoy acostumbrada a trabajar, aunque por este niño haré todo lo que sea necesario –

-Bien, entonces te quedas a dormir en la pieza de Pablo –es lo que mencionó mi abuela antes de pararse.

No quise hacer más preguntas, porque finalmente habíamos conseguido lo que queríamos. Sin embargo, supe perfectamente que doña María se sintió mal con la situación, al verse reflejada en los padres de Julieta. Ella misma echó a mi mamá cuando estaba embarazada de mí y supongo que por eso, ahora aceptó a la rubia. Tal vez es su manera de enmendar sus errores.

-¿Te das cuenta que hace menos de un año peleábamos por un hombre y ahora dormimos en la misma cama como si fuéramos esposos? –fue la pregunta que me hizo Juli cuando nos acostamos a dormir.

-Amiga, me gusta el pene todavía, que no se te olvide – dejé en claro por si ya había comenzado a confundirse. Digo, las hormonas pueden estar desestabilizándola mucho.

-Lo sé, ridículo, nunca podrías ser mi tipo. Me gustan masculinos –

Así fue como comenzó a vivir con nosotros y a acostumbrarse a la nueva vida que había elegido junto con ser madre. Su colegio es muy caro, por lo que tuvo que dejar de ir a clases y por mientras regularizaba su ingreso a la escuela pública, comenzó a trabajar en el campo junto con mi mamá.

-Antes me recostaba al lado de la piscina para broncearme. Ahora estoy completamente negra por trabajar en la recolección de fruta –fue el comentario que me hizo tras su primer día de trabajo.

-Vas a quedar como el Kevin si sigues así –

-¡No me vuelvas a hablar de él! –gritó fuerte antes de lanzarse sobre la cama, exhausta.

-¿Te das cuenta que vas a tener que trabajar así el resto de tu vida? Hoy solo ha sido el principio –intenté hacerla reflexionar.

-Qué poco positivo eres. ¿No te has dado cuenta que es el mismo futuro que también te depara a ti? –me dejó para adentro con esa pregunta. ¿También viviré así el resto de mi vida? Me lancé sobre la cama sin ánimos.

-Creo que debemos idear un plan para nuestro futuro –

-Tú eres guapa, y yo no estoy tan mal. Podríamos prostituirnos –fue la primera idea que me cruzó la cabeza.

-¿Estás loco? ¿Por qué crees que no hay prostitutas en ese pueblo? –

-Buen punto, mi mamá ya hace ese trabajo gratis –

-Idiota, me refería a que es un lugar muy pequeño, todos nos conocemos. Se sabría de inmediato que hay prostitutos y nos echarían con antorchas y trinches –

-Juli, creo que has visto mucho Los Simpsons –

-Estoy hablando seriamente. ¿Qué vamos a hacer? –

Nos pusimos a pensar, ambos acostados en nuestra cama, mirando el cielo.

-Bueno, tus papás te han echado de la casa, pero jamás podrán sacarte de los registros familiares y eres su única hija, así que eres la única heredera. Por lo que tengo entendido, aunque hagan un testamento, por lo menos tres cuartos de sus pertenencias serán tuyas –

-Pablo, no voy a matar a mis papás –

-No me refería a eso, sino que debes sacrificarte un par de años hasta que la naturaleza haga lo suyo. Digo, un día tendrán que tirar la pata y en ese instante, serás muy rica –

Me miró un rato como si quisiera pegarme, pero desistió y siguió centrada en el cielo de madera.

-No sé por qué te enojas, si sabes que ninguno de los dos es muy brillante – fue lo último que dije.

Al final, nos quedamos dormidos intentando buscar una idea. Al otro día mi amiga se levantó temprano para salir al trabajo junto con mi mamá. Yo luego me fui a la escuela.

Mientras caminaba en esa dirección me encontré con Roberto.

-Hola, amor –me dijo antes de darme un beso en la boca.

-Hola, ¿cómo amaneciste? –

Así, nos fuimos caminando mientras le contaba todas las dudas que tenemos con Julieta.

-Suena como si no tuvieran otro destino. ¿Acaso no quieren ir a la universidad o a algún instituto? –me preguntó luego de escuchar.

-¿Hablas en serio? Primero, eso significaría irnos a la capital provincial porque aquí no hay ningún centro. Y si apenas podemos vivir aquí en la casa de mi abuela, ¿cómo crees que podríamos vivir allá? Y segundo, para eso deberíamos ser medianamente inteligente y bueno… ninguno tiene muy buenas calificaciones

Yo hablaba seriamente y el muy tarado se largó a reír.

-Lo siento, es que no puedo creer que sean así. Existen becas para el arancel de la universidad y también para la mantención. Además, todavía les quedan años para mejorar las calificaciones. A ver, solo por soñar, si tuvieras la posibilidad, ¿qué te gustaría ser de adulto? –

Y ahí me quedé congelado frente a la escuela, intentando buscar una respuesta a una pregunta que para algunos es tan sencilla. ¿Qué quiero ser de adulto?

Me quedé todo el día pensando en eso, incluso cuando comía, seguía meditándolo. Es la primera vez que me hacía esa pregunta y es que, por nacer pobre, siempre imaginé que seguiría los mismos rumbos que mi mamá o mi abuela. Es imposible para alguien de un pueblo tan apartado y sin recursos, poder estudiar en la educación superior, por eso nunca fue una posibilidad. ¿Quién de mi entorno y que no tenga dinero ha ido a la universidad? Nadie, y no miento, es la verdad, no conozco a nadie que haya sacado un título, a excepción de personas que vienen de buena familia.

Siempre imaginé que terminaría trabajando en el campo, o a lo más, de jardinero o sirviente en una casa de familia rica. ¿Para qué soñar en un futuro que era inalcanzable? ¿Y si Roberto tenía razón y puedo hacerlo? ¿Qué me gustaría ser? Digo, no puedo ser como la Barbie que tiene todas las profesiones, debo elegir una. Y como señaló Julieta, no puede ser la prostitución.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).