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¡Pobre! por jotaceh

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Día 82: Casi pelado

 

Las semanas transcurrieron mientras veía a Julieta estudiando sin descanso.

-Pensé que en un colegio privado te enseñarían mejor –comenté.

-Sí, creo que sí, pero como nunca tomaba atención…-

La cosa es que le costó mucho dar los exámenes finales para poder graduarse de la escuela. Y mientras su cerebro se hinchaba de conocimiento, su barriga también lo hacía, pero con el pequeñito que crecía en su interior.

-Antes era rica, delgada y atractiva. Mírame ahora, soy pobre, gorda y fea…-

-Quién te manda a enamorarte…-fue mi forma de darle ánimos.

-¿Y sabes lo peor de todo? Es que creo que sigo enamorada, aun después que me haya abandonado con nuestro hijo –

-No pienses en eso, deben ser las hormonas que te tienen muy sensible –

-El otro día estaba haciendo pis y me dieron ganas de llorar porque el chorrito me mojó el trasero… ¡Necesito un hombre! –

Y me quedé con esa idea, con la noción que cada mujer que me rodea está completamente soltera. Mi abuela, mi mamá, mi mejor amiga Julieta, hasta mi mejor enemiga Emilia.

-Quizás tienes tan mal karma, que se lo contagias a quienes te rodean –me dijo Ruka.

Sí, entenderán que todo está muy caro y que necesito dinero, así que he aceptado cada oferta que el rico japonés me ha propuesto. Si ya hasta somos amigos de verdad. Incluso, he pensado en hacerle descuento.

-Yo las quiero mucho, no quisiera que se quedaran solas para el resto de sus vidas –murmuré.

-Siempre he pensado que cuando tienes un deseo, lo mejor que puedes hacer es luchar con todas tus fuerzas para hacerlo realidad –claro, era de esperar del loco que se mudó a un pueblo escondido en la mierda solo para esperar al chico del cual se enamoró.

-Pero, ¿qué puedo hacer con esto? Si no soy Tinder –

-En Japón existen casamenteras que unen a hombres con mujeres que quieren casarse. Tú podrías hacer lo mismo –

-¡En Corea igual! Siempre lo veo en los doramas –

-¡Siempre nos copian todo! –se me había olvidado que era un poquito racista.

Y como no puedo decirle que no a Ruka, terminamos ideando un plan para unir a todas las mujeres que me rodean con un hombre que las haga felices.

-¿Todas son heterosexuales? –me preguntó de pronto.

-Bueno… mi mamá anduvo con Emilia un tiempo, así que tan… tan hetero no es –

-¿Y tu amiga?-

-¿Cuál de las dos? Julieta está embarazada y solo ha tenido novios, y Emilia… ya te dije, anduvo con mi mamá –

El enano se quedó callado tras escucharme. Algo había transitado por su cabeza y le había dejado inquieto.

-¿Julieta? ¿La ex de Rafael? –mierda, creo que no le había comentado que mi mejor amiga es la primera novia de “su chico”.

-Bueno… sí, es la única con ese nombre en El Sauce –tenía miedo, ya sabía dónde iban sus deducciones.

-¿Me quieres decir que eres cercano a las dos mujeres en este lugar que han tenido una relación romántica con Rafael? –mierda, ya me veía cortado en pedacitos adentro de una bolsa negra.

-Sí… -tragué saliva esperando lo peor.

-Es que este pueblo es tan pequeño, que supongo que todos son amigos con todos –mencionó con desdén.

-Sí, sí… ¡Sí! –no tenía cabeza para decir otra cosa, recién salía de una severa conmoción.

-¿Y por qué no sales con una de ellas? ¿Acaso tus amigas no te gustan? –

¿En serio? Tan inteligente, tan japonés superdotado que se ve, ¿y no se da cuenta que también soy gay?

-Bueno, siempre me ha gustado Emilia, pero como tuvo algo con mi mamá –

Ese era mi mejor disfraz, hacerle creer que me gustan las mujeres para que no tenga dudas que tuve algo con Rafael.

-Ay, pero eso es lo de menos. Creo que deberías declararte y ver qué sucede – mierda, me mandé directamente al clóset, con lo que me costó salir de ahí.

- Ok, pero eso dejémoslo para el final. Comencemos con mi abuela… Yo creo que…-

-¡No! Nunca hay que posponer el amor. Además, es perfecto, tú la enamoras, son felices, y me dejas el camino libre para estar con mi Rafael. Está decidido, hoy mismo le vas a declarar a esa zorra que te gusta –

Yo y mi gran boca. A los quince minutos estábamos caminando en dirección a su casa. Escuchaba sus elucubraciones sobre cómo se desarrollaría todo, especialmente detallando lo feliz que sería con el rubio, porque ambos están destinados a estar juntos y un montón de estupideces que había creado en su mente. Mientras yo intentaba rezarle a cuánto santo me acordaba, para que Emilia no estuviera en su casa, en especial después que Ruka me compró un ramo de rosas para que “mi declaración” fuera romántica.

Toqué a la puerta muy nervioso, e intenté respirar con normalidad. Para mi desgracia, abrió la puerta su mamá.

-Hola Pablito, ¿cómo has estado? ¿Quieres ver a mi hija? –la puta madre, la cabra chica estaba en casa.

-Em sí, ¿puedo pasar a su pieza? –prefería que fuera allí, pero…

-¡No! Dígale que salga, que es algo muy importante –intervino el chino desgraciado ése.

La señora vio luego que tenía un ramo de rosas rojas y comprendió todo. Se fue a buscar a Emilia con una risita pícara.

-¿Qué sucede? –la castaña apareció con pijama y el pelo todo enredado.

Ruka me dio un empujón para que dijera algo y es que me había quedado mudo de pronto. Mierda, mierda, ¿acaso el dinero que me paga este tarado vale tanto la pena?

-Este… bueno… ¿Emilia? Yo… venía porque quería que supieras que… megustasyquisieraquefuerasminovia –si entendía bien, y si no, mejor.

Le ofrecí las flores mientas la veía quieta, como una estatua. De seguro no entendía porque este fleto estaba haciendo tal espectáculo, si sabía que me gustaba la verga y no la cuca.

-¡Sí! ¡Dice que sí!- su mamá estaba espiando desde atrás y la vieja chismosa escuchó muy bien.

-Claro que sí, si siempre me has gustado mucho… ¡Estoy enamorada de ti! Si por eso estuve con Cristián, para sacarte celos. Y luego con Rafael, y acosé a Joaquín, y hasta con tu mamá… Todo ha sido para llegar a este momento. Si sabía que eras amanerado, pero porque te criaste con tu mamá que era la sirvienta de los Eguiguren, pero nada más. Si en el fondo, sabía que te gustaban las mujeres guapas como yo…-

¿Han visto esas escenas en el desierto en que antes de la tragedia todo está quieto, silencioso y aparece rodando un estepicursor? Bueno, eso mismo sucedió en ese momento. La mamá de Emilia quedó impactada por toda la historia que tiene su hija, yo creo que seguía creyendo que era una santa virgen. Yo no podía comprender cómo pudo revelar tantos secretos juntos, cuando mi declaración de amor falso era precisamente para ocultarlos. Y Ruka, bueno, ya sabrán porque estaba impactado.

-La concha que te parió Emilia, ¿cómo tienes la lengua tan suelta? ¿Cómo no te diste cuenta que todo era mentira? Si tengo detrás a este chino detestable. Que me estaba declarando para que no sospechara que soy yo de quien se había enamorado Rafael –

-Lo sabía, si esto no me cuadraba para nada. Estabas muy cerca de él como para no estar relacionado. Tan solo que no puedo entender cómo alguien tan guapo se fijó en un feo como tú – el japonés terminó por estallar y me encaró por haberle mentido.

De esa tarde, creo que solo recuerdo la cara de la mamá de Emilia viéndonos espantada, porque Ruka se me lanzó encima para tirarme del pelo, mientras yo le pateaba, pero es tan chico que no le llevaba ningún golpe. La pobre tuvo que haber sentido que presenciaba una pelea de trabas por el territorio de trabajo en la calle. Y Emilia… con ella hablaré más tarde, después que la peluquera logre emparejarme el pelo.


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