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¡Pobre! por jotaceh

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Notas del capitulo:

Hola a todos!!!

Espero que estén muy bien, y que todos sus sueños se estén cumpliendo *_*

 

Hoy les traigo el... penúltimo capítulo de esta historia. Ha sido un viaje largo, que comenzamos en el 2019 y que estamos a punto de terminar. Espero les gusten estos dos últimos capítulos y que nos sigamos encontrando en otras historias en el futuro <3 

 

Solo si les interesa, estoy comenzando una nueva historia (Hot Aussie Boys), si quieren darle una oportunidad me harían muy feliz.

 

Hasta pronto!! Les adoro!!! :D

Día 99: Mis amigos

 

-Mi jefa quiere apoyarme y me dará un préstamo para entrar a la universidad a estudiar administración de empresas -me dijo muy feliz Rafael el otro día.

Yo estaba en la cocina lavando los platos, después de un día agotador de clases, cuando llegó mi onvre todo feliz, me abrazó por la espalda y me dijo la “buena noticia”.

-¿Y a cambio de qué? -fue mi respuesta por instinto.

-¿Cómo que a cambio de qué? De ayudarme, obvio…- a otro perro con ese hueso, siempre he desconfiado de esa vieja.

-Claro… y le vas a pagar en módicas cuotas de a vergazos –

-¡Por Dios! ¿Por qué tienes que desconfiar de todo el mundo? Si al único a quien amo es a ti –

-Repite eso de nuevo…- hice pucheros.

-Al único que amo es a ti, tontito…- y nos besamos tiernamente.

-Me alegro mucho, amor… Me sentía mal porque yo estaba estudiando mientras tú te sacrificabas trabajando. Espero que este solo sea el inicio de una historia exitosa…-

-Si sigo a tu lado, sé que todo saldrá bien –

¿Les había dicho que con el pasar de los años él se ha vuelto cada vez más romántico? Es como un sueño, una utopía. Que Disney no estaba tan equivocado, en realidad uno puede tener un final feliz, con príncipe azul, todo rubio y musculoso incluido. Así que no pierdan las esperanzas, o solo tápense los ojos, que ya dijo el principito: “pero las semillas son invisibles. Duermen en el secreto de la tierra hasta que a una de ellas se le ocurre despertarse”.

Y mi relación va bien, bastante bien, a diferencias de otras que bueno… No terminaron del todo bien.

-A ver, quiero que me expliquen esto… porque no entiendo cuándo ocurrió…-estaba sentado tras la caja registradora, en medio de mi turno de trabajo, incrédulo de lo que me habían dicho y tuve que preguntarles otra vez porque me parecía inverosímil. Y sigue pareciéndome extraño siendo que ya ha pasado casi un año.

-Bueno, Fede terminó con Julieta porque sus mundos eran muy distintos, al final ella volvió a ser una niña rica. El pobre tuvo que soportar muchas humillaciones, hasta que se cansó y la dejó… Y bueno, yo justo me salí de mi carrera y tenía mucho tiempo libre, así que comenzamos a hablar y a juntarnos… y bueno, así nació el amor -me narraba Emilia mientras le tomaba la mano al rubio.

-Ok, eso lo entiendo… pero ¿tú no estabas de novia con Cristián? Que llevaban tres años juntos –

-Ah sí, él… terminamos porque me di cuenta de que estaba enamorada de Federico –lo decía tan tranquila que me daba un poco de pena por mi pobre amigo.

-¿Y por qué te saliste de la carrera? Parecía que te gustaba la psicología –

-Es que la verdad nunca la entendí muy bien -dijo sin preocuparse mucho, como si fuera tan simple dejar una carrera en la universidad.

Siempre nos habían dicho en el colegio que era difícil seguir estudiando después de graduarse, pero unos pocos fuimos afortunados y pudimos lograrlo. La niña estudiosa de mi curso, su novio, Emilia y yo. Cuatro de treinta es bastante, ¿no?

-Si comprendo que la psicología no es lo tuyo –mencioné recordando todo el historial amoroso que tiene la pobre, y es que es un patrón bastante inusual que siempre se interese por el novio de algún cercano. Estuve con Joaquín, le gustó Joaquín. Estuve con Rafael, le gustó Rafael. Creyó que podría tener algo con Cristián, le gustó Cristián. Ahora Julieta estaba con Federico, le gustó Federico. No sé, a mí me causa bastante curiosidad, pero como ya no somos tan cercanos, creo que no he vuelto a pensar en eso.

Después de esa tarde, fui directo a la casa de Cristián para saber cómo estaba, más que mal había roto con su novia de tres años.

-¿Sabes lo que más me lastima? Es el hecho de saber que le di mis mejores años, que perdí mi figura por ella -decía mientras comía una empanada de queso.

A decir verdad, ambos estaban bastante gorditos, pero como me recordaban a un bebé rellenito, hasta me parecían tiernos.

-Bueno, tampoco es que hayas sido muy musculoso en el colegio… -

-¡Era guapo! ¡Todas las mujeres estaban detrás de mí! – Por dios, que distorsionado tiene el pasado este muchacho.

-Si tú lo dices…pero ahora te puedes poner en forma trabajando en las cosechas –

-Me cansé de esa mierda, no quiero ser más un jornalero, quiero algo mejor…-

-¿Algo como qué? –

-Quiero ser puto -sentenció tragándose la última esquina de la empanada.

-Ok, pero hablando en serio, ¿qué piensas hacer? –

-Eso, me haré puto. Desde hoy prometo ponerme en forma, sacar músculos, ser irresistible y trabajar haciendo lo que más me gusta…el sexo –

¿Y saben lo peor? Es que de eso ha pasado un año y…

Lo cumplió.

Sacó fuerza de voluntad, dejó de comer mal, hizo ejercicios, se mudó a la capital provincial y se unió a una página donde publicitan scorts. Y a eso se ha dedicado el último tiempo. A veces, después de clases, me paso a visitarlo y siento que cada vez está más ancho, deben ser los suplementos y los esteroides que de seguro se inyecta, porque parece una mole, un mueble, no sé, es muy extraño.

-Ya, pero ¿puedes tocarte la espalda? –

-Vete a la mierda, si estoy rico… nunca me había visto tan bien –

-Bueno… si tú lo dices… si hay gente dispuesta a pagarte por sexo, es porque algo debes tener ¿no? –

Y por el auto que se compró hace poco y el reloj que anda mostrando a todo el mundo, en realidad tiene bastante clientela. No sabía que había tantas viejas dispuestas a pagar por un polvo.

 

 

A otra persona que veo después de clases es a Ruka, porque se puso a estudiar pedagogía en la misma universidad donde yo asisto. Y sí, con todo el dinero que tiene, decidió estudiar para ser profesor porque está tan, pero tan enamorado del señor González que su sueño es hacer clases en el colegio para estar todo el día al lado de su enamorado. ¡Qué horrible! A veces creo que quiere hacer eso solo para controlarlo porque tiene miedo de que le sea infiel. Es como comenzar a trabajar los fines de semana en un supermercado para vigilar a las clientas que le hacen preguntas a tu novio. Mierda…

-¿Y su relación va bien? Ya llevan cuatro años –

-Sí, de hecho, hemos hablado de casarnos después que me titule. Lo nuestro es amor de verdad –

-Ay, eso me alegra mucho, porque nunca esperé que lo suyo resultara –

-Tenemos una relación mucho más sólida que la de muchos –

-Ah, es que como él es tan viejito –

-Pero es todo un semental en la cama. Tiene mucha más experiencia que gente de nuestra edad –

-Si la mano cuenta, claro que tiene más experiencia -les juro que dije todo con un tono cordial, tan solo que es tan complicado hablar con este chino japonés, a veces no sé si en realidad somos amigos o enemigos.

-¿Y tú ya superaste tus inseguridades? –

-Sí, claro, porque Rafael siempre me ha amado a mí, aun cuando hubo mucha gente que intentó separarnos… Incluso hubo uno que hasta lo secuestró –

No sé como ese día que nos juntamos a comer en la plaza del pueblo, no terminamos peleando. De hecho, no sé por qué me sigo juntando con él si siempre tenemos conversaciones así. Es como esas amistades tóxicas que sabes que no te hacen bien, pero sigues igual porque le tienes cariño, porque viviste algo especial y tienes miedo de perder ese vínculo. ¿Les ha pasado?

 

 

 

-¿Y cómo ha estado Julieta? -me preguntó Rafael el otro día cuando hablamos sobre Federico y Emilia.

-Bien, sus papás le pagaron la carrera y la están adiestrando para que administre los negocios de la familia, el fundo y todo eso. Ya sabes, con dinero se te hace todo más fácil –

-¿Y sigue soltera? –

-Am… sí, ¿por qué? ¿acaso quieres volver con ella? –

-Que no, si ya ni me acordaba que fuimos novios… Lo decía porque el hijo de mis jefes me preguntó por ella el otro día, y quisiera saber si a ella le apetecería tener una cita con él –

-¿El hijo de tu jefe? ¿El guatón Contreras? Pero si es horrible –

-¿Guatón? ¿Hace cuánto que no le ves? Ha ido un par de veces el supermercado los domingos y está bastante delgado, ¿no lo has visto? –

-¿En serio? A ver, muéstrame el Instagram –

Y en ese momento me quedé sorprendido.

-¿Ese papucho es el guatón Contreras? Pero si tiene más culo que yo-

-¿Le has mirado el culo? ¿Papucho? –

-Lo digo objetivamente, sin intenciones sexuales… -mierda, hablé demás.

-Más te vale… -me miró feo, aunque sabía que lo hacía en broma.

-Está bien, le diré a mi amiga…- y en eso quedamos. Ahora el sábado se van a juntar a tomar helado. Quien sabe, y tal vez le he vuelto a conseguir novio a mi amiga, y esta vez es alguien con dinero, digo, sus papás son dueños de EL supermercado del pueblo.

 

 

 

 


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