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Lineamiento por ayelen rock

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Notas del fanfic:

Este fics es de la Autor/a zuzeca, y tengo su autorización para traducir su fics

Titulo Original: Lineament
Título en Español: Lineamiento

 https://archiveofourown.org/works/15720582/chapters/36544014

Nota zuzeca:

¡Hola a todos! Esta es mi presentación para el 2018 YGO Big Bang Challenge. Esta historia comenzó su vida como una exploración del concepto de viaje en el tiempo hecho de forma atípica (muerte posterior a Zorc / Atem en el canon). Utilicé el desafío para llevar la idea hasta el final y 60.000 palabras más tarde, me encontré con un montón de investigaciones impías, un lío de antiguas políticas y una trama misteriosa de viajes en el tiempo solo un poco menos complicada que un shoggoth con un mal día. . A pesar de esto, espero que viajen conmigo! Esto tiene lugar en un universo alternativo donde Set fue depuesto poco después de su ascensión, y Yuugi nunca recibió el Rompecabezas en su línea de tiempo (y todos los cambios resultantes que se producen para ambos).
Preparado por la amable KatyaNoctis y con el arte del maravilloso Tengil [brydigdraws.tumblr.com], que pronto se publicará y se vinculará.
¡Muchas gracias a todos los que han ayudado a hacer de este desafío una lectura asombrosa y feliz!

Link: https://archiveofourown.org/works/15720582/chapters/36544014

La punta del huso de Isis dejó un rastro en espiral en el polvo a sus pies. Le dolía la espalda y se movía para aliviarlo, deteniéndose en su giro y reclinándose para apoyarse contra los ladrillos de barro de la casa. A su alrededor, las moscas zumbaban en el calor.

A través de la pequeña ventana cortada sobre su cabeza, el paciente de Siamun, una niña de unas ocho temporadas, gritó, solo para ser silenciado por la suave voz del anciano.

-Ahí, ahí- dijo Siamun. -Eso es todo. El dragón tiene dientes afilados, pero somos más listos que él, ¿eh? Vamos a lavarte y vendarte, y te enviaremos con tu madre-

La niña gimió.

Isis levantó su huso una vez más, mirando a través de la pequeña entrada que corría por su casa, y se detuvo cuando vio una figura que se acercaba.

Con un corte en una imagen, chapoteando a través de los canales, sus piernas y su cabeza salpicado de barro, su cabeza calva. Se había afeitado la cabeza desde que los piojos se habían vuelto insoportables. Brillando a la luz del sol poniente, camina con firmeza y superioridad como si todavía estuviera llevando su tocado de oro sobre él. Tenía un corsé de pájaros agarrados en una mano, cosas gruesas y marrones con patas colgando que Isis no reconocía, y tenía una expresión atronadora.

El arrojo los pájaros a su lado, simplemente dejo su pila de lino todavía esperando ser hilada.

-No los limpies- dijo brevemente. -Quiero que eches un vistazo a las entrañas. Me voy a lavar-

Ella miró los bultos de plumas dubitativamente. -Ya están muertos-

-Mejor que nada- dijo. -En caso de que no lo hayas notado, tenemos escasez de palomas en el templo-

-¿Viste algo malo?-

El resopló. -Si por 'malo' quiere decir que las calles están vacías por la plaga y la cosecha de trigo es la mitad de lo que debería ser en esta época del año, entonces ¿por qué no?- Sacó un trapo de una bolsa en su cintura y lo mójo en el recipiente de arcilla cerca de la puerta, y comenzó a limpiar sus extremidades. -En cuanto a ver, bueno, eso es más de tu dominio, ¿no?-

Isis tragó saliva y enrolló los extremos de su hilo, dejando de lado su huso.     -Así es. Pero últimamente...-Su mano fue hacia el Collar en su garganta, oculto bajo las capas de su pañuelo en la cabeza. -El futuro se ha nublado. Temo...- Ella apenas podía decir las palabras, como si hacerlo pudiera llevar el miedo a una vida aterradora. -Temo que mi magia pueda estar desvaneciéndose- Lo estudió un momento y su estómago se contrajo. -Y sospecho que la mía no es la única, ya que no puedo recordar la última vez que me pediste que te leyera las entrañas-

Set se puso rígido, pero no la miró.

Isis suspiró y dejó caer su mano, llegando a preocuparse por los pliegues de su falda. -¿Cuánto tiempo?-

-No se ha ido- dijo Set con dureza. -Un grupo de bandidos me atrapó hace nueve días en uno de los cañones, cazando. La Vara todavía responde a mi voluntad. Simplemente requiere... más de mí. No estaría seguro de mi capacidad para llevar a cabo un Juego de las Sombras-

-Los monstruos se han ido- ella dijo. -Sellado. Él-

-¿Pero qué tan bien?- el dijo. Agarró el trapo embarrado, los nudillos palideciendo. -Vi algo en el mercado hoy. Algo que no debería seguir existiendo-

Su piel picaba. -¿Qué?-

Señaló los cadáveres a su lado. -Los pájaros primero- dijo. -Puede que no haya sido nada, pero prefiero estar seguro-


 

El almacén estaba oscuro y ella tuvo que seguir su camino, cavando entre las canastas de la caja que contenía su tazón de bronce y un cuchillo, acolchados entre linos que ya se habían vuelto marrones con el tiempo. El metal habría obtenido un precio decente en el mercado, pero Isis sabía que no debía venderlos.

 

Los objetos utilizados para la magia de sangre nunca podrían realmente limpiarse.

Cuando su mano se cerró alrededor del cuchillo, sus nudillos rozaron otro artículo, una caja. Su corazón se contrajo y se detuvo un momento, apoyando su mano contra el metal que era anormalmente cálido.

Incluso destrozado, el colgante aún zumbaba de vida.

Con lágrimas en sus ojos

Las lágrimas pican sus ojos y ella parpadeó.

Detrás de ella, oyó a Set entrar en la habitación, la lámpara en sus manos proyectando sombras danzantes a través de las paredes. Hizo a un lado los pensamientos y se giró para arrodillarse frente a él, acomodándose en las esteras de caña agrietadas. Ella desenvolvió el cuenco y el cuchillo y los puso delante de ella.

Sin decir una palabra, Set le entrego una de las aves frías.

Habían pasado años, pero sus manos aún recordaban el movimiento: un corte rápido y decisivo y el cadáver se abrio, las tripas se derramaron sobre sus manos y en el tazón. La sangre brotaba lentamente, ya fría y espesa, pero sintió el cálido rubor de la magia bajo su piel, y sintió alivio.

Juntos, miraron dentro del cuenco.

Su estómago se sacudió y el collar pareció apretarse alrededor de su garganta.

Debajo del esternón del ave había una masa resbaladiza, sin forma, de color oscuro y veteada de amarillo, muchas veces el tamaño de lo que debería estar contenido en el pequeño cuerpo.

-Algo se mueve en las Sombras- ella dijo, las palabras tropezaron más allá de sus labios. Como no lo había hecho desde que había tomado el Objeto hace mucho tiempo. -Una amenaza creciente-

Set maldijo en voz baja -¿Qué tipo de amenaza? ¡Hemos sellado a Zorc!-

Isis tocó la superficie resbaladiza del bulto con dedos sangrientos, trazando una red circular de vasos oscuros. -Un anillo- susurró. -Se ha devuelto-

Set gruñó, movió la cabeza hacia un lado y se levantó de un salto. Isis se sentó sobre sus talones, repentinamente enferma.

-¡Lo maldigo, lo maldigo!- Set se enfureció. -Por dejarnos con este lío, nuestros poderes disminuyeron, nuestros números disminuyeron! Lo maldigo en lo más oscuro...-

-¡Cállate!- Dijo Isis, y tuvo que taparse la boca con la mano para contener la ola de náuseas. Sangre pegajosa manchada en su mejilla. Ella bajó la mano, respirando profunda y lentamente. -¡No derrames nada peor sobre él ¿o te has olvidado de quién fue el alma destrozada para que el sol pueda continuar saliendo!?-

Los ojos de Set se estrecharon, pero su boca se cerró con un clic audible.

Isis respiró para tranquilizarse y lo miró -Ve. Ya hay pan cocinado. Lleva la otra ave a Siamun-

-¿Y qué planeas hacer?- el pregunto con voz venenosa.

-Me pediste que lo viera- dijo Isis. -Déjame sola para que pueda hacerlo-

La expresión de Set era asesina. Se giró sobre sus talones y se fue, empujando la puerta hasta que se cerró tan fuerte que se torció.

Cuando estuvo segura de que estaba completamente sola, Isis se arrodillo y lloró.

Sofocando sus sollozos en los pliegues de su vestido, permitió que cada miedo oscuro que había hecho a un lado y reprimido fluyera hacia afuera, como las sombras que habían engullido su alma...

“¿Cómo podemos? Débiles y menos de la mitad de lo que éramos. ¿Cómo podemos proteger este mundo de nuevo? Muchos de nosotros dimos nuestras vidas, Mana, Shada, Mahad, Karim, ¿y para qué? ¿Para que las Sombras se levanten de nuevo?”

“¿Fue todo por nada?”

Temblando, ella presionó su cara contra la áspera bata sobre sus rodillas, sin importarle que probablemente estuviera emborronando a kohl en la tela. Trató de respirar.

“¿Qué puedo hacer?”

“El collar esta en silencio”

“Nuestros poderes se están desvaneciendo”

“La tierra está enferma, corrompida, moribunda”

“Necesita un rey”


 

Para su alivio, ni Set ni Siamun comentaron sobre los restos de lágrimas y sangre que rápidamente adornaban su rostro. La casa estaba caliente por el horno, fragante con pan y el crepitar del asado de aves escupidas.

-Aquí- dijo Siamun, sus ojos simpatizando sobre la línea de su velo. -Siéntate y come. Una buena comida y una buena compañía pueden hacer que hasta las sombras más oscuras no se vean tan sombrías-

Ella se sentó, aceptando el tazón de cerveza y el plato de pan caliente e higos, patéticamente agradecida de que no le hubiera servido carne. La idea de tocarlo le hizo que la cabeza le doliera. Frente a ella, Set roía un hueso en un silencio pedregoso.

Jugó con el pan antes de mordisquearlo y sintió una extraña oleada de alivio cuando tragó. Ella le sonrió a Siamun en agradecimiento.

El viejo le guiñó un ojo. -Pasas demasiado tiempo en los reinos de los dioses y te olvidas de que solo estás hecho de arcilla. Come, niña, y luego podemos discutir lo qué te preocupa-

-No hay nada que discutir- dijo Set. -Nuestro rey sabio hizo un trabajo descuidado y ahora el mundo sufrirá por ello-

-Duras palabras del hombre que permitió que Kemet se separara una vez más- dijo Isis.

Set se puso de pie -¡Tú!-

-¡Silencio!- Dijo Siamun. Le lanzó a Isis una mirada severa y ella bajó la mirada. -Señalar con el dedo no lograremos nada de valor- Cuando ninguno de los dos respondió, suspiró profundamente. -Set ¿por qué no nos explicas lo que viste en el mercado?-

Set jugó con un fragmento de hueso, con las cejas profundamente fruncidas.   -Un niño- dijo al fin. -Uno común, insignificante. Robó una moneda de un vendedor y el hombre lo persiguió. Lo seguí, doblaron una esquina y luego...- Sacudió la cabeza –Se ha ido, me refiero al vendedor. Sólo quedó el ladrón. Estaba demasiado lejos para capturarlo, pero en el estrecho callejón, había huellas en el polvo-

-¿Qué tipo de huellas?- pregunto Isis.

-No es humano- dijo Set -Y tampoco de los animales. Al menos, ningún animal que haya visto- Trazó una forma abstracta en la superficie de la mesa. -Más grande que mi mano. Con garras-

Un escalofrío la atravesó. -Algo tan grande llamaría la atención. No podía simplemente desaparecer por una calle lateral-

-Exactamente- el dijo.

Isis se mordió el labio. -Aun así, no es mucho. Quizás estás pensando demasiado-

Set levantó una ceja hacia ella. -¿Y vas a decirme eso- hizo un gesto hacia su garganta -que también está pensando demasiado?-

Su mano se curvó en un puño, las uñas se rasparon y los callos se clavaron en la madera. Siamun hizo un chasquido en señal de desaprobación y apoyó una mano sofocante sobre la suya.

-Se directa- dijo. -¿Qué viste?-

-El anillo- ella respondió, debidamente. -El anillo. Y una creciente oscuridad-

Siamun respiró hondo y exhaló. -Ya veo-

Ella arrancó otro trozo de pan de su porción, pero no se atrevió a comérselo, sino que lo amontonó en su palma. -¿Que sugieres?-

Siamun suspiró y cruzó las manos ante él. -No sé qué sugerir. ¿Mostro algo la visión de cuán pronto se levantará la oscuridad?-

Isis negó con la cabeza. -Quizás mañana, quizás la próxima temporada, quizás mil temporadas a partir de ahora. ¿Qué es el tiempo para una abominación? Pero ya viene-

Siamun se frotó la frente arrugada. -Debilitados como estamos...- dijo al fin, lentamente. -Quizás debemos someternos a la idea de que no es nuestro destino detener la oscuridad. Tal vez solo estábamos destinados a devolverlo. Destruirlo puede ser el destino de otros- Sus palabras estaban cargadas de convicción, pero su tono era amargo.

-Inaceptable- dijo Set, rotundamente. -No vi a mis camaradas, a mis parientes, morir en el tormento solo para sentarme y dejar que un demonio de un mundo antiguo nos devore a todos. Una vez que arrebate el control a ese perro hitita inútil...

-¿Y cómo planeas hacer eso?- pregunto Isis bruscamente, su paciencia deshilachada. -¿Con la mitad de los nomarcas haciendo fila para apuñalarte por la espalda? Acéptalo, apenas escapaste con vida. Apenas nos escapamos con nuestras vidas. Necesitas soldados y oro, o al menos un asesino efectivo, y ninguno de nosotros puede proporcionarte ninguno de ellos-

Los ojos de Set se estrecharon. -Tengo el derecho de la realeza-

-Por todo lo bueno que te hará- dijo Isis. -¿Crees que tus aspirantes a sujetos darán su vida para defender ese derecho? ¿Crees que les importa a los granjeros y pastores de ganado si el hombre que los gobierna es un hitita?-

-¡A ellos les importará cuando los graneros estén vacíos y los cuerpos descompuestos se alinean en las calles!- Dijo Set. -¡A ellos les importará cuando esa cosa monstruosa rasgue el velo a nuestro mundo y se coma sus almas por miles!. ¡Encontrare una manera! Si tengo que ir en nombre en nombre negociando uno a la vez!. O, maldita sea, me aliaré con los nubios!. ¡El me dejó este reino, Isis, y no tengo ninguna intención de permitir que se convierta en polvo!-

-¿Te acuerdas de su nombre?- Ella le grito

Set retrocedió como si lo hubieran sido golpeado. -¡Qué tipo de pregunta es esa, por supuesto que recuerdo!-

-¿Tu si?- pregunto ella. -¿O solo recuerdas haberlo recordado?- Ella le lanzó una mirada a Siamun, cuyos ojos se habían arrugado por la repentina preocupación. -Dime que estoy equivocada-

-Esto es ridículo- dijo Set. -Por supuesto que recuerdo su...-

Se quedó inmóvil, con los ojos súbitamente abiertos, la mirada temblaba con frenética energía, como buscando en la habitación algo que había perdido.

Isis bajo los humos, y se desplomo hacia adelante contra la mesa -Te lo dije- dijo ella, luchando contra las ganas de agachar la cabeza y llorar.

-¿Cómo es eso posible?- Set pregunto, con los dientes apretados.

Isis se encogió de hombros. -Tal vez deberías pensar dos veces antes de descartar sus habilidades de lanzamiento de hechizos. Si tuviera la intención de encarcelar irreversiblemente a alguien, ciertamente no dejaría la llave tirada por ahí, sin importar cuánto confiara en un potencial guardián-

Set gruñó y se arrojó sobre su taburete, que crujío ominoso.

-Cuidado- murmuró Siamun. -A menos que quieras repararlo más tarde-

Set lo miró con el ceño fruncido. Isis apoyó la frente en sus nudillos doblados, los collares de madera en su pelo que chocaban contra la mesa, y trató de no enfermarse.

-Si tuviera las herramientas, podría hacer un ejército- dijo Set, con tono afilado y un toque hosco.

-Las tabletas fueron destruidas- dijo Isis, sin molestarse en levantar la cabeza. -Y convocar sin un círculo es impredecible, en el mejor de los casos y mortal en el peor. A menos que quieras usar tu ka para derrocar a tus enemigos-

-No puedo decir que lo recomiendo", dijo Siamun a la ligera, sus ropas susurrando. Sabía que se frotaba el brazo, el lugar donde Zorc le había arrancado parte de su ka. Debería haberlo matado, pero Siamun, mayor que todos ellos, había visto la plaga y el hambre en las tierras distantes que había vagado antes de haber venido a Kemet, y no era nada si no era resistente. Era más lento, estas temporadas, se cansaba más fácilmente y tenía un aire de tristeza que le había faltado antes, pero el había vivido.

-Si- dijo Set, y cuando Isis levantó la vista vio un brillo familiar en sus ojos, la mirada que recibió cuando tuvo ante sí un desafío que sabía que podía superar, -alguien realizó una convocatoria en ese mercado, lo que significa que se puede hacer sin las tabletas. Y no hubo retroceso; No vi edificios dañados ni tierra chamuscada. Es solo una cuestión de determinar quién lo realizó y cómo-

-Ambas preguntas sobre las que sabemos menos que nada- dijo Isis. -Es mejor que estés aprendiendo con un cantero, porque todo el tiempo te llevaría desenredar esa magia desde cero-

Set resoplo en su dirección, las fosas nasales se ensancharon. -Sin embargo, lo hicieron, sabemos que no tenían un artículo-

-O mejor dicho- dijo Siamun. -Sabemos que no tienen más de dos-

Un escalofrío pasó a través de Isis. -Todavía no he visto nada del destino del Ojo. He estado rezando, tendremos una advertencia si alguien lo ha encontrado-

Siamun murmuró para sí mismo. -Un buen pensamiento, pero no es algo que podamos esperar. Si tienen un artículo, o dos, tal vez hayan encontrado una manera de construir un círculo-

-¿Crees que alguien tiene el Anillo?- Dijo Set.

Siamun se encogió de hombros. -Posiblemente. La visión y la... personalidad del Anillo parecen sugerirlo-

-Si pueden convocar con uno o dos, entonces podemos hacerlo con cuatro, sellado o no- dijo Set.

-Cinco- dijo Isis, de repente.

-¿Qué?- Dijo Set.

-Tenemos cinco artículos- dijo Isis. -No cuatro-

-El colgante está roto sin posibilidad de reparación- dijo Set.

-Tal vez no más allá de eso- dijo Siamun. -Tal vez más allá de cualquiera de nosotros-

Set frunció el ceño. -¿Qué quieres decir?-

-He mirado el colgante- dijo Siamun. -Todas las piezas están ahí. Podría ser reparado, posiblemente-

-¿Lo has intentado?- pregunto Isis.

La cabeza de Siamun se inclinó. -Algunas veces, sí, pero parece que puede ser un rompecabezas que me supera-

Set resopló. -Un rompecabezas. Cómo le gusta dejar algo así-

Siamun se movió distraídamente con los restos de su propia comida. -Es más que eso, creo. Cuando lo intenté, y me doy cuenta de que puedes pensar que soy un viejo tonto, pero mi mente aún no se ha ido, fue como si las piezas se separaran. Cada vez que entrelazaba dos, el tercero se negaba a unirse. Definitivamente hay magia en juego-

Isis suspiró. -Cuatro no son pocos, supongo-

-No lo acepto- dijo Set. -Si el Anillo está realmente en juego, por no hablar del Ojo, necesitamos el rompecabezas, su poder. Dejó este lío y seré condenado y devorado si él no sale a limpiarlo-

Isis se pellizcó el puente de la nariz. -Me doy cuenta de que la muerte y el encarcelamiento mágico son el tipo de cosas con las que uno se encoge de hombros, pero ¿no crees que es una expectativa poco razonable?-

-En lo absoluto- Set mostró sus dientes. -Si es la magia la que nos impide resolver el Rompecabezas, entonces todo lo que necesitamos es una solución mágica-

Notas finales:

El nomarca era el jefe supremo de la administración local en el Antiguo Egipto, responsable de la irrigación, del rendimiento agrícola, y también de recaudar impuestos y fijar los límites de las propiedades después de la inundación anual del Nilo, y era responsable de la gestión de almac


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