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Algo sobre Miles y Sam. I SAMILES por Zaryav

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Notas del fanfic:

Advertencias: Todo el escenario está montado al rededor de Champions en su mayoría, sin embargo me he basado en el cómic de Miles Morales y su película, así mismo, aunque Champions está fuera de Los Vengadores, aquí habrá interacción con ellos (más específicamente Capitana Marvel y Spider-Man, aunque tampoco desechamos la posibilidad de Tony Stark). Y por último; este Fanfic no se basa en la cronología, puede que cada capítulo funcione como una historia independiente, sin embargo todo se conecta.

Notas del capitulo:

No acepto de ninguna manera comentarios del tipo «Activo/Pasiva, Uke/Seme» y sus derivados. Por favor, hablamos de hombres, no los pinten como a mujeres. Eviten comentarios sexuales o que exijan «lemon/sexo/smut», para mí es irrelevante y algo que simplemente no necesito para el desarrollo de mi historia, sin embargo, me parece que puede ser mencionado en algún punto.

sólo tú y yo conocemos los verdaderos caminos del amor.

True love ways, Buddy Holly.

Mansión Stark.

 

Sam Alexander, el tipo idiota del traje estúpido; no había otra manera de definirse a sí mismo. Si Kamala no los hubiese obligado a asistir a una de las extravagantes fiestas de Anthony Stark para «hacer las pases con los vengadores» ahora podría estar comiendo perdices en casa, sin un estúpido traje.

Incluso el cretino de Amadeus lucía bien, carajo.

— Es una hermosa velada, ¿no lo crees, compañero? — Miles lleva una copa con bebida roja y Sam frunce el ceño porque «Kamala nos prohibió tomar alcohol y tú estás desobedeciendo.»

— ¿Por qué hablas como idiota?— Miles comienza a carcajearse, pero no logra sacarle una sonrisa ni por un pico—. Bueno, más de lo normal.

— Me estoy poniendo al nivel. — Sam está mirando la copa y Miles no tarda en darse cuenta—. Tranquilo, no es alcohol.

Está alzando una ceja y Miles sabe que no puede mentirle, no a él, nunca lo logra. Se encoge de hombros y da un sorbo a la copa.

— Algo pequeño, Sameer.

— ¿Están bebiendo alcohol? — ambos se giran magistralmente al mismo tiempo y lo primero que se encuentran es a Scott con la boca fruncida y los brazos cruzados.

— ¿Tú qué crees, idiota? Por supuesto que no, esto es sangría.

— Vuelve a llamarme idiota y te pulverizaré. — hay una distancia peligrosa entre Scott y Miles así que Sam intercede porque no quiere que Kamala los asesine por intentar asesinarse.

— Chicos, por favor no hagan una escena.— suspira—. ¿A caso quieren que Kam haga que Viv cambie la contraseña del Wi-Fi y nos quedemos desconectados durante las misiones?— los dos niegan unanímente—. Genial, yo tampoco, así que relajen su mierda y déjenme gozar mi miseria junto a los sándwiches de caviar.

Asienten y Scott se va rechistando sin despegar la mirada de Miles; y él no hace más que muecas porque le gusta prenderle la brecha.

— No te jodas tanto, viejo. — Miles se apoya sobre una mesa, tiene le mirada puesta en la pista de baile—. Si entrecierro los ojos no te ves tan tonto. Vamos a bailar.

El corazón le tumba en los oídos, pero está acostumbrado así que puede pasar desapercibido. Se ríe.

— ¿Quieres que hagamos el rollo de tomarnos de las manos para que luego te cuelgues de mi cuello en la pista lenta? No gracias, viejo. No eres tan liviano.

Un golpe ligero llega hasta su brazo izquierdo y comienzan a carcajearse. Miles pasa un brazo sobre los hombros de Sameer y le frota la cabeza con los nudillos—.Vamos.

La pista no está llena en absoluto así que no tienen que abrirse paso. La música no es un problema porque hay un poco de AC/DC y no necesitan esforzarse mucho por seguir un ritmo en sus pasos (porque la verdad es que no saben bailar).

— Nos vemos como idiotas.

— No, mi querido Sameer, nos vemos cool. — Sam se ríe y niega—. Hasta diría que luces guapo.

— Siempre luzco guapo.

— ¡Sam, Miles! — Kamala llega hasta ellos con una sonrisa que está cubriéndole toda la cara—. Hablé personalmente con Capitana Marvel.

— ¿No te rechazó? Vaya noticia.— Una carcajada acompaña el comentario de Miles, pero es callada en cuanto la mirada de la chica se posa en él.

— ¿Qué te dijo, Kam?

— Le hablé sobre nuestro equipo, le conté sobre la misión con las chicas secuestradas. — Muerde su labio inferior—. Dice que está al tanto de nosotros, y que escuchó mi discurso.

Sam levanta las manos y ambos chocan los cinco con una sonrisa. Miles interviene en la conversación.— Me alegro por ti, Kamala.

Ella posa su mano en el hombro de Miles y asiente.— Un poco más chicos, y seremos legendarios.

— Tú ya lo eres. — Sam está sonriendo porque es Kam, su mejor amiga conociendo a su ídola, y la alegría de Kamala es increíblemente, la alegría del equipo.

— Si continúas lloraré. — ríen—. Gracias, chicos.

Los abraza a ambos, los rostros de los dos se encuentran gracias al gesto así que se sonríen.

No quiere dejarse engañar, pero pudo o no notar un sonrojo en Miles.

Miles no es de los que se sonrojan, pero no sé eleva mucho las esperanzas.

 


 


El estúpido traje de pronto ya no es un problema.

De hecho mantiene a las chicas lejos, eso le agrada, especialmente porque no se acercan ni a él ni a Miles. Le alegra la idea de no tener que lidiar con esas molestias al menos durante la velada.

Si la gente supiera cuán bien suena «velada junto a Miles Morales».

Pero hay un límite, y lo está cruzando. Kamala lo está mirando y sabe que debe mirar algo más (a alguien más).

Escoge a Amadeus; puede centrarse en él y no parecer sospechosamente interesado en mirar algo que no sea Miles, sólo porque está mirando a Miles un poco demasiado.

— ¿Qué ocurre con tu cabello? La convención de nerds está del otro lado. — No es su mejor chiste, ni siquiera es un chiste y es prehistórico, la gente ya ni siquiera dice «nerd».

— ¿Y el trajecito? ¿Venía con el mal duende o sólo es tu cara sin el casco?

— Jaque mate.— enuncia.

No le importa si no tiene nada mejor para defenderse del contraataque de Amadeus, lo único importante en ese momento era sacarse la mirada de Kamala de encima y ya lo logró así que puede simplemente dejarlo pasar.

Especialmente porque Miles está hablando con una chica y eso es cojonudamente doloroso.

«En serio desearía una copa de alcohol», niega, ni siquiera le gusta el alcohol. Huele mal y es tonto, tonto como esa chica y tan tonto como él mismo creyendo que hay oportunidad con su mejor amigo.

— ¿Salimos por aire? — Es Scott siendo siempre oportuno. A veces agradece tenerlo en el equipo, y que sea su amigo es sólo el extra.

— Dios, sí. — No tiene problema en dejarse llevar cuando Scott pasa su brazo sobre su hombro y lo lleva hasta un balcón.

Ni siquiera se detiene a ver si Miles lo ha mirado, pero lo duda porque la chica es linda y es una chica, y a Miles le gustan las chicas. 

 


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