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Ghost por Yill

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Notas del fanfic:

Bienvenidos a esta nueva y corta historia...

Tenía siglos sin subir una. Ento lo escribí como un trabajo para Uni. 

Espero que les guste. 

Últimamente he sentido que algo no está bien, hay cosas que según yo, no deberían de ser así, que han cambiado pero ¿Cuándo lo hicieron? Todo a mi alrededor de una forma u otra se siente extraño, como si fuese un mundo diferente, incluso mis compañeros de clases, es como si algo en ellos hubiese cambiado ¿pero qué? ¿Cuándo paso? No sé en qué momento comencé a sentir todo de esta manera tan extraña y similar a la vez.

 

Mis amigos dicen que no me preocupe, que es solo mi imaginación, una etapa más de la llamada “adolescencia” esa en la comienzas a cuestionarte todo, donde comienzas a ver las cosas de un modo diferente. Pero yo no lo veo así, para mi es algo que realmente me inquieta y hasta en cierto modo…me perturba.

 

Los días son tranquilos, demasiado tranquilos, los juegos, gritos, bromas y demás cosas no han cambiado, eso sigue igual, pero aun así, es como si todo y todos en el colegio hubiesen entrado en un estado de paz absoluta. No digo que eso sea malo, es solo que a mí me parece un poco extraño, tal vez mis amigos tengan razón y solo estoy pasando por una etapa de cambios, probablemente solo tengo que dejar de pensar en tantas cosas que francamente, visto desde el lado lógico…son tonterías.

 

 

 

.......

 

 

 

Llevo como veinte minutos dando vueltas por los pasillos, caminando con lentitud en dirección al que actualmente es mi salón de clases, mis amigos Arthur y Estiven, se encuentran dos pisos más abajo esperando por mí en la cantina para almorzar ya que por andar distraída pensando en tantas tonterías olvide mi mochila en el salón. En el momento en que me dispongo a entrar, mi mirada se enfoca en una chica que está sentada en mi puesto, junto a la venta, es delgada de piel pálida y cabello negro, lo lleva suelto y le llega poco más abajo de los hombros. Está muy concentrada leyendo el libro entre sus manos, por lo que no nota cuando me acerco.

 

-Disculpa- la llamo. Nada, no reacciona.- Disculpa- de nuevo, esta vez me mira, al principio con enojo y luego con asombro y podría jurar que con un poco de miedo.

 

-¿Puedes verme? –pregunta ella. Esto es extraño ¿Por qué me pregunta eso? – ¿De verdad puedes verme?- recalca la pregunta, esperando ansiosa una respuesta.  Yo solo asiento en modo de respuesta, no sé qué decir.

 

-ahh…estas en mi puesto –digo. Ella mira el pupitre, como analizándolo. Me mira.

 

 

 

- ¿Aquí te solías sentar tú? – pregunta.

 

-¿Solía? Ese aun es mi puesto – contesto. Tal vez sea una nueva alumna, pienso.

 

-Ya veo - se limita a contestar ella. Suspira – Solo a mí me pasan estas cosas –susurra lo suficientemente alto como para que yo escuche.

 

-¿Qué cosas? – pregunto con duda. Ella no contesta, solo se levanta toma su libro y sale del salón.

 

Sin prestarle mucha atención recojo mi mochila y me dispongo a bajar rápido a la cantina para almorzar. Al llegar allí Arthur y Estiven ya han terminado de comer.

 

-¿Por qué tardaste tanto? – pregunta Arthur con el ceño fruncido.

 

- En el salón había una chica – digo simple.

 

-¿Te la estabas cuadrando? – dice Estiven con tono de burla.

 

- No seas idiota, parecía mayor que nosotros- comento antes de ir a la barra a tomar mi comida.

 

-¿Y que hacía en el salón? – pregunta Arthur, sin mucho interés.

 

-Leía un libro - contesto

 

-Que aburrido – dice Estiven

 

- El hecho de que tú no leas no quiere decir que otros no disfruten al hacerlo-comenta Arthur.- Apúrate a comer que ya vamos a entrar - me dice

 

-Ajá-digo sin interés.

 

 

 

……………..

 

 

 

Es jueves, ya es hora de almuerzo, mis amigos bajaron al primer piso a comer, yo preferí quedarme en el salón, en los últimos días siento que me observan, como si cientos de miradas invisibles me siguieran, oigo pasos que no son míos y voces que desconozco completamente. Arthur y Estiven no lo sienten y eh preferido no decir nada, no quiero que me llamen paranoica, primero sentía todo a mi alrededor como si fuese otro mundo ahora escucho cosas, a este paso me volveré loca.

 

Escucho pasos, se acercan por el pasillo….

 

-¿Aun estas aquí? – Esa voz, es la chica del otro día.

 

-¿Por qué debería de irme? Este es mi salón, tú eres la no debería de estar aquí- la miro un poco enojada - ¿Quién eres?

 

-¿Quién soy? Es una buena pregunta – sonríe levemente

 

-¿En qué año estas? Nunca te había visto antes – digo con curiosidad.

 

-En quinto. Tú eras de segundo ¿no? – pregunta ella.

 

-¿Por qué hablas en pasado? Aún estoy en segundo… ¿Qué vienes a hacer aquí? – digo curiosa

 

-Me gusta este salón-dice recorriendo el lugar con la vista - siempre está solo, así que puedo leer tranquila sin que nadie me moleste.

 

-Aquí vemos clase nosotros, no está solo

 

-¿Nosotros? ¿Hay más como tú? – pregunta con duda.

 

-¿Qué quieres decir con más como yo? – me intriga su forma de hablar

 

-Nada, olvídalo - Suspira -Hoy no podré leer – Se da vuelta y sale del salón.

 

Cuando la veo salir por la puerta me doy cuenta de que no me dijo su nombre, me levanto rápido y voy tras ella, pero al salir al pasillo ya no está ¿Desapareció?  No, lo más probable es que haya entrado a otro salón. Dijo que mi salón siempre estaba solo, pero no es así… ¿A qué se refería con eso? Y más importante ¿Quién es ella? Nunca la había visto antes, y llevo dos años asistiendo a este colegio ¿Cómo es que no la había visto? Tal vez sea de esas personas que les gusta estar solas.

 

 

 

No entiendo por qué, pero ya le he preguntado a todos mis compañeros por esa chica y todos me han dicho lo mismo…“No, nunca la eh visto”… ¿Cómo es posible que nadie sepa de ella? El colegio no es tan grande, en algún momento se tuvieron que haber cruzado con ella, en el pasillo, el baño, la cantina, pero no, nada, nadie sabe nada, el único dato que tengo de ella es que es de quinto… ¿quinto? Desde cuando los de quinto vienen a este edificio, creí que a este edificio solo asistían los de primero, segundo y tercero. Los salones de cuarto y quinto están en el edificio de al lado… ¿entonces? ¿Qué hace aquí? ¿Y cómo es posible que nadie  se haya percatado de su presencia? Por su  uniforme llamaría la atención de todos…Pero nadie la ha visto pasar.

 

Al otro día, decido ir a la biblioteca a investigar un poco, si de verdad es de este colegio debería de aparecer en el anuario escolar. Al llegar a la biblioteca voy directo a la sección donde se encuentra la información que busco, una vez que ubico el libro veo que tiene unas páginas en negro, sin prestarles atención voy directo a la página donde se ubican a los de quinto…En un par de minutos encuentro su foto…Cristinne Edwards, así se llama. No es que esto cambie algo, pero al menos sé que existe…o que existió, ¡NO! ¿Qué estoy pensando? No es posible que sea un fantasma, el que nadie sepa nada de ella no prueba nada,  solo estoy imaginando cosas.

 

Luego de estar un rato en la biblioteca regreso al salón, para mi sorpresa Cristinne se encuentra sentada en mi puesto leyendo. Cuando entro, voltea a mirarme, no dice nada y continúa su lectura. Yo en silencio me siento en el puesto de al lado.

 

-Cristinne – digo su nombre. Ella voltea a verme con el entrecejo levemente fruncido.

 

-¿Cómo sabes mi nombre? – Pregunta ella - Nunca te lo dije

 

-Te busque en el anuario escolar – me levanto de hombros restándole importancia al asunto.

 

- Emma Riveros – dice ella – ¿Viste las páginas que estaban en negro? – pregunta con interés.

 

-¿Y tú como sabes mi nombre? – contesto - Y no, no las vi ¿Debería verlas?

 

-No, es mejor que no lo hagas – dice sin expresión.

 

-¿Por qué no? – insisto

 

-No creo que te guste lo que vas a encontrar.

 

              En el momento en que me disponía a responder Estiven entra al salón, me mira.

 

-¿Qué haces aquí? Ya casi termina la hora de almorzar – sin esperar respuesta saca algo de su bolso y sale nuevamente. Ni siquiera miro a Cristinne.

 

-Tus amigos no pueden verme – dice ella. ¿Qué? ¿Acaso escuche mal? ¿Dijo que no pueden verla?

 

-¿Qué dijiste? – pregunto con sorpresa.

 

-Que tus amigos no pueden verme, ni siquiera tú deberías poder verme – confirma lo que creí escuchar.

 

-¿Por qué no pueden verte? ¿Por qué yo no debería verte? – pregunto.

 

-Por que pertenezco a un mundo diferente al suyo – me dice seria.

 

               ¿Debería estar sorprendida? Me acaba de decir que es un espíritu ¿Por qué no estoy asustada? Es como si…, lo supiera desde un principio. Su presencia desde un inicio me pareció demasiado misteriosa, callada…diferente a las demás, es como si siempre lo hubiese sabido. Pero eso no quita el hecho de que es un fantasma ¿Desde cuándo puedo ver fantasmas? ¿Todas las cosas que eh creído escuchar eran reales? ¿Por qué solo yo puedo verla? ¿Por qué esta ella aquí? ¿Cómo y cuándo fue que murió?...Todas estas preguntas asaltan mi cabeza y todas ellas sin respuesta.

 

Mientras yo me ahogo en mis pensamientos ella toma su libro y sale del salón, quiero ir tras ella, pero aunque lo haga sé que no va a contestar mis peguntas. Es mejor que investigue por mi propia cuenta. Sé que en la biblioteca hay un montón de periódicos viejos, probablemente allí encuentre  algo. Una vez allí me acerco a uno de los estantes para buscar el anuario escolar…No esta, ¿cómo es que no está? Hace un par de horas estaba aquí, alguien lo tuvo que haber tomado ¿pero quién? Fue ella, solo pudo haber sido ella. Sin más opción busco el montón de periódicos que esta en los estantes más al fondo, donde nadie va, es un lugar un poco obscuro y lleno de polvo, los estantes son viejos y los libros parecen tener años sin ser usados. En un rincón, al fondo de este sitio tan lúgubre, se encuentra lo que busco. Una pila de periódicos viejos, maltratados, desordenados y llenos de polvo.

 

Ni siquiera sé por dónde empezar ¿Qué tan atrás dedo buscar? ¿De verdad quiero descubrir qué está pasando?  Hay algo que me dice que es mejor no saber nada, pero mi deseo por descubrir todo el misterio que envuelve a la chica fantasma es mayor. Me doy una bofetada mental, me siento en el suelo y tomo el primer periódico de la pila.

 

13-02-2017, es la fecha del periódico…Nada, no hay nada. Solo habla sobre las fiestas de carnavales, robos, accidentes y eso, pero en ninguna publicación aparece el nombre de Cristinne, ni nada referente al colegio o a uno de sus alumnos. Siguiente periódico, 12-02-2017…Nada, solo anuncios sin importancia. Siguiente…Nada…Siguiente, nada…, Siguiente…, Siguiente…, Siguiente…, Nada…, Nada…, Nada. ¡¡No hay nada!! Eh revisado veintidós periodos y aun no he hallado absolutamente nada. Paso aproximadamente 4 horas sentada revisando periódico por periódico.

 

12-01-2017, es la fecha de publicación. Página 9, un encabezado llama por completo mi atención “Accidente de tránsito acaba con la vida de 24 alumnos” me detengo allí, esto era lo que buscaba, estoy segura.

 

“Ayer a las 10:27 de la mañana, se dio lugar a un terrible accidente que acabo con la vida de 24 alumnos, dos profesores y el conductor. Estos se dirigían a una excursión fuera de la ciudad, lamentablemente no pudieron llegar a su destino. En la troncal 19 en dirección oeste, un automóvil que iba a exceso de velocidad colisiono con el autobús escolar en el que se encontraban los jóvenes y profesores, causando que perdiera el control y terminara cayendo por el barranco. A pesar de la rápida acción de las autoridades y los paramédicos, de este accidente solo 5 personas sobrevivieron, sin embargo, dos de ellas murieron antes de llegar al hospital, y las otras se encuentran gravemente heridas. El conductor del coche que se encontraba en estado de ebriedad fue arrestado, y se espera para ser llevado a juicio… A continuación se encuentra la lista de los fallecidos”

 

Allí acaba la página, al dar vuelta a la misma…nada, no está la lista, ni siquiera está la página, la quitaron.

 

Es obvio que no quiere que vea esa lista ¿pero por qué? ¿Tan malo es que confirme su muerte? ¿O hay algo más que no quiere que sepa? ¿Por qué un muerto no quería que sepa sobre él? Si lo supiera, podría ayudarla a llegar al otro lado, si es que ese otro lado de verdad existe. Hasta donde yo sé, los espíritus son almas que no pudieron cumplir algo durante sus vidas y por eso terminan como errantes entre los vivos ¿Qué fue lo que ella no pudo hacer durante su vida?

 

Una vez que termino de poner los periódicos en su lujar, salgo de la biblioteca y me dirijo al salón. Espero que ella este allí, pero no, no es así. Solo están Estiven, Arthur y algunos de mis compañeros.

 

-¿En dónde estabas? – pregunta Arthur

 

-¿Y por qué estás tan sucia? – me mira Estiven

 

-En la biblioteca – me limito a contestar.

 

 

 

……

 

 

 

Me encuentro sola en el salón. No puedo concentrarme, no puedo pensar en nada que no sea esa lista ¿Por qué no quiere que la vea? Al fin y al cabo ya sé que es un fantasma, entonces ¿por qué tomarse tantas molestias? No lo entiendo. Justo en ese momento, escucho pasos en la puerta…, es ella. En el momento en que me ve, solo se da la vuelta y se va. Yo me levanto y salgo rápido detrás de ella.

 

-¿Por qué no quieres que vea la lista de muertos? – le pregunto al alcanzarla en el pasillo.

 

-No sé de qué hablas – contesta sin mirarme

 

-Si lo sabes, solo tú pudiste haber quitado justamente esa página y tomar el anuario ¿Qué es lo que no quieres que sepa? Ya sé que eres un fantasma ¿así que por qué tanto misterio?

 

-No estoy muerta – contesta ella – ¿te gusta este lugar? – pregunta.

 

-¿eh? – la miro con duda. - ¿Por qué me preguntas eso? – Ella solo me mira esperando una respuesta – Si,  me gusta mucho este lugar – contesto al fin.

 

-Entonces, es mejor que no sepas la verdad – dice antes de bajar las escaleras.

 

¿Qué quería decir con que es mejor que no sepa la verdad? ¿Por qué no quería saberla? Desde ese día, me he encontrado con ella tres veces, siempre le pido lo mismo “déjame ver la lista” y siempre me responde igual “es mejor que no sepas nada”

 

Le he preguntado a todos si saben algo respecto al accidente y a la lista de fallecidos pero todos me responden con un “no sé de qué estás hablando” ¿Cómo es que nadie sabe sobre eso si fue un gran incidente? Bueno, no los culpo yo tampoco lo sabía hasta hace poco. Eh buscado por todas partes, incluso revise otros de esos viejos periódicos a ver si tenían más información, en internet tampoco sale nada respecto a la lista, la única persona, o espíritu, que sabe sobre ello, no me dice ni muestra nada y por alguna extraña razón, siento que tal vez, debería dejar de insistir con eso. Pero por otro lado, de verdad quiero saber cuál es la respuesta a este misterio, si es que se le puede llamar así.

 

Es mediodía, hora de almuerzo. Me dirijo al salón, probablemente ella este allí, quiero que me muestre la dichosa lista de una vez por todas. En efecto, al entrar, la veo sentada junto a la venta con su libro en la mano. Me acerco y me siento en el puesto que esta frente a ella.

 

-¿Vas a seguir insistiendo? – pregunta sin mirarme

 

-¿Vas a seguir negándote? – pregunto en respuesta.

 

-¿Por qué deseas tanto saber quiénes murieron ese día?

 

Ella tiene razón ¿Por qué quiero saberlo? ¿Qué pasara cuando lo sepa? ¿Solo quiero calmar mi curiosidad? ¿O es que acaso espero que algo más pase?

 

-No lo sé – contesto – solo quiero saberlo, eso es todo – ella me mira y suspira con pesadez.

 

-Te advierto que no será nada bueno para ti – dice ella, antes de  sacar un libro azul y una hoja de su mochila. Es el anuario y la pagina faltante de aquel periódico.

 

Me los entrega. Ahora que tengo la respuesta en mis manos, ciento que no debería verla. Respiro profundo y trato de calmarme, trago grueso. Abro el anuario en aquellas páginas que se encuentran en negro, veo todas las fotos, son todos mis compañeros, detengo mi vista en un chico de pelo castaño, es Estiven, comienzo a sudar frio ¿por esta su foto en estas páginas? Se supone que el negro es para identificar a los que ya…

 

 Paso la página y ahora mi vista va una muchacha de pelo negro, piel bronceada y ojos café. Soy yo ¿Qué hace mi foto aquí? ¿Por qué mi foto esta en las páginas negras? ¿Cómo fue que…? No lo entiendo, esto no puede ser posible.

 

-Te dije que no te iba a gustas la respuesta – me mira con tristeza.

 

                          Mis manos tiemblan, el corazón me late acelerado, tengo la respiración agitada, y aún queda el confirmante final. Vuelvo a tragar grueso antes de leer la lista en la que se encuentran los nombres de las personas que murieron el día del accidente. Los leo uno a uno, y a cada nombre que leo un escalofrió me recorre el cuerpo. Llego a la mitad de la lista.

 

                           Emma Riveros, mi nombre, soy yo, es obvio que soy yo, pero ¿Cuándo? ¿En qué momento? ¿Por qué no me di cuenta antes?

 

-¿Es…estoy…Mu…Muerta? – logro apenas decir. Ella solo asiente.

 

-El día del accidente – me mira con tristeza – tú y toda tu clase iban a una excursión al bosque, pero en el camino tuvieron un accidente…y tú y tus compañeros murieron…hace dos años.

 

-¡¡NO!! ¡No estoy muerta! ¡¡Estoy aquí!! Tu puedes verme ¿no? Eso demuestra que estoy viva ¿verdad? – pregunto con histeria, a punto de romper en llanto. No puedo estar muerta.

 

-Desde pequeña – me dice – he podido ver fantasmas, pero nunca pude interactuar con ellos, hasta que tú apareciste. Por eso me sorprendí cuando me hablaste.

 

- ¿Soy la única que puede verte? – pregunto, tragándome el nudo de la garganta.

 

-Sí, eres quien más se niega a aceptar la verdad. Tú eras una de los  que sobrevivió al accidente, estuviste cuatro días en el hospital, pero al final tu cuerpo no resistió y…

 

-Morí – le finalizo

 

-Si – afirma ella.

 

                          Y es aquí, cuando se me escapa una sonrisa incrédula, seguida de unas lágrimas que recorren mi rostro hasta caer al piso. Llevo mis manos a mi rostro y mi llanto aumenta. Estoy muerta, de verdad estoy muerta. Justo ahora lo recuerdo todo, el viaje, el accidente, los gritos de terror a mí alrededor.

 

-Creo que el motivo por que sigues aquí es porque te negaste a aceptar tu muerte – me dice ella con tristeza. Levanto el rostro para mirarla –ahora, tal vez, puedas estar en paz

 

                           Despacio ella se acerca y me abraza, yo me quiebro de nuevo, entierro mi rostro en su hombro y aprieto su camisa con mis manos, llorando como una niña pequeña, aunque al fin y al cabo eso soy. Ella pacientemente espera a que deje de llorar mientras me acaricia la cabeza. Cuando mi llanto cesa, permanezco con el rostro en su hombro y los ojos cerrados, sintiendo como poco a poco una paz invade mi cuerpo. Para al final ya no escuchar, pensar, ni sentir nada.

 

 

 

Fin.

Notas finales:

Muchas gracias por leer. 

Espero les haya gustado. Agradeceria su opinión.

 

PD: esta historia la suvire a Wattpad así que si la ven por allí, la subí yo, no es plagio.


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