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Blessings [Jungsook] por rainynight1214

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Una de las cosas de las que una bruja se enorgullece aparte de su destreza mágica es su jardín; y probablemente Eunsook estaba malditamente orgullosa del jardín que ella cuidaba. Ella criaba unos pocos árboles raros de encontrar, algunas hierbas exóticas para sus pociones más poderosas y una amplia variedad de flores. Pero mantener su jardín no era una tarea fácil; ella tuvo que construir una cerca encantada más alta y fuerte con todo tipo de hechizos protectores para mantener alejados a los roedores y ciervos que sean atraídos a su jardín por el olor de las diferentes plantas mágicas.

 

Los encantamientos eran realmente hechizos cortos y simples que efectivamente mantenían a las pestes alejadas sin lastimarlas y como tales estos encantamientos no tenían efecto alguno en los humanos, no era como si ella necesitara agregar algún encantamiento para mantener a los humanos alejados; ella sabía que ningún humanos en sus cinco sentidos intentaría ingresar al jardín de una bruja o mago.

 

Pero desafortunadamente, ella se equivocaba. Una noche mientras estaba sentada en su sofá favorito tomando té, hojeando de un libro sobre runas antiguas que había intercambiado por una de sus pociones en la mañana sintió un compromiso en sus hechizos protectores y unos ruidos amortiguados fuera en su jardín. Ella husmeó a través de la ventana de su cocina y encontró la fuente de la irrupción en su protección. Humanos.

 

Ella cogió su escoba y salió silenciosamente. Decidió asustarlos lo suficiente para dar un ejemplo y así nadie seguiría esta torpeza de entrar a su jardín nuevamente.

 

Minho mira, las flores de atrás son más bonitas” la joven mujer señalo en dirección a las flores mágicas más raras y favoritas de Eunsook, “Llevemos esas, deberían ser lo suficiente para calmarlo y luego podemos hacer un buque o una corona con ellas

 

Eunsook sintió la rabia burbujear dentro de ella, ¡Cómo podrían siquiera pensar en usar tan preciosas flores como decoración! “¿Qué están haciendo aquí?” preguntó en voz alta, haciéndose notar. Vio a la mujer y al hombre acompañándola congelarse, las flores que sostenían cayendo. “No recuerdo haberlos invitado a venir y arruinar mi jardín con sus malas intenciones” Se acerco a los dos intrusos.

 

La mujer joven se dio a vuelta, “Venimos sin malas intenciones” exclamó. “Verás, es cuestión de vida o muerte; él necesita estas flores para poder casarse-”

 

¡Suficiente!” Eunsook no podía creer que ellos intentaran usar sus preciosas flores que son muy raras y extremadamente difíciles de hacer crecer como un mero símbolo de amor o como una decoración. “Salgan de aquí” elevó su voz.

 

“Pero por favor, realmente necesito estas flores, solo así-” la súplica del joven fue cortada “Váyanse antes de que les lance una maldición

 

“¿Es lo único que puedes hacer? ¿Solo maldecir a las personas? ¡Te apuesto que ni siquiera sabes que se siente amar! ¡Lo único que sabes es maldecir personas! Estaba esperando mucho de una bruja, ¿No es así?” declaró la joven, finalmente perdiendo la calma.

 

“Bien, ¡Será una maldición!” gruñó Eunsook. “Ningún hombre jamás se enamorará de ti, el amor que estás esperando obtener de este hombre al darle mis flores. Nunca lo verás” Ellos estaban irrumpiendo en su jardín, tomando sus preciosas flores ¿Por algo tan trivial como el amor? Entonces definitivamente puede llevarse sus razones por tal falta de respeto.

 

La joven mujer dejó escapar un molesto suspiro, recogió las flores que había soltado y se fue sin evitar otra mirada de Eunsook. El joven hombre intentó disculparse nuevamente, pero Eunsook lo ignoró, haciendo que siguiera a su cómplice a la salida.

 

Eunsook dejó salir un profundo suspiro, ella necesitaba otra taza de té para calmarse.

 

-

 

Luego de pensarlo tranquilamente por un día o dos, Eunsook notó que la maldición que le había lanzado a la chica era excesivo y patético. Ellos intentaban hacer algo tierno y dulce-usando el método erróneo obviamente- y no necesitaba tal prohibición severa. Ella finalmente decidió que iría la ciudad y la buscaría y desharía el hechizo y quizás luego sería capaz de dormir.

 

Por un golpe de suerte, Eunsook la encontró en el mercado de la ciudad acompañada del mismo hombre y otra chica. Eunsook los siguió, la incertidumbre deslizándose en su corazón, algo estaba mal. El hombre aún le sonreía y reía junto a ella como si nada hubiese pasado entre ellos, como si su maldición no les hubiese afectado en lo más mínimo.

 

Aún no puedo creer que conseguiste estas flores del jardín de la bruja solo para mí, Minho” escuchó decir a la nueva conocida exclamar.

 

Te conseguimos las flores y Junghee obtuvo la más favorable maldición que hubiera podido tener. Una verdadera bendición enmascaradaMinho rio mientras codeaba a Junghee.

 

“Hubieras visto su cara Taeyon” Junghee sonrió. “Si tan solo supiera que aún sin su maldición nunca me gustaría obtener el amor de un hombre si no de una mujer como ella”

 

“Realmente hubieras visto su cara Taeyon” Minho intervino, “Ella era completamente el tipo de Junghee” siguió Minho.

 

Taeyon rio, “Que esperarías de Junghee, enamorándose en los momentos más peligrosos”

 

“Ella tiene una nariz realmente tierna” Junghee sonrió, “Que se arruga tan tiernamente cuando está molesta, y esos labios besables” Junghee dejó escapar un suspiro de felicidad.

 

-

 

Eunsook estaba tan molesta. La rabia ni siquiera podría describir el torbellino dentro de su corazón y mente. Ella había pasado noches sin dormir, viendo el techo mientras la culpa la consumía por la maldición que había lanzado sobre Junghee, pero todo fue por nada. Su maldición fue devuelta. No podía dormir pensando en que tan triste y con el corazón roto estaba Junghee por la maldición, pero ese no era el caso, en realidad ella estaba feliz, muy complacida con la maldición. Ella no podía creer que había pasado noches sin dormir por la culpa y arrepentimiento hacia alguien que no lo necesitaba.

 

Además, luego de que Eunsook preguntara por Junghee se enteró de que era la hija mayor del rey. Ella se convertiría en la reina de su reino algún día, y tenía la astucia de venir a husmear en su jardín, robándole. ¿La estaba menospreciando? ¿A una bruja de su calibre?

 

-

 

Unos días después, ella estaba acostada en cama, acariciando a su gato, Jinx, recordando la conversación que había escuchado ese día calmadamente, y el último comentario de Junghee rondando su mente. “Ella tiene una nariz realmente tierna que se arruga tan tiernamente cuando está molesta, y esos labios besables” Eunsook sintió sus mejillas calentarse, hundió su rostro en la espalda de Jinx, incitando un fuerte siseo del minino. “¡Jinx! ¡Ella cree que soy tierna!” Exclamó mientras abrazaba a su gato.

 

Imaginó el rostro de Junghee en su mente, mordiendo su labio inferior al pensarlo. Ahora que estaba pensando en eso, Junghee también era tierna.  Definitivamente mucho más tierna que ella. Tenía unos ojos realmente expresivos, que se veían como caramelo líquido bajo la luz del sol. Su nariz también era ligeramente grande, pero era tierna la manera en la que la mantenía en alto cuando estaba molesta o herida. Y sus labios abultados eran definitivamente más besables que los suyos.

 

Suspiró mientras dejaba que Jinx se vaya ya que había estado luchando para librarse de sus brazos. Quizás ella necesitaba darle a Junghee otra oportunidad, quizás Junghee tenía una buena razón para hacer lo que había hecho, quizás ella podría enamorarse de Junghee. Quizás ellas tenían un futuro juntas. Quizás.

 

-

 

Luego de pensarlo (más pesando sobre Junghee y viéndola siempre que la encontraba por la ciudad) decidió que necesitaba consolar a Junghee (y también enfrentar sus sentimientos que se estaban desarrollando rápidamente por la princesa)

 

Ella hizo un plan para colarse en el palacio, justo como Junghee se había colado en su corazón jardín y la oportunidad perfecta se presentó por si misma unos días después. La hermana de Junghee, Taeyon se iba a casar en el palacio y el palacio estaría abierto al público para la celebración.

 

-

 

Eunsook veía a Junghee de lejos; estaba vestida con un vestido rosa claro, haciendo juego a un juego de joyería que adornaban su cuello y orejas. Había cambiado el color de su cabello a un rojo más oscuro del rosa al que ella estaba acostumbrada a ver siempre en ella, embellecido con pequeñas flores y brillantina. Se veía tan hermosa.

 

Luego de que Taeyon y Minho hubieran intercambiado sus votos, la celebración fue cambiada al gran salón en el palacio el cual estaba abierto solo para la realeza e invitados importantes. Eunsook rápidamente se escondió en la cocina pretendiendo ser una ayudante. Ella tuvo que pegarse a su papel mientras los guardias constantemente vigilaban. Se movió dentro y fuera del salón, sus ojos siempre buscando y encontrando a Junghee.

 

Ella fue llamada a la mesa del rey por el asistente principal, ubico silenciosamente la bandeja que estaba cargando, intentando no atraer la atención hacia ella.

 

¿Qué te hizo cambiar de opinión sobre Minho?” escuchó Eunsook que uno de los ministros preguntaba mientras ella empezaba a servir.

 

Él completó una apuesta que le hice cuando pidió la mano de Taeyon en matrimonio” el rey carcajeo “Le pedí traer la flor más hermosa que tuviera la bruja de nuestro reino solo así se podría casar con mi hermosa Taeyon, y si no lo hacía, le dije que se fuera y nunca mostrara su rostro nuevamente. Ese tonto realmente tomo la propuesta y lo hizo

 

La mano de Eunsook titubeó un poco, se disculpó y dejó el salón tan pronto como pudo. Sintió su corazón caer, Junghee realmente tenía una razón para inmiscuirse en su jardín de esa manera, pero ella no sabía que la razón era tan grande como esa. Si tan solo hubiese preguntado, le hubiera hablado, le hubiera dado las flores de su jardín felizmente (no aquellas raras que ellos habían arrancado, pero sí de otro tipo).

 

Dejó escapar un suspiro mientras se deshacía del uniforme que había sido obligada a utilizar. Había visto a Junghee disculparse por aquella noche y sabía dónde encontrarle. No importa cuán infructuosa haya sido la maldición, aún necesitaba quitarle, no era algo bueno para una persona quedarse maldita por el resto de su vida.

 

Hizo dormir a los soldados que estaba cuidando las escaleras que llevaban a los aposentos privados de la familia real y entró al cuarto de Junghee.

 

No llame a nadie para atenderme

 

Eunsook escuchó la voz distante de Junghee venir desde su habitación. Vio a Junghee entrar del balcón en su cuarto, cerrando las puertas de vidrio que daban al balcón detrás de ella. Sus ojos se agrandaron cuando vio a Eunsook parada frente a ella. “¿Qué estás haciendo aquí?” exclamó. “¡No me digas que estás aquí para maldecir a Taeyon y a Minho también!”

 

Eunsook sonrió, “No es así. Solo estoy aquí para tomar algo que me pertenece” dijo mientras se acercaba a Junghee.

 

“¿Esas flores? Se marchitaron hace mucho, no hay nada aquí que te pertenezca” dijo Junghee. “¡Guardias!” gritó.

 

“Oh, ellos están durmiendo así mantengámoslo en silencio, no crees” Eunsook sonrió maliciosamente mientras se sentaba en la cama de Junghee. “¿Estás segura de que no tienes algo que me pertenece?”

 

“¿Qué más quieres de mí?” dijo Junghee molesta. “¡Incluso me maldijiste!

 

“Una maldición que fallo de hecho. Ah… como lo llamó… una bendición enmascarada, ¿Así era?” Eunsook sonrió al ver a Junghee sonrojarse.

 

Rio cuando vio el sonrojo de Junghee hacerse más intenso. Finalmente la conversación que habían tenido días atrás volviendo a su mente.

 

“¿Qué quieres de mí?” Junghee preguntó tímidamente mientras cambiaba el peso en sus pies, podía sentir los ojos de la bruja perforándola, calentándola por dentro.

 

“He venido a llevarme lo que me pertenece ahora” dijo Eunsook, parándose de donde estaba sentada.

 

“Y como dije, las flores ya no están” Junghee trago mientras veía a Eunsook acortar la distancia entre ellas.

 

“¿Quién dijo algo de las flores?” dijo Eunsook lentamente mientras agarraba la muñeca de Junghee. “He venido a llevarme tu corazón, siento que me pertenece ahora” dejó un pequeño beso en la mejilla de Junghee.

 

Aunque el corazón de Junghee estaba corriendo a mil por hora por su cercanía no pudo evitar dejar escapar un bufido. “Debería decir que eres una bruja blanda” dijo antes de besar aquellos besables labios.
“Entonces, ¿Tú tienes algo que me pertenece?” preguntó Junghee.

 

“Me temo que si” Eunsook rio mientras acomodaba unos cabellos rebeldes detrás de la oreja de Junghee, acercándose a ella, su cálida respiración contra los labios de Junghee, “¿Quién hubiese creído que una maldición se convertiría en tan hermosa bendición?”

 

 

-Fin-

Notas finales:

Gracias por leer~


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