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Entre las cuerdas de tu violín por kiba25

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Notas del capitulo:

Holaaa!! Lo siento muchísimo, madre mia que desastre...He tardado demasiado, mis más sinceras disculpas.

¿Cómo estáis? ¿Ha mejorado la situación en vuetsros países? Espero que esteís bien <3

Cositas, bueno, el capítulo es cortito la verdad, no voy a excursarme, pero me quedé algo atascada y sinceramente tenía ganas de al menos daros algo teniendo en cuenta todo el tiempo que llevo sin subir nada, pero hay buenas noticias y es que ya para el próximo capítulo todo volverá a la normalidad y será mucho más seguido y con una duración mayor :D

Muchas gracias por vuestro apoyo y la paciencia que teneís conmigo, que yo de verdad se que soy un poco terrible jejej

Nos vemos dentro de nada <3

 

El viaje era pesado, Marco conducía a una velocidad media y de vez en cuando le daba una corta mirada a Ace, sentado en el otro asiento mordisqueando sus labios nervioso y mirando todo el rato desde sus manos a la ventana.

 

 

-Hace mucho que no voy a visitarle...- Marco asintió en silencio, la condición de Luffy era un tema que no tocaban mucho y cuando lo hacían era con sumo cuidado. Tomó la salida que debía y miró por el retrovisor a Otama que dormía plácidamente en su siento abrazando el peluche que Luffy le regaló la última vez que fueron a visitarle. Marco sentía un orgullo enorme por la familia que había formado.

 

 

Aparcó el coche y estiró el brazo para acercar a Ace y darle un beso largo sobre la frente y después bajo lentamente para dejar otro más corto sobre sus labios.

 

 

-No te preocupes, todo irá bien.- Ace se sonrojó con la acción e infló los mofletes mientras se bajaba del coche y abría la puerta trasera para despertar al tronco durmiente que era Otama.

 

 

Otama se arrastró por el asiento y al bajar hizo un puchero, todavía era muy pequeña para entender la situación, pero si algo sabía es que le daba pena solo poder ver al tío Luffy en aquel lugar. Estiró la manga de Marco y el Alfa no tardó en cogerla en brazos y pegar su mejilla dejando su olor y buscando que la pequeña se calmase.

 

 

Entraron al lugar y caminaron por el largo pasillo, toda la gente que veían eran enfermos o familiares llorosos y angustiados. Otama solía aferrarse con más fuerza al cuello de Marco cuando veía a una mujer llorar. El nudo que se le estaba formando a Ace en el estómago era enorme. Se detuvo ante la puerta 213 y le tiró de la nariz a Otama para que sonriese.

 

 

-¿Estás lista?

 

 

-¡sí!- Ace sonrió, aunque Otama se ponía algo triste, siempre que veía a Luffy la chica salía con energías renovadas, y él también. Abrió la puerta y asomó la cabeza.

 

 

Luffy dejó de mirar la ventana cuando escuchó a Otama decir algo en voz alta, apretó los dedos entre las sábanas y procuró mostrar la sonrisa más grande que tenía.

 

 

-¡Tío Luffy!- La niña se lanzó sobre él y al sentirla sobre su pecho la rodeo con los brazos y apoyó su cabeza en la de Otama.- ¡Ya estamos aquí!- Marco cerró la puerta después de entrar e hizo un gesto con su cabeza hacía Luffy, y Ace se acercó hasta sentarse en el borde de la cama y pasar su mano por el cabello negro de su hermano pequeño.

 

 

-¡Tama! ¡Yo también quería verte!- Otama se separó entre risas y se quedó sentada sobre el regazo de Luffy mientras buscaba algo en su mochila. Luffy pasó la vista y la clavó en su hermano con una sonrisa tranquila.

 

 

-¿Cómo estás?

 

 

-Bien. Aburrido como siempre.- Ace negó divertido y tragó saliva. Le era muy duro visitar a Luffy porque si había algún espíritu libre en el mundo, ese sin duda alguna era su hermano, y tenía que estar confinado a vivir entre cuatro paredes blancas. - No te preocupes, tengo visitas a menudo, aunque ese musgo verde de Zoro hace tiempo que no se pasa ¿Qué es de él?

 

 

-Ha encontrado un hombretón. Ace dice que Zoro se ve más bonito ahora.-  Otama se encogió de hombros sin prestar mucha atención y Luffy abrió los ojos sorprendido mientras Ace miró a su ¨hija¨ soltar aquello sin tapujos mientras seguía rebuscando en la mochila que llevaba.- ¡Ah! ¡Lo encontré!- Sacó una caja pequeña y se acercó a Luffy.- Hice los collares a juego.- Luffy aplaudió contento y dejó que Otama le pusiese el pequeño collar que tenía colgado un sombrero de paja y ella se puso uno igual.- Así podemos comunicarnos cuando no esté aquí jejej

 

Ace se sorbió una lágrima y sintió la palma de Marco apretar su hombro, sin él, seguramente no podría ni ver esa escena ni seguir adelante.

 

 

-¿Zoro ha encontrado a alguien? ¿En serio?- Luffy sonrió risueño y Ace se acomodó mejor en el borde de la cama para acariciar el cabello morado de Otama.

 

 

-Bueno, es algo complicado. Dracule Mihwak es su pareja destinada.- Luffy se quedó en silencio y sus dedos temblaron. Le costó procesar aquella información y sin darse cuenta empezó a toser asustando a Otama por lo que Marco cogió a la pequeña en brazos en seguida.- ¡Luffy!- Ace se levantó preocupado y rodeó a su hermano por los hombros, Luffy seguía tosiendo y como pudo señaló el bote de pastillas que estaba en la mesa, Ace lo cogió con velocidad y tras darle una a su hermano, Luffy se la tragó sin agua y poco después el ataque se detuvo. Se llevó la mano a la boca y cerró los ojos al ver su propia sangre manchar sus dedos.

 

 

Otama empezó a llorar en los brazos del Alfa y Marco la meció como pudo mientras se acercaba al oído de Ace y le daba un beso en la cabeza.

 

 

-Saldremos un segundo...- Ace asintió casi sin prestar atención, tenía los ojos puestos en su hermano. Le entregó algo de papel y cuando Luffy se limpió la mano y la boca señaló el vaso con agua.

 

 

-Lo siento...Asusté a Tama.- Luffy sonrió con esfuerzo y Ace negó en silencio mientras seguía acariciando la espalda de su hermano. Le notó más delgado y aquello lo estaba empezando a matar por dentro. - No son muy casuales, pero cuando vienen son un poco horribles...

 

 

-¿Te están cuidando bien? Yo...Estoy trabajando para que llegue bien el dinero...

 

 

-Si, no te preocupes. - Luffy sonrió algo más animado y se colocó mejor sobre su cama. - Pero vaya, sí que me ha pillado desprevenido lo de Zoro.- Ace meditó y terminó asintiendo en respuesta.- Me alegro por él.

 

 

-Me dijo que cuando tuviese tiempo se pasaría

 

 

-Si, eso estaría genial...Discúlpate con Tama de mi parte, anda. No quiero que se preocupe de forma innecesaria. - Ace se mordió la mejilla interna y asintió en silencio. Luffy apartó la vista y la clavó en la ventana. - ¿Puedes cerrar un poco? Hace algo de corriente. - Ace frunció el ceño, la verdad es que hacía calor, pero de todos modos se movió y cerró por completo. - Gracias

 

 

- ¿Han venido a verte...? - Luffy negó y acto seguido se encogió de hombros. Ace cerró sus puños con rabia y su hermano suspiró.

 

 

-No merece la pena, Ace. Por mucho que un papel diga que son mis padres no lo son, y cuando deje de ser menor de edad sabes que los quemaré. No tiene importancia...Nada lo tiene...- Ace abrazó a su hermano y Luffy descanso la cabeza sobre el hombro de su hermano.

 

 

Al rato Marco abrió la puerta de nuevo y Otama asomó la cabeza, a Luffy le partió el alma ver los ojos llorosos de la niña por lo que giró sobre su costado y negó con la cabeza.

 

 

-Salid ya...Por favor...- Ace le apretó el hombro y tras besar la cabeza de su hermano se alejó, Otama pasó por su lado y cuando quiso detenerla le esquivó, saltó sobre la cama y abrazó a Luffy.

 

 

- ¡Vendré otra vez! ¡Vendré hasta que salgas de aquí! ¡Me lo prometiste! - Marco entró por completo y se llevó a Otama en brazos pataleando y medio llorando de nuevo. Ace salió de la habitación y cuando llegó al coche se dejó caer derrotado en la parte de atrás con Otama llorando en sus brazos. Era un hermano y un padre horrible. Marco hizo todo lo posible por animarlo durante el camino.

 

 

Luffy escuchó la puerta cerrarse y apretó el collar que Tama le acababa de dar, se encogió en su cama y rompió en llanto hasta que la puerta se abrió y un enfermero entró con un libro debajo del brazo.

 

 

-Katakuri...Hoy no...- El enfermero levantó las cejas y cuando consiguió que aquel niño le mirase, le acarició la cabeza y asintió en silencio.

 

 

-Volveré en un rato.

 

 

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Cuando llegó la noche Mihwak se dirigió a su cuarto más tranquilo, había estado tocando el violín un par de horas y aunque le había dicho a Zoro de acompañarle, el Omega parecía haberse montado una especie de fuerte en su habitación con las almohadas y no quería salir de ahí, de alguna manera, se le hacía conmovedor.

 

 

Abrió con lentitud la puerta y olisqueó el aire, asintió al notar que no era tan pesado y encontró a Zoro sentado sobre su cama, con las piernas cruzadas y con el móvil entre sus manos. Se le veía concentrado tecleando con rapidez y el pequeño ceño arrugado que decoraba su rostro. Debía admitir que la camisa azul eléctrico combinaba a la perfección con el tono moreno del chico. Los calzoncillos rosas, por otra parte, le causaban gracia.

 

 

- ¿Tienes hambre?

 

 

-No, gracias. Creo que comí demasiado antes. - El Omega sonrió abiertamente y Mihwak le dio la razón. Cerró la puerta detrás de él y se sentó en la cama, haciendo una seña para que Zoro se acercase a él. Le rodeo la nuca con la mano y jugó con su pelo disfrutando de ver como el Omega respondía ronroneando ante su tacto.

 

 

- ¿Mejor? - Zoro asintió en silencio. Miró de nuevo su móvil y poco después lo dejo a un lado para mirar al Alfa y lamerse los labios nervioso.

 

 

- ¿Qué sabes de Luffy?

 

 

- ¿El hermano de tu amigo? - Zoro asintió en silencio y Mihwak se acarició la barba pensativo.

 

 

-No mucho, en realidad. Dono dinero en el hospital donde se encuentra y bueno, a veces toco allí ¿Pasa algo?

 

 

-Ace fue a verle hoy, parece que está mal. - Zoro agachó la cabeza y Mihwak lo abrazó descansando su cabeza sobre el hombro del muchacho y empezó a acariciarle la espalda. Zoro siseo ante el tacto de aquella mano sobre su espalda y por un momento se dejó llevar, olvidando todo lo demás busco los labios de Mihwak y cerró los ojos cuando sintió el contacto.

 

 

Mihwak vibró cuando sintió a Zoro buscar sus labios, movió sus manos y tras ponerlas sobre las mejillas del otro le besó. Fue un beso lento, sin segundas intenciones o eso pensó el Alfa hasta sentir como la lengua de Zoro rozaba sus labios. Negó con lentitud y escuchó al Omega quejarse.

 

 

-Solo un poco...Por favor...- Mihwak tragó saliva, Zoro lo miraba de nuevo como lo hizo por la mañana y sus dedos temblaron acariciando los pómulos firmes del chico.

 

 

-No quiero hacer nada que pueda hacerte sentir mal luego...Sabes a lo que me refiero. - Zoro mordisqueo sus labios e inquieto se apoyó sobre sus talones y bajó la mirada a las sábanas. Mihwak golpeó la nariz del chico y Zoro levantó la cabeza con una sonrisa tontorrona.

 

 

-Pues me iré al baño, otra vez. - Mihwak se quedó perplejo cuando vio al Omega alejarse y salirse de la cama. Parpadeó sin entender mucho hasta que escuchó la puerta del baño cerrarse y jadeo pasados unos minutos.

 

 

Cuando Zoro salió del baño se sentía algo más relajado, los supresores funcionaban bien y aunque tener a Mihwak cerca lo descontrolaba un poco estaba disfrutando de la compañía que le brindaba, de algún modo podía decir que después del celo todo iría a mejor. Zoro se quitó la camisa y cuando encontró la bata de Mihwak se la puso bajo la atenta mirada del Alfa.

 

Ver a Zoro usando la bata que él mismo llevaba puesta hace poco no era fácil, Mihwak estaba tirando de toda la paciencia que tenía para no tocar al Omega, pero el muchacho ayudaba poco en verdad.

 

Zoro se tiró sobre su estómago y cogió su móvil de nuevo para mandarle un par de mensajes a Perona y seguir hablando con Ace y poder mantenerle algo distraído para que no pensase todo el rato sobre su hermano. Mihwak le rodeó la cintura y besó su nuca, arrastrando sus labios por la piel que la bata dejaba ver. Poco después le quitó el móvil y le besó la frente.

 

 

-Dormiré en la habitación de al lado. - Zoro hizo un puchero.- Será más fácil.- Mihwak sonrió y se marchó dejando al Omega quejándose en la cama.

 

Le esperaba una noche larga y lo sabía.

 

Zoro giró sobre su cuerpo y clavó la mirada en el techo, sabía que Mihwak estaba haciendo un esfuerzo enorme por no tocarle, y aunque era plenamente consciente estaba deseando al mismo tiempo que lo hicese. Se pasó las manos por la cara algo frustrado y siseo entre enfadado y confuso. Cuando supo que aquello era inútil soltó un largo suspiro e hizo su propio esfuerzo por dormirse y no meterse en la habitación de al lado.

 

Mihwak se levantó muy temprano, desayunó con lentitud y cuando terminó de tocar el violín no eran ni las diez aún. Aprovechó el momento y llamó a Vista para saber qué es lo que necesitaba. La charla fue rápida y el Alfa se frotó la sien algo molesto, le pidió a Thomas que le trajese el periódico de hoy y cuando el mayordomo se lo entregó rebuscó rápidamente.

 

¨Un joven camarero enreda al prestigioso violinista¨ Mihwak arrugó el periódico entre sus manos y quiso quemarlo, después matar al que había escrito aquello. Le molestó ver la foto en la que salía íntimamente cerca de Zoro y Thomas desdobló el periódico para levantar las cejas sorprendido.

 

-Bueno, siempre puede llamar a la redacción

 

-Vista estaba molesto porque no se lo había contado. - Entró en la cocina para servirse una copa de vino y Thomas le dio una corta mirada.

 

-Algo pronto para beber, señor

 

-Me da igual. - Thomas suspiró y no dijo más. - Iré a ver como esta Zoro, prepara algo más de desayuno, por favor.

 

Mihwak entró en su habitación y sonrió, Zoro estaba hecho una bola con las sábanas alrededor de su cuerpo, se acercó y se sentó en el borde de la cama, estiró el brazo y le acaricio desde el hombro hasta la cadera, rozando la yema de sus dedos. La temperatura corporal del chico era bastante alta.

 

Zoro vibró al sentir los dedos de Mihwak danzando por su espalda, se arqueó un poco y lentamente giro la cabeza para mirarle.

 

-Buenos días…- Zoro bostezó sin tapujos y se dio la vuelta por completo, levantó los brazos pidiendo un abrazo y Mihwak se dejó caer sobre el omega, hundiendo la nariz en su cuello.- ¿Tienes hambre?

 

-De comida no.- Zoro mordió sus labios cuando escuchó al alfa reírse pegado a su cuello y picoteo la nuca de Mihwak con sus dedos.- De todos modos, el segundo día suele ser más tranquilo.

 

-Menos mal…- Zoro soltó una risa y se tomó el supresor bajo la atenta mirada del Alfa

 

-Gracias, no debe ser fácil…- Mihwak negó con la cabeza y enredó los dedos en su nuca, segundos después le besó con suavidad y Zoro se derritió en sus brazos. El beso no fue mucho más lejos, pero tampoco era necesario, la saliva del alfa era suficiente para que Zoro gimiese en el beso y la temperatura de su cuerpo subiese un par de grados. – En realidad si tengo hambre…

 

-Lo sabía, voy a por la comida.- Zoro le sonrió en el beso y cuando Mihwak se alejó el omega se estiró en la cama como una anguila y esperó el desayuno. El Alfa entró en la habitación y Zoro se frotó las manos juguetón, se tragó la comida y sonrió satisfecho, entonces Mihwak aprovechó y le enseñó la imagen del periódico donde salían juntos.

 

Zoro tuvo que deshacer un poco el periódico para poder ver con claridad, ya que estaba bastante arrugado, observó la foto y se puso pálido, desvió la mirada a su teléfono y se mordió los labios. Mihwak le miraba de vez en cuando y le acarició al nuca con lentitud.

 

-Es de hoy, viendo lo que ha tardado pensé que nadie diría nada.- Habló en voz baja y el Omega asintió sin apartar la mirada de la foto, el enunciado le molestaba en exceso, pero su mente trabajaba en otra cosa. En la reacción de su padre cuando se enterase.

 

-La foto es bonita…- Susurró más para sí mismo que otra cosa, pero Mihwak le escuchó y se le escapó una risa suave.

 

-Ciertamente. Han cogido mi perfil bueno.- Zoro levantó una ceja divertido y el Alfa se encogió de hombros en un gesto pretencioso.- Es verdad. – El omega negó divertido y después suspiro mirando al techo.

 

-Tendré que hablar con él seriamente…

 

-Deja que te ayude con eso, dudo que tu madre tenga problemas.

 

-Mihwak…Mi padre quería que tuviese un matrimonio concertado, no sé hasta qué punto avanzó esa idea, mi madre le paró los pies al principio, pero…- El Alfa tardó en procesar toda la información y el Omega sintió como su estómago se revolvía de golpe.- Yo…Mira, sé que debí contártelo antes, pero…- Empezó a agobiarse y Mihwak le abrazó haciendo círculos en su espalda con un dedo.

 

-No, está bien. Eres mi pareja, Zoro, tu padre tiene que respetar eso y ya está.- El peliverde se resguardó en los brazos de Mihwak y aspiró su aroma recibiendo un ligero cosquilleo en su nariz y una sensación cálida recorrer todo su cuerpo.

 

-Si…

 

-Podemos hacer una visita cuando se te pase el celo

 

-Hablaré con mi madre ¿La foto te traerá problemas?- Mihwak cortó el abrazo y le miró confuso. Zoro se rascó el puente de la nariz y apartó la mirada.- Quiero decir, yo…Esto…¨te he enredado¨- La molestia quedó bastante clara en su tono de voz y Mihwak parpadeó aguantando la risa en su garganta.

 

-Zoro, me importa un bledo lo que digan. Todos sabemos que en realidad fui yo quien te enredó a ti.- El Omega abrió la boca con una carcajada y Mihwak le miró con el ceño junto.

 

-Por supuesto que si

 

-Pues claro

 

Ambos sonrieron al mismo tiempo y Zoro siguió mirando la foto resoplando segundos después cuando su móvil sonó demasiadas veces. Encendió la pantalla y casi todos los mensajes de amigos o conocidos suyos eran preguntando por la foto, incluso había un mensaje de su vecino de arriba. Le enseñó la pantalla a Mihwak y rebotó contra el colchón agotado mentalmente.

 

-Hazte responsable de toda la bola de pesados que van a acosarme esta semana…Dios, tengo que ir a la facultad un día de estos…

 

-Puedo llevarte, y no en el coche de Shanks ¿No sería divertido?

 

-Me da la impresión de que esto te gusta más de lo que aparenta.- Mihwak se encogió de hombros y se tumbó a su lado para besarle la mejilla.

 

-No me desagrada la idea de que la gente sepa que eres mi Omega….- Zoro tensó su mandíbula casi de forma inconsciente y Mihwak cerró los ojos arrepentido. Se reincorporó de golpe y se mordió el labio.

 

-Yo…Lo siento. – Zoro se encogió un poco y negó lentamente.

 

-Somos pareja. – Mihwak le besó la frente de nuevo y el móvil del Omega empezó a sonar. Resoplaron al mismo tiempo y Zoro estiró el brazo para constar. – Es Kuina

 

-Contesta, anda. – Zoro se llevó el móvil a la oreja y lo apartó con el grito de su hermana, esperó varios segundos y saludó cuando Kuina dejó de gritar al otro lado de la línea.

 

-Se me había olvidado por completo el campeonato nacional de Kendo…- Zoro colgó la llamada y Mihwak le miro con una pequeña sonrisa en la cara.

 

-Imagino que tu hermana participará ¿Tú?- El Omega meditó varios segundos y se encogió de hombros.

 

-Si no lo hago mi hermana me abrirá el canal.- El Alfa parpadeo lentamente y Zoro soltó una risa.- Pues claro que lo haré, solo tengo que ver que no coincida con mis exámenes ni con los turnos nocturnos del trabajo…

 

-¿Cuándo volverás?

 

-En cuanto se termine el celo. Si dejo otra noche solo a Ace, Marco estará llorándome todo el mes.

 

-¿Y ese chico moreno algo violento?

 

-¿Law?- Mihwak asintió con la cabeza y Zoro le miró lleno de pánico.- ¿Estás loco? No quiero a Ace dentro de una caja partido en cachitos.

 

-Te juntas con gente un poco violenta

 

-No voy a negártelo…Tendré que empezar a entrenar esta semana

 

-Puedo ayudarte con eso

 

-Contaba con ello, bueno, en realidad me haría ilusión. – Mihwak sonrió y Zoro apartó la mirada algo avergonzado, se encogió levemente y el Alfa le robó un beso.

 

-Lo haré sin ningún problema

 

-¿Podemos dormir un poco antes de comer?- Mihwak asintió sonriendo de nuevo y no tardaron mucho en acoplarse para poder dormir más cómodamente, el pelinegro puso el reloj y poco después se dedicó a acariciar la nuca del Omega buscando relajarle con su olor y el tacto.

 

Zoro encogió se cuerpo, buscó el calor que el Alfa emanaba y cerró los ojos con una ligera sonrisa.


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