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47. El Apareamiento de Seung Ri (28) por dayanstyle

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Notas del fanfic:

volviiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii....

 

quiero que sepan que siempre leo sus rv y tambien correos e imbox de insta, tienen toda la libertad de escribirme y aunque me tarde un poco, siempre buscare la manera de responderles.

—¿Tienes algo en mente?

—¿Huh? —Seung Ri levantó la vista de su vaso de vino. Yoon Hwa estaba sentado frente a él, mirándolo con preocupación.

Sus pensamientos habían estado muy lejos. Seung Ri miró alrededor del restaurante, la culpabilidad lo inundó y sus ojos finalmente se enfocaron en Yoon Hwa. El hombre había sido nada más que dulce y amable con él, y Seung Ri le había pagado pensando en que Yoon Hwa fuera otra persona. Yoon Hwa era agradable y todo, pero no había ninguna chispa mágica entre ellos. Seung Ri quería a alguien que acelerara su corazón. Alguien que hiciera que los malditos dedos de sus pies se curvaran. Yoon Hwa era casi tan emocionante como la pintura descascarándose.

«Solo olvida eso».

 

—Pareces un poco preocupado. ¿Va todo bien?

«No».

 

«».

 

Infiernos, si él supiera.

 

Seung Ri empujó los caprichosos pensamientos de su mente mientras sonreía a su cita para cenar. —Todo está muy bien. La competencia de baloncesto salió sin problemas, y los niños la pasaron muy bien.

—Me alegra oír que todo salió muy bien. Siento no haber estado. El trabajo parece interponerse en el camino de un montón de cosas. ¿Te gustaría salir el fin de semana? Quiero hacer cosas contigo. —Yoon Hwa tomó la servilleta de la mesa y la colocó en su regazo mientras el maître dejaba su comida en la mesa.

Una vez más, Seung Ri miró alrededor del restaurante. Estaba acostumbrado a comer en un restaurante, agarrando una hamburguesa aquí y allá, o simplemente cocinar en casa. Este lugar era ostentoso, un lugar que Seung Ri nunca habría elegido voluntariamente. No estaba seguro de cómo había terminado en una cita para cenar con un alto ejecutivo de una prestigiosa firma de abogados pero, aquí estaba, sentado a la mesa frente a él.

Yoon Hwa no era lo que se podría describir como guapo, pero Seung Ri no era tan vanidoso como para busca solo eso. Era la persona dentro lo que importaba. Sin embargo el tipo no estaba en la cima de los feos. Suspiró para sus adentros mientras miraba el restaurante una vez más. Se sentía tan fuera de lugar aquí.

Trató de decirse a sí mismo que el dinero no tenía importancia, pero estaba empezando a sentirse como el adorno del brazo de Yoon Hwa. El hombre había alardeado alrededor de sus colegas antes de su primera cita, actuando como si Seung Ri fuera la linda esposa.

Yoon Hwa había hecho incluso algunos comentarios en esa dirección.

Eso molestó a Seung Ri.

 

Sonrió a Yoon Hwa cuando un plato que ni siquiera podía pronunciar el nombre, fue colocado frente a él. No estaba seguro de si debía comer o colocar la obra de arte en su pared. Apenas había algo de comida en el plato, pero todo parecía haber sido colocado con cuidado, como si la presentación fuera más importante que la comida en sí.

 

—¿Hay algo malo con la comida?  —Yoon Hwa preguntó. Su cita para la cena tomó el tenedor y empezó a comer mientras miraba a Seung Ri esperando la respuesta.

—No, nada.

Seung Ri se quedó mirando los tenedores delante de él, sin saber cuál debería utilizar para comer.

¿Por qué estaban allí tres tenedores frente a él? Nunca había estado en un lugar donde se requiriera más de un tenedor.

La mitad del tiempo Seung Ri comía alimentos que no necesitaban cubiertos.

Oyó una risa baja cuando la mano de Yoon Hwa apareció a la vista y señaló el cubierto que debería utilizar. Su rostro se calentó mientras tomaba el tenedor y comenzaba a comer.

Su boca se detuvo.

 

«Oh, infiernos»¿Dónde estaba un bote de basura cuando lo necesitaba? Sabía a mierda. Seung Ri se obligó a masticar, sintiendo un fuerte reflejo de nauseas. Era como masticar sus malditos zapatos. No estaba seguro de lo que era, pero rezó por nunca tener que comer esa mierda de nuevo en su vida.

Eso debería ser ilegal.

—No me has contestado.

Seung Ri tragó su comida, haciendo todo lo posible por no hacer una mueca. «Uff, es horrible».

—¿El qué?

—Salir el fin de semana —Yoon Hwa repitió y Seung Ri respondió encogiéndose de hombros tomando otro trozo de comida de su plato y rápidamente se lo metió en la boca.

 

Esta vez tuvo arqueos cuando la cosa blanda viscosa... se deslizó por su garganta. No había manera de que fuera a comer nada más de su plato.

Un equipo de control de materiales peligrosos debería haber servido la comida.

Rápidamente tomó un trago el vino, haciendo todo lo posible para eliminar el mal sabor de sus papilas gustativas.

¿Quién infiernos llama a esto comida? —Tengo que ayudar en el Centro recreativo mañana. Zelo está tratando de implementar un programa para adolescentes embarazadas.

Y Seung Ri no estaba muy seguro de querer una segunda cita con ese hombre.

Estaba buscando a alguien que tuviera los pies en la tierra y no tuviera miedo a comer carne asada con las manos. Seung Ri estaba buscando a alguien que tuviera sólo un gramo de interés en lo que hacía.

Su trabajo era muy importante para él, y Yoon Hwa se había rehusado ya dos veces cuando Seung Ri lo invitó a un juego en el Centro recreativo.

—¡Pero es sábado! — La voz de Yoon Hwa se elevó un poco más mientras miraba a Seung Ri con desaprobación. Seung Ri miró a su alrededor, viendo girar algunas cabezas en su dirección, pero Yoon Hwa no parecía darse cuenta de  eso.

Sus ojos se estrecharon y se oscureció su expresión—. ¿Dime que no puedes tener un maldito fin de semana para ti mismo?

A Seung Ri no le sonó como una pregunta, sino más bien como un reto. Se sentó allí momentáneamente aturdido antes de encontrar su voz.

—Ya te he dicho que mi trabajo es muy importante para mí. Yo no digo una palabra si te llaman. Según recuerdo, nuestras dos primeras citas planeadas se cancelaron cuando dijiste que tenías que trabajar y no podrías llegar —Seung Ri le recordó. Eso pareció enojar más a Yoon Hwa que tensó sus facciones, haciéndolo ver diez años mayor. No era una mirada de Yoon Hwa que a Seung Ri le agradaba.

No le gustó.

—No necesito una secretaria que me recuerde lo duro que trabajo. Reprograma.

Seung Ri tiró la servilleta sobre el plato, agradecido de no tener que ingerir más de esa mierda. —Lo siento, pero no puedo. Zelo cuenta conmigo. —Se puso de pie para irse, pero Yoon Hwa lo tomó de la muñeca, jalándolo.

—Lo siento, Seung Ri. Sólo quiero pasar más tiempo contigo —dijo mientras jalaba a Seung Ri a sus brazos justo en el medio del restaurante. Seung Ri no tenía reparos en demostraciones públicas de afecto, pero este no era el lugar para eso—. Perdóname.

Seung Ri suspiró mientras asentía. ¿Qué otra cosa podía hacer? No pensaba en tener una segunda cita con el hombre, ¿por qué discutir sobre las cosas?

Le había prometido a Zelo que ayudaría en el Centro de ayuda, y su trabajo era tan importante como el de Yoon Hwa.

El número de adolescentes que quedaban embarazadas iba en aumento, y Seung Ri quería hacer su parte en educar sobre sexo seguro a tantos jóvenes como fuera posible.

—Vamos a dejar esta conversación. Avísame cuando puedas salir, y voy a hacer que suceda —dijo Yoon Hwa con dulzura mientras pasaba el pulgar por la mejilla de Seung Ri.

 

Seung Ri quería rodar sus ojos, pero en su lugar le dio una sonrisa forzada. No, no iba a haber una segunda cita. Y tan pronto como hablara con su hermana, iba a darle un sermón por relacionarlo con este pomposo imbécil. —Lo haré.

¿Podemos irnos de aquí? —Seung Ri estaba listo  para deshacerse de ese idiota.

—Pero no hemos terminado nuestra comida.

Seung Ri regresó de nuevo a la mesa, viendo la obra de arte más parecida a un basurero tóxico letal cuando se sentó de nuevo.

Se preguntó si había un lugar de hamburguesas por aquí al que pudiera escabullirse.

 

 

 Continuara...

Notas finales:

dejen rw


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