Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Miradas por Tita Adri

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Para ti Aranel Poli. Gracias por el primer reto. Os considero a ti, a Saga y a Mu unas malas influencias porque yo tendría que estar estudiando y no escribiendo XD

Tu propuesta fue tan interesante que no tardé más que unos minutos en encontrar una escena que escribir. 

 

Espero que disfruteis de este texto que fue más grande de lo que calculé.

Notas del capitulo:

Propongo un juego, intentar descubrir quién es el exhibicionista XD

 

Aclaraciones:

*Voyeur = mirón (espero que se escriba así)

Podía sentir su mirada, notaba su piel erizarse desde el cuello hasta los tobillos, reaccionando a esos ojos verdes que fingían frialdad. No supo con certeza cuando empezó a notar que le vigilaban cada vez que se desnudaba, y aunque al principio se sintió algo violento con la situación, no podía negar que ahora esperaba esos momentos. Dejó caer la camiseta al suelo con aparente descuido, siendo plenamente consciente de que el pantalón apenas se sostenía en su sitio gracias a los huesos de sus caderas, dejando a la vista de su espectador el final de su espalda. Desde que supo que tenía publico había adquirido la costumbre de cepillarse el pelo antes de terminar de quitarse la ropa, más por provocar la impaciencia de su intruso que por autentica necesidad, se esmeraba mucho en esa tarea, sonriendo maliciosamente cuando escuchaba un resoplido de frustración, uno tan suave que de no haber estado atento no habría podido escuchar.

 

Ampliando su sonrisa le quitó el nudo al pantalón y dejó que la prenda acariciaran sus piernas en su caída. No había ropa interior que hiciese más lento el show. Su cuerpo se mostraba en todo su esplendor y sabía que era un buen cuerpo. Con una calma que ya no sentía, se metió en la bañera, manteniendo oculta su parte delantera por temor a ser descubierto, quería jugar con el voyeur, no demostrar lo mucho que se excitaba al saberse observado.

 

Una vez empapado y acomodado en la tina, se permitió llevar la mano a su necesitada hombría, fue lento, despacio, apenas se rozaba con la punta de los dedos, aunque visto desde fuera podía parecer otra cosa. Deseaba más que nada que otras manos que no fueran las suyas le diesen placer pero tampoco quería abandonar pronto ese juego. A esas alturas ya no sabía que era lo que realmente quería, y tampoco estaba en el mejor momento para pensar en ello. Con su mano envolvió la sensible punta de su miembro, dejó caer la cabeza hacía atrás mientras exhalaba un suspiro complacido. Estaba tan concentrado en sentir esa mirada sobre él que no notó el momento en que su intruso se acercó. La tela en sus ojos le sorprendió un segundo, hasta que entendió que el juego estaba cambiando. Una media sonrisa tensó sus labios mientras seguía los movimientos del otro hombre.

 

Las manos que antes se esmeraban en atar la tela ahora estaban sobre su rostro, delineandolo con dulzura, rozando sus labios para separarlos, se dejó hacer, intrigado por las audaces acciones de su, por regla general, mero espectador. Esas manos le tocaban con duda como si temiese un rechazo, pero lejos estaba de la realidad, para demostrarlo apoyó la cabeza en el pecho del recién llegado, podía escuchar el corazón desbocado del hombre, el calor que desprendía y su olor. Nunca se había considerado un fetichista pero ese olor estaba a punto de llevarle al orgasmo. Se vio obligado a apartar su mano si no quería correrse en segundos.

 

Respiró profundamente y se centró en sus sentidos para captar cada movimiento del otro hombre, podía notar sus dedos rozando su clavícula, dibujando la linea que separaba sus pectorales antes de tocar sus pezones, estaba a punto de reírse con su inocencia pero eso cambio cuando notó dos pellizcos, se sobresaltó y soltó una risilla provocativa. Las caricias continuaron a lo largo de todo su torso y se detuvieron en sus ingles, siendo esta vez él el provocado, necesitaba sentir esas manos a lo largo de su virilidad, quería que siguiese tocándole. Dios, en ese momento se moría por poder correrse entre esas manos.

 

-Sigue.-su voz suplicante reverberó en el baño, nunca en su vida recordaba haberse escuchado con un tono tan desesperado como el que usó en ese momento, pero mereció la pena cuando el otro obedeció

 

Mientras se mordía el labio buscando todo su autocontrol, a su espalda escuchó un gemido contenido, saber que no era el único al límite le dio cierta paz mental, la suficiente para ser capaz de soportar esos dedos apretando su duro miembro, parecía estar midiéndolo y eso casi le hizo reír. Se le escapó un gruñido cuando la timidez quedó atrás, esa mano tanteaba, buscando las zonas más sensibles, las que más podían gustarle, y él se las dejó saber con suaves gruñidos, disfrutando mucho más de lo que alguna vez pensó. Todo iba muy bien hasta que apretó con demasiada fuerza su sensibilizada piel, por instinto echó el cuerpo hacía adelante para protegerse, pero su intruso no le dejó, tiró del nudo de la tela, enredándose con algunos mechones, mientras su mano aceleraba el ritmo, apretando con fuerza al mismo tiempo que sus labios mordían el cuello expuesto. No esperaba ninguno de esos movimientos, fue todo tan rápido que cuando quiso ser consciente el placer era tan grande que solo podía gemir. Los labios en su cuello enviaban escalofríos por todo su cuerpo, su cabello tirante le daba una sensación de dolor que lejos de molestar resultaba excitante y esa mano hacía maravillas en su entrepierna. Su propia voz rebotando es el cuarto de baño era extraña, vergonzosa para lo silencioso que él solía ser, le hacía sentirse expuesto.

 

Llevó su propias manos a las del otro hombre, sosteniéndose en él, buscando un anclaje a la realidad mientras su cuerpo se arqueaba al alcanzar el orgasmo más violento y necesitado que nunca había sentido. Sus músculos se relajaron en el agua ahora tibia de la bañera, su respiración pesada y los latidos de su corazón desbocados en sus oídos, no escuchó ningún paso pero su intruso ya no estaba allí. Se quitó el pañuelo descubriendo el color rojo de la tela, con la mirada perdida se llevó la prenda a la nariz, olfateando ese olor tan peculiar de su dueño, dejando que su cerebro asimilase esa esencia con el placer que acababa de tener. Saga sonrió aún con el pañuelo cubriendo parte de su rostro, la próxima vez no dejaría que Mu huyese, se vengaría por hacerle terminar en tan poco tiempo, era casi humillante no haber llegado ni a un minuto entre sus manos, pero había que reconocer que fueron unas caricias muy hábiles que pensaba disfrutar en otro momento.

 

Con eso en mente, se recostó de nuevo, regodeándose en la agradable sensación de satisfacción y excitación que todavía le recorría las venas.

 

Continuará...?

Notas finales:

Un fic tan calentito como Saga XD

Espero que hayan disfrutado la lectura!!

Nos leemos!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).