Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Intoxicación por Yae

[Reviews - 71]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

-

 

 

 

12.- Y a pesar de todo

 

 

La sonrisa de su tía Mito le evocó a la de su madre, de cabellos igualmente rojizos le tomó de ambas manos totalmente emocionada.

—¡Esto es maravilloso, Naruto! Tú y tu prometido hacen una pareja encantadora, Hashirama me pidió que lo disculparas, pero sin duda asistirá a su boda.

Naruto asintió algo preocupado por la euforia de los pocos familiares que se presentaron, como habían reaccionado complacidos por su repentina boda, seguro de que Minato debió exagerar su compromiso arreglado. Pero prefirió seguir  contestando sus tontas preguntas, riendo de sus impresiones antes que seguir topándose con la mirada acusatoria de Itachi.

Porque lucía molesto y tenía razones para ello.

Porque a pesar de haberle dicho que cancelaría el compromiso, les aseguró a todos que se casarían cuanto antes.

Estaba manteniendo su posición de inseguridad, incapaz de hablarle claramente y sin embargo aprovechando la inusitada oportunidad que se le presentó para volver a tenerlo a su lado.

Como un patético perdedor que no se atreve a dar un paso más.

Aún algo indispuesto salió de la reunión en cuanto pudo, con agruras molestas fue directamente a su habitación, no podría enfrentar a Itachi esa noche y en verdad esperó que al amanecer pudiesen aclarar las cosas.

No pudo dormir por mucho tiempo, tan cansado de buscar una solución mágica a sus problemas, cerró los ojos vanamente en otro infructuoso intento por conciliar el sueño.

 

Hace mucho que no se levantaba al alba, decidió aprovechar el tiempo que le restaba para hacer algo de ejercicio y quizá lavar el automóvil que utilizaba de vez en cuando y se supone era de su propiedad. Sus músculos se quejaron luego de la primera media hora, mucho tiempo había pasado deprimido y escondido entre sus sábanas como un niño que sabe a cometido un error.

Fue maravilloso ver la silueta de Itachi en el jardín, como si estuviese buscándolo.

Algo de confianza renovó por la acción que ni podía asegurar era para hallarlo, nunca debió irse sin hablarle, sin hacerle una aclaración personalmente. Soltó un hondo suspiro cuando se decidió hablarle. Intentó con toda su determinación ser claro esta vez, pero de manera inconsciente suprimió varios detalles, no creía necesario embarrarlo en su caótico pasado.

¿Cómo se tomaría todas sus malas experiencias? Las insufribles omegas que sucedieron a la primera, como cada vez que se relacionaba o intentaba relacionarse con alguien de ese género terminaban acusándolo de ser un “vulgar alfa”, como si solo sirviese por el dinero que su padre representaba, como incluso intentaron forzarlo a morder a un omega para conseguir una retribución. Por eso algo hizo click en su cabeza cuando Itachi se presentó con las mismas intenciones el día anterior.

Sin embargo no se atrevería a acusarlo, porque cuando se conocieron él jamás pareció tener problemas con el poco dinero que manejaba, invitándolo bastante seguido y comprándole bocadillos cuando Naruto parecía seguir teniendo hambre luego de una comida.

Y su aroma.

Tan suave y relajante que sus nervios picaban por no poder volver a sentirlo desde que lo volvió a ver.

Tan gratificante fue ser escuchado con interés pero temía que su padre o algún empleado los llegase a escuchar, terminó por invitarlo a otro lugar, donde pudiesen seguir hablando con calma. Se sintió algo miserable cuando solo se le ocurrió llevarlo al bar donde trabajaba Kiba.

La sonrisa socarrona de su amigo le hizo reconsiderar su idea.

—Sí parece que se llevan de maravilla, sí que los tontos como tú tienen suerte—. El susurro fue lo suficientemente bajo mientras le alcanzaba el par de jarras con cerveza.

—Oh, cállate.

Con el ceño fruncido tomó las bebidas para ir hacia la mesa que Itachi había elegido, algo relegada en el casi vacío lugar debido a la hora, casi todas las sillas estaban sobre las mesas para permitir limpiar el piso.

—Sé que aún es temprano pero aquí sólo tienen cerveza y esas cosas —aclaró sentándose para quedar frente a él, le acercó una de las bebidas antes de darle un sorbo a la suya.

—Supongo que está bien, no será una conversación grata para ambos de todas formas.

Naruto torció los labios ante el comentario—, si te parece muy desagradable solo dímelo, podemos ir a otro lado o… dejar esto para después’ttebayo.

—No creo que dispongamos de mucho tiempo.

—Sí, sí, lo sé, no es que quiera hacer tiempo. Verás —carraspeó decidiéndose por dónde empezar, los negros ojos Itachi fijos en cada una de sus acciones solo estaban poniéndolo más nervioso, como había extrañado poder contemplarlo —mi madre… era una omega, ella era muy estricta pero muy buena conmigo —sonrió— pero no parecía estar muy bien de salud, solía tomar medicamentos y pasar días enteros en cama… y sus celos.

Inspiró hondo rememorando los momentos en los que ella sucumbía a sus instintos, como si todas sus defensas desaparecieran y solo llamaba a su padre, como alguna especie de rezo desesperante. Sus palmas parecieron sudar.

—La mayoría de los supresores no eran compatibles con ella, no había mucho que hacer para ayudarla, a veces Minato viajaba por negocios y no podía llegar a tiempo a casa… una vez… una vez ella salió en medio de su fiebre a buscarlo.

Y calló.

Sus labios buscaron de inmediato la cerveza, varios tragos pasaron por su garganta picándole, un nuevo suspiro no fue suficiente para relajarlo esta vez.

—Ella… desapareció después de eso.

Los ojos de Itachi se abrieron algo más, por primera vez le vio tomar la cerveza, relamiéndose los labios inmediatamente después, no debía estar muy acostumbrado a beber.

—No tienes que contarme esto si no quieres, Naruto —dijo relajándolo solo con sus palabras, era una sensación reconfortante que renovaba sus ánimos.

—Quiero hacerlo, nunca pude hablarlo con nadie. Cuando mi madre desapareció todos nos volvimos locos, Minato llegó en cuestión de horas y movió todo su dinero y contactos para hallarla pero nunca más la volví a ver.

Esta vez Itachi se mordió el labio inferior, sus dedos se movieron sobre la mesa algo inquietos pero Naruto no se atrevió a sujetarlos, no quería que pensara que estaba buscando aprovechar su lamentable historia solo para convencerlo de que lo perdonase.

Deseaba en verdad que entendiese la sensación tan desesperante que lo embargó ese día, para marcharse sin decir nada.

—Fueron años horribles los que prosiguieron, mi pa… Minato trató de hacerme sentir mejor pero terminábamos gritando, él también debió sufrir mucho o eso creí. Cuando ya había transcurrido el tiempo suficiente para resignarme vi que él conservaba el anillo de ella. ¿Cómo habría de tenerlo? Si mamá lo llevaba siempre puesto, con eso me di cuenta de qué tal vez pidieron algún rescate o algo que mi padre no pudo conseguir, aunque no lo aprecie del todo estoy seguro que hubiese vendido todo por recuperarla. 

Y era cierto.

A pesar de todas sus diferencias siempre pudo ver amor entre sus padres, sus sonrisas de felicidad al verse y las palabras melosas que solían dedicarse seguido. Le vio llorar noches enteras durante los primeros días de su desaparición, sus ojeras al día siguiente tratando de sonreír y asegurándole que “mamá” volvería. A veces pensó que podría perder la razón si el lazo que se supone inquebrantable entre un alfa y omega se rompía.

—Ya veo.

Naruto terminó más de la mitad de su bebida antes de continuar—, Minato y yo peleamos esa noche, le reclamé que si ella había muerto al menos me dijera donde estaba enterrada, quise creer que él lo sabía. Y solo me dijo que eso no tenía sentido, que ver su tumba solo me haría sentir peor. No sabes cuánto lo detesté por eso, si él no quería decírmelo le sacaría la información de otra forma, dejé las clases y quise arruinar mi vida para convencerlo, al final se volvió una costumbre llevarle la contraria y él sólo decía que quería lo mejor para mí.

—Lamento lo de tu madre —Itachi le habló suave, tomando su diestra con cuidado, entrelazando sus dedos por unos segundos solamente.

Breve caricia que lo reconfortó y le hizo sonreír sin querer.

—Con el tiempo simplemente pareció una disputa entre un niño mimado y un padre consentidor, ambos lo vimos de esa manera, era lo mejor para no terminar odiándonos y repartiendo culpas.  Cuando me dijo que debía casarme y que él organizaría un compromiso me sentí insultado, por eso empaqué lo poco que pude y salí del país.

Bufó recordando que solo eligió Japón porque su madre deseaba algún día volver allí.

—Lo que sucedió después ya lo sabes, yo acepté esta boda porque él me prometió que me diría donde estaba enterrada mi mamá y porque creí que tú me odiabas, que jamás querrías verme de nuevo. Fui muy egoísta, pero estoy seguro de que si nos volvimos a ver… que si tu estas aquí para casarte conmigo es por algo dattebayo.

Llamarlo destino sería demasiado idealista, así que Naruto prefirió no decirlo.

 

.

 

 

No le sorprendió que Itachi se mantuviese en silencio luego de salir del bar, era consciente de que su historia no era un evento feliz digno de festejar, por eso evitaba hablar de eso, guardándose cualquier sentimiento negativo para reemplazarlo por una sonrisa boba que sin darse cuenta fue más fácil de esbozar desde que conoció a Itachi, Konan y Fu. Sin quererlo realmente, su estadía en Japón resultó mucho más pacífica y agradable de lo que imaginó.

—No quiero cancelar la boda, Itachi —musitó mientras le daba un mordisco a la hamburguesa que acaban de comprar mientras caminaban por uno de los parques de la ciudad —si aún tengo oportunidad voy a intentar compensarte —se detuvo al darse cuenta de lo poco seria que era su propuesta al tener la boca llena de carne, jamón y queso. Se concentró en su comida dudando antes de ofrecérsela a Itachi.

—No fue solo culpa tuya, Naruto, ya te lo había dicho. Si yo hubiese sabido esto antes, jamás habría intentado que pasáramos mi celo juntos sin decírtelo —sus blancas mejillas adquirieron algo de color.

Se veía hermoso.

Y más hermoso se vio cuando tomó la hamburguesa comida para darle un mordisco.

—Sé que tú estás aquí porque Minato debió ofrecerle algo a tu familia, no voy a pensar mal de ustedes te lo juro y no necesitas decírmelo.

Itachi suspiró una vez el pedazo de comida pasó por su garganta—, mi padre tenía unos laboratorios donde producían inhibidores, mucho mejores de los que produce el gobierno, en Japón es bastante difícil que alguna marca ajena a la del estado tenga buenas ventas pero no fue nuestro caso, a pesar del excelente rendimiento los inversionistas fueron retirándose del proyecto. Necesitamos conseguir dinero y personas interesadas en su proyecto.

Oh. ¿Es por eso?

—Si.

Rascó su cabeza algo confundido, no sabía mucho de eso pero prefirió no hacer más preguntas de momento, era incómodo saber que la única razón para que Itachi aceptase casarse con un desconocido fuese dinero, quizá no pasó tan mal su celo y aceptó que Naruto se fuera sin problemas. Su corazón y ojos picaron ante su conclusión, era probable que Itachi no sufriera su separación del mismo modo que él, con malestares y desesperación, esa sensación permanente de querer ir a buscarlo.

Su tonto corazón debió enamorarse muy pronto y amarga saliva descendió por su garganta, se sintió herido por la simple explicación, por haber sido el único infeliz luego de que dejaran de verse. Se sintió mal nuevamente, así que cuando le ofrecieron la hamburguesa de regreso tardó más de lo debido en aceptarla.

—¿Naruto?

Y la inconfundible voz de Sakura a sus espaldas sólo acrecentó sus renovados malestares.

 

 

[...]

 

 

Cuando Naruto le habló de su madre al fin todas sus conjeturas fueron cobrando sentido, su repentino rechazo ya no sólo era consecuencia de una omega que intentó forzarlo a su celo, que su madre hubiese desaparecido en un momento tan especifico también debió generar un rechazo total al calor de cualquier omega. Sin hablarlo con nadie indudablemente el problema no se resolvería jamás, se preguntó entonces si era lo suficientemente capaz para que pudiesen salvar aquella brecha llegado el momento.

Decir “olvídalo” sería inútil.

Aún quedaban bastantes dudas con respecto a su relación con Minato, Naruto aseguraba no odiarlo pero era evidente la molestia que le generaba, quizá con algo de tiempo podría llegar a conocer la versión de su padre, si Minato sobrevivió a la pérdida de su pareja cierta admiración merecía, porque Itachi se sintió morir con la ausencia de Naruto, imaginar perder a un compañero que se ama y con quien te has vinculado a través de una mordida era inconcebible.

Su estómago se revolvió ante el pensamiento.

Admitía que su relación con Naruto fue bastante breve, poco conocían el uno del otro y ahora con un compromiso ineludible entre ambos no era garantía de que las cosas pudiesen solucionarse.

La hamburguesa le supo amarga, así que el bocado tuvo que tragarlo por obligación.

 

—¿Naruto? 

Una aguda voz a sus espaldas los hizo voltear, Itachi vio a una muchacha de cabellos rosas cortos, ojos verdes acercarse con expresión de pocos amigos.

—¿Es cierto lo que todos están diciendo? —acentuó su gesto de enfado a medida que acortaba la distancia hasta casi estar a un paso de Naruto —como puede ser posible que vayas a casarte.

—Sa-Sakura —Naruto tragó pesado levantando ambas manos, alejando su comida de la fúrica muchachita.

—¿Y no pensabas decírmelo? —acusadora lo señaló con el índice provocando que retrocediera.

—Pero si tú y yo terminamos hace medio año’ttebayo.

Entonces se trataba de una exnovia, Itachi debatió consigo mismo si lo mejor era dejarlos hablar o socorrer a Naruto, cuyo lenguaje corporal y aroma hacían evidente su incomodidad. Aunque su interior también le sugería increparla y expandir su aroma con descaro a pesar de que ella no pudiese sentirlo del todo.

—Aun así merezco una explicación. ¿Con quién se supone que vas a casarte? Cómo pudiste decidir algo así en unos meses.

—Conmigo.

Habló serio, consiguiendo con su tono que ella le prestara atención de inmediato, los ojos claros se abrieron algo más dando al fin un paso hacia atrás, confundida abrió la boca como dudando si debía seguir hablando.

—Soy Uchiha Itachi —por forzosa cortesía le extendió su diestra a manera de saludo —un gusto conocerla, señorita.

Ella se llevó ambas manos para cubrir su boca y el bochorno enrojeciendo sus mejillas.

—No lo sabía —murmuró— soy Haruno Sakura —carraspeó para relajarse.

Itachi le sonrió sin que él ignorar su saludo le afectase, dio un paso al costado para acercarse más a Naruto.

—Un placer conocerla.

Dijo por mera formalidad, sin embargo el puchero de enfado en ella fue lo suficientemente gracioso para continuar sonriendo.

—Sakura este no es buen momento-

—¡Ya entendí! —Habló más alto, casi gritando antes de ponerse demasiado rígida en tanto giraba sobre sus talones para comenzar a alejarse —¡eres un tonto, Naruto! 

Itachi se mordió el labio para no responder al insulto injustificado, considerando por primera vez que Naruto podía llegar a ser demasiado permisivo.

—Lamento esto pero Sakura a veces es muy difícil —se disculpó por la mujer que acababa de irse, rascando su nuca y evitando mirarlo a los ojos.

—No, su indignación es justificable si consideró aún algo contigo y ya es demasiado tarde para reanudar su noviazgo.

¿Lo era?

 

[...]

 

Si bien nunca fue muy adepto a leer manga y cómics, Sasuke tenía la suficiente imaginación para elaborar numerosas y fantasiosas teorías respecto a lo que Neji le dijo. Siempre se sintió segregado de la sociedad en la que los betas dominaban, aprovechando de esa ventaja para atacar a cualquier alfa en su entorno, minimizarlo a pesar de que podrían superarlos en casi cualquier aspecto.

Pero la superioridad numérica era difícil de ignorar y más cuando el simple hecho de oler a un omega disminuía de manera dramática su raciocinio. Abusando de ese detalle para aventajarlos de manera deshonesta.

Colocando en su contra a cualquier omega que se sintiese intimidado, llenándoles de temores infundados.

Porque Sasuke creía fervientemente aunque no se lo dijiste a nadie, que un alfa poseía cualidades idóneas para proteger a su entorno, sentimientos que podían ser fácilmente potenciados por una pareja escogida.Tan sentimentales pensamientos que con el tiempo fue dejando de lado, porque vivir en un mundo donde desacreditan todos tus logros solo por considerarte “irracional” era exasperante.

—Cuando Hiashi y Hizashi se unieron a nuestra sociedad lo hicieron principalmente para proveer a su familia de supresores funcionales y evitar el control del gobierno.

Fugaku le explicó luego de que Sasuke pudiese decirle un poco de todo el problema, guardando demasiadas cosas para sí.

—Su retiro no tiene sentido en ese caso —esta vez Itachi habló, algo inquieto de pie al lado de uno de los burós de la habitación, emanando tenuemente su aroma seguramente sin ser consciente de ello.

—No es algo que hayamos debatido, su excusa fueron los ingresos económicos insuficientes, no iba a suplicarle que se quedara dentro de la sociedad.

—La misma excusa de todos los ancianos que dejaron el proyecto —Sasuke chasqueó la lengua molesto.

—Ya es irrelevante que Danzo sepa que estamos buscando inversores, es evidente que esté enterado de todo si ahora tiene tratos con los Hyuga, en lo que debemos concentrarnos es en llevar nuestro plan como lo tenemos previsto. No dejes que los chiquillos Hyuga y algún chisme de corredor te distraigan, Sasuke.

Se oyó más como un reproche, Fugaku acababa de minimizar todas las investigaciones de Sasuke y ese hecho lo enfadó, se cruzó de brazos dedicándole una mirada enfadada a su hermano, molesto porque no intervino a su favor. Itachi tan sólo señaló al padre de ambos con un leve vistazo.

—Si eso era todo tengo que regresar con Minato. Necesitamos tener todos los documentos listos para el día de la boda, luego de la ceremonia firmaremos los contratos. Eviten que los sirvientes escuchen sus conversaciones, no podemos estar seguros de que ninguno hable japonés, no quiero riesgos.

Fue la última advertencia de Fugaku antes de salir de la habitación dejando a ambos hermanos solos.

—¿Neji Hyuga te dijo algo más? —Itachi al fin pareció prestarle más atención, queriendo compensar su poca participación anterior.

—Si vas a actuar como padre no tiene sentido decirte nada.

—Sasuke, no te enfades conmigo. Presionar a padre en este momento no es buena idea, terminará vetándonos hasta las llamadas telefónicas si considera que vamos a desviarnos del asunto que nos trajo aquí.

—Había olvidado que tu boda era lo único importante —reclamó bufando.

Su hermano rio ante su frustración, una risilla suave, de esas que le dedicaba para hacerle entender que jamás estaría en su contra, Sasuke tardó años en descifrar ese único gesto que le hacía feliz aunque fuese a negarlo hasta la tumba.

—Sabes que necesitamos el dinero —le aclaró de nuevo, acercándose para que la suave fragancia a lavanda lo calmara, Itachi era bastante hábil con ello, fue grato saber que el perfume innato no había sufrido alteraciones por la tremenda cantidad de fármacos que tuvo que ingerir después de ese último fatídico celo—. Puedes decirme lo que te preocupa en realidad.

Sasuke dudó, porque ciertamente sólo eran conjeturas, demasiado paranoicas, así que a pesar de todo podía llegar a sentirse estúpido por solo considerarlas.

—Quisiera hablar con Shisui también, es policía tal vez podría ayudar.

—¿Tan grave es?

No estaba seguro y no es que quisiese incomodar a su hermano buscando la presencia del primo de ambos, bien sabía que Itachi y él tuvieron un alejamiento del que jamás se enteró si existía una razón oculta tras la simple fachada de “estudios en el extranjero” que todo el mundo soltó.

—Hyuga habló de que Danzó está buscando más omegas. Necesitamos más omegas, dijeron.

Dijo al fin consiguiendo que su hermano frunciera el entrecejo, buscándole alguna coherencia a las tres simples palabras quizá.

—Sé que no tiene sentido pero algo me dice que Danzo no se fue de la sociedad por dinero.

—El tráfico de personas es una acusación bastante grave.

Sasuke respingo ante la repentina conclusión de Itachi, ni siquiera él había considerado nombrarlo como algo tan descabellado.

—Sin embargo no es una sorpresa que omegas desaparezcan aún en Japón, sabes que al final un alfa termina siendo el responsable. Aunque bien podría ser una mentira perfectamente elaborada.

Cuando esperó que Itachi se tomase las cosas en serio nunca imaginó que a ese nivel, Sasuke se vio en la necesidad de acercarse de más, tener los ojos de su hermano tan cerca para al menos intentar descifrar que no estaba burlándose de lo que le decía, que no solo le estaba dando por su lado para que dejase de molestar.

—Hyuga también me dijo que necesitábamos hablar en persona, sé que es ridículo pero he pensado que Japón siempre ha buscado desaparecernos.

—No eres el único, Sasuke. Sin embargo eso ya está sucediendo desde hace muchos años, las probabilidades de que un alfa y un beta o un omega y beta tengan hijos betas es enorme, es evidente que con el tiempo todos seremos betas.

—¿Y estas bien con eso?

—Es complicado pero es una buena solución para todos —suspiró— aunque alfas y omegas aumentasen en número jamás será igual a los betas y no creo que regresar a la misma sociedad que se manejaba hace más de cien años sea ideal.

Itachi volvió a soltar un suspiro ahogado, dando un paso hacia atrás con algo de incomodidad, un diminuto jadeo huyó de sus labios entreabiertos, para Sasuke fue evidente que la continua carreta de destellos casi animales jamás los abandonaría.

No eran como los betas, jamás lo serían.

Y empezaba a cuestionarse si realmente quería seguir pareciendo uno, para que miradas ponzoñosas y palabras mordaces no lo volviesen a alcanzar. Embarrarse en su mediocridad solo para no sentirse rezagado.

Cuando un alfa era mucho más que algo excepcional.

—¿Te parece si a hablamos después? Trataré de contactar con… Shisui —un jadeo algo más alto Itachi soltó captando toda su atención, su hermano fue hacia la cama para recostarse —necesito que llames a madre.

Sasuke asintió pero se mantuvo en su lugar, observando a detalle a su hermano mayor, como el imperceptible tinte rojo en sus mejillas iba ganando terreno, solo un suspiro ahogado antes de buscar cubrirse con las sábanas.

Aunque un omega pudiese parecer vulnerable durante el celo, poseían todas las habilidades para dirigir a los alfas, descontrolar su ira o pacificarlos con su solo aroma, no entendía en que momento los que fuesen complementos perfectos ahora se apartasen como si fueran nocivos el uno para el otro, que peleasen hasta el hartazgo para que su naturaleza dejara de forzarlos a buscarse. La pequeña revelación saltó a su panorama con el siguiente jadeo de su hermano, quizá la razón que Minato tuvo de concertar un matrimonio arreglado para su atarantado hijo era justamente esa.

Un desesperado intento para salvar la enorme brecha que iba apartando alfas de omegas.

Sasuke rio.

Se estaba convirtiendo en un fantástico soñador, sus teorías descabelladas se superaban con los días.

—Sasuke… por favor llama a madre.

El pedido fue mucho más alto, más angustiante y Sasuke quiso ir por Mikoto, sin embargo se detuvo cuando el dulce aroma fue proliferando por el cuarto, Itachi no tendría por qué estar en celo, su padre dijo que a causa de tantas inyecciones lo más probable es que este desapareciese al menos por un año y solo habían transcurrido algunos meses desde su último calor.

Una pequeña punzada en el pecho le forzó a salir de la habitación antes de que la reconfortante fragancia terminase por embotar sus sentidos. No se atrevió a moverse de la puerta una vez afuera, Minato o Naruto podrían estar cerca, así que detuvo al primer sirviente que vio encargándole que buscase a su madre cuanto antes.

No iba a arriesgarse a dejar solo a su hermano.

 

 

[...]

 

 

 

Notas finales:

 

Una pequeña aclaración.

 

Los alfas y omegas a pesar de tener relación sanguínea en mi historia pueden aparearse, no es lo ideal si hablamos de las posibles consecuencias genéticas, es por eso que pueden mantenerse bastante tiempo lúcidos en frente del celo de un familiar. Pero si estuviesen encerrados sin la presencia cercana de nadie más, las feromonas terminan actuando en su contra y ceden al impulso.

 

 

Siento la demora, me quedé sin celular y sin tableta, algunos problemillas, mi laptop está dando sus últimos suspiros, es viejita y aunque la mandé a reparar creo que está en las ultimas.

Espero este capítulo les haya resultado interesante, muchas gracias por las lecturas y los bonitos comentarios, cuídense mucho y saludos.

Yae.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).