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Intoxicación por Yae

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Notas del capitulo:

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17.- No lo intentes

 

 

Quizá fue simple casualidad, el momento en que Itachi abrió los ojos y antes de que pudiese si quisiera quejarse de los piquetes de dolor en todo su cuerpo, vio a Naruto sentado a unos centímetros de donde se supone ambos debieron estar durmiendo, sumergido en sus pensamientos no pareció darse cuenta de que era observado.

Itachi extendió su mano para rozarlo con suavidad llamando su atención, preguntó si estaba bien.

Naruto se sobresaltó pero se acercó de inmediato para sonreírle para cerciorarse de que todo estaba en orden. Itachi se sintió feliz por lo mimos que recibió, así que se permitió un ligero capricho, de todos modos no quería levantarse aún, ligero entumecimiento en sus piernas le auguraba más de una molestia en cuanto lo intentase.

Cuando Naruto terminó de recoger la ropa tirada salió a traer el desayuno, aunque ya fuese demasiado tarde para esa comida, quejándose de que sus empleados estaban tardando mucho. Un suave beso le regaló en los labios asegurándole que no tardaría y aunque no tuviese el menor ánimo tuvo que levantarse. Siseó agotado cuando el incorporarse sobre la cama requirió demasiado de su esfuerzo.

Quizá se había excedido un poco para su primera vez, resopló sin notar el rubor en sus mejillas, así que inspirando hondo después se puso de pie para ir al cuarto de baño, estornudó sin querer cuando estuvo frente al retrete dejando caer la sábana con la que se cubría y las numerosas marcas de besos y mordidas sobre su cuerpo lo avergonzaron un poco.

Tendría que escoger bien su vestimenta antes de asomarse para hablar con sus padres o hermano.

Contuvo el aliento por un instante.

En verdad esperaba que la noche pasada fuera una buena señal de que aquel matrimonio funcionaría por completo.

Porque nuevamente estaba entregando su corazón en las manos de Naruto sin la menor protección y no quería considerar una nueva magulladura que terminaría por romperlo por completo.

Suspiró desechando pensamientos negativos y se metió bajo el chorro de agua de la ducha, tallando con el jabón cada parte de su cuerpo, limpiándose con cuidado, quitando el vendaje sobre su brazo revisando que la pequeña herida no fuese a presentar ninguna molestia, cuando terminó procedió a vestirse con una camiseta blanca y pantalones de chándal que halló entre los muebles, seguramente eran de Naruto porque le quedaban un poco grandes, debía pasar por su ropa cuanto antes o pedirle a Naruto que la trajese por él.

Suspiró sin cambiar su afable expresión en tanto se peinaba, la agradable sensación de felicidad en su pecho al parecer no tenía intención de menguar en todo el día.

O eso supuso, los golpes en la puerta lo llevaron a abrir de inmediato, creyendo que Naruto había vuelto con algo de comer, su estómago también comenzaba a resentir el estar por completo vacío.

Y sin embargo la sonrisa en sus labios desapareció en el instante que vio a su madre allí.

—Ma… madre —balbuceó sin querer.

Los ojos negros de ella y su expresión cambiaron bastante rápido, quedando casi solo una mueca de horror.

—¡¿Pero qué pasó?! —gritó escandalizada, forzándolo a retroceder cuando entró casi como un huracán, tomándolo de su brazo derecho donde la mordida de Naruto aún se mostraba fresca y llamativa. —¡Dijo que te cuidaría! 

—Madre-

—Esto está mal Itachi, no te casaste para que te lastimara así —habló rápido, luciendo triste más que molesta.

Así que Itachi la tomó de ambas manos con cariño, sonriéndole para que supiera que todo estaba bien—, lo estás malinterpretando madre, esto sucedió porque yo se lo pedí a Naruto.

Los negros ojos de ella no se apartaron por bastantes segundos, como si con ello pudiese hallar cualquier pizca de mentira en sus palabras, Itachi no dejó de sonreírle escogiendo las mejores palabras para que ella no empezase a dudar sobre el hecho de que todos creían que nunca antes se vieron.

—¿Tu accediste a todo esto? —preguntó con voz algo trémula, llevando los dedos de su diestra por sobre algunos de los moretones en su cuello.

Un vergonzoso calor en el rostro casi le hizo desviar la mirada, Itachi carraspeó un poco antes de asentir.

—Aunque es… algo bochornoso hablar de esto contigo —confesó soltando un suspiro quedito, no era mentira. No era muy grato hablar de su vida sexual con su madre.

—Esto es… —ella tragó pesado apartándose de su hijo, entrando por completo en la habitación, cerciorándose de que Naruto no se hallaba—, estas precipitándote.

Itachi no dijo nada, ya estaba arriesgándose a ser por completo descubierto con su clarísima predisposición hacia Naruto, como si se hubiese enamorado a primera vista a ojos de sus padres, dejando en una completa contradicción su sufrimiento de hace meses.

Inspiró hondo antes de responder, esbozando el gesto de resignación perfecto.

—¿Que opción tengo?

Los negros ojos de su madre lo analizaron a detalle por demasiados segundos, como si tratase de ver a través de la falacia que acababa de soltar.

—Estoy bien —agregó.

Consiguiendo que ella se mordiera el labio antes de asentir y alejarse—, está bien Itachi, solo te pido que te cuides. 

Mikoto suspiró regresando en sus pasos hacia la puerta abierta, tomando la pequeña maleta que dejó allí olvidada.

—¿Y eso?

—Te traje algo de ropa, supuse que la necesitarías. Además tu padre ya tiene los boletos —suspiró— volveremos hoy a Japón.

La noticia que causó ciertas agruras, Itachi era consciente de que su familia debía regresar en el menor plazo posible, para ocupar el dinero de Minato en los laboratorios, sin embargo le causaba cierta ansiedad que lo dejasen tan pronto, porque hasta hace unas semanas vivió con sus padres y hermano.

—Comprendo.

—Esperó que puedas visitarnos pronto —ella le sonrió— al menos déjame atender esto como es debido —tomó su brazo donde aún se veía la herida de la mordida.


.

 

Fue bastante difícil ocultar su incomodidad frente a Naruto cuando regresó con la comida, pese a que su madre ya se hubiese ido no pudo mantenerse impasible ante los ojos azules.

—Entiendo que no quieras que se vayan, de hecho pensé que tu familia se quedaría un poco más de tiempo aquí —Naruto intentaba animarlo, ofreciéndole la comida más deliciosa a sus ojos para que pudiese probarla.

—Sé que deben regresar cuanto antes, las cosas allá no están del todo bien —explicó suspirando, preguntándose porque se sentía con la urgencia de exteriorizar todas sus preocupaciones, como si hubiesen colocado un freno imaginario a cualquier cosa que quisiese omitirle a su esposo. 

Se llevó un trozo de los hotcakes a la boca para ocuparla en algo más.

—Hn —Naruto pareció sopesar mientras bebía un poco de jugo de naranja —me tardé un poco porque hablé con mi padre… él…

Naruto carraspeó devolviendo el vaso de cristal a la pequeña mesa plegable, frotando sus manos para quitar las migajas que pudiese tener en las palmas y rebuscó en los bolsillos de su pantalón sacando un pequeño sobre blanco.

—¿Sucedió algo? 

—Me dijo que podía escoger el destino… él pagará todo el viaje de bodas dattebayo —ligeramente incómodo Naruto se enfrascó de nuevo en la comida.

Itachi le prestó exagerada atención al sobre colocado a su alcance, dudando quizá si tomarlo con la ansiedad que sentía, podría regresar a Japón de inmediato si conseguía que Naruto aceptase.

—¿Quieres que le diga que iremos a Japón?

—¿Lo dices en serio?

No pudo ocultar su ligera sorpresa.

—Claro —Naruto sonrió amplio —hay lugares que no pude visitar y sirve para que estés cerca de tu familia, sé que esto fue demasiado apresurado y no conoces a nadie aquí.

Le sonrió en respuesta, Itachi se sintió feliz por la propuesta, así que se tomó el cuidado de acercarse a su esposo para besarlo en los labios. En cuanto llegase a Japón podría ayudar a Sasuke en su curiosa empresa, aunque Shisui también estaría del todo involucrado, consideró entonces mantener a Naruto al margen de sus especulaciones de momento.

 

[...]

 

 

Ver a su hermano con ese semblante agotado y notoriamente “feliz” ocasionó en Sasuke ligera tirria, así que no se cortó en el instante en que lo tuvo a su alcance para susurrarle que apestaba a Naruto.

Un ligero aroma a picosa canela irritó su nariz.

Itachi solo le sonrió en respuesta, como si no creyese su acusación, seguro de que los supresores estaban cumpliendo su trabajo.

Sasuke estuvo seguro de que quizá la dosis no era adecuada.

Sin embargo se guardó ese comentario, porque su padre se apresuró a devolverlos a Japón cuanto antes, permitiéndole unas escasas despedidas que lo hubiesen tenido de mal humor todo el viaje de no ser por la aseveración de Itachi.

“Estaré en Japón en un par días”

Quería creer que su hermano había convencido al dobe de viajar, porque a pesar de conocer a Shisui no podría confiarle todas sus hipótesis, ni mucho menos hacerlo partícipe de cada uno de sus movimientos.

Luego de que regresaran a casa Sasuke se tomó el tiempo para descansar, en medio de bostezos que no cubrió al saberse solo en su habitación se recostó sobre su cama, rebuscó su móvil en sus bolsillos notando que solo le sobraba 26% de batería. Resopló hallando entre sus contactos el número que necesitaba.

Hizo la llamada no muy esperanzando en que le contestaran, no obstante sólo llegó a oír un par de pitidos del otro lado.

—Habla Hyuga.

—Acabo de regresar —aclaró sin mucho ánimo, tenía el suficiente sueño para querer posponer sus teorías conspirativas al menos unas horas — ¿sucedió algo relevante?

Casi no había hablado con Neji desde su última llamada incómoda, solo un par de mensajes que respondió del modo más distante posible.

—¿Aún estás interesado en esto?

Sasuke enarcó una ceja ante el minúsculo tono de reproche como si le debiese algo al otro muchacho, tan tentado estuvo de cortar la llamada que demoró demasiado en responder.

—Tú lo estás más que yo, por lo que veo.

Hubo otro silencio después de eso, un hondo suspiro por parte de su interlocutor—, Hinata lleva dos días desaparecida.

Debió ser un reflejo que la noticia le provocase un ligero sobresalto, dudando de la veracidad de la misma, si habían quedado en informarse sobre ese tipo de asuntos cuanto antes.

—Ya hay un caso abierto… —Neji pareció tomar demasiadas pausas —se supone que están buscándola por todas partes… pero es demasiado obvio que es solo una fachada.

Sasuke no necesitó oír nada más, un simple voy para allá y finalizó la llamada. Shisui le aseguró que llegaría en un día, que en cuanto estuviese en Tokyo se pondría en contacto con oficiales de policía que pudiesen ayudarlos, chasqueó la lengua cuando tuvo que escabullirse por su ventana como algún tipo de prófugo para salir de su casa, seguro de que su madre le vetaría cualquier permiso por ser casi las diez de la noche.

No entendía cómo es que aquella muchachita podía haber desaparecido o con qué propósito su propia familia estaría montando un caso semejante.

¿Y si en verdad alguien estaba intentado desaparecerlos?

Sasuke detuvo uno segundos su caminata en medio de la noche cuando sus disparatadas teorías volvieron a sus pensamientos, jamás fue muy adepto a seguir las noticias sin embargo comenzaba a cuestionarse si habían más situaciones parecidas.

Omegas desaparecidos.

¿No deberían estar todos los países sobre Japón de ser así?

Inspiró tan hondo como pudo antes de retomar su marcha.

Tenía tantas dudas y tan pocas respuestas que la cabeza comenzaba a dolerle, cuando llegó cerca a la residencia Hyuga volvió a tomar su celular para enviar un mensaje, 18% de batería se marcaba en ese instante.

Hondas bocanadas de aire tomó en tanto aguardaba a Neji, Itachi había soltado hace varios días la posibilidad de que los Hyuga sólo estuviesen engañándolo, buscando algún beneficio o tan sólo entorpecer todos sus intentos por reactivar las investigaciones de Fugaku. Sasuke también hubo considerado aquello, pero le costaba creer que pudieran engañarlo tan fácilmente.

No quería creerlo.

Unas cuantas respiraciones algo agitadas oyó tras de sí antes de voltear para ver a Neji a unos cuantos pasos.

—Viniste… —habló recobrando el aliento de la pequeña carrera que al parecer pegó, Neji llevó su largo cabello hacia atrás con una mano para que no le estorbase, era evidente que se veía agotado.

—Espero que no sea una pérdida de tiempo. No entiendo como tú prima pudo desaparecer, si dijiste que estaría de “vacaciones” con sus padres.

La expresión de ligera molestia en Neji se modificó bastante rápido, como si le costase demasiado contener su angustia.

—No lo sé, simplemente desapareció. Estuvimos hablando por mensaje hasta unas horas antes de que… ella se fuera sin dejar rastro, nunca me dijo que algo raro sucediera.

—¿Y la policía?

Neji tragó pesado optando por sentarse en plena vereda apenas iluminada por las luces de un farol, lucía realmente agobiado— se supone que la están buscando, según ellos el último lugar donde la vieron es en un centro comercial. Hinata nunca iría sola… se supone que yo debería cuidarla y ni siquiera me permiten salir, tengo que escabullirme todo el tiempo.

Para Sasuke aquella fue la primera a vez que le oyó un discurso tan amplio, así que se permitió creerlo, de todos modos estaba basando casi toda su búsqueda en la poca información que había logrado reunir junto a él.

—Mi primo es oficial de policía, estará en Tokyo mañana —bufó también cansado, el viaje fue demasiado pesado y casi no había probado bocado—, quizá pueda ayudar.

El otro muchachito asintió tomando su móvil en manos—. Hace unas horas mi padre y tío tuvieron una discusión, no alcancé a oír pero es evidente que fue algo serio.

—¿El padre de Hinata, la quería?

Soltó la pregunta no muy seguro de cómo elaborarla, sin embargo necesitaba descartar cuanto antes aquella remota posibilidad. De alguna manera el ligero cambio en la expresión de Neji le dio la respuesta, fue una lástima que no pudiese llegar a más deducciones, un par de segundos después pudo percibir claramente el acecho de alguien a sus espaldas, se giró por inercia y al mismo instante que Neji le advirtió del peligro, logró esquivar el golpe de lo que a duras penas pudo distinguir como un bate de béisbol que estuvo a punto de impactar en su rostro.

Trató de retroceder aún más, tomar una distancia real entre su agresor y lo hubiese hecho de no haber sentido una vertiginosa sobre estimulación en sus fosas nasales junto al siseo de algún tipo de gas.

El ardor trepó en un santiamén forzándolo a cubrirse la nariz comiéndose un jadeo ahogado, la sensación fue tan similar a su celo que Sasuke no pudo evadir la patada que esta vez llegó a sus costillas haciéndole caer a un lado.

El calor abrasador se expandió por sus vísceras casi ocasionándoles náuseas, con tremendo esfuerzo pudo entornar su furiosa mirada al responsable…

Uno de los hombres de Danzo.

—Ustedes son tan fáciles de contener… como simples animales —su retorcida y amarillenta sonrisa esbozó en tanto meneaba el bate, una pequeña lata de aerosol le pudo ver guardar.

Sasuke intentó levantarse antes de recibir otro ataque, aunque este nunca llegó, sus negros ojos se abrieron algo más al oír un quejido y una maldición por parte de aquel tipejo que retrocedía sobándose un golpe en su horrorosa mandíbula. Neji se hallaba a unos pasos, cubriéndolo con aquella curiosa postura con las palmas de las manos extendidas en lugar de puños.

—Oh, chiquillo estúpido. No deberías meterte en esto.

De nuevo su intento por ponerse de pie fue inútil, Sasuke cubrió con mayor fuerza su boca cuando otra ola de calor pareció esta vez estar abrasando toda su caja torácica.

—¿Quiénes son ustedes? —cuestionó Neji en plural y de inmediato otro sujeto se acercó pero este se veía algo más pequeño.

—¡No seas estúpido! ¡El jefe dijo que no usáramos eso en cualquier lugar! —ignorándolos le gritó a su propio compañero.

—¡¿Eh?! Pero si solo quería probarlo, además ese mocoso me la debía.

—Larguémonos de aquí, la policía se encargará.

—¡Esperen! 

Sin prestarles más atención se fueron del mismo modo que llegaron, Sasuke se encogió sintiendo más febril todo su cuerpo a cada instante. Una quemazón casi dolorosa que estaba reduciendo su racionalidad a cero, respiró por la boca ruidoso seguro de que si llegaba a sentir el aroma de Neji todo empeoraría.

Y el otro pareció reconocer el peligro porque no se acercó, llevando también una de sus manos para cubrir su boca.

—Tu estas… —murmuró dando un paso más hacia atrás, buscando entre sus bolsillos.

Sasuke quiso gritarle que se apartara pero su sofocada respiración se inundó de lirios.

 

 

[...]

 

 

Naruto se sintió dentro de un sueño más que perfecto, tanto que ligeras dudas sobre que aquello era demasiado bueno para ser verdad se colaron en sus pensamientos con demasiada frecuencia.

Así que cuando Minato le ofreció su regalo de bodas cuando lo halló en la cocina, su semblante algo preocupado debió ayudarlo a disimular sus atestados y conflictivos sentimientos.

—Voy a preguntarle a Itachi donde le gustaría ir… gracias por el obsequio —se forzó a sonreírle a su progenitor muy a pesar de la inquisidora mirada que hubo estado dedicándole desde hace días, haciéndole dudar de que no supiese nada su antigua relación con Itachi.

Sacudió la cabeza una vez se encontraba fuera del pesado análisis de su padre.

Si ya lo sabía no tendría sentido seguir fingiendo, se lo habría dicho buscando coaccionarlo con ese hecho, volvió a negar desechando los pensamientos improductivos y recomponiendo su sonrisa emprendió en camino de regreso donde su flamante esposo lo esperaba, quería concentrarse lo más que pudiese en él. Ya iría resolviendo los pequeños detalles en su momento, no tenía sentido agobiarlo a tan solo horas de su boda.

Así que no le sorprendió que Itachi se mostrase tan feliz cuando Naruto fuese el que sugiriera regresar a Japón en aquel viaje, se sintió satisfecho al haber conseguido que la ligera tristeza impresa en sus ojos se evaporase con tanta rapidez.

A Naruto le gustó el ligero calor que se condensó en su pecho por su hazaña.

Por lo que se tomó en aquel par de días antes de su viaje como mayor meta quedarse tan cerca de Itachi como le fuese posible, seguirlo aunque no estuviera invitado para descubrir sus pasatiempos, tratar de averiguar cada minúsculo detalle que pudo haber pasado por alto en lo que duró su breve noviazgo. Itachi jamás ocultó su gusto por los libros o los dangos, eran aspectos como la cantidad de cucharillas que prefería en una taza de té o de qué lado le gustaba dormir a los datos que Naruto aspiraba memorizar.

Claro que si en el proceso también descubría si gustaba más de las felaciones o alguna postura en particular no iba a quejarse.

Exuberante satisfacción y quizá algo de orgullo lo empapó al darse cuenta de cómo Itachi parecía más que dispuesto a dejarse a todo lo que Naruto deseara enseñarle.

Y no es que fuese un experto en asuntos de cobijas pero Naruto había tenido al menos algunas parejas en ese ámbito.

Era innegable no hallar cierto morboso placer en arrinconar a su esposo en ciertas habitaciones de la casa, para pasar de besos desesperados a caricias subidas de tono que intentaba por todos los medios que Itachi no lograse adivinar.

Como en aquel preciso momento donde desbordar los suspiros y jadeos ahogados de su flamante esposo eran su objetivo, aunque no pudiese verlo muy bien por su posición, Naruto podía apreciar un ligero trazo rojo sobre sus mejillas, cubriendo su boca con el dorso de su mano trataba de no perder el equilibrio.

Continuó en su labor, allí de rodillas se hallaba succionando el falo de Itachi tomándose la libertad de sostenerlo con una de sus manos y pasar la otra por sus caderas deslizándose entre sus nalgas recreándose entre la humedad que iba escurriéndose lentamente hasta introducir uno de sus dedos allí.

Apresuró sus acciones cuando le oyó gemidos que no podía contener deshaciéndose en sus atenciones hasta que terminó corriéndose en su boca, Naruto intentó tragar cuanto pudo, acostumbrándose a aquel nuevo sabor, retrocediendo para limpiar sus labios, sosteniendo a Itachi cuando con un último jadeo se deslizó por la pared hasta quedar sentado en el piso, con las mejillas aún enrojecidas y el cabello algo desmantelado.

—Oh… eso fue… —dijo en medio de una risilla cansada.

Naruto también le sonrió inclinándose sobre él, Itachi había dicho que con los supresores que estaba tomando sería más que suficiente para evitar un embarazado así que ya no se preocupó por ocupar otro tipo de protección y la posibilidad de ser descubiertos en aquel lugar era tan tentadora que quiso continuar.

Pero al sonido de pasos por el pasillo fuera del despacho donde se hallaban los detuvo. Itachi lo apartó un poco llevando un dedo a sus propios labios para pedirle que guardara silencio.

Quizá en otra ocasión.

Era tan nuevo tenerlo así de cerca, poder disfrutar de su compañía y Naruto se sentía más que satisfecho con eso, tanto que la tenue esencia de lavanda junto a esos ojos negros era todo lo que necesitaba en su vida.

Fue por ello que había tomado la decisión de involucrarse del todo en los negocios de Minato, solo allí podría acceder a los recursos que Itachi y su familia pudiesen necesitar.

No escatimaría en poner a su disposición todo lo que estuviese en sus manos.

 

.

 

Cuando finalmente llegaron a Japón y consiguieron una buena habitación de hotel su esposo no tardó en querer visitar a su familia, Naruto estuvo de acuerdo desechando su ligero cansancio que quiso mitigar con un baño en el jacuzzi.

No obstante los rostros serios de su familia política que lo recibieron al cruzar el dintel de su puerta no los esperaba del todo, una pequeña discusión se formó en aquel instante donde todas las miradas le hacían evidente que no estaba invitado a oír más de lo necesario.

—A mi oficina, ahora—. Fugaku ordenó yendo hacia una de las habitaciones seguido por Sasuke.

—Regreso en seguida —Itachi trató de relajar a Naruto sonriéndole y dándole un pequeño beso en la mejilla pero no funcionó del todo.

—¿En verdad no quieres que te acompañe? 

—No creo que se algo muy serio.

—Por la cara de tu papá yo lo dudo dattebayo —le susurró esperando que Mikoto no lo escuchara.

—Eso lo averiguaré ahora.

Naruto solo pudo asentir, esperar por Itachi porque no podría ni acercarse a oír tras la puerta con Mikoto observándolo con cierto enfado desde que lo vio, tragó pesado tratando de hacer memoria por sí hizo algo que pudiese enfadar a la elegante mujer que se hallaba sentada en uno de los sofás de la estancia.

—De seguro que no nos esperaban’ttebayo —rio algo nervioso tratando inútilmente de aligerar la tensión cuando se quedaron solos, si ella parecía ser la única de acuerdo con su matrimonio.

—Iré a preparar café—, espetó levantándose para desaparecer tras alguna de las puertas.

—Esta fue una idea horrible —se dijo a sí mismo, Naruto llevó ambas manos a su cabello revolviéndolo con cierta frustración, tal vez debieron ir de vacaciones a la Isla de Pascua.

No pudo seguir meditando porque el timbre de la puerta lo espabiló, observó a todos lados esperando a que Mikoto regresara pero no sucedió.

Otro timbrazo y un par de golpes en la puerta lo hicieron ponerse de pie.

¿Sería muy descortés que abriera la puerta?

Naruto se mordió la lengua yendo a abrir y unos ojos negros se le clavaron encima con total desaprobación al verlo.

—¿Qué haces aquí? —lo cuestionaron.

—¿Y tú eres…? —aunque lo hubiese reconocido del día de su boda identificándolo como familiar de Itachi, para Naruto aquel sujeto seguía siendo un total desconocido.

Unas milésimas pasaron y como por arte de magia la molestia en el rostro ajeno se evaporó, de manera que hubiese recordado que era quien estaba afuera solicitando entrar.

—Lamento mis modales, soy Uchiha Shisui, primo de Itachi —le extendió su mano.

Por alguna razón Naruto no quiso corresponder el gesto, un pequeño e inexplicable nudo en su pecho estaba irritándolo sin razón.

 

 

[…]

 

 

Notas finales:

Saludos, siento la demora. Muchas gracias por las lecturas y bonitos comentarios.

He tenido días realmente pesados con todo lo que está sucediendo, espero podamos salir todos pronto de esta situación, cuídense mucho.

No voy a decir; alerta SasuNeji, porque creo que ya se veía venir, tampoco es que vaya a hacer hincapié en esa posible relación, por eso no la incluí en el resumen. Si se le hará alusión a cualquier pareja de ser necesario, si les desagrada en verdad lo lamento, siempre pueden pasar de largo alguna escena. A no ser que lo anuncie no me gusta tratar muchas parejas en los fics porque eso alarga la historia y esta ya es bastante larga para meterle más, por Shisui creo que aún queda bastante por desarrollar al personaje. Siento que Naruto está en una nube de felicidad… se baja y se sube (:D).

Espero leernos pronto si este capítulo les ha resultado interesante, muchas gracias por seguir aquí.


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