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Intoxicación por Yae

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Notas del capitulo:

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5.- Entre otras cosas

 

 

 

 

No se sentía muy a gusto con el reproche impreso en los gestos de Sasuke, como seguramente terminaría reclamando por algo que tuvo que irritarlo a lo largo del día.

Si bien fue una grata sorpresa verlo en su trabajo, indudablemente no podía tomarse la visita como un gesto amable dados los problemas que su padre tenía. Carraspeó tratando de llamar su atención, estaba tardando demasiado en hablar.

—¿Pasó algo con padre?

—Él está bien—Sasuke casi le respondió al instante sin dejar de caminar, luciendo demasiado distante.

—¿Estas molesto por Naruto? —interrogó esta vez, no era tan crédulo como para no notar el ligero enfado que asaltó a su hermano cuando vio a Naruto.

Ese pudo haber sido el remedio, Sasuke se detuvo afilando su mirada, se hallaban a la mitad de un parque y las risas de algunos niños correteando por aquí y por allá se oían de fondo.

—Con que el usuratonkachi ese tiene nombre.

Itachi rodó los ojos, no tenía sentido pelear con su pequeño hermano por algo que tendrían tiempo de aclarar.

—Puedes hacerle “ojitos” a quien tú quieras, Itachi. Solo que pienso que-

No pudo contener una carcajada al escucharlo, interrumpiendo su reproche, teniendo que cubrirse la boca con una mano para contener su risa. Sasuke podía ser bastante tierno sin proponérselo.

—¿Ya terminaste? —chasqueó la lengua fastidiado por su ataque de hilaridad.

—So… solo me causó gracia —se guardó el resto de sus risas para no enfadarlo mas —Naruto es un compañero de trabajo y salimos un par de veces, solo eso.

Su hermano se cruzó de brazos enarcando una de sus cejas, como si no estuviera del todo convencido—, si tú lo dices.

De momento era verdad, solo habían salido unas cuantas veces donde solo hablaron y pasaron tiempo juntos, aun no había nada entre ellos que pudiera considerarse una relación pero Itachi creía que ese hecho podía cambiar pronto.

Admitía que le gustaba y que su cercanía le ocasionaba un pequeño revuelo en el pecho cuando sonreía radiante por alguna razón.

—Es porque es cierto, Sasuke. Ahora si no vas a acompañarme a clases, será mejor darme prisa porque voy a llegar tarde.

 

 

.

 

 

Entendía algo de la preocupación de su hermano, el también sentía cierta aprensión al no tenerlo cerca y que Danzo y sus matones de callejón esta vez se excedieran o volviesen a intentar intimidar con un arma.

Esta vez trataron de mantener al margen a su madre, ella ya se preocupaba bastante por todos, porque siendo una beta las deficiencias sociales que afectaban a los alfa despertaban su vena sobreprotectora. No obstante durante las siguientes semanas nada que involucrase al antiguo socio de su padre sucedió. Y aunque se tomó la molestia de prestar más atención a su entorno, no pudo percatarse de que alguien estuviese siguiéndolo.

Un ligero escalofrió trepó desde su mano derecha cuando acariciaron sus nudillos con cierta sutileza.

—Si te parece aburrida podemos ver otra película.

El bostezo de Naruto le llegó al oído junto con la sugerencia, fueron los dedos inquietos del otro los que le habían rozado buscando captar su atención.

—No, solo me distraje un poco —Itachi se acomodó lo mejor que pudo en el pequeño futón donde ambos estaban recostados viendo la pantalla de un móvil, era la tercera vez que su salida terminaba en el pequeño cuarto donde Naruto vivía.

Si bien solo escuchaban música o veían algo, Itachi no había querido invitarlo a su casa para evitar la molestia en Sasuke o el cuestionario ilusionado que su madre le soltaría después.

—Es que parecías a punto de quedarte dormido dattebayo.

Naruto le sonrió mientras ponía en pausa el video dedicándole más atención.

—No, claro que no. Estaba pensando en que… —se mordió el labio inferior unos instantes antes de incorporarse. Desde hace algunos días había tenido intenciones de pedirle a Naruto que salieran juntos de manera más oficial, establecer un noviazgo como cualquier otro donde podría obtener exclusividad y fidelidad.

Pero terminaba riéndose de sí mismo por lo formal de sus pensamientos.

Las pocas citas que había tenido en su vida jamás concretaron nada y empezaba a creer que quizá se debía a algo más que su género secundario, se apartaban como si él fuese demasiado complicado o “inalcanzable”, Itachi nunca se consideró un abanico de gestos pero eso parecía ser suficiente para considerarlo alguien cansino y ni su impecable apariencia era suficiente para barrer del todo ese detalle.

—¿En? —la pregunta de Naruto lo devolvió de sus cavilaciones, los ojos azules lo enfocaban atento sin haberse movido de su posición, recostado lo observaba a detalle, elevando su diestra para alcanzar su mentón y acercarlo.

Itachi respiró algo más rápido cuando quedó a horcajadas sobre Naruto sin que el otro pareciera incomodarse, afilando su blanca sonrisa en cambio como si esperase que hiciera el siguiente movimiento. Así que sin prisa fue acercándose más hasta que sus labios colisionaron con suavidad en tanto el aroma a canela iba intensificándose.

 

 

 

[…]

 

 

 

Conocer a Sasuke fue la cosa más curiosa en todo el día para Naruto, el hermano menor de Itachi solo se parecía a él físicamente, porque no le demoró ni cinco minutos notar las abismales diferencias de carácter.

Si bien Itachi nunca se cortaba para decir lo pensaba, era una persona pacífica con una enorme habilidad para decir lo justo en el momento preciso. Mas sin embargo Sasuke era todo lo contrario, no dudó en intentar apuñalarlo con su mirada cuando quiso ser amable.

Porque estaba seguro que decirle Tachi a Itachi no podía ser motivo suficiente para que con su mudo lenguaje pareciera estar lanzándole más de un insulto. Luego una serena y breve conversación donde intercambiaron nuevos denominativos Sasuke se marchó con su hermano.

La siguiente semana el muchachito fue apareciéndose esporádicamente sin cambiar su expresión de molestia que también lo molestaba, no quiso creer que esa fuera una de las razones por las que estaba aceptando salir con Itachi. Y aunque aún tenía cierta aprensión por está involucrándose de nuevo con un omega.

Esta vez parecía ser diferente.

Pasar el tiempo junto a Itachi era estupendo, no iba a negar que la ausencia de su aroma la mayor parte de las veces le causaba intriga, no creía que un simple inhibidor fuese suficiente para bloquear su fragancia por completo, así que se tomaba los momentos necesarios para acercarse un poco más y buscar la placentera lavanda recorriendo los retazos de piel que el dorso de sus manos y su cuello podían brindarle.

Así que el día en que los negros ojos quedaron absortos de la película que supuestamente veían deslizó sus dedos sobre la mano ajena en un repetitivo intento por tasar la suavidad de su piel. Verlo tan atento a sus reacciones provocó en Naruto el deseo de acercarse más, por ello instó a Itachi a regalarle un simple beso.

Cuando los labios contrarios colisionaron con los suyos cerró por instinto los ojos, Naruto no había imaginado que besarlo se sentiría tan bien, que el delicioso sabor se expandiera por todo su cuerpo forzándolo a deslizar sus manos por la silueta contraria, posicionándose codiciosas por sobre las costillas hasta posarse en las caderas angostas de Itachi.

Jadeó sin querer cuando al fin se separaron.

Naruto sentía su rostro caliente, pero no le importó. Más atención le merecieron los pómulos sonrojados en Itachi, la brillante mirada que le dedicaba y la suave sonrisa con los labios enrojecidos.

—Qué bueno que también pensaste en esto dattebayo —dijo soltando una breve risa, Naruto se sentía muy a gusto ajeno a su entorno con los negros cabellos de Itachi deslizándose fuera de su coleta, cayendo como una negra y suave cortina a los lados.

—No solo pensaba en esto —murmuró algo ronco.

—¿En verdad? Dímelo todo.

—Quiero que seamos novios, Naruto.

Oh, se relamió los labios sin querer. Nunca había tenido a un omega como pareja de más de una noche, siempre había optado por un beta para algo duradero, creía que era más sencillo tratar con ellos y no pasaría por el angustiante celo de uno, ni las complicaciones que un vínculo podría acarrear.

La primera vez que presencio el celo de un omega fue casi escalofriante, si bien como alfa pasaba por aquel evento una o dos veces al año, ni por asomo podía comparar una situación con la otra. No estaba seguro de como Itachi se comportaría durante esa temporada, si sería como todos los omegas buscando un alfa para aparearse y perdiendo el sentido común.

No quería imaginarlo, porque la imagen que tenia de Itachi era casi ideal, con esa serenidad encantadora y esa mirada analítica.

—Naruto…

Le llamaron y pudo distinguir ligera angustia en la mirada oscura, estaba tardando demasiado en responderle. La esencia de lavanda que se proliferase por instantes menguó, advirtiéndole que Itachi estaba a punto de retirarse en encima para dejar la propuesta en el olvido.

Así que deslizando sus manos sujetó los brazos del otro para que no pudiese alejarse.

—Me quitaste las palabras de la boca… estaba a punto de pedirte lo mismo´ttebayo —sonrió guardándose su inquietud, tenía la sensación de que con él las cosas serían maravillosas, así que se incorporó como pudo para besarle y atraerlo por completo deleitándose en cada centímetro de su exquisita boca.

 

 

 

.

 

 

Eran los exageradamente rojos labios con los que ella que le sonreía conteniendo el temblor en todo su cuerpo, podía sentirla casi restregándose en su cuerpo sinuosa, la oía jadear tan alto y tan desvergonzada que quiso gritar por su padre.

—Alfa…

 

Naruto despertó sudando y de súbito, apartó las cobijas que lo cubrían mientras llevaba sus manos a su rostro limpiando las gotas de sudor. Le tomó algunos minutos deshacerse de la molesta sensación que aquella pesadilla le hubo dejado, inspiró hondo cuando su cuerpo se reactivó por completo permitiéndole ponerse de pie.

Buscó entre las cajas del piso una botella de agua que bebió casi con desesperación. Hace años que los malos sueños habían desaparecido así que se sintió descolocado aquella mañana, un suspiro y fue a tomar su celular para ver la hora. Eran poco más de las ocho y era día domingo, su alarma sonaría dentro de poco, Kakashi ya estaría esperándolo.

Así que a prisas fue a tomar una ducha para salir cuanto antes.

Una vez listo se encaminó donde aquel traidor lo invitó a desayunar, rumbo al centro comercial pensó encontrarlo leyendo uno de esos libros raros pero no fue así, Naruto tuvo el tiempo suficiente de pedir su comida hasta que el otro apareciese argumentando una repetitiva excusa por su tardanza.

—Eres un traidor Kakashi —lo acusó con el tenedor para usarlo después para llevarse a la boca lo restante de su desayuno —por tu culpa Minato no deja de llamarme dattebayo.

—Si hubieses seguido mis concejos no tendría por qué habérselo dicho. Deberías estar feliz de que no viniese por ti.

—¡Ja! —Articuló literal —no voy a creerme su excusa de que quiere darme unas vacaciones antes de regresar y ponerme a su órdenes.

—¿Entonces qué piensas hacer? —enarcó una ceja bebiendo su café.

—Nada, de momento estoy muy bien aquí. No quiero regresar, tengo un trabajo, salgo con Itachi así que mi vida esta perfecta tal cual.

—¿Itachi? Que nombre tan raro para una chica.

Naruto frunció el ceño—, no es una chica.

—Que nombre tan raro para un chico. Así que estas muy bien. ¿Planeas casarte y vivir de un empleo de medio tiempo?

— Un momento, no nos apresuremos —levantó las manos negando.

—Es bueno saber que aún no has perdido la perspectiva —Kakashi afiló la mirada —es mejor que regreses Naruto. Seguramente extrañas a tus amigos y a Sakura.

Bufó al escuchar ese nombre.

—Sakura y yo hace mucho que terminamos.

—Aun así, estas llevando este berrinche demasiado lejos, no deberías involucrarte de manera sentimental si tú y yo sabemos que tarde o temprano vas a regresar a Norteamérica. Vas a herir innecesariamente los sentimientos de… ¿Itachi?

Naruto se mordió el interior de su labio inferior, apenas había comenzado a salir con Itachi y no había considerado uno de los puntos fundamentales en su relación. Que era obvio que debería volver a casa en algún momento.

Aunque allá nada grato lo estuviese esperando.

Se mordió la lengua esta vez considerando que tal vez… con algo de suerte podría conseguir un mejor empleo y mantenerse por sí mismo, sin tener que marcharse entonces.

—No tengo que regresar si no quiero y por ahora nada va a moverme de aquí´ttebayo —sentencio bebiéndose el jugo de naranja de golpe antes de soltar un ruidoso suspiro cuando terminó.

Kakashi también suspiró pero con cierta decepción—, solo conseguirás que Minato venga por ti.

—No soy un niño y aunque venga no tiene nada con que forzarme a regresar.

 

O eso esperaba.

 

 

.

 

 

A pesar de todo lo dicho a Kakashi, Naruto sentía que en cualquier momento su padre se aparecería y lo obligaría a regresar argumentando solo excusas en nombre de su bienestar.

Así que ese día agradeció que el viaje en tren fuera largo, Itachi había quedado dormido hace poco apoyándose levemente en su hombro, no era una novedad porque sabía lo poco que llegaba a dormir entre semana, por eso trataba de llevarlo a lugares donde sí se quedara dormido nadie lo molestaría. Suspiró viendo la silueta de su rostro apacible, le gustaba observar sus facciones por completo pausadas, tenía un par de fotografías que había tomado sin permiso y que mantendría en secreto.

Sus azules ojos ahora enfocaron el paisaje que cambiaba tras el cristal, era un día soleado, aún quedaban algunas semanas para que la nieve comenzara a caer.

—¿Aun no llegamos? —el bostezo contenido de Itachi captó su atención. Sin moverse de su posición se las ingenió para verle a los ojos.

—Dos estaciones más, luego podremos ir a comer dattebayo.

Itachi soltó una risilla mientras se sentaba como debía, estirándose levemente—, me parece bien, hay mucha comida que quiero que pruebes —dijo sonriente.

Naruto también le sonrió, amplio y satisfecho. No se equivocó cuando creyó que las cosas serían maravillosas a su lado, así que encantado se inclinó para besarlo con suavidad, con solo algunas semanas saliendo la idea de compromiso no se le hizo para nada descabellada.

 

 

 

 

[…]

 

 

 

Sasuke estaba seguro de que los planes de emergencia de su padre eran viables, a diferencia de su hermano que se había mostrado reacio a cooperar.

No era tan complicado y podría llevarlo a cabo.

No obstante antes necesitaba aclarar dudas que nadie quería despejar, bien sabía que Fugaku trabajó una vida tratando de mejorar supresores e inhibidores de aroma para que los alfas y omegas pudiesen llevar una vida lo más parecida a la de los betas. Aunque hace años los alfas siempre se destacaron en la mayoría de los campos, el simple hecho de perder razonamiento ante el celo de un omega era motivo para considerarlos incapaces en la actualidad.

Lo más curioso resultaba que lo omegas a pesar de sufrir un ciclo mucho más seguido no eran cuestionados en absoluto, a veces Sasuke sentía que los betas deseaban considerarlos mascotas… con solo los alfas como impedimento…

Rio en sus adentros, era imposible perder el estatus de ser humano.

Inspiró hondo cuando llegó a su destino, el refrescante ocaso iba proliferándose en el cielo pintándolo con tonos magenta.

—Recibimos tu mensaje. Espero seas breve, Uchiha, no disponemos de mucho tiempo.

Afiló una sonrisa ante el saludo seguido del ultimátum, los Hyuga eran demasiado sobresalientes con esos ojos blancos y cabellos largos, como luces de neón en los letreros de cualquier callejón de la ciudad.

—Neji, Hinata… tiempo sin verlos —dijo parco acercándose del todo al pequeño parque donde los primos esperaban, la chiquilla de más o menos su edad se balanceaba en uno de los columpios viéndole de soslayo notoriamente cohibida, exactamente como la recordaba. Neji sin embargo era un año mayor y de carácter serio, curiosa combinación para el par de omegas.

—Habla —los larguísimos cabellos negros y castaños revolotearon con el ligero viento.

Nunca fue muy paciente, así que sería complicado sacarle información a ambos, Sasuke resopló sin querer acercarse del todo.

—Supe del último incidente en el instituto de tu prima —comenzó refiriéndose a Hinata, quien a la sola mención pareció avergonzarse encogiéndose en hombros—. Estos son los nuevos supresores en los que está trabajando mi padre, creo que podríamos llegar a un buen acuerdo.

Neji no modificó su expresión, con los brazos cruzados apenas si le dedicó una queda mirada al paquete que Sasuke le ofrecía.

—¿Buscas dinero?

Sacudió la cabeza negando—, necesito acceso a los últimos documentos que sus padres tenían antes de retirarse de la sociedad.

—Buscas del lado equivocado, es mejor que se los pidas a Fugaku, el debería tener una copia.

—Es cierto. Sin embargo eso no me ayudaría en lo absoluto, es un trato justo.

El otro muchacho asintió tomando esta vez el paquete para darle un breve vistazo al contenido antes de introducirlo en su maletín.

—Necesitaré un par de días.

Con aquella oración final ambos Hyuga se retiraron con rapidez, Sasuke pudo entonces suspirar, no tenía deseos de involucrarse en ese tipo de asuntos pero la total ausencia de Danzo y sus amenazas en las últimas semanas no podía interpretarse como un acto de buena fe.

 

 

Aquella noche regresó tarde, saludando a sus padres se excusó argumentado ya haber cenado, a paso lento fue hacia su habitación dejándose caer sobre su cama, tomaría una ducha y dormiría de inmediato. Debía esperar que Neji cumpliese con lo acordado, dudaba mucho que se retractase así que trató de no preocuparse, quizá solo algo de curiosidad lo movía a enredarse en nimiedades.

—Sasuke.

La voz de Itachi le obligó a incorporarse, su hermano entró por la puerta con clara expresión de alegría y eso le hizo torcer los labios.

Seguramente se pasó todo el día domingo en compañía de cierto dobe rubio.

—Acabo de llegar, Karin y Suigetsu se pasaron todo el día discutiendo como niños —aclaró a medida que su hermano se acomodaba para sentarse a su lado.

—Eso es tan extraño —le sonrió enternecido —hoy encontré a Karin en el centro y preguntó por ti.

Chasqueó la lengua al ser su coartada descubierta. No podía confiar en ese trio ni siquiera para algo tan básico.

—¿No quieres contarme algo?

—No.

—Eso se oyó tan convincente —Itachi no le dejó se sonreír —si cambias de opinión no dudes en buscarme —ofreció antes de retirarse con el mismo gesto amable.

Sasuke resopló, no tenía sentido tratar de mantener a Itachi al margen, él también conocía todo el asunto que involucraba la investigación de su padre, los pormenores que acontecieron antes del fracaso que ocasionó que todos los involucrados que alguna vez fueron accionistas fueran marchándose de uno en uno. Levantándose con cierta prisa fue a la habitación contigua absteniéndose de tocar al estar la puerta abierta.

—Itachi-

Se mordió la lengua al percatarse como su hermano mayor doblaba con genuino cariño una chaqueta de horrible color naranja y negro que de inmediato supo a quien pertenecía.

Itachi carraspeó al saberse descubierto dejando la prenda al lado de su almohada—, ¿ahora me dirás que sucede?

Claro que se lo diría, lo involucraría hasta en la más mínima de sus paranoias si con eso podía quitarse la ridícula teoría que su cerebro no tardó en elaborar al recordar las lecciones de sus libros de primaria.

 

 

[…]

 

 

Notas finales:

 

Saludos, gracias por las lecturas y más a quienes se toman su minutito para comentar. Espero las cosas mejoren aquí, aunque es poco probable de momento.

Cuídense mucho y saludos. Nos leemos en el siguiente.


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