“Como explicar esto. Es decir míranos, tenemos una conexión que ha durado por años, incluso después de todo lo que te hice. No creo que sea algo superficial como una simple amistad. Aun así yo, tontamente no me fije hasta que fue tarde o no.
Después de esa pelea, después de que entendí que nunca me desharía de ti sin importar lo que hiciera o los errores que cometiera, supe que siempre estarías a mi lado sin importarte nada. Yo también trate de hacer algo para al menos poder caminar a tu lado sin penas; por eso me fui y no quise que me acompañaras, quería tomar este camino solo y ver como lograbas tu sueño. Pero… al fin y al cabo nunca fue como si nos separáramos ya que te mantenía informado de todo lo que pasaba fuera de la aldea, cada cierto tiempo nos reuníamos bajo la luna llena para hablar. Yo solo te informaba, pero tú metías conversaciones al azar, me hacías pensar que querías que esos momentos se extendieran lo más que se podía para estar juntos. La verdad no me importaba, estaba consiente que yo también disfrutaba esas breves noches, viéndote con esa sonrisa que nunca cambio incluso ahora, y esos ojos azules que siempre parecen mirar algo más en mí; lo cierto era que me sentía algo expuesto, pero que importaba si se trataba de ti. Pero todo empezó a cambiar cuando empezaste a hablar de ella, Hinata Hyuga. Empezaste con algo como que te comenzaste a dar cuenta de que ella te estuvo observando desde hacía mucho tiempo y que no te habías fijado en eso; ¿pero y que hay de mí?-te reproche en mi mente. Y luego como la habías rescatado y la besaste, y… se sintió bien; ¿y que sentiste cuando paso entre nosotros? mucho antes que eso-volví a pensar. Desde entonces no paraste de hablar de ella, la verdad no sé cómo te tuve paciencia escuchándote. Empecé a ver a Sakura a causa de eso, creo; la verdad no lo sé, la considero alguien cercana, pero… no tanto como tú. Entonces la gran noticia, te ibas a casar. Nunca sentí tal presión en mi pecho desde lo de mis padres e Itachi, pero tenía que felicitarte la noche que me lo contaste, que podía decir, la gran sonrisa en tu rostro me dijo que estabas contento; aunque en tus ojos vi un ligero rastro de duda. Me invitaste a la ceremonia pero sabias que no iba a ir.
Mi cabeza era un caos, quería entender el por qué. Sentía como que perdía algo, por un tiempo solo actué por instinto, dejando mi mente en blanco. Fue entonces cuando sucedió algo más con Sakura, no fue algo tan especial, me sentí culpable por ella, sé que me ama, pero no puedo decir lo mismo; yo necesitaba restaurar mi clan y ella es tan sincera y amable que no se opuso aun sabiendo que no la correspondería, tal vez nunca; al final no pude darle la cara por un largo tiempo hasta que supe que estaba esperando una hija de mí. Y mientras tú… también esperabas un hijo de ella.
Las conversaciones se volvieron más cansadas, casi no hablábamos pero disfrutábamos de la compañía del otro. ¿Aún había posibilidad?. Nuestros hijos crecieron, tú tuviste otra hija. Pasaron los años, y cada vez más me pedias que volviera. Ya no tenía ningún pendiente fuera de la aldea, la verdad solo buscaba escusas para no estar cerca de ti y atormentarme. Ya entendía lo que me pasaba, hubiese querido no darme cuenta nunca y así poder regresar sin escusas. Habías estado desde el inicio junto a mí, que sin darme cuenta esperaba que aparecieras a mi lado, con esa actitud despreocupada, esa sonrisa y esos ojos azules tan honestos. Tú me salvaste de varias maneras, como no podría sino aceptarlo y ya. Me gustaste. Me gustabas desde hacía tanto, ya no puedo apartar la mirada de ti, estoy perdido. Pero decidí ponerle fin, puede que esta sea la última noche.”
. . .
-Neh, Sasuke ya han pasado gran tiempo, no crees que es tiempo de que regreses. No me vendría mal una mano más que me ayude, Shikamaru no se hace abasto. Ser Hokage es cansado- se quejó como un niño
-Idiota, no te arrepientas ahora-
-Si lo sé, no es que me arrepienta, es solo que me hace falta ayuda, me haces falta haya en la aldea, no aquí solo informando-
-Mmm- solo murmuro Sasuke, acercándose al rubio que estaba sentado en la rama de siempre mirando la luna.
-Tengo problemas con Boruto-agrego de la nada- siempre está reclamando, sé que mi tiempo con ellos es muy poco; pero quisiera que entendieran-
-Entenderían si se los explicaras-
-Pero son muy pequeños, no creo que…-
-A esa edad nosotros ya entendíamos muchas más cosas. Teníamos una aldea entera que nos la recordaba diariamente-
-Si, aquellos días se ven tan lejanos. Pero recuerdo todo con detalle… Ja, parecemos ancianos hablando así- sonrió
-Solo tenemos 30- contesto Sasuke parado a un paso de distancia de Naruto.
-Tú siempre te ves más joven que yo- le reclamo parándose frente al moreno.
-Tú te estresas demasiado- contesto Sasuke sin apartar la mirada del acercamiento, sin querer apartarse de esos ojos azules que solo lo miraban a él en ese momento.
-Si estuvieras ahí no me pasaría lo mismo- le reclamo con un puchero.
-No lo sé- levanto ligeramente la comisura de los labios como si fuera una sonrisa.
-Es verdad, y lo sabemos- afirmo con mucha confianza- Pero ahora que me fijo…-dijo salvando ese paso de distancia entre los dos- tu cabello ha crecido demasiado, casi te llega hasta los hombros. - dijo tomando un mechón entre sus dedos- Pero tu cabello es más negro que el de Hinata
Su capacidad de cambiar de tema cada nada sorprendía al moreno, pero que lo comparara con ella no le gustó nada.
-Estas muy cerca- le respondió molesto.
-Ah, lo siento- dijo algo avergonzado queriéndose alejar de la cercanía, pero se vio detenido por un mano que le sujetaba con fuerza la chaqueta.-L-lo siento no volverá a pasar- pidió disculpas alarmado, hace mucho tiempo no había visto que Sasuke iniciara una de sus típicas peleas. Fue entonces cuando Naruto se dio cuenta de que sus alturas eran similares, incluso podría decir que él mismo le pasaba unos centímetros al otro.
-Usoratonkachi- hablo el moreno acercándose más. Naruto no sabía qué hacer, su mente se quedó estancada pensando en las alturas. Entonces sintió algo cálido en sus labios. Era cálido, suave y dudoso a la vez, un toque casi con miedo; pero sobre todo eso se sentía tan placentero.
Pero tan rápido como lo proceso se terminó, Sasuke se alejó de su rostro y se quedó viéndolo con una expresión tan dolida que casi se podrían ver en sus ojos negros una cristalina laguna a punto de derramarse. Naruto ya sabía, entendía todo, no era tan idiota, y no necesitaba explicaciones.
-Sasuke- dijo con voz ronca, rodeándole con las manos el rostro evitando que este escapara. Sasuke solo esperaba que lo rechazara, que lo apartara no podía pensar en nada más que miedo. Trato de bajar la mirada pero no podía, las manos que lo sujetaban lo obligaban a ver directo a la cara de la otra persona. Quiso separar los labios y decir algo pero fue detenido con la boca del otro, aferrándose a él de una manera tan desesperada que solo se dejó llevar, en su mente surgió el deseo que nunca se terminara aquella cercanía, pero otra parte tenía miedo que fuera un adiós después de todo.
Las manos del rubio pasaron del rostro del otro a los cabellos negros, aprisionándose más a él. Naruto no podía parar, el sabor que estaba probando era algo que había estado deseando desde hace tanto. Introdujo su lengua y empezó a jugar con la otra que lo recibía con algo de temor. El aire se hizo necesario, pero apenas se separaron lo suficiente. Sasuke quiso apartarse pero Naruto se aferró a él en un abrazo, el rubio hundió su cabeza en el cuello del otro, empapándose de su aroma, luego levanto ligeramente su rostro acercándose a la oreja del moreno.
-No necesitamos palabras, nuestras acciones son suficientes- le susurro. Esas palabras quedarían grabadas para siempre en su cuerpo, entonces al fin el moreno correspondió el abrazo.
-Ahora que te tengo no te voy a soltar-
Sasuke por fin soltó el aire que estaba reteniendo sin darse cuenta y se llenó del aroma del otro. Naruto se volvió a acercar sus labios a su oído.
-¿Quieres continuar?- susurro con una voz ronca.
. . .
-¿Porque tenía que hacer aquí?- dijo Sasuke un susurro acorralado entre la única mesa del lugar y Naruto.
-¿Por qué?, quieres ir a mi casa- contesto irónicamente, el rubio había apoyado sus manos en la mesa, formando una estrecha cerca para que el otro no se escapara.-Mi oficina es bastante cómoda.
-Usoratonkachi- respondió desviando la mirada ligeramente.
-Este lugar no es visible, y no hay nadie que venga- se acercó a susurrar en el oído.- Confía en mí, paso más tiempo aquí que en cualquier otra parte.-el moreno tenso su cuerpo- Solo… relájate. Estas… conmigo- dijo casi como una súplica.
Sasuke no podía controlar los temblores que su cuerpo empezó a hacer por el aliento caliente del otro chocando con el lóbulo de su oreja, parecía que con cada letra era un beso.
-Solo contigo- repitió el moreno. Lo miro fijamente, esta vez no evito la vergüenza expresada en sus mejillas. Tomo el abrigo negro que siempre llevaba y lo dejo caer de su cuerpo. Naruto se alejó un poco para deleitarse con el gesto, y luego se pasó la lengua por los labios.
Sin esperar nada se volvió a lanzar hacia él, esta vez desabotonando el cuello de la siguiente prenda y besando el pálido cuello; empezó a presionar más sus caderas con las de él, en movimientos suaves y continuos. Sasuke podía sentir el creciente miembro presionándose contra él.
-Mmm…- gimió el moreno, cada toque era la gloria.
El rubio ya empezaba a hartarse de la ropa, así que en un movimiento rápido se quito la chaqueta y la camisa que traía puesta, Sasuke lo miro con un deseo más creciente, el cuerpo que se mostraba ante él estaba mucho más tonificado y maduro, la edad le había sentado bien; y el bronceado propio del cuerpo lo hacía más atrayente. Naruto no ignoro la mirada con la que era observado, le respondió la mirada llena de lujuria, entonces con un poco de fuerza le termino por romper los botones sobrantes de la camisa del moreno dejando el torso blanco y marcado totalmente al descubierto junto con unos hermosos botones rosados suplicando por atención.
-No pares…- rogo Sasuke, que el rubio solo lo observara lo hacía volverse loco- O es que te arrepi---- fue parado al momento por un beso hambriento y unas manos que subían por la piel se su espalda haciendo que esta se curvara.
-Jamás, jamás lo hare- respondió parando las caricias, y luego lo miro con gran seriedad.- Para mí, solo puedes ser tu-esa era su respuesta.
Sasuke tomo con su mano el rostro del otro y le sonrió. Naruto lo agarro de las caderas y lo levanto encima de la mesa. Su boca empezó a besar el pecho descubierto mientras sus manos empezaban a jugar pellizcando los pezones del otro.
-Ahn- volvió a gemir con el contacto, resulto ser una parte sensible que encendió más al rubio. Sasuke se aferró a los cabellos del otro, sus caderas empezaron a moverse. La boca paso a uno de los pezones rosados mientras que la mano libre empezaba a deslizarse dentro de los pantalones. El moreno empezó a respirar más ruidosamente cuando sintió la mano atrapando totalmente su glande subiendo y bajando.
-Sasuke…- susurro el rubio- Oh mierda, Sasuke…-
-Tú… - le contesto en un casi gemido.
-Maldición, ya casi estoy en mi limite…- dijo mientras volvió a besarlo y empezaba a desabrocharse su pantalón, su miembro ya no soportaba estar atrapado.
Cuando la fin libero su glande, Sasuke no pudo apartar la mirada, era mucho más grande y grueso de lo que esperaba, y sin darse cuenta se mordió el labio. Naruto empezó a bajar por el cuello pálido mientras le daba mordidas que marcaban su piel. Con una mano tomo los miembros y empezó a frotarlos entre ellos. Sus caderas se empezaron a mover en compás, y sus gemidos se empezaron a mezclar.
-Abre tu boca- ordeno sin parar el movimiento de su mano en la parte baja. Sasuke dudo unos segundos pero lo hizo, entonces el rubio introdujo sus dedos. Con su lengua el moreno empezó a lamerlos y a jugar con ellos. La sensación húmeda puso aún más excitado al otro, y fue peor cuando vio el rostro lascivo y sonrojado que tenía mientras lo hacía.
-Échate en la mesa…- ordeno otra vez, Sasuke sin rechistar lo hizo. Naruto se colocó encima de él, le termino por quitar toda prenda dejándolo completamente desnudo. Entonces lo hizo levantar una pierna, la imagen del cuerpo pálido rendido ante él era demasiado erótico.
-Si te molesta parare- se disculpó.
Sasuke levanto ligeramente la cabeza dudoso, y lo que vio lo avergonzó aún más. Los dedos que habia lamido estaban introduciéndose en su trasero. El glande del moreno se irguió más y su espalda se volvió a curvar, su cuerpo estaba recibiendo mil estimulaciones nuevas; y sin poder evitarlo empezó a mover sus caderas con más ganas. Naruto introdujo un dedo más.
-Ya es suficiente, solo… solo mételo- logro decir con su cabeza hecha un caos. El cuerpo del rubio recibió gustoso la invitación.
-Mierda, Sasuke…- Rápidamente saco sus dedos y coloco en la entrada su pene, aún estaba estrecho, pero poco a poco se fue deslizando dentro.
-Esta… caliente- gimió el rubio, cuando al fin entro completo.
-Muévete…ya…- volvió a rogar.
Naruto no se hizo de esperar y empezó a mover sus caderas con mucho más fuerza que antes, el sonido de piel con piel se hizo más fuerte, pero no tanto como los gemidos del moreno. Naruto había tocado el punto sensible.
-Es aquí- señalo triunfante mientras seguía besándolo al otro.
-Yo… ya…- logro hablar Sasuke
-Yo… también…-contesto.
Entonces Naruto saco su miembro, y al mismo tiempo el líquido blanco salió expulsado, empapando sus torsos.
-Fue mucho mejor de lo que esperaba- dijo el rubio mirando el rostro sonrojado y agitado del otro debajo de él.
-Continuamos- contesto en una casi suplica.
-Tenemos el lugar para nosotros- le sonrió en respuesta.
. . .
-Es increíble que tengas un futon aquí- el moreno rompió el silencio que se hizo al terminar rendidos.
Ambos se habían quedado desnudos debajo de un futon, que estaba debajo de la mesa que habían usado.
-Es que me quedaba a dormir muy seguido - se excusó Naruto.
-Entonces…- hablo Sasuke
-¿Entonces…?- repitió el rubio.
-¿Que pasara ahora?- contesto.
-Un secreto más para un ninja no es nada- se giró a mirarlo y le sonrió.
Sasuke lo miro a los ojos y le sonrió en respuesta, era increíble cómo podía olvidar las preocupaciones con solo ver su rostro sonriente.
-Hasta que amanezca solo quedemos así- Naruto rodeo al otro debajo de las sabanas, y hundió su rostro en los cabellos negros.
-Te amo- le confeso en un suspiro.
Sasuke respondió acurrucándose en el cuerpo caliente que lo rodeaba.
-Te amo- susurro.