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Media naranja por hikari no renkinjutsushi

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Notas del fanfic:

Este ff es de tematica "Soulmate"

La pareja principal es una pareja crack ShirabuKenma (no pregunten, solo diré que Ushicornio tiene la culpa de que ame con locura a estos dos personajes y ahora los shippeo por que estoy mal de la cabeza)

 

el título del ff lo puse por que no se me ocurrio otro

 

Los personajes no son mios y bla bla bla... conocen el resto

Notas del capitulo:

Iru de mi vida y mi amor, aquí esta mi aportación al universo multishipper, love you

Cuando Shirabu Kenjiro cumplió diez años no escuchó nada del otro lado de su mente, así que como desesperado buscó por signos de marcas de nacimiento o letras en su piel, tampoco obtuvo resultados de ello; estaba ligeramente – muy – decepcionado. Tal vez ella era más joven, tal vez ni siquiera había nacido aun – rogó para que este no fuera el caso.


Los “Soulmates” habían existido por una buena cantidad de años y él esperaba tener a alguien que fuera su otra mitad pronto. Era algo huraño con las demás personas, callado y poco paciente, tenía sus buenas virtudes también, sin embargo él y sus padres estarían más tranquilos una vez que estuvieran seguros de que Kenjiro tenía a su media naranja en el otro extremo del hilo rojo. Esa otra persona era en teoría, tu complemento perfecto, alguien que te quería  y comprendía sin importar nada, con el que además se comparte un vínculo mental para conversar “telepáticamente” cuando quisieran.


Todo este asunto de las almas gemelas sonaba increíble y muy bonito, sin embargo era bien sabido que muchas veces había dificultades en ellas, como que tu complemento viviera muy lejos de ti; en otro país, que no hablaran el mismo idioma, que tuvieran una diferencia de edad muy grande, que tu compañero fuera del mismo sexo que tú… algunas personas incluso nacían sin una conexión.


A Shirabu no le importaba que la otra persona fuera un niño en vez de una niña y no comprendía el alboroto que eso causaba en otros. Al final lo importante era tener alguien que te quisiera ¿no?. Y estaba tan ansioso por conocer a su misteriosa persona que desde los seis años se había enfocado por cuenta propia a aprender inglés, de manera que si su soulmate no era japonés al menos pudieran comunicarse en el otro idioma (por favor, por favor, que él o ella fuera igual de prevenido en eso)


Por otro lado, si su soulmate terminaba siendo muchos años menor o mayor, no era algo que él pudiera controlar, no debía angustiarse por eso, solo tener paciencia – tristemente de eso tenía poco, pero era lo que había – Y eso era todo, Shirabu quería pensar que tenía todo relativamente cubierto como para no tener tantas dificultades. Sin embargo, a pesar de todas las consideraciones y todo lo dicho a sí mismo para mantenerse tranquilo, se sintió decepcionado al no tener nada aun al otro lado de su hilo rojo.


 


++++++++++


 


Ese 16 de octubre había globos y adornos de Mario Bros pegados por toda la casa y un enorme pastel en la mesa, muchos niños jugaban y comían golosinas mientras que el festejado se refugiaba dentro del armario de los abrigos. No le gustaba la gente, y definitivamente no le gustaba esa fiesta. Sabía que era su cumpleaños, pero ¿Qué les costaba a sus padres festejarlo más en privado? Tal vez con su mejor amigo y ya está. Kenma detestaba los lugares concurridos y sus padres lo sabían, pero esa ocasión quisieron algo diferente por su décimo aniversario, aquel que todos los niños esperan con ansias porque saben que conocerán por fin a su soulmate. Kozume no entendía por completo el alboroto, y era normal, ya que sus padres nunca habían tenido un alma gemela, eran parte de ese bajísimo porcentaje en el mundo que había seleccionado a su compañero de vida por elección propia, nada de lazos, nada de conexiones. Y por genética, era muy probable que él tampoco fuera a tener un soulmate. Lo asumía y estaba listo para ello, aunque igual tenía una muy pequeña esperanza de que fuera lo contrario.


Por las siguientes horas daba igual todo aquello, ya que técnicamente Kenma no cumpliría diez años sino hasta casi la media noche, y aun así, eso no garantizaría un resultado exitoso. Kuroo había cumplido los 10 años mucho antes que él, y aun no conocía a su conexión, seguro sería una chica más joven. Kozume deseaba que quien sea que fuera la conexión de su amigo apareciera rápido, odiaba verlo triste y además él era quien tenía que aguantar todas las quejas y parloteo del mayor – ¡que dios se apiadara ya de su pobre alma! - La puerta del armario se abrió descubriendo su escondite, su madre lo miraba con reproche


-          Partiremos el pastel ahora


-          … de acuerdo – era una pena, había estado muy feliz en soledad hasta entonces y ahora debía guardar para si mismo su crisis de ansiedad mientras duraba la canción de “feliz cumpleaños”, luego podría ir a refugiarse de nuevo a cualquiera de sus escondites, eso si Kuroo lo dejaba


 


Fue pasando la media noche que comenzó a percibir algo, un mareo seguido de un ruido como de interferencia, entonces lo supo, había alguien más ahí, Kozume sintió una agitación tal, que tuvo que hacerse bolita en su cama. No “escuchaba” nada, pero sabía que estaba ahí, y por deducción supo que su soulmate era mayor que él. Esperó pacientemente por unos segundos, aun nada, tal vez esa persona se había ido a dormir ya, si es que siquiera estaban en la misma zona del globo terráqueo. Pronto la emoción se volvió pánico ¿y si ni siquiera vivían o hablaban el mismo idioma? Se calmó a si mismo planeando su siguiente paso, su inglés no era completamente una basura gracias a los videojuegos, y si no podía comunicarse con esa persona en japonés, correría en la mañana a suplicarle a sus padres por clases de idioma.


Estaba a punto de salir corriendo de su habitación cuando lo escuchó muy levemente, alguien lloraba, en su cabeza, no comprendió porque, pero también comenzó a llorar, y estuvieron así durante un buen rato hasta que Shirabu logró calmarse y Kenma con él.


-          He tenido que esperar por ti durante al menos cinco meses – el tono de reproche salió sin querer


-          … lo siento – el alivio de escuchar su propio idioma fue indescriptible


-          … igual no es tu culpa haber nacido después que yo – el menor notó el tono arrepentido - no ha sido tanto tiempo realmente


-          Gracias por esperar – sentado en su cama con los ojos aun llorosos Kenjiro sonrió - Eres un chico también


-          Lo soy, ¿te molesta que lo sea?


-          No, la verdad me siento aliviado de tener un soulmate, pensé que tal vez no tendría uno, mis padres no lo tienen


-          Lo siento


-          No tienes porque, igual son muy felices así, o eso dicen


-          ¿Me dices tu nombre?


-          Kozume Kenma


-          Soy Shirabu Kenjiro


 


++++++++++


 


Se limpio las manos de nuevo con la tela del pantalón, el tren casi había llegado a Miyagi y Kenma no podía contener sus emociones. Nunca había sido bueno conociendo personas, pero esta vez se trataba de ver por primera vez a Shirabu y quería dar su máximo para dejar una buena impresión en él. Los padres de Kenjiro y Kozume habían planeado esa reunión apenas unas semanas después de que los chicos empezaran a “hablar”. A ambas parejas los había sorprendido que ambos fueran chicos, pero descartaron la importancia del asunto bajo la premisa de que el mundo estaba cambiando y ya no era tan raro ver a dos muchachos siendo pareja, además las madres de ambos estaban secretamente aliviadas.


Para la madre de Kenma fue emocionante que su hijo, a diferencia de ella y su esposo, si tuviera un compañero, deseaba con todas sus fuerzas que Kenma se volviera más abierto con las personas, y tal vez su soulmate lograría aquello. Para los padres de Kenjiro era importante, ya que solo por esta persona Shirabu había dejado un poco de lado su carácter egoísta.


En cuanto el rubio bajó del tren comenzó a buscar ansiosamente por todo el andén, y por fin lo sintió, ni siquiera tuvo que llamarlo. Corrió hacia el pequeño pelinegro de ojos dorados dejando atrás a sus padres, por otro lado Kenma al verlo venir se ocultó instintivamente tras las piernas de sus progenitores, aquello rompió un poquito el corazón del mayor, que apretó contra si el balón de vóley que llevaba en las manos.


-          Lo sentimos Shira-chan, pero Kozume es algo tímido, debes disculparlo – la madre animó al pequeño pelinegro a salir y Kenma, aun sintiéndose un poco culpable por su reacción inicial, en vez de tomar la mano que su soulmate le ofrecía se abalanzó sobre él en un efusivo abrazo


-          Lo siento – La voz de Kozume era suave, Shirabu soltó el balón y correspondió el abrazo


 


++++++++++


Ambos debían admitir que su soulmate no era lo que ellos esperaban, para Shirabu era extraño el que Kenma amara tanto el pay de manzana, los videojuegos y no hiciera nada de deporte; que solo hablara de Kuroo le crispaba un poco los nervios, no entendía el concepto de mejor amigo, pero entendía que para Kozume, Tetsuro era como un hermano mayor.


Por otro lado Kenma estaba un poco desilusionado de que a Shirabu no le interesaban los videojuegos, aunque sabía que era más extraño él por preferirlos por encima de los juegos físicos como todos los demás chicos. Ambos eran reservados y no muy demostrativos en cuanto afecto, y aun así Kozume pensó que no querría cambiar a su soulmate por nadie más. No le contó a Kuroo inmediatamente sobre Shirabu – aquello solo pondría a Tetsuro mas ansioso en cuanto a su propia alma gemela – sin embargo, la siguiente vez que su mejor amigo vino a rogarle que se uniera al equipo de vóley Kenma aceptó sin mucho esfuerzo. Él y Shirabu no tenían casi nada en común, pero se convenció a si mismo que podría cambiar las cosas para ambos si al menos tenían el mismo hobbie. Tal vez la próxima vez que se vieran podrían ir a jugar juntos.


 


+++++++++


 


Durante lo que restó de la escuela primaria el contacto era principalmente mediante su “telepatía”, y no era como que pudieran saber todo el tiempo lo que el otro estaba pensando, conversaban si lo deseaban, pero también de vez en vez se les escapaba algún pensamiento o imagen que sin querer llegaba al otro. Se siguieron viendo, no tan frecuentemente por la distancia pero cada visita era esperada con muchas ganas por ambos chicos, a veces practicaban vóley juntos, jugaban un par de videojuegos y comían toneladas de pastel de manzana. También hablaban de muchas cosas, algo raro ya que Kenma era más bien callado.


Al llegar a la secundaria Shirabu encontró una motivación mas para seguir en el vóley, era a su parecer un grandioso jugador. Ushijima Wakatoshi era asombroso, para desgracia de Kenma, estaba consciente que su habilidad no era ni siquiera la mitad de aquel prodigioso jugador zurdo, pero realmente se esmeraba para mejorar, le gustaba el vóley; no podía decir que era su actividad favorita, pero era un vínculo que compartía con su alma gemela, no iba a rendirse tan fácil. Sin embargo no podía evitar cierto nivel de celos cada que a Shirabu se le escapaba “sin querer” algún pensamiento sobre Wakatoshi, y el nivel de celos llegó a un máximo cuando en su último año de secundaria Kenjiro le expresó a Kozume su deseo de asistir a la misma escuela preparatoria que Ushijima.


Kenma estaba tan molesto, que prácticamente sintió obligatorio quejarse con Kuuro sobre aquello.


-          ¡No me lo puedo creer! – Kenma se mordió un labio esperando – ¡No puedo creer que le guste alguien incluso más inexpresivo que tú! – El mayor por fin soltó una carcajada ante la incredulidad de Kozume


-          ¡oye!... estoy siendo serio con esto… - susurró triste el más joven, el mayor detuvo su burla


-          Lo se


-          No es como si pudiera hablar de estas cosas con mis padres, pensé que entenderías, ya que él siempre parece estar rechazándote – Kuroo se mostró ligeramente herido


-          Kei es un tsundere, pero es un buen chico, además deberías sentirte agradecido, Shirabu al menos no te golpea cuando se te sale alguna muestra de cariño


-          No es que yo sea precisamente expresivo con esas cosas


-          Pero él te gusta ¿no?


-          Si, es mi alma gemela


-          No me refiero a eso – Kuroo guardo silencio un tiempo pensando en cómo continuar – Me refiero en el sentido físico. Ya sabes, se te hace apuesto, lo ves lindo, tienes un impulso por tocarlo, tal vez algunos pensamientos no muy decentes cuan lo ves cambiarse de ropa… - el menor se ruborizó pero asintió ante aquello – Lo quieres porque es tu alma gemela, pero creo que estas consiente a estas alturas de que eso no es todo, hasta tú sabes que hay almas gemelas que no tienen una relación del tipo romántica. También hay personas que a pesar de tener un soulmate se vuelven solo mejores amigos y terminan estableciéndose con alguien más – El corazón de Kenma se detuvo un segundo, y dolió pensar aquello. Sabía que era cierto, que aquellas cosas pasaban a veces, pero él no se veía al lado de alguien más, esperaba que Shirabu pensara lo mismo, no sabría como dejarlo ir con otra persona en un futuro. Tetsuro notó pálido a su amigo, se veía como fuera a salir corriendo en cualquier momento, le revolvió el cabello – lo siento, no quería herirte


-          No quería pensar en esa posibilidad, pero puede que tengas razón… creo que él no me ve de esa forma, también tienes razón al pensar que él me gusta en el sentido romántico y físico, nunca he considerado una opción diferente para nosotros – de nuevo una punzada en su pecho, y luego la voz de su soulmate en su cabeza


 


-          ¿Estás bien? – Kenma se sorprendió ante aquello – He sentido una punzada en el pecho, ¿qué sucede?


-          Estoy bien… - el menor se enterneció ante la respuesta inmediata de Kenjiro, no importaba si solo eran mejores amigos, solo no quería perder a su soulmate, si Shirabu en algún momento decidía que no quería que estuvieran juntos, él respetaría su elección, estaba seguro que aquello le dolería muchísimo, pero sería mejor que no tenerlo – estoy bien


 


++++++++++


 


La primera vez que se vieron como estudiantes de primer año de preparatoria, Shirabu notó una repentina diferencia en el comportamiento de su soulmate. Kenma, que anteriormente se tomaba unas pocas libertades en cuanto contacto físico – algún abrazo, tomar la mano de Shirabu, dormir recargado en su hombro y las noches que pasaban en la misma casa incluso moverse al mismo futón o cama que Kenjiro – había parado de pronto con aquello. Kenma correspondía con una sonrisa cuando el rubio acariciaba su cabeza y no evadía las muestras de afecto de su soulmate, sin embargo ya no tomaba la iniciativa. Parecía ahora más enfocado en el vóley, y sin embargo se notaba distraído de la conversación cuando el mayor comenzaba a hablar de su propio equipo y sus compañeros del colegio.


 


Al inicio no quiso darle importancia, seguro Kenma tenía sus problemas con la escuela y la adolescencia – el mismo sentía que no podía con su propia existencia algunos días – el más joven además había vuelto un poco a su estado infantil de silencios prolongados y de pronto se había negado a dormir en la misma habitación que Shirabu los días que se visitaban.


 


Kenjiro dejó pasar aquello – no sin cierto rencor – lo había consultado con sus padres en algún momento y ellos habían preguntado si tenían una discusión, al negarlo simplemente lo atribuyeron a una etapa, algo de la edad que pasaría pronto. Finalmente ellos eran almas gemelas y siempre estarían juntos, seguro que su joven compañero volvería pronto a la normalidad, o eso deseaba Shirabu, volver a compartir todo con Kenma como cuando eran niños.


 


++++++++++


 


No fue hasta su segundo año cuando Shirabu realmente empezó a preocuparse por su relación soulmate. Aparentemente todo iba “bien” – descontando claro todas esas veces que tenía que ir a aliviar sus necesidades físicas a causa de su compañero – Aquel fin de semana Kenma se quedaría con él después de un partido de práctica con otra preparatoria en Miyagi. Hasta ahí todo lucía normal, habían “conversado” un poco mediante su conexión y no fue hasta la noche antes de dormir que a su mente llegó la imagen de un chico pelinaranja con una enorme sonrisa. No tenía idea de quién era, y le extrañó que a Kozume se le escapara ese pensamiento acompañado de un revoloteo en el estómago. Supuso entonces que Kenma estaría emocionado o nervioso por su partido de práctica, cosa también extraña ya que a Kenma parecía darle un poco igual el vóley.


 


La siguiente señal de alarma la tuvo al día siguiente, cuando su soulmate llegó a casa con una sonrisa enorme y no paraba de hablar de un tal Hinata Shouyo. Eso aunado a que Kenma no había querido compartir habitación con él, había hecho que el rubio experimentara por primera vez los celos y un sentimiento de ser desplazado. Debía controlarse y lo sabía, le alegraba que Kenma conociera amigos nuevos, pero por algún motivo esto se sentía como algo diferente; intentó no pensar en aquello, después de todo era muy probable que su soulmate no se encontrara de nuevo con aquel muchacho de cabello naranja, los partidos entre las preparatorias de diferentes prefecturas no eran tan frecuentes.


 


 


++++++++++


 


 


Por algún motivo que desconocía se sentía muy muy muy cómodo con Shouyo, con todo y que la conexión de su amigo – Tobio – lo miraba como si quisiera asesinarlo. Hinata no le daba mucha importancia a aquello.


 


-          Lo que Kageyama piense es su problema – le soltó después de que Kenma preguntara si estaba bien que fueran por algo de beber. Estaban en un campamento de entrenamiento ese fin de semana y el de cabello naranja había sido muy insistente en que Kenma le ayudara con las colocaciones del balón


-          ¿No se pondrá celoso o algo? – Shouyo lo miró un poco triste


-          Kageyama no quiere ese tipo de relación conmigo, Kenma – el mayor esperó a que continuara – cuando descubrimos que éramos almas gemelas yo estaba super feliz ¿sabes? Empecé a jugar vóley por que admiraba al pequeño gigante y porque Kageyama adora este deporte, pensé que eso nos acercaría mas, pero ya ves… no me toma tan enserio como jugador, ni como compañero…


-          Pero él… se complementan bien en la cancha


-          Si, él es genial… - el pelinaranja sonrió con melancolía – pero sabes, aunque no me lo dice abiertamente hay veces que me llegan sus sentimientos, él admira a alguien, creo incluso que Kageyama siente algo por él, es otro excelente armador… no me siento al nivel de esa persona


-          … para mi es igual…


-          ¿eh?


-          Mi soulmate tiene un crush con alguien de su equipo de vóley, tampoco estoy seguro de que quiera estar conmigo…


-          … pues desperdicia una excelente oportunidad… igual, no te rindas con él, seguro solo es un idiota como Tobio, ya se dará cuenta de que eres su mejor opción, eres un chico increíble – el más bajito levantó la voz – a mi me gustaría que tú hubieras sido mi soulmate… - Hinata le guiñó un ojo a Kenma haciéndole señas hacia los arbustos, Kageyama los estaba siguiendo “en secreto” – Kenma rió bajito, cuando Tobio salió corriendo de los arbustos persiguiendo a Hinata. Kageyama podría decir misa, pero era obvio que era posesivo con su soulmate y que aunque les costara estarían juntos al final. Extrañó a Shirabu en aquel momento, y su infancia, donde todo se veía color rosa.


 


++++++++++


 


 


Para desgracia de ambos, Kenma había pasado aquel recuerdo a Shirabu de forma inconsciente.


 


-          “a mi me gustaría que tú hubieras sido mi soulmate…” – El sentimiento de añoranza que Kenma había experimentado por su conexión en aquel momento había hecho que Shirabu mal interpretara todo,Kenjiro pensó que vomitaría su cena.


 


Debía hablar con su soulmate, preguntarle si realmente estaba considerando la posibilidad de estar con alguien más y donde quedaba él en todo aquello, necesitaba saber, pero estaba hirviendo en celos y seguro no diría nada amable, así que decidió esperar un tiempo hasta que pudiera preguntar sin salirse de sus casillas. Igual no funcionó.


 


La siguiente vez que Kenma y Shirabu se encontraron fue justo antes del inicio del torneo de primavera. El menor había viajado a Miyagi para ver a su soulmate que parecía estar demasiado ocupado con la escuela y las prácticas como para viajar a Tokio, también demasiado ocupado como para hacerle una llamada o hablar con él mediante su conexión. Kenma intento que aquello no lo desanimara.


 


Extrañaba mucho a Shirabu y esperaba sorprenderlo con su visita, sin embargo el sorprendido fue él cuando al llegar a casa de su alma gemela vio a Ushijima marchándose, no sin antes revolver el cabello del rubio dejándole con un notorio sonrojo en el rostro. No fue necesario decir nada, Kenjiro notó su presencia al instante.


 


-          Kenma… ¿Qué estás haciendo aquí?


-          Quería verte… necesito que hablemos sobre algo – el cerebro de Shirabu reprodujo aquello casi de forma automática “a mi me gustaría que tú hubieras sido mi soulmate…” , apretó sus puños intentando mantenerse en control


-          Lo siento, pero yo no quiero hablar contigo justo ahora – estaba enojado y triste, cualquier cosa que pospusiera aquella ruptura sería bienvenida. Sintió el dolor de Kenma en aquello.


-          ¿Hice algo malo? ¿te he ofendido? – no hubo respuesta, miró en la dirección en la que se había ido Ushijima y creyó comprender el porqué su soulmate no respondía sus llamados – Sabes, entiendo que somos almas gemelas y que no por eso estas obligado a estar conmigo, si en algún momento eliges estar con alguien que no sea yo… - Shirabu paso de estar molesto a verdaderamente enfadado


-          ¡No soy yo quien está intentando deshacerse su soulmate aquí! – El grito hizo que Kenma se sobre saltara, Kenjiro nunca había perdido los estribos, no con él al menos


-          Pero Ushijima…


-          ¡¿Ushijima?! – respiró profundamente


-          Solo hablas de él todo el tiempo… pensé que…


-          ¡Claro, ahora soy yo quien siempre está hablando de alguien más! Eres tu quien últimamente solo habla de Hinata, Shouyo esto, Shouyo aquello… y de repente ya no me hablas… ni siquiera has querido dormir en la misma habitación que yo – Kenma empezó a enojarse también – y luego “casualmente” me llega una imagen mental en la que él te dice que quiere ser tu soulmate


-          ¡Eso no fue…!


-          ¿sabes qué? No quiero saberlo… Si eres tú quien quiere estar con alguien más no te lo impediré, puedes hacer lo que quieras – Shirabu miró el cielo, era tarde para que Kenma se fuera de vuelta a Tokio, estaba enojado pero aun así, si lo dejaba ir de esa manera estaría preocupado… no fue necesario, en ese momento las emociones de ambos estaban tan conectadas que Kozume supo que no era bienvenido, se aferró fuertemente a los tirantes de su mochila y comenzó a alejarse


-          “puedes quedarte, es tarde para que te marches” – en esta ocasión el menor estaba tan molesto que no lo reconsideró


-          “Lo siento, pero no quiero estar cerca de ti justo ahora” – y la respuesta les dolió a ambos


 


+++++++++++


 


 


El rubio soltó un suspiro y luego continuó con su plato de cereal, ya habían pasado varios días y Kenma seguía sin responder llamadas, mensajes e incluso se había negado a responderle mediante su conexión. Había metido la pata y lo sabía. Sus padres habían preguntado por Kenma apenas un rato después de que el chico se hubiera marchado, aquello descolocó a Shirabu, luego sus padres le habían explicado que Kenma les había avisado que iría de visita pero quería que fuera una sorpresa para él.


 


Se sintió horriblemente culpable de aquello, luego confesó a sus padres la discusión que habían tenido.


 


-          Bueno, es cierto que hiciste mal al no aceptar una explicación de parte de Kenma, y también es cierto que si te la vives prendado de Ushijima Wakatoshi toda tu vida, tu soulmate va a pensar que tienes un crush con ese chico


-          Yo no tengo un crush con Ushijima – sus padres se miraron uno al otro y después a su hijo


-          Pues parecía que sí, todo el tiempo hablabas de él, tienes decenas de revistas con sus entrevistas, aplicaste para esa preparatoria porque ahí estudiaba él y querías estar en el mismo equipo – enumeró su padre – y además se lo decías a él… tal vez por eso empezó a ser distante contigo – el menor calló, si sus padres lo habían notado, seguramente Kenma lo percibía con mayor fuerza


-          Es solo admiración, no estoy interesado en él de esa manera


-          No es a nosotros a quienes debes convencer de eso – en aquello su madre tenía razón. Igual intentó contactar a su alma gemela muchas veces después de aquello, en cada una no obtuvo respuesta.


 


Y así pasaron los días, luego llegó el torneo de primavera y por azares del destino se enfrentarían contra Karasuno en las finales. Se sentía con la obligación personal de derrotar a Hinata Shouyo, y por algún motivo, tenía cierto “temor” de verlo… de darse cuenta que tal vez si sería una mejor opción para Kenma. Kozume se veía muy feliz hablando de aquel chico, había comenzado a hablar más que de costumbre, también había comenzado a tomar más seriamente el vóley.


 


Aquellos pensamientos no hicieron más que deprimirlo, quería ver a su alma gemela, pero difícilmente podría darse una escapada cuando al día siguiente eran las finales, en cuanto a Kenma… ni siquiera sabía si él querría que hablaran de nuevo alguna vez. Ya antes habían discutido, pero eran peleas de diez minutos y luego se olvidaban de todo. Esta vez era distinto.


 


++++++++++


 


-          Voy a decirte esto solo una vez, pequeño gato – Kuroo sonaba bastante molesto – deja ya de estar tan malditamente en las nubes y pon atención


-          Estoy poniendo atención


-          No, estas repitiendo en tu cabeza la discusión que tuvieron – Kenma torció el gesto, era cierto – No quería ser yo quien lo dijera, esperaba que te dieras cuenta solo, pero realmente ese chico tenía un punto, desde que empezamos a jugar con el Karasuno, no te le despegas al enano


-          Shouyo es mi amigo


-          Kenma… hasta yo pensé que irías enserio con él – el más joven lo miró sin decir nada – es que… primero vienes y me dices que tu soulmate tiene un crush con alguien, luego que lo dejarás elegir si quiere a alguien más. Cuando te vi relacionarte tanto con Hinata de verdad creí que te estabas haciendo a un lado y querías probar con otra persona


-          Shouyo tiene a Kageyama, jamás me metería en su relación


-          Kei me ha contado que el pequeño armador lo rechaza todo el tiempo, él también creyó que ustedes iban enserio


-          Sé que es mi culpa que Shirabu piense aquello, pero fue un mal entendido que no me dejó explicarle


-          ¿y tú? ¿Lo dejaste explicarse?


 


++++++++++


 


Esa noche antes de dormir, justo cuando Shirabu se encontraba más exhausto y deprimido recibió un mensaje de texto.


 


-          Buena suerte en el partido de mañana – e increíblemente todo lo que lo había estado molestando hasta entonces se esfumó


 


++++++++++


 


Sabía que lo matarían por fugarse así, se estaba saltando la práctica y al día siguiente tendrían las preliminares de vóley en Tokio. No importaba, o no lo suficiente como para quedarse en casa o la escuela, Kenma tenía una serie de prioridades entre las que estaba dormir, el pay de manzana y los videojuegos, Shirabu estaba antes que todos ellos, así que contra todas sus creencias y preferencias tomó el primer tren a Miyagi, si tenía suerte llegaría antes de que concluyera la final.


 


++++++++++


 


 


Había llegado justo para el final del último set, y había estado siguiendo todo el partido en su teléfono. Se alegró de que por fin después de años Karasuno y Nekoma podrían tener su revancha – eso si el Nekoma ganaba sus partidos al día siguiente – pero estaba devastado por su soulmate, podía sentir su frustración, el que Shirabu le permitiera sentir sus emociones indicaba que de alguna forma “volvían a estar en contacto”. Pasó de largo frente al Karasuno y solo levantó el pulgar en señal de apoyo cuando Hinata lo vió. El pelinaranja comprendió que no debía acercarse por el momento, ya después tendría tiempo de charlar con Kenma, además si iba, seguro que su poco avance con Tobio se vería truncado.


 


Kozume esperó hasta que el Shiratorizawa abandonó el gimnasio, Shirabu salió aun con los ojos rojos y se sorprendió de verlo ahí, tanto, que tuvo que parpadear varias veces para asegurarse de que era real; se despidió del resto del equipo a toda prisa luego fue hacia Kenma. Ninguno dijo nada en voz alta, el menor comenzó a avanzar hasta un parque cercano y se sentó en uno de los columpios, el mayor lo siguió en silencio y se sentó en el columpio de al lado.


 


-          Viniste… - Kozume se encogió de hombros


-          Quería verte – la expresión de Shirabu fue entre alegre y llorosa – Lamento lo de la ultima vez


-          También yo, ni siquiera te dejé hablar… estaba enojado, y celoso de Hinata, sé que es muy diferente de mí, y te ves tan feliz cuando hablas de él…


-          Solo somos amigos, el tiene su propio soulmate, y aquello que “escuchaste” fue solo un fragmento de la conversación, él realmente quería poner celoso a Kageyama y por eso me dijo aquello. De alguna manera me sentía un poco celoso de ellos, están en el mismo equipo y pueden verse todos los días, nosotros siempre tenemos que esperar a los feriados para vernos… Jamás consideré la posibilidad de estar con alguien que no fueras tú.


-          No tengo un crush con Ushijima ni nada – Kenma se volvió sorprendido – mis padres me hicieron notar que mi admiración por él pudo haber comenzado este mal entendido. Eso y el que comenzaras a alejarte…


-          Yo no…


-          Me refiero a físicamente. Sé que ninguno de nosotros es muy afectuoso o expresivo, pero antes tomabas mi mano, o dormíamos en el mismo futón, incluso llegamos a tomar algún baño juntos, puede que no te lo dijera pero ese tipo de cosas las esperaba con muchas ganas – Se volvió hacia Kenma, el menor estaba rojo hasta las orejas


-          Sabes, empecé a jugar vóley por ti, soy un adolescente enamorado de su soulmate desde la infancia, con las reacciones fisiológicas correspondientes a la adolescencia. Dejé de hacer todo aquello por dos motivos, el primero es que si, pensé que tenias un crush con Ushijima y no quería forzar mi presencia contigo. La otra razón es que creí que si ponía mis manos sobre ti no iba poder detenerme – el mayor sintió un escalofrío, luego tomó la mano de Kenma y la sujetó fuerte


-          ¿Qué pasaría si te digo que yo también solo quiero estar contigo, y quiero que “pongas tus manos sobre mí”? –Shirabu percibió el nerviosismo del menor – No de forma inmediata, podemos tomarnos nuestro tiempo – el menor asintió y cerró los ojos cuando Kenjiro se aproximó para besarlo en los labios


 


Era su primer beso, con su primer amor, y Kenma de verdad esperaba con muchas ansias todas las primeras veces que tendrían juntos más adelante, por ahora debía conformarse solo con eso. Ya irían descubriendo poco a poco que eran compatibles en muchos más aspectos de los que esperaban, que eran mejor juntos y que más que almas gemelas eran la media naranja del otro, o el medio limón, pero eso lo sabrían en el futuro.

Notas finales:

Gracias por leer


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