INESPERADO... por Demon Dawn

 
 
 
Llevaba ya más de una hora esperando en aquel restaurante, sus dedos tamborileaban en la mesa al principio pero después su ansiedad lo obligó a morderse las uñas. Tanta fue su alteración que de minuto en minuto dirigía su mirada hacia el portón del restaurante esperando que por ahí pasará Itachi, sin embargo por más que espero el pelinegro no apareció.
 
Frustrado y asustado como nunca antes, pasó su diestra por sus rubios cabellos. Era sumamente descabellado considerar que Itachi lo haya plantado, es decir, no es como si recién estuviesen iniciando una relación.
 
¡Sin duda ya estaban en una relación!
 
Claro, no es poco llevar ya más de dos años de noviazgo y lo aún más sorprendente es que... ¡Ya estaban comprometidos!
 
Es por ello que no creía que Itachi lo haya plantado. Sin duda le habría mandado un mensaje o tal vez llamado anunciandole que no llegaría, pero no había nada ¡nada en absoluto!.
 
Ya varias veces había verificado su celular esperando alguna noticia, inclusive lo llamo una y mil veces pero este sólo le mandaba al buzón.
 
Okey, enserio que estaba pensando que algo malo, realmente malo le había pasado a su Itachi. Tomando el abrigo del asiento se dispuso a ir al departamento del azabache y ver que jodidos pasaba.
 
Al salir el frio viento del otoño fue lo primero que golpeo su rostro. Sin dudar se subio a su automóvil, partiendo rumbo a donde se encontraba su amor.
 
 
Siempre odio el tráfico y está no seria la excepción, tocando la bocina intentó apresurar el tráfico. ¿Que acaso no lo entendían? ¡Tenía que salvar a su Itachi!
 
Y es que, si algo podía envidiar de él azabache era su puntualidad, Itachi era como un reloj andante. Jamás, jamás! había llegado tarde a una cita o reunión o acontecimiento o lo que quieran. Siempre lo habia visto llegar a tiempo, como si los minutos incluso esperarán su presencia. Es por ello que sentía que su alma saldría disparada de su cuerpo si es que no hallaba a Itachi en los próximos segundos.
 
Cuando al fin pudo aparcar en el estacionamiento de aquel edificio salió como poseso subiendo al ascensor contando los minutos para que este lo dejará en su destino. Una vez se abrieron las puertas se fue directo hacia donde esperaba encontrarlo.
 
No tocó siquiera el timbre, ya Itachi le había facilitado las llaves. Una vez dentro sus azules ojos recorrieron todo su entorno.
 
La sala estaba vacía.
 
La cocina... vacía.
 
La habitación... vacía.
 
El baño... vacío.
 
Y antes de frustrarse más y crearse una y mil teorías de Itachi siendo atado y secuestrado fue al último cuarto que quedaba... el estudio.
 
Y para su alivió, ahí fue donde lo halló, por fin el aire volvió a sus pulmones, aunque su alivió fue leve al hallarlo tirado en el alfombrado suelo. Raudo se acercó para verificar que le sucedía al receptor de sus afectos.
 
Una vez apartó los negros mechones del blanquecino rostro pudo notar una leve mueca del dolor pintada en esa perfectas facciones. Itachi parecía estar durmiendo y sufrir entre sueños, sin esperar más lo tomo en sus brazos cargandolo para llevarlo hacia la alcoba. Lo puso en la cama y vio como pequeñas gotas de sudor aparecian el la frente del azabache, sin pensarlo mucho le removio del hombro intentando despertarlo. Las espesas pestañas titubearon prevemente antes de abrirse dejando ver unos bonitos orbes negros.
 
— Naruto... — le llamaron con voz un tanto débil — ... no me siento muy bien.
 
Sólo eso vasto para llevar al pelinegro hacia el hospital más cercano.
 
 
 
 
 
...
 
 
 
 
 
 
— Lo siento, no pude llegar a nuestra cita.
 
— No importa 'ttebayo — sonrió acariciando los nudillos del azabache que estaba recostado en la camilla. Llevaban ya un buen tiempo esperando los resultados. Sin pensarlo mucho se acercó a besar esos finos labios, degustando el dulce sabor de estos, sonriendo internamente al ser correspondido, su cuerpo poco a poco fue acercándose aún más, profundizando el húmedo beso, esperando saborear más de aquella cálida cavidad.
 
 
— Lamentó interrumpir... — El firme portonazo y la aburrida voz los hizo separarse de súbito. Obviamente con sólo ver ese gesto despreocupado era sabido que aquel hombre no lamentaba el haberlos interrumpido.
 
— Puedo ver que son pareja, eso hace la noticia más simple... — decía el médico recién llegado, su cabello era plateado — bien, según los análisis... —  y el tener un tapabocas cubriendole la mitad del rostro con una mirada aburrida hacían difícil el siquiera tomarlo enserio — estas embarazado... — dijo refiriendose al azabache — Felicidades. — termino de decir.
 
 
Naruto creyó no haber escuchado bien lo ultimo, ¿enserio aquel hombre dijo embarazado?. Fue entonces cuando una genuina felicidad invadió su pecho, ¡Tendría un hijo! ¡¡Pronto sería Padre!!
Con sus azules ojos al borde de las lágrimas miro al azabache con genuina esperanza de encontrar la misma dicha en aquellos enigmáticos ojos negros, sin embargo Itachi parecía abstraído en sus pensamientos y por que no decirlo preocupado.
 
— Itachi... — lo llamo quedito, fue ahi cuando el prlinegro osó mirarlo de soslayo, sus negros ojos lo veían preocupados, casi con pena y...
 
Oh.
 
Oh.
 
Oh, ciertamente. Sasuke lo mataría. El hermano menor de Itachi ya se lo había advertido.
 
Se supone que debería haber esperado hasta después de la boda para hacer "aquello".
 
Obviamente Naruto no pudo. Trago pesado, era hombre muerto.