Espera… ¿Qué?
Capítulo 1.
Muchos años atrás sus padres habían decidido que vivirían en aquél país extranjero por un futuro mejor. Un lugar repleto de tecnología, comida y… Aire contaminado.
Pero, al menos, la comunidad de su propia nación era de un volumen considerable, haciendo allí que no extrañara tanto a sus amigos y familiares. Después de todo, hablar en chino en Corea del Sur en muchas situaciones le había solucionado problemas… Fomentando a que fuese algo perezoso a la hora de aprender el idioma local…
…Hasta que accidentalmente aceptó una cita con su superior en la universidad; y ahora no había vuelta atrás.
Sicheng se rascó los enmarañados cabellos negros, adoraba aquél estilo aunque su madre afirmara que era un gran “cultivo de pulgas”, no hubo manera de explicarle a la conservadora mujer que su estilo de cabello había sido preparado en un salón; con químicos especiales como cualquier otro tratamiento.
Amarró el mencionado en una alta coleta, pesaba un poco pero estaba acostumbrado y rió al ladear su rostro frente al espejo ¿para qué arreglarse demasiado? Al encontrarse para su cita explicaría la confusión y regresaría a casa para una nueva ronda de Overwatch con sus amigos. No precisaría más de dos horas.
Tomó su chaqueta de cuero favorita, de un tono azul oscuro y palpó apenas sus bolsillos: llevaba su cartera y teléfono; lo único que podría necesitar en aquél corto viaje hacia el ajetreado centro de Seúl.
Lo único que le estresaba de vivir en la capital, como a diferencia de cuando aún estaban en China, era que todos los lugares se encontraban repletos de personas, locales como turistas, sin importar en el área que se encontrase; y más aún en fines de semana. Meditaba sobre lo incómodo que se encontraba en aquél tren saturado de personas, principalmente parejas, disfrutando de las últimas horas del fresco domingo; por lo que cerró sus ojos, recordando los grandes prados al pie de la montaña dónde había sido criado, y no pudo evitar sonreír. Iba tan encimado en sus pensamientos, que al escuchar el alegre tintineo anunciando su momento para descender; entró en pánico al empujar diferentes personas que no parecían ceder para que llegase a la puerta.
Al lograr bajar, suspiró pesadamente ¿porqué se estresaba tanto? Podría haber caminado desde la siguiente estación y ya, no era tan importante si llegaba un poco tarde… Aunque ya quería estar en su casa otra vez.
Si no fuese por sus estudios en la universidad (las clases eran en chino, gracias queridos padres), Sicheng raramente salía de su hogar. No le agradaba mucho recorrer la ciudad a excepción de primavera, Corea era increíble ante los bellos paisajes en sus grandes parques, además de ser un sitio ideal para el hiking.
Por mientras su audífonos funcionaran para comunicarse con sus amigos mediante diferentes videojuegos, estaba más que satisfecho.
-¡Sochung!
Ante la pésima pronunciación de su nombre, suspiró pesadamente arqueando ambas de sus cejas, terminando de subir las escaleras para salir de la estación y clavó su mirada en el chico notablemente más bajo que sí, y más gracias al escalón de diferencia entre ambos.
-Es Such… Buenas tardes, Taeil hyung.
Decidió no corregir al contrario (por incontable vez), después de todo el castaño se veía de muy buen humor. Le dio algo de pena al notar lo arreglado que iba con aquellos skinny negros y chaqueta púrpura; sentía extraño no ver al coordinador de su carrera llevando sus grandes hoodies y pantalones deportivos. Era la primera vez que incluso podía notar lo trabajado que parecía estar el cuerpo ajeno; su camiseta blanca le ajustaba un poco más de lo necesario. Se regañó a sí mismo por no estar escuchando absolutamente nada de lo que el mayor estaba contándole en una velocidad imposible de comprender para él, por lo que carraspeó apenas para interrumpirle.
-Taeil hyung, lo siento pero… No sabía qué estaba aceptando cuando me has pedido mi kakao id…
-Oh…
La suave voz del contrario volvió a ser del mismo tono bajo que solía ser difícil oír cuando le daba indicaciones en los corredores del campus, por lo que se mordió apenas su labio inferior. Por tan sólo unos segundos había visto otra faceta de aquella persona pero parecía que había hecho que volviese a cerrarse frente a sí, algo que no era extraño pasara a su alrededor. Por ello no le gustaba socializar.
-Lo lamento…- Repitió a la vez que bajaba un poco su mirada, algo intimidado por la incómoda situación.
-No te preocupes, está bien… Quizás he hablado muy rápido para ti, lamento no haber sido más considerado.
-Ah, no es eso…- Bueno, sí era eso; pero la decepción que sentía emanaba del más bajo le indicó que debía él ser considerado y tomar culpas del asunto.-Debería haberte dicho por mensaje… Pero no escribo muy bien y no es algo que pudiese pedir a alguno de mis amigos ayuda…-
-Ah… No te gustan los chicos ¿cierto? Lamento que cargaras con tanta culpa por unos días gracias a esto, no te preocupes, no tendrás malos rumores por ahí...- Cuando el castaño coló ambas manos en sus bolsillos, Sicheng supo que ya no había mucho más que decir, por lo que sólo asintió.-Pero ¿sabes? Soy un buen hyung; ven, vamos a comer pizza o algo, si has tenido que viajar hasta aquí.-
-De acuerdo…-Sicheng sabía que era una mala idea aceptar, pues no tendrían absolutamente nada de qué hablar; y más ahora que él mismo había hecho el ambiente tenso, pero tenía hambre y nada era más importante que una buena porción de pizza en aquél momento…
Pero no encontraban sitio en ningún lugar; todas las casas de comida rápida estaban repletas, Sicheng sabía que era el pie necesario para excusarse y huir de aquella descabellada situación, pero el mayor habló primero.
-Bueno, podríamos usar las reservaciones para el restaurante, después de todo ya están pagas… No es pizzería pero hay comida italiana ya que es un lugar de pastas.- Taeil ni siquiera esperó una respuesta, y le jaló del brazo para guiarle hacia el modesto lugar cerca de allí.
El local estaba ambientado en tonos cálidos, la música instrumental te relajaba apenas debías quitarte los zapatos … ¿Quitarse los zapatos? No era algo tan común pero aún había restaurantes de aquella manera.Sicheng se alarmó al observar sus acordonadas botas negras altas, y las desató ante la expectante mirada del castaño que ya había dejado sus zapatos a un lado y se deslizaba apenas en sus calcetines.
Tragó forzadamente al dejar ver que los propios eran diferentes, uno incluso tenía un ligero agujerito sobre su dedo meñique y clavó sus rasgados ojos en los del más bajo que le observaba sorprendido antes de sonreírle ampliamente.
-Tus calcetas…
-No opine…
-El de Woody es adorable.
-¡Shhh!
Se quejó sintiendo su rostro arder a la par que se adentraba entre las mesas para seguir a la camarera que les indicaría su ubicación, estaba realmente avergonzado en aquél momento. Probablemente era la peor combinación que podía llevar en sus pies de toda su colección.
-Bueno, admito que para ser cocina europea, es algo atípico debas descalzarte.
-Detente.- Sicheng se encontraba oculto detrás de su propio menú, suspirando ante el divertido tono que utilizaba el contrario. Al escucharle reír nuevamente, sólo le dejó entrever sus felinos ojos al responder.-Lo veo muy confiado para haberse quitado unos cuantos centímetros de altura al no llevar sus zapatos.-
-…-Bingo, había tenido su revancha… ¿O no?- ¿Hm? Lo que me falta de altura lo tengo en encanto, baby .- Afirmó encogiéndose de hombros el mayor, no muy afectado por lo que le había dicho .
-Le creo, parece que siquiera lo consideró al escoger el lugar… Es un restaurante muy bonito, realmente lo siento…-
-Ya deja de disculparte Sicheng. Aunque lamento que te incomoda haber sido invitado a salir por un chico, no deberías; soy bastante cool
-Ah, no me he expresado bien antes… No es que me avergüence que sea un chico al que debía responderle; no deseo que mis amigos sepan que mi nivel de coreano es tan bajo luego de tanto tiempo… Me habrían burlado incansablemente…
-Eso… No suena como a verdaderos amigos…
-Oh, no me malinterprete otra vez… Sí lo son pero un poco bromistas; yo de igual manera con ellos así que todo está bien.
-De acuerdo, lo que tu desees… Ahora ¿qué quieres ordenar? Creo que los ravioli son tentadores…
-Yo también lo creo… Oh… Pizza…-Al ver que entre las diferentes opciones aquello sonrió ampliamente.-Pero creo que pizz a también es una buena opción.
-Podríamos pedir ambos y… Ya que no debo cuidar mi aliento, unos aros de cebolla bañados en polvo de ajo.
No pudo evitar reír cortamente ante la propuesta del contrario, y luego de indicarle que sólo bebería agua, se relajó un poco en el cojín que estaba sentado; quizás aquella comida no iba a ser una mala decisión. Pero apenas escuchó al contrario ordenar, se tensó al casi reincorporarse de su lugar ante la diferencia de idioma: ¿hacía cuánto estaba hablando en chino con el otro sin darse cuenta?
El acento de Taeil había sido tan natural que siquiera procesó en qué momento el otro comenzó a hablarle en su idioma; realmente necesitaba prestar mayor atención.
-¿Desde cuándo… ¿Cómo es qu… ¿Porqué? -Ante la desorientada mirada del castaño cuando la camarera se apartó, agregó.-¿Hablas chino?
-Tradicional, sí… ¿En qué hemos estado hablando en la última media hora?-Escuchar otra vez la cálida risa del contrario hizo que se relajara nuevamente.- Bueno con un puesto como el mío en la universidad, exigen un alto nivel de chino… Estudié de intercambio en varias ciudades, aunque principalmente en Beijing, durante la secundaria… No entiendo nada en inglés, pero en chino se me da muy bien.-Afirmó el otro, con algo de orgullo al sacar pecho ligeramente.
-Impresionante…
-Gracias Sicheng…
-Hasta mi nombre puedes pronunciarlo correctamente entonces, hm…-
-Creí que sonaría más bonito, lo lamento…
-Está bien, gege…-Ni siquiera pasó por su mente utilizar “hyung” sus pensamientos estaban completamente deshinibidos al poder expresarse libremente en su idioma.
-Sé que esto entonces no es una cita, pero debo decirte algo… Hueles muy bien.
-Gracias, utilizo mis dos fosas nasales para ello, gege.
-…
-…
-…
-… Y tú que querías salir conmigo, así soy.
-Lo sé. Nos conocemos más de lo que crees, Winwin.
La respuesta del mayor le dejó boquiabierto otra vez ¿cuántas veces podría sorprenderle Taeil en menos de una hora?
¿Cómo conocía su identidad online?