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Más allá de tu Sharingan por LYKOS

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Notas del capitulo:

Uno de los relatos que mas me ha costado escribir, espero que lo disfruteis.

Las gotas de agua caían sobre el torso desnudo de aquel chico provocándole una sensación que nunca se detuvo a apreciar, ese recorrido helado que bajaba por su cuerpo le indicaba que aun estaba vivo, pero sabía que era su fin, igual ese era el motivo de que se centrase en esos pequeños detalles.

 

El sonido del suelo quebrarse ante sus pies, le sacó del trance en el que estaba sumido. Allí estaba su hermano, impasible, caminando todo lo rápido que le permitía su maltrecho cuerpo, ya a la mitad de la lucha notó como a este le sucedía algo extraño, pero sus ansias de venganza le ocultaron ver que en ningún momento su hermano pretendía matarle, al contrario parecía que estaba pidiendo a gritos que acabase con su vida.

 

“¿Por qué?” — bajó su cabeza volviendo a olvidarse de la situación centrándose en sus pensamientos. — “¿Por qué no acabas conmigo de una puta vez? — se repitió eso mismo en incontables ocasiones durante su larga batalla.

 

Sasuke no podía apreciar su propia cara, pero era el reflejo del terror, del miedo más profundo que alguien puede guardar en su interior, y no tenía ni el tiempo, ni la certeza de poder reaccionar en ese preciso momento.

 

El abominable esqueleto de chakra que recubría a su hermano se fue desvaneciendo a cada paso que se acercaba a el.

 

Mientras arrastraba su cuerpo, completamente agotado, alejándose de ese ser, que condicionó toda su existencia, tropezó con una piedra quien sabe si colocada ahí por el otro, sabía que se estaba enfrentando a una de las mentes no solo más brillantes de su época, si no de la historia.

 

Una pared evitó que su cuerpo cayese al húmedo suelo, golpeando violentamente su espalda contra esta. Ya no sentía nada. Su cuerpo estaba completamente adormecido.

 

Los últimos pensamientos que tuvo antes de ser asesinado por Itachi sólo le recordaban que aunque saliese con vida de esa situación, su existencia no tenia significado. La idea de morir le estaba pareciendo una salvación mas que un castigo.

 

De repente el cuerpo de su hermano se derrumbó, no sin antes pasar sus dos dedos por la cara del azabache dejando un rastro de sangre que contrastaba con su blanquecina piel.

 

El golpe seco que se escuchó cuando la cabeza de su hermano impactó contra el suelo produjo una incertidumbre en la mente del moreno.

 

Lo consiguió por fin, estaba casi seguro que el corazón de Itachi se había parado por completo. Pero no era alegría lo que sintió, un gran vacío llenó cada parte de su ser.

 

No pudo evitar caer al suelo y quedarse contemplando el charco de sangre en el que reposaba la cara de su hermano.

 

 

 

 

 

Varias horas pasaron cuando una silueta le protegió de los primeros rayos de sol que indicaban la llegada de un nuevo día.

 

Sus párpados le pesaban de sobremanera, su respiración entrecortada le hicieron darse cuenta de que ya no aguantaría mucho más si no recibía la atención pertinente. Reconoció una voz que hacía tiempo que no escuchaba, pero que no esperaba oír bajo ningún concepto en esa situación.

 

— Teme despierta, por favor. — decía un rubio con sus ojos cubiertos de lágrimas. — Sasuke no me hagas esto. — los brazos de Naruto se aferraron a la espalda desnuda del azabache provocando un aluvión de sensaciones que el azabache solo recordaba en la época de su niñez.

 

Naruto estuvo un largo rato sosteniendo y intentado dar calor al cuerpo del azabache que seguía sin reaccionar, entremezclando sus lágrimas con la sangre casi seca que cubría parte de su cuerpo, provocando que esta recobrase su estado líquido.

 

Cuando el azabache pudo reaccionar notó que sus manos se movían solas, su mano izquierda se introdujo en uno de los bolsillos de su pantalón buscando algo. Notó el tacto frío del arma que estaba a punto de poner en el cuello del que había sido su mejor amigo, su rival.

 

Naruto separó su mentón del cuello del azabache cuando notó esa presión en el cuello.

 

—No serás capaz. — fue lo único que alcanzó a decir el rubio mientras pegaba aún mas su piel al filo de esa pequeña cuchilla.

 

—Siempre has sido un iluso, yo ya no tengo salvación. — tras decir esto, agarró con mas fuerza el arma que portaba en su mano y con un movimiento rápido, sesgó la yugular del rubio.

 

Lo último que pudo hacer Naruto antes de caer contra el pecho del azabache fue intentar que sus últimas palabras llegasen al oído de la persona que le estaba quitando la vida, agarrando su cuello con las dos manos y sin poder evitar cortar la hemorragia.

 

—Te… — los ojos del rubio mostraban un sentimiento de desesperación. — Te… — no pudo evitar derramar un poco de sangre debido al esfuerzo que estaba haciendo. — Quiero.

 

 

Sasuke vio como los ojos azules del rubio empezaban a perder ese brillo tan característico. Lo siguiente que sintió fue el peso del cuerpo de este recaer sobre sus piernas.

 

Miró a un lado y vio el cuerpo de su hermano, después giró la cabeza casi sin querer ver lo que se encontraría al bajarla de nuevo.

 

Con temor empezó a dejar caer su cara, casi más por la fuerza de la gravedad que por su intención de moverla.

 

La imagen que vio…

 

La cara del rubio mostraba una media sonrisa.

 

Los ojos de Sasuke no pudieron evitar romper a llorar.

Que había hecho.

Acababa de matar a la única persona que llego a querer de alguna forma, a la única persona que podía evitar que se convirtiese en lo que es.

 

Un monstruo. Un ser despreciable. Y lo que más le importaba…

 

Un pésimo amigo.

 

Aún tenía en la mano el kunai con el que acababa de arrebatarle la vida a la persona que más quería.

 

No dudó en alzarlo y no sin antes mirar la cara de Naruto y pasar uno de sus dedos por los labios de este.

 

Se lo clavó en su propio corazón. Dudando aun si la punta de esa cuchilla alcanzaría a encontrar algo bajo su piel.

 

No después de lo que acababa de hacer.

 

 

 

 

 

Su vista se tornó oscura de una forma abrupta pero un flash hizo que empezase a ver las figuras que tenía delante.

 

Notaba unas manos cálidas en su pecho. Podía ver a otras dos personas sentadas delante de el. Y al ladear su cabeza pudo observar a otra mas alta situada unos metros mas atrás

 

Sentía que su cabeza iba a estallar.

 

—No bajéis la guardia, no sabemos como puede reaccionar. — pudo reconocer fácilmente la voz de su antiguo maestro. — Sakura apártate de él. — dejó de notar esas manos en su pecho que le estaban curando las heridas.

 

—Acércame a él. — las dos figuras que tenía delante se empezaron a acercar lentamente.

 

Cuando pudo abrir los ojos vio a Itachi apoyado en el hombro de Naruto, que le ayudaba a ponerse a la altura en la que se encontraba.

 

En la cara de su hermano notó una diferencia, uno de sus ojos había perdido la luz.

 

Sasuke no pudo evitar llevarse una de sus manos a los ojos, le dolían mucho, el dolor era indescriptible.

 

 

Cuando el dolor cesó clavó sus ojos en la mirada enternecedora de su hermano.

 

 

—Esto ha sido cosa tuya, ¿No? — preguntó aun conociendo la respuesta.

 

—Siempre te ha costado ver mas allá de lo obvio, aun teniendo esos ojos, fuiste incapaz de ver dentro de tu corazón. — le espetó Itachi mientras posaba son dos dedos en la frente de su hermano menor.

 

—Gracias. — Sasuke no pudo evitar sonreír.

 

Toda la tensión de los sucesos que le acababan de acontecer se fue diluyendo cuando empezó a comprender todo lo que había pasado.

 

“Siempre has sido un genio con los Genjutsus” — pensó mientras no podía evitar reírse casi a carcajada limpia cuando se dio cuenta que había vuelto a caer en ante las habilidades de su hermano.

 

Esa risa contagió a Naruto que le miraba casi sin entender nada de lo que decían, pero que sentía como el corazón de su mejor amigo se estaba librando de la oscuridad que estuvo a punto de destruir su vida.

 

—Yo necesito descansar. — dijo Itachi mientras le lanzaba una mirada a Kakashi que se acercó dejando libre a Naruto del peso del Uchiha mayor.

 

—Si, volvamos a Konoha. Sakura ayúdame. —tras las palabras de su sensei la pelirosa sujetó del otro brazo a Itachi y empezaron a recorrer el camino hacia el bosque que rodeaba la guarida de los Uchiha.

 

 

Sasuke miraba al frente mientras Naruto en cuclillas no podía evitar observarle con cara de felicidad, por fin había recuperado a su amigo.

 

—¿Estas llorando? — dijo Naruto incrédulo al ver que unas lágrimas recorrían las mejillas del azabache. Ese no era su Sasuke.

 

—El sol me hace daño teme. — dijo Sasuke aun apoyado en esa pared que evitaba que su cuerpo se relajase aún más.

 

“Si que es mi Sasuke” pensó el Kitsune mostrando una sonrisa sin poder evitar contagiarsela al moreno.

 

Sasuke alzó su mano y hizo el gesto de que este se acercase hacía él.

 

La hizo caso y se empezó a mover lentamente hacia su compañero.

 

Cuando las manos de Sasuke pudieron agarrar de la solapa de la chaqueta al rubio lo empujó hacia él dejándolo sentado sobre sus piernas.

 

El azabache abrazó el cuerpo del rubio y lo apretó contra el suyo mientras Naruto rodeo con sus manos el cuello de este.

 

Se quedaron en esa posición durante unos minutos que parecían distorsionar el tiempo. Hasta que Sasuke levantó su cara que reposaba en el pecho del rubio y la dejó a la altura de la cara del contrario.

 

Sentían sus respiraciones que chocaban completamente sincronizadas. Los ojos de Naruto brillaban, sus mejillas se tornaron rosadas, la respiración del rubio comenzó a sobrepasar a la del moreno ocultando el sonido de esta.

 

Deseaba esos labios que tenía delante pero no se atrevía a dar el primer paso.

 

Tampoco hizo falta.

 

Los labios del azabache se depositaron adaptándose a la forma de los de su amado rubio. Al principio en un suave beso que se fue tornando más y más desenfrenado. Sus lenguas luchaban por entrar a la boca del contrario, pero Naruto cogió la ventaja, entrando en la cavidad del azabache, repasando cada parte del interior de esta. Mezclando su saliva con la del otro. Disfrutando de lo que llevaba tanto tiempo deseando. Hasta el punto de tener que separarse del otro para alcanzar una bocanada de aire.

 

Cuando miró a Sasuke pudo apreciar toda la sensualidad que le ofrecía a él y solo a él en ese momento. Sus mejillas completamente rojas, sus cabellos balancearse de un lado al otro de su frente por el tenue viento que azotaba sus caras.

 

—Mira hasta que extremo has tenido que llegar por no decir que estabas loco por mí. — dijo el rubio que no quería romper el momento que estaba teniendo con el que ya sin dudas era el amor de su vida, pero no podía evitar provocarle cada vez que podía.

 

Sasuke le mostró una sonrisa, porque no sabía que contestarle, al fin y al cabo tenía razón.

 

No pudo evitar retorcerse de placer cuando Naruto clavo sus dientes en su cuello, justo encima de la marca de maldición que tantas desgracias le habían traído al azabache.

 

—Ahora eres mío. — susurró en su oído tras dejar marcado el cuello de este.

 

Sasuke no dijo nada, sabía que le debía todo a la persona que tenía enfrente. Hace unos instantes, y aunque fuese todo una ilusión, acababa de quitarle la vida sin miramientos a pesar de la contradicción en su corazón.

 

—Seré tuyo para siempre. — contestó antes de depositar otro beso en los labios del rubio.

 

Esta vez las manos de Naruto empezaron a recorrer su espalda, bajando y metiéndose por la separación que dejaba su pantalón. Provocándole unas placenteras cosquillas que hicieron que no pudiese evitar empezar a desabrochar la chaqueta de este y llevar sus manos bajo su camiseta, palpando cada rincón de su cuerpo. Moviendo ágilmente sus manos por los dorsales del rubio, apretando el duro vientre de este y subiendo sus manos para pellizcar los duros pezones que se le podían notar debajo de la camiseta casi transparente que llevaba.

 

Naruto empezó a tirar del lazo que mantenía el pantalón del moreno unido a su cintura, mientras Sasuke hacía lo propio con el rubio, quedando en pocos segundos ambos desnudos el uno frente al otro.

 

Las piernas de Sasuke rodearon la cintura del rubio. Uno de los brazos de Naruto se posó en la espalda y el otro sujetaba con firmeza el trasero de este. Los brazos del Uchiha se colgaron del cuello de Naruto poniendo sus palmas en la nuca de este, dejando que sus pulgares acariciasen suavemente su cuello. Que ese gesto le provocase esas sanciones tan placenteras hicieron que intentase levantar el cuerpo del azabache sin poder conseguirlo.

 

Al segundo intento tampoco pudo. — Naruto, tranquilo, no pasa nada. — le dijo Sasuke.

 

También es cierto que el azabache pesaba unos Kilos mas que él, pero ese comentario le sonaba a que le estaba infravalorando.

 

Sasuke se sorprendió cuando el cuerpo del rubio se empezó a poner aún mas caliente, un aura roja empezó a emanar por todo su cuerpo, al mirarle a los ojos pudo ver esa mirada que tanto le asustaba de pequeño pero que ya no temía. El aceptar estar con el rubio incluía al Kyubi, pero ya no le tenía miedo.

Los músculos de Naruto se tensaron tanto que el echo de que Sasuke estuviese en contacto con ellos le provocó que se pusiese aún mas caliente , debido al poder que mostraba el rubio en ese momento que le estaba levantando del suelo.

 

Le encantaba sentirse dominado por él.

En el fondo sabía que no podría igualar su poder y se sentía protegido a su lado.

 

Cuando Naruto empotró el cuerpo de Sasuke contra la pared no pudo evitar sentir dolor al golpear su espalda de forma brusca contra esta. Sasuke sabía que la situación se podía descontrolar en cualquier momento así que posó su boca en el cuello del rubio y comenzó a jugar con su lengua, succionando la piel de este dejando una pequeña marca morada que sacó a Naruto de su estado, no debía ser tan rudo con el azabache, no por lo menos la primera vez.

 

Bajó su mano y comenzó a preparar el trasero del moreno. No sin antes degustarse con el sabor de la boca que le traía tan loco desde hace años. Ahogando los quejidos de este al introducir dos de sus dedos dentro de él.

 

Cuando ya estaba preparado Naruto apoyó una de sus manos en la pared mientras con la otra introducía muy lentamente su miembro en el apretado interior del azabache. Cuando ya tenía casi la mitad de su miembro dentro, posó su otra mano en la pared y le cedió a Sasuke el control de la situación dejando que este se fuese dejando caer más y más sobre Naruto, clavando y hundiéndose por completo en él.

 

Pasaron varios minutos quietos mientras su interior se adaptaba al duro miembro de Naruto. Pasando a mover ligeramente su cadera provocando el éxtasis del rubio que tenía su cabeza apoyada en el hombro de este, totalmente obnubilado por el contacto que le tenía completamente a merced del moreno.

 

Los jadeos en ambos fueron creciendo a la par que las embestidas mostraban mas velocidad, mas fiereza, Naruto estaba cansado de sostener el cuerpo del azabache pero con sus últimas fuerzas consiguió levantar al moreno aún más alto y bajarlo de golpe culminando en su interior, provocando que el último contacto entre el pene de Sasuke y el abdomen del rubio hiciese que el azabache soltase su orgasmo, que duró mas de diez segundos, contrayendo más y más su interior llenando su abdomen del semen que tanto deseaba sentir en la piel.

 

Naruto cayó rendido, pero antes de caer ambos, Sasuke puso sus pies en el suelo sosteniendo al rubio de la inminente caída. Recogiendo en su regazo el cuerpo agotado del Kitsune que antes de cerrar los ojos recibió un beso que le hizo sumirse en un placentero sueño.

 

Sasuke solo pensaba en como darle las gracias a su hermano por hacerle recuperar la felicidad en su vida.

 

Por hacerle recuperar a la persona que jamas quiso herir.

 

Por abrir esos poderosos ojos que no podían ver mas allá de su propio orgullo.

 

 

 

 

 

 

 


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