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PROMESA por rize

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Notas del fanfic:

Este fanfic es completamente de mi autoría y guarda poca relación con el manga original, contiene algunas referencias a capítulos del manga, sin embargo desde mi perspectiva estas referencias son muy sutiles y raramente te aran spoiler si no has leído el manga.

Personajes del manga/anime: koisuru bokun/el tirano se enamora/the tyrant  falls in love de la autora Hinako Takanaga

 

Personajes originales del manga:

Tatsumi souichi (sempai)

Morinaga tetsuhiro

Hiroto

Yamaguchi  

 

Personajes adicionales (personajes inventados/no están en el manga):

yuki-chan

Sawano

Takeda

hirase Yu (yu-kun)

 

Notas del capitulo:

ESTA HISTORIA NACIO DESPUES DE VER EL SUFRIMIENTO DE MORINAGA, AUNQUE NO TIENE NADA QUE VER CON LA HISTORIA DE LA AUTORA ORIGINAL DEL MANGA, PERO SI GUARDA CIERTAS REFERENCIAS.

realiza este fanfinc con la inspiracion de estas canciones, les dejo los nombres por si gustas acompañar esta lectura

shape of love - anna tsuchiya

winter sleep- olivia lufkin

shadow of love - olivia lufkin

stand by me - anna tsuchiya

 

ESPERO QUE LO DISFRUTEN, GRACIAS!!

Yo… ya no quiero amarte”

-jamás pensé que llegara el día en que el pronunciara esas palabras…-

 

Promesa

 

 

No estaba seguro del cómo, pero que aquel chico que decía y juraba amarlo profundamente se había atrevido a pronunciar esas palabras, pero no fueron las palabras que salieron de su boca las que lo dejaron sin habla, más bien, fue la sensación que le provoco escucharlas, como si algo se hubiera quebrado en ese instante...

 

Hasta hace poco, ellos dos habían amanecido en el mismo cuarto, en la misma cama, bajo las mismas cobijas.

El joven-adulto de cabellos dorados se encontraba aprisionado al pecho de un joven hombre cuyos ojos verdes aún se encontraban serrados en un profundo sueño.

 

El hombre de cabellos dorados y ojos color miel, quien se hace llamar souichi tatsumi; es alguien egocéntrico y seguro de sí mismo, trabajador, dedicado y despistado, souichi que con el paso del tiempo se había ganado el respeto de muchos estudiantes y maestros. y de igual manera, el sobrenombre “demonio del laboratorio” por su “resaltante” carácter y exigencias. Ese hombre cuyo carácter había sido doblegado por un estudiante estúpidamente enamorado. “Parece ser masoquista” se murmuraba por los pasillos, ya que por muy mal que fuera tratado, siempre seguía siendo fiel a su sempai, así es como Morinaga tetsuhiro se refería a souichi “sempai”, dentro y fuera de la universidad, por costumbre… tal vez ¿cariño? ¿Amor?...

 

habían pasado un sinfín de cosas entre ellos, comenzando con la confesión de Morinaga hacia su sempai, pasando por los insultos, golpes, sentimientos a medias, rechazos, enojos, disgustos, lágrimas y algo parecido al amor. Poco a poco y con creses, Morinaga había logrado tocar con un ligero rose el corazón de su sempai, había logrado que su sempai aceptase sus desbordantes sentimientos hacia él, y casi como un milagro, había logrado demostrarle su amor con caricias y besos, Morinaga había logrado hacerle el amor a su sempai. sin embargo y después de todo lo que habían vivido juntos, aun parecía ser unilateral…

no es que Morinaga no quisiera verlo, la diferencia de su amor es increíblemente enorme, tanto que duele. Había pasado por su cabeza el rendirse, en dejarlo todo y volver a empezar, pero parece ser imposible, siempre terminar regresando a él sin importar cuanto lo intente, se rindió en el hecho de rendirse, y continuo con paso firme con el único objetivo de incrustarse dentro del corazón de su sempai. Basilar estaba prohibido.

 

Sin embargo:     - “Yo… ya no quiero amarte”-    se atrevió a pronunciar esas dolorosas palabras.

 

¿Qué es lo que pasaba por la mente de ese chico ciego de amor? El propio tatsumi se preguntó, ¿Por qué ya no quiere amarle? ¿Qué era lo que había pasado para que el dijera eso? Esas palabras tan devastadoras para ambos…

 

por mucho tiempo Morinaga estuvo preguntándose el ¿Por qué amar a su sempai es tan doloroso? A pesar de haber hecho un avance inimaginable, le ama y está seguro de eso, pero ¿Qué hay de el? ¿Qué hay de su sempai? ¿le amaba un poco? ¿la forma de querer de su sempai tiene el mismo sentimiento? La única cosa de la que Morinaga estaba seguro, era que souichi no lo quería lejos. Fuera de eso, no le decía que lo quería, ni siquiera un fugaz “me gustas”. Su sempai preocupaba por el… si, como un padre por su hijo, como un familiar cercano, un hermano tal vez… ese tipo de amor… no es el que Morinaga desea, no de él.

 

-¡haz lo que quieras, yo no te pedí que me amaras!-

 

Fue la contestación de tatsumi, lo dijo sin pensarlo dos veces, segado por la confusión y la ira. Aunque Morinaga ya esperaba una respuesta parecida, dolía… dolía mucho.

Por otro lado, souichi se preguntaba el cómo era que habían llegado a esta discusión, ¿Por qué se negó a besarlo?... no, el no diría eso por algo tan estúpido ¿entonces?... ¿morinaga se hartó de él?... ¡imposible!... - “otra vez tiene estupideces en la cabeza”- pensó souichi

 

-sempai, ¿yo te gusto? -

 

Pregunto Morinaga, una pregunta directa y a los ojos, quería enfrentar su realidad de una vez por todas.

 

-¿yo te gusto?-   Volvió a preguntar, esta vez tomo las manos de souichi contra la pared, sin darle oportunidad de escapar o de siquiera moverse    -sempai-    le miro a los ojos    -¿yo… te gusto?- 

 

La mente de su sempai estaba completamente confundida ¿Qué debería de responderle? ¿gustar? ¿alguna vez se habría detenido a pensar en eso?... si, lo hiso, pero jamás tubo una respuesta concreta, nunca, en ninguna de sus posibles respuestas la tomo por echo.

 

-¿Qué demonios te pasa? ¿Qué estupideces estás pensando esta vez? -   contesto molesto   - ¡apártate o te golpeare! -  demando su sempai, en una respuesta desesperada

 

-¡no son estupideces!-   grito Morinaga con desesperación   -¡quiero que respondas mi pregunta!… por favor, dímelo-  

 

En las pocas ocasiones en las que Morinaga le había gritado a su souichi, una de las pocas veces que no pidió disculpas por alzarle la voz, entonces supo de inmediato que no era uno de sus tontos pensamientos, tenía que darle una respuesta, no una para eludirlo, sino una que acabara con sus dudas, las de él y las suyas, sin embargo… ¿lo que sentía el por Morinaga podría ser llamado amor? ¿Cómo podría saberlo? La excusa de que ambos son hombres ya no importaba, ya sería estúpido sacar a relucir algo como eso, entonces… ¿Qué debería responderle?

 

-yo… no… no lo sé-   hablo sempai   - no…-      La frustración de ambos llego a su límite.

 

Después de un amargo silencio, en donde no se dirigieron miradas, y después de que a ambos les pasaran un sinfín de cosas por la cabeza… Morinaga rompió el silencio.

 

-entiendo-   respondió   -perdón por ponerte en una situación como esta, yo voy a dejar de…-

-¡oye! ¡no vayas a querer hacer una tontería de…-

-descuida, no me iré de este lugar, tampoco no faltare al laboratorio, ni voy a chantajearte. Solo que esta vez seremos lo que tú quieres que seamos, ¿amigos?... conocidos tal vez…-    hablo Morinaga de la forma más fría que su corazón pudo, para que no se le quebrara la voz   -no tienes que preocuparte por nada, souichi-san. Voy a salir, no me esperes –   el joven de ojos verdes tomo su chaqueta y se fue.

 

¿souichi-san? ¿conocidos?... “¿de qué demonios estaba hablando?”  fueron las preguntas que sobresalían entre un montón de palabras enredadas, ni siquiera pudo alzar la voz para detenerlo, para que le explicara ¿qué era lo que estaba pasando? ….    - “ya se le pasara”-  se tranquilizaba souichi    - “ya se le pasara”…-   se repitió antes de irse a acostar.

 

Por otro lado.  Morinaga, vagaba por alguna de las tantas calles no lejos de su departamento, no estaba perdido, sabía bien su ubicación, sin embargo, caminaba sin rumbo, cualquier lugar que estuviera lejos de su sempai estaría bien. no quería ser interrogado, causa por la que no fue al bar de su entrañable amigo, tampoco le apetecía llorar, así que un lugar solo no era conveniente. Camino hasta donde sus pies lo llevaron, al mismo parque en donde termino la última vez que tuvo una pelea fuerte con souichi, al mismo parque en donde había cerrado un ciclo con su primer amante. Todo eso recordaba sentado a la deriva de una fría banca, no era muy noche, así que aun había unas cuantas personas, los faroles apenas habían sido encendidos, el frio se sentía suave y las estrellas apenas tomaban fuerza… la larga noche de Morinaga estaba por comenzar. Mantenía la mente en blanco, recargado en el respaldo de la banca con la mirada perdida hacia el cielo    -…creo que eso es todo, ¿no? -   susurro para sí mismo, quiso esbozar una sonrisa, pero se quebró a la mitad, sus ojos optaron por derramar sus sentimientos, su pecho pedía a gritos desahogarse…  sus lágrimas simplemente brotaron…  Morinaga lloraba, lloraba desconsoladamente… lloraba en silencio…

 

Esa noche Morinaga no regreso a casa, podía notarse en las ojeras de souichi. Mas, sin embargo, había café recién echo en la cafetera, prueba de que Morinaga había regresado en algún momento de la madrugada y que ahora estaba en la ducha, así podía oírlo. ¿en dónde paso la noche? ¿estuvo solo? ¿Qué se supone que fue lo de anoche? Un completo enredo eran los pensamientos de souichi, él quería preguntarle todo eso, pero no podía… simplemente no podía.

 

-buenos días souichi-san. hay café en la cafetera, si gustas sírvete un poco-

 

“¡eh! ¿Qué es lo que está pasando? ¡no lo entiendo! ¿acaso no estaba hecho una rabieta anoche?” pensaba tatsumi al ver aquel joven buscando algo en la cocina. No está enojado, no lo estaba evitando como suele hacerlo, su mirada es la misma de siempre “¿habrá olvidado lo de anoche?” se preguntaba, no lo entendía, así que simplemente lo termino ignorando. se dispuso a servirse café “si el pretende que no pasó nada, entonces are lo mismo” …. 

 

hacer como si nada pasara era conveniente para ambos, y así pasaron los días. No se dejaron de hablar, la convivencia era como la de todos los días, incluso regresaban al departamento juntos, “todo es exactamente igual que antes… ¡no!, ¡era mejor que antes!”, solía pensar souichi de vez en cuando, “en cualquier momento va a volver a atacarme” se decía en pensamientos vagos.

 

En la universidad, Morinaga comenzaba por tomar el almuerzo con sus compañeros antes olvidados. Y sin faltar a su palabra, ayudaba a su sempai después de sus clases, conversaban, y como era costumbre, aguantaba sus golpes y arranques de ira. Así transcurrió el tiempo, hasta cierto día en que las cosas comenzaron a tomar un ritmo diferente, cuando “todo” había sido olvidado.

 

-oye, Morinaga-kun, ¿tomaras el almuerzo con nosotros? -

-si, en un momento los alcanzo-

 

Con el tiempo Morinaga hiso nuevas amistades, ahora si tenía el tiempo para hacerlo y sobre todo una razón “no debo pensar en sempai” tan simple como sonaba.

 

-perdón por la espera-  se anunció Morinaga mientras tomaba asiento

-ja ja ja… no te preocupes, no has tardado nada-  contesto un antiguo compañero, Yamaguchi -pero queremos saber el ¿porque nuestro ocupado compañero de pronto a comenzado a almorzar con nosotros? - 

-aah, bueno… han pasado… en verdad no es por nada, solo que pronto nos graduaremos y bueno…eso es- dijo nervioso

- ¡haa!  ¡¿Solo por eso?!-   exclamo Yamaguchi -¡morinaga-kun eres muy cruel!-  

-¡a quien le importa eso! Morinaga-san al fin tiene tiempo para nosotros disfrutémoslo ahora que podemos-

 

Exclamo por ultimo una chica de un grado menor “yuki-chan” como suelen llamarla Morinaga y Yamaguchi. Sus entrañables amigos, los que había conocido antes que a su sempai.

Por otro lado, estaban sus nuevos conocidos: Sawano, una chica de primer año, de pelo largo y negro como la noche, ojos cafés y de estatura media, encantadora… como algunos dirían. Y esta Takeda-san, un hombre alto de cabellera café oscuro con apariencia de “matón” … un buen tipo. A los que se les sumaria hirase yu, de segundo grado, presentado por yuki minutos después de haber retomado un tema estándar de conversación en el almuerzo, Yu-kun  de estatura media y de complexión delicada, casi como la de una chica, su piel parecía nunca haber sido tocada por los rayos del sol, sus cabellos castaños cubrían su frente llegándole a las pestañas que intentaban cubrir los ojos negros.

Yu, originalmente de origen japonés, sin embargo, había pasado la mayor parte de su vida en américa, sin embargo su dominio del idioma japonés era excelente, así que podía comunicarse con toda naturalidad.

Yu-chin como yuki le llamaba, fue el tema de conversación de lo que restaba del almuerzo, un chico extremadamente tímido que escondía su cara al hablar y evitaba ver a todos a la cara       - “es lindo verlo”-    pensaba morinaga mientras escuchaba los relatos de como yu-chin había sobrevivido en el extranjero. Y sin más el almuerzo termino.

 

Después de clases, morinaga se encontraba con souichi en el laboratorio (como era costumbre) donde los temas de conversación no eran otra cosa más que experimentos y resultados, mientras que la comunicación con los aprendices era un poco más fluida e incluso en ocasiones solían ir a cenar juntos, así que pareciera que todo es mejor sin la tención amorosa entre senpai y kuhai. Así son los pensamientos de ambos…

 

-¡morinaga!, ¿estas libre esta noche? -

 

Pregunto Yamaguchi, abriendo brutalmente la puerta del laboratorio y sin previo aviso

 

-¡oye! ¿Qué demonios crees que haces irrumpiendo así? -     exclamo souichi exaltado

-perdón, pero ¿se encuentra morinaga?-

-¿acaso lo ves en algún lugar?-

-morinaga-san esta fuera-  hablo mika

-entiendo, ¿podrías decirle que los chicos y yo lo estaremos esperando en el lugar de siempre? Por favor-

-sí, se lo diré en cuanto regrese-

-te lo agradezco-

 

Después de eso, Yamaguchi se fue apresurado.

 

Preguntas, preguntas y más preguntas en la cabeza de tatsumi… “¿el lugar de siempre?” “¿acaso ellos dos ya se han encontrado antes?” “¿desde cuándo morinaga había comenzado a ser tan sociable?” “¿es por ellos que morinaga pasa noches fuera?” …. y a mi ¿Qué demonios me importa?”

 

Desde hace meses que morinaga había comenzado a faltar por las noches, los fines de semanas para ser más precisos. En ocasiones solía quedarse fuera día y noche, sin embargo, morinaga siempre avisaba que no llegaría. Hasta el momento nunca había llegado con olor a alcohol o ebrio, entonces… ¿él se estaba quedando con alguien?

Los revueltos pensamientos de un hombre se convertían en su tormento, siendo incapaz de preguntarle en donde demonios se metía, souichi sabía perfectamente que no podía reclamarle nada, o más bien; es incapaz de hacerlo. Aun y con todas las simulaciones de las respuestas de morinaga, tenía miedo de algo, algo que no quería aceptar y que en este momento ni siquiera su mente es capaz de llegar a esa conclusión, así que solo le quedaba molestarse.

En un acto sin pensar y en egoísmo superficial, hiso que sus asistentes se fueran antes de morinaga llegara, antes de que mika le entregara el recado que le causo molestos pensamientos, así fue que sin repelar las ordenes de un “molesto” sempai, los dos aprendices se marcharon sin contradecir ni una sola palabra.

 

“-esta noche no iras a ninguna parte-” pensó tatsumi, al mismo momento en que se dio cuenta de lo que había hecho y pensado, ¿Qué más da? ¿no?

 

Llego la hora de salir, eran pasado de las 10 de la noche. En una caminata un poco silenciosa hacia su “hogar” souichi empezó una conversación:

 

-¿tienes hambre?-

-¡ah?, no. Bueno… solo un poco-

-comamos fuera esta noche, ¿estás cansado? ¿Verdad? -

-sí, un poco-

-entonces comamos algo…-

 

Un molesto sonido se escuchó dentro de la bolsa del pantalón de morinaga, estaba recibiendo una llamada cuyo remitente souichi desconocía y eso lo desconcertaba, aunque él no se diera cuenta.

 

-¿hola?... si, voy rumbo al departamento ¿Por qué?... si, de acuerdo, bye-

 

Las únicas palabras que escucho souichi de la conversación de morinaga…

 

-perdón, ¿Qué era lo que me decías? -   morinaga continuo la conversación como si nada hubiera pasado

-¿quieres cenar fuera?-  pregunto una vez más souichi

-de acuerdo-

 

Continuando su plática hasta el lugar más cercano para comer y descansar un poco.

Después de contarse los acontecimientos del día entre ambos, se dispusieron a irse. Una vez saliendo del establecimiento, morinaga tomo un rumbo diferente…

 

-souichi-san, tengo un compromiso con unos amigos, asique no regresare por el momento y… tampoco me esperes, no creo llegar esta noche. ten cuidado al regresar-

 

Sin darle oportunidad a tatsumi de reclamar.

 

“no creo regresar esta noche…” “¿unos amigos?” las únicas palabras que se quedaron en la cabeza de un sempai enojado, él no podía pensar en otra cosa.

 

Por otro lado, morinaga se encontraba con sus compañeros, sin embargo, a lo contrario de las suposiciones de souichi, esta es la primera vez que su kuhai se reúne con ellos fuera de la escuela, esta es la segunda vez que tetsuhiro le oculta algo… pero ¿Qué más da? ¿no? Ellos son solo amigos…

 

-¡oye!, ¡morinaga!-   se escuchó entre ecos  -¡morinaga!...  ¡mo…ri…na…ga!-

 

 La desesperada llamada de su amigo no llegaba al consciente de morinaga, mejor dicho, inconsciente, ya que desde que había llegado con sus amigos se la había pasado en las nubes, bebiendo entre sorbos su bebida. Aunque había calmado su mente desde la última discusión, y las cosas siguieran normales como siempre, había algo que no lo dejaba tranquilo, aun con todo lo que había hecho, su sempai aun merodeaba por su cabeza…

 

-¡morinaga!-  llamo una voz suave

 

Más que la voz, o el hecho de que le estuvieran llamando, lo que saco a morinaga de sus pensamientos fue la imagen frente a sus ojos, más bien dicho, el rostro frente a sus ojos…

 

-¡ah! ¡Hirase-san! ¿pa… pasa algo? -

 

Ver de cerca el rostro de ese chico le hiso ponerse nervioso además de exaltado, aunque no le conocía mucho y la verdad es que casi no había conversado con el…

 

-los chicos han estado llamándote desde hace un tiempo ¿estás bien?-

-sí, lo siento- contesto morinaga

-¡dios! Morinaga, ¿Qué demonios estás pensando? -   reclamo yuki, ya un poco ebria

-no… ¡enserio lo siento! Pero…-

-¿Qué pasa? ¿tienes algún problema? -   pregunto Yamaguchi

-no, en serio, estoy bien-   contesto esbozando una sonrisa que ninguno de sus amigos creyó   -no se preocupen, enserio-

 

Ninguno de los que se encontraban con él se creyó tal mentira, ni siquiera el barista del otro lado de la barra

 

-entiendo…-  contesto takeda vacilante   -yu-chan, hazle compañía- demando tomando a hirase del brazo y sentándolo a un lado de morinaga, sin darle oportunidad de contestar

 

Hirase lo miro de reojo, e inmediatamente escondió la cara viendo a la mesa, mientras que los demás retomaron su tema de conversación. Aunque no fue fácil para ambos empezar a hablar, aun así, yu logro distraerlo lo suficiente como para que pudiera retomar el ritmo de sus compañeros. Entre risas, fue que morinaga se animó y dejo de pensar en su sempai, por ahora lo que en verdad quería, era recuperar la relación que tenía con sus compañeros, después de abandonarlos por un buen rato, de lo demás se preocuparía después.

 

Se dieron las 3 de la mañana en el bar, ninguno tenía algo de qué preocuparse, puesto a que era fin de semana, sin embargo, el sentimiento de responsabilidad estaba empezando a apoderarse de ellos, haciendo que quisieran regresar a casa. Ninguno se encontraba totalmente ebrio, especialmente morinaga, hirase y sawano, ellos solo habían bebido en una de 4 rondas.

 

Después de muchas despedidas, todos tomaron caminos diferentes.

 

-¿Qué se supone que haga ahora?- se preguntaba morinaga merodeando por calles solitarias. Las noches pasadas había estado quedándose en un hotel y en ocasiones en casa de su entrañable amigo hiroto. Sin embargo, le tocaba cubrir el turno nocturno en el bar   -ase mucho que no voy a ese lugar-   pensó. había estado evitando “ese lugar” por mucho tiempo sin saber por qué, no tenía muchos lugares a donde ir a esas horas de la madrugada. Sus pies solo caminaron hasta allí.

Atrajo miradas en cuanto entro al bar, es decir un chico apuesto y solitario entrando a un bar a esas horas, “es soltero por supuesto” “busca diversión de una noche” pensaron algunos, antes de poder llagar a la barra le detuvieron dos hombres de buen parecido ofreciéndole “diversión” a los quienes morinaga rechazo cortésmente.

 

-¿lo de siempre?-  pregunto hiroto con una sonrisa

-si, por favor-

 

Sirviéndole un trago de su mejor sake, mientras atendía a los demás clientes…

 

-¿Qué es lo que te trae por aquí, angel-kun-

-vagaba por las calles. Hace mucho que no visito este lugar-

-¿Por qué?-

-eh? -

-¿Por qué no has venido al bar?-

-para ser sincero, no lo sé-

-¿A dónde iras después?-

-tampoco lo sé -

-… ¿Por qué no buscas una pareja? -

 

Pregunto inocente. “si en verdad dejo ir a su sempai, entonces no hay problema” pensó hiroto. Mientras que observaba a morinaga perdido en silencio. Pero simultáneamente morinaga pensaba lo mismo

 

-no es tan fácil hiroto-kun. Aunque haiga terminado con souichi-san no es como si pudiera regresar a como era antes-

-no estoy diciendo eso, pero ya sabes lo que dicen, “un clavo saca a otro clavo” ¿Por qué no lo intentas?... no tienes nada que perder-

-tal vez tengas razón, pero…-

-¿pero?-

-no estoy seguro-

 

Tomándose su segundo trago, morinaga pensaba en lo que su amigo le había dicho. ¿tenía razón? Después de todo ya habían pasado casi 7 meses desde que aquella pelea, y su sempai ni siquiera ha tocado el tema y como había dicho antes, su relación era mucho mejor, “las cosas están mejor de esa forma” así que, ¿debería buscar una nueva pareja?

 

-¿puedo quedarme esta noche?-

-no tienes que preguntar, ya hasta tienes una copia de las llaves-       Sonrió pícaramente mientras le servía otro trago   -¿esperaras a que termine mi turno?-

-si…-

 

¿Qué había pasado con aquel enamorado joven que quería pasar cada segundo con su anhelado amor? Ahora, daría lo que fuera por poder olvidarlo… lo que fuera para poder alejarse por completo, no solo unas noches, si no por el resto de su vida… o almenas lograr verlo como solo un amigo.

 

Conforme pasaba los días, morinaga pensaba en lo que hiroto le había dicho, pero ¿Cómo debería empezar a conocer “posibles personas”? ¿habrá alguien capaz de hacer a morinaga olvidar su amor de años?...

 

Un mes más había pasado, souichi y morinaga habían tenido una fuerte discusión, ¿la razón? ¿Porque tetsuhiro no llegaba por las noches de cada fin de semana al apartamento?... Aunque souichi había luchado para no caer en el “chantaje” del joven que lo atormentaba sin intenciones, no pudo más. Estallo después de “accidentalmente” oler la ropa de morinaga… alcohol, tabaco y perfume, y según tatsumi, esa no era la fragancia de morinaga. Y tenía razón, ese aroma no era de su kuhai, y su sempai no se equivocaba en su suposición. Esa noche morinaga había pasado la noche con alguien más   -alguien más que no soy yo-  pensó souichi.  Pero que era lo que le molestaba mas ¿el hecho de no saber en dónde estuvo todo el fin de semana? O ¿el que se haiga acostado con alguien? O talvez   - “eso no es algo que te importe. souichi”- ¿esas palabras?  Y como siempre, souichi tatsumi no quiere saberlo. Incluso se atrevió a echarlo del apartamento, a lo cual morinaga no reclamo en absoluto, sabía que era lo mejor para ambos. Y así sucedió, tetsuhiro se marchó lo más rápido que pudo, sin dar un pequeño reclamo…

 

-¿son todas tu cosas?-

-sí, gracias por recibirme-

-no te preocupes, este lugar es muy grande para mí. Me ara bien algo de compañía-

 

Aunque lo haya conocido en tan poco tiempo, su relación como amigos había crecido considerablemente, Aunque prácticamente aun eran unos desconocidos para ambos. Hirase yu ahora era su nuevo compañero de cuarto.

 

Como bien dijo hirase, la habitación o más bien, la casa en donde vivía era demasiado grande para solo una persona, el amplio patio, la cocina y la sala eran una gran cantidad de terreno para él, sin mencionar que su hogar contaba con dos pisos. Toda una residencia, se expresó cuando le ofreció techo a su nuevo amigo, morinaga.

Yu, estaba enterado a “porciones” de la vida de morinaga, sin embargo, aún no se sentía la suficiente confianza para confesarle el hecho de ser gay, o tal vez solo no se había dado la ocasión.

 

Los días después de su discusión fueron un tanto pesados, aunque a morinaga parecía no importarle. Durante los intermedios de clase, se reunía con sus amigos y de la misma manera ampliaba su círculo de amistades.

 

Por otro lado, souichi solo podía verlo de lejos. “parece feliz” pensaba todas las veces que lo miraba sonreír, esa sonrisa que no le había mostrado desde hace unos meses a él. “¿el en verdad se ira?” susurraba solo en su, ahora, “gran hogar” ya no se escuchaban más pasos además de los suyos, ni otra voz además de la de él, el “estoy en casa” después de un largo día ya no era respondido con una cálida sonrisa, ahora solo era el silencio y el.

 

Transcurrieron dos meses más, souichi decidió mudarse con su pequeña hermana sin siquiera darle explicaciones, de igual manera ¿Qué debería decirle? “el idiota de morinaga ya no me ama, deicidio acostarse con otro que no soy yo, lo corrí del apartamento y ahora es más feliz sin mí” ¡ni de broma! No lo haría, aunque estuviera muriendo de coraje, celos y tristeza.

 

Desde su última discusión, morinaga y souichi, disminuyeron sus conversaciones, todos en el laboratorio lo notaron y ¿Cómo no hacerlo? Morinaga no sonreía mas, no se le acercaba souichi a menos de ser necesario, los regaños y gritos cesaron. ¿Paz? ¿O solo silencio? ¿Cómo deberían llamarle?

 

Aunque pareciera que a sempai no le importara, la verdad es que cada día se encontraba más perdido, el trabajo lo mantenía ocupado cierto tiempo, pero no era suficiente. Pensó en socializar con las personas… conseguir una pareja tal vez, puesto a que ahora en verdad estaba solo, ¿Cómo habría de hacerlo? Nunca se molestó en eso, buscar a alguien... ¿Cómo debería ser esa persona? ¿bonita? ¡por supuesto! ¡tiene que ser una chica! Ya que ¡no soy gay!... - ¡así es! Linda, bondadosa… buena en la cocina, de hermosa sonrisa… por supuesto que inteligente… que me ame…-     -¡te amo, sempai!-    …-morinaga-   inútil, aunque tatsumi no es gay, alguien quien le amo con todo su ser no puede salir tan rápido de su mente  -morinaga-  pero ese alguien parece ya no amarlo…

 

Aunque pareciera broma, había pasado ya un año, un año en donde cada quien tomo su camino, donde el tiempo se había encargado de cerrar algunas heridas, para ambos, ya no dolía tanto estar separados, pero la agonía que trajo el tiempo fue el precio que tuvieron que pagar. Morinaga endureció tanto su corazón que en algún momento comenzó a notarse en su apariencia, mientras souichi dejo de ser el tirano que todos conocían, pero seguía teniendo una fuerte presencia.

 

Dicen que es alguien fácil, se acuesta con la primera persona que encuentra, es muy conocido por esos lugares… es bueno en la cama… aunque dicen que tiene pareja…. ¿Le es infiel? ¡que es lo que estás diciendo?! ¡al fin alguien logro monopolizarlo?... ¡se dicen que van a casarse!... ambos son hombres…

 

Las noticias de pasillo eran la única manera en que sabían uno del otro, hasta que uno… desapareció…

Notas finales:

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PD:

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