CAPÍTULO 2
Scorpius Malfoy sintió la mirada de alguien en su nuca cuando entró al local, buscando rápido a quien lo miraba tanto, lo encontró sentado en una mesa, sonrió al verlo, se acercó a la mesa y habló.
- Hola, James Potter ¿verdad?
- E si, ssi soy yo, tttt tu, tu.
- Si soy yo el que salvo a tu hermano aquella vez.
- Pero.
Dijo sorprendido, vio volver a su hermano, Scorpius le estaba dando la espalda a Albus, este solo veía una cabellera rubia, le tocó el hombro.
- ¿podrías dejarme sentar en mi lugar?
Scorpius volteó a ver al hombre que le había hablado, ya se imaginaba de quién se trataba, había sentido su olor en el ambiente, Albus se quedó perplejo observando al amor de su vida parado frente a el con una tierna mirada gris.
- No puede ser, ¿eres tú? ¿no, no es un sueño? ¿eres real?
- Si soy yo el que te salvó la vida el 10 de enero de 2006, una fecha que nunca olvidaré.
Albus se ruborizó el también se acordaba de la fecha exacta.
- ¿quieres sentarte con nosotros?
- ¿puedo? Dijo mirando al mayor de los tres.
- Claro siéntate.
Los dos jóvenes se sentaron en la silla.
- Perdón por ser descortés, no me he presentado, mi nombre es Scorpius Malfoy, aquella vez no me pude presentar correctamente.
Con que Scorpius es tu nombre siempre quise saber el nombre de mi Salvador.
La comida llego, la pizza se veía apetitosa, los hermanos comenzaron a comer, el rubio los observaba con una sonrisa.
- Pero que descortés somos, dijo el mayor de todos. Scorpius ¿quieres una porción?
- Bueno, pero solo una, la pizza es de ustedes.
- No hay problema, agarra todas las porciones que quieras.
- Bueno gracias.
Terminaron de comer la rica pizza que los hermanos pidieron también, se tomaron toda la cerveza, le ofrecieron al rubio pero el no quiso tomar, Albus le preguntó porque no quería, Scorpius le respondió que no le gustaba la cerveza, después de un rato de estar sentados una chica se le acercó a James, era una mujer alta y esbelta, pelirroja como le gustaban al chico.
- Hola guapo ¿bailamos?
- Dale vamos.
James se fue con la chica a la pista de baile, los dos menores quedaron juntos.
- Tu ¿eres de aquí? Pregunto Scorpius.
- Si, nací acá, es la primera vez que vienes, acá.
- Si, no conozco toda la ciudad, me gustaría hacerlo, pero tengo que regresar a mi casa pronto, mi padre se altera si estoy mucho tiempo fuera.
- O que mal, me hubiera encantado hacerte de guía.
- A mi también me hubiese gustado, pero sabes que me gustaría más ahora.
- ¿Que?
- Que me invites a bailar.
- Está bien.
Albus se levanto de su lugar se acerco al rubio estiró su mano derecha.
- Señor Scorpius Malfoy, le gustaría bailar esta bella pieza junto a mi.
- Me encantaría.
El rubio tomo de la mano al pelinegro, así agarrados caminaron hacia la pista de baile, introduciéndose entre las personas que allí bailaban, ellos dos comenzaron a hacer lo mismo, en ese momento se estaba escuchando una canción de electrónica, los chicos danzaban al ritmo de la música, de pronto esta cambio de ritmo a una mas lenta; ninguno de los dos sabían si bailar este ritmo ya que era muy romántico y ellos aún no eran nada todavía, recién se habían reencontrado hace un par de horas, el pelinegro decidió preguntar si el rubio se animaba a bailar así junto a el, Scorpius aceptó, se acercaron, el rubio puso las manos alrededor del pelinegro, Albus hizo lo mismo pero el, las puso alrededor de la cintura del mayor, este acercó la nariz en el cuello de Albus, sintiendo el aroma del menor, de pronto sintió unas ganas tremendas de clavar sus colmillos en la carne de Albus para saborear su dulce sangre, pero no lo hizo, ya que esto asustaría a Albus, además que el no sabia que la persona que le atraía era un vampiro, ya que para los humanos, ellos eran unos seres malignos, que no tienen sentimientos, y a la primera persona que se les acercara le iban a chupar toda la sangre hasta matarlos, muy equivocados estaban, los vampiros actuales no harían ese tipo de atrocidades, es mas trataban de alejarse de ellos, aunque era muy difícil identificar a un vampiro entre los humanos, los de su especie (los pocos que quedaban) elegían mantenerse al margen.
Los dos seguían bailando esa canción muy abrazados, la música paro abruptamente, la gente se quejó por eso, las luces del bar se apagaron, el sonido de una guitarra eléctrica, sonó por todo el lugar, iniciando una canción, que era el éxito del momento, se prendieron las luces del escenario y el silencio calló cuando la banda sonó, todo el mundo se emocionó incluyendo a Albus, la voz potente del cantante se escuchó por los parlantes que estaban distribuidos por todo el local, la gente empezó a saltar y gritar descontrolados, la canción terminó, dando paso a que el cantante, dijera unas palabras.
- Hola gente hermosa, ¿cómo están hoy?
- Bien
- Está es una sorpresa de los dueños del bar, espero que disfruten del mini recital que daremos hoy.
Iniciaron otra canción la gente otra vez comenzaron a cantar y bailar, Scorpius y Albus hacían lo mismo.
- ¿te gusta esta banda? Pregunto Scorpius.
- Me encanta, ¿a ti?
- A mi también.
Los dos se estaban divirtiendo mucho, bailaban y cantaban, estaban en su propio mundo, Scorpius vio a un chico que actuaba de forma sospechosa, uso sus habilidades, entró en la mente del muchacho.
Los voy a matar a todos, van a arder, los voy a quemar.
Scorpius se asustó por ese pensamiento, no temía por el, si no por todos esos jóvenes a su alrededor, miro por todas partes para buscar un extintor, no había ninguno, este local no contaba con las medidas de seguridad, esto alarmó mas al rubio, ese hombre estaba loco, examino mas detenidamente el lugar, solo tenía una única puerta, no había salidas de emergencia, y lo peor de todo, empezó a oler a humo, el era el único que podía sentir ese olor por su nariz desarrollada.
- Albus busca a tu hermano y salgamos de aquí.
- No te estas divirtiendo.
- Si, pero esto se va a prender fuego, confía en mí.
- Ok.
No hizo falta buscar a James porque el se estaba acercando a ellos.
- Vamos afuera rápido James.
- No, quedémonos un rato más.
- Por favor hermano, Scorpius tiene un mal presentimiento.
- Ok, vamos.
Los tres salieron del local, el rubio llamó a los bomberos, un grito se escuchó de adentro, fuego se está prendiendo fuego, todas las personas empezaron a salir descontroladas se empujaban unos con otros, para empeorar las cosas la salida era estrecha haciendo dificultoso salir, los bomberos llegaron por la puerta se veía salir un espeso humo negro, Albus abrazo a Scorpius y a James, al rubio le dijo en el oído, me salvaste otra vez.
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