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La sombra del pasado por darkwinter

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Jounouchi, Honda y Ryu estaban pasmados mientras Yami tomando de la mano a Yugi  comía felizmente.

-Entonces ¿era una sombra y ahora es una persona?-pregunto Jounouchi y el ojiamatista asintió.

-¿Por qué siempre ha de haber algo paranormal?-cuestiono Honda tomándose de los pelos.

-Yami ¿acaso ya es estado aquí antes?, parece que ya nos conoces-Yami ignoro completamente a Ryu, cuando salieron se toparon con el trio y el ojicarmin los había saluda como si nada llamándolos por sus nombres.

-Jonouchi, ¿has visto a Kaiba?- el mencionado se sonrojo ante la pregunta.

-Créeme esos dos se ven más seguido de lo que piensas-dijo en tono de broma Honda ganándose un golpe en el hombro. El grupo paseo por las calles de la ciudad, Yami casi lucia como un niño pidiéndole a Yugi  comprarle golosinas.

-Detente, ya casi no tengo dinero-protesto Yugi al momento que Yami le pidió una pan de melón.

-Has estado comiendo todo este tiempo, ¿Cómo es que tienes hambre?- concordó Jounouchi y el resto asintió

-Estuve encerrado por ¿Cuánto?, 3000 años y cuando fui libre no hice gran cosa, después volví a estar encerrado- sonrió al recordar como penalizo a Ushio y este enloqueció.

-Pero Atem era quien estuvo encerrado en el rompecabezas del milenio- se rio volteando a ver a Ryu.

-Esos 3000 años no los pasó solo.

-¿Qué?, entonces tu….

-Vamos Yugi solo esta rebanada de pastel y ya.

Desconcertados entraron a la pastelería. El sol se ocultaba cada uno tomo caminos diferentes, ambos tricolores caminaban aun tomados de la mano, Yugi le había restado importancia pero ahora tenía curiosidad.

-¿Por qué le dijiste eso a mi abuelo?- el ojicarmin sonrió apretando su agarre.

-Porque es verdad, te cuidare, yo te quiero Yugi- alzo su mano besándola reanudando la caminata mientras Yugi caminaba sonrojado. Yami había insistido en compartir la cama con el contrario pero Yugi no muy convencido con la idea lo mando a dormir al sofá.

-“Esos 3000 años no los paso solo”-esas palabras se seguían repitiendo en su mente, por la incertidumbre no podía conciliar el sueño.

-“¿Quién es Yami?, ¿Atem sabría de el?, ¿Por qué no me dijo nada?”-daba vueltas sobre la cama agobiado por las preguntas, de pronto, la puerta se abrió y se quedó quieto fingiendo dormir, entonces sintió su cabello siendo acariciado.

-Sé que estas despierto-Yami se sentó a la orilla de la cama al mismo tiempo Yugi hacia lo mismo abrazando sus rodillas.

-Tienes preguntas, lo sé.

-¿Quién eres?

-Eso ya lo sabes, más bien, ¿Qué soy?, te lo diré todo a su debido tiempo, solo se paciente.

-¿Y las pesadillas?

-Solo te diré una cosa, esas pesadillas son importantes, intenta dormir, no te preocupes ya no tendrás otra vez ese mal sueño.

Yugi no del todo convencido se acomodó para dormir después de un rato lo consiguió, Yami al ver esto volvió al sofá.

-“Hmm bueno, Atem, parece que tienes las agallas para renunciar a todo y venir para acá, aun así, ambos sabemos una cosa, nada cambiara lo que hiciste, no por algo existo”- se llevó la mano al pecho recostándose para dormir.

Yugi despertó sorprendido, ese sueño no se volvió a repetir, bajo las escaleras de buen humor dirigiéndose a la sala, Yami estaba despierto sentado con las piernas cruzadas y la mano al pecho.

-Buenos días-  saludo alegre con una sonrisa traviesa.

-¿Qué te tiene tan feliz?- se recargo en el respaldo del sofá a lado suyo.

-Solo estoy emocionado-de un movimiento rápido tomo la cabeza de Yugi plantándole un beso en la mejilla.

-¿Qué haremos hoy?, ¿jugar algún juego?, ¿salir a pasear?- preguntaba con entusiasmo poniéndose de pie.

-Bueno, tengo que hacer algunos recados, ¿te gustaría acompañarme?-Yami asintió y ambos salieron.

Se les hizo de noche, estaban a un metro de la tienda, Yami caminaba sosteniendo la mano de Yugi, en ese momento Yami se detuvo soltándolo para abrazarlo por la espalda rodeando su pecho, a Yugi se le erizo la piel al sentir los labios ajenos dando pequeños besos.

-Y….Yami…detente-trato de zafarse, sin embargo, el ojicarmin lo abrazaba con fuerza.

-Te quiero mucho, Yugi, te deseo- le murmuraba suavemente al oído, Yugi quedo paralizado mientras Yami continuaba besándolo tomándolo de la barbilla plantándole un tierno beso, de repente, algo tiro de Yami obligándolo a soltar, al dar media vuelta se encontró con un brazo el cual se interponía ante Yami, quien miraba con malicia y lujuria al responsable de separarlo de Yugi.

-Otro….yo-las palabras salieron por sí solas, no podía creerlo, Atem se encontraba enfrente suyo.

-Volvi aibou- volteo sonriéndole, el ojiamatista salto a el de la emoción abrazándolo casi tirándolo.

-Ah, que conmovedor, ¿Qué te trajo de vuelta, Atem?- había algo extraño en Yami, sonreía coquetamente y se movía idéntico aun gato listo para atacar.

-Yugi, yo……

-“¿Tu que faraón?, ¿Qué le diras?, adelante quiero escucharlo.

Atem impactado miro a Yami, el cual seguía sonriendo.

-“Tenemos una conexión, lo olvidaste, nací de tu oscuridad”

-“No, naciste porque Zorc te creo”

-“El me creo de tu oscuridad”

Yugi no comprendía que sucedía  Yami y Atem se quedaban viendo sin decir ninguna palabra.

-“Puedo volverte a encerrar en el rompecabezas del milenio, lo hice en el pasado y lo volveré a hacer”

-“Y que explicación le darás a Yugi, sabes, él ya está recordando, tarde o temprano lo sabrá, nuestro Yugi, digo, nuestro Heba”

Atem apretó los puños, Yugi lo tomo del brazo llamando su atención, Yami aprovecho esto acercándosele lo suficiente para lamberle los labios retrocediendo rápidamente.


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