Beyond
—¿Ya ni saludas a tu hermano? Y la gente pensado que eres el educado.
—Cállate Beyond, por favor cómete eso con una cuchara.— Pidió al ver mis dedos ensuciados de aquella sustancia roja, lamí uno de mis dedos con una sonrisa mientras disfrutaba del sabor de mi mermelada, le miré a los ojos, retándole. Mi hermano suspiro, ni se molestó en continuar, ambos sabíamos que yo nunca comería de manera "normal".
Wattari, nuestro tutor legal apareció por el marco de la puerta del salón, con una bandeja llena de dulces, a veces pienso que se molesta mucho en consentirnos, supongo que será por entrar en la fase de abuelo, esa en que se miman a los nietos y probablemente a cualquier niño que se cruza en su camino. Dejó los dulces en la mesa y Elle enseguida los degustó mientras agradecía, hoy estaba más callado, aunque, tampoco somos muy habladores.
—¿Vas a ir a la charla sobre sexo?— Pregunté mientras chupaba la dulce mermelada de mis dedos analizado a mí hermano, estaba sentado en el sofá con su típica postura extraña, abrazando una de sus rodillas mientras se mordía el dedo pulgar. ¿En qué estaría pensando?
—Las probabilidades son bajas, no es algo que necesite saber o que me interese.
—¿Vas a saltártela? Mi hermano empieza a ser rebelde, que orgulloso me siento.— Declaré con cierto dramatismo, Elle solo me ignoró.
...
Elle y yo bajamos de su coche, sí, su coche, el maldito conducía, yo seguía sin entender porque Wattari le regaló un coche a él, conmigo ni siquiera se consideraría esa posibilidad, lo peor es que al principio el estúpido de mi hermano quiso rechazarlo, claro, mostrándole una asquerosa humildad, el viejo insistió y L no tuvo más remedio que aceptar.
¿Por qué la confianza siempre se la llevaba él?
Oh, sí, porque yo soy el "irresponsable".
Suspiré mientras cerraba el tema en mi mente, escuché esa voz suave y monótona que ya conocía bastante bien.
—Hola Elle y hola Beyond.
—Near, mi albino favorito ¿Qué tal te va?¿Follaste este fin de semana?¿O aún guardas tu virginidad para el matrimonio? —Bromeé pero él me ignoró, como siempre, nunca imaginé que habría gente tan rara como mi hermano o yo, y ahí estaba Near, pero en el fondo me daban pena, yo al menos era social.
—Deja en paz a Near y entremos.— Dijo mi aburrido hermano mientras comenzaba a avanzar, con Near a su lado, a veces me preguntaba si el albino era capaz de mantener una conversación que durará más de cinco minutos.
Unas cabelleras que ya me conocía bien me llamaron la atención.
Un rubio embutido en cuero arrastraba a ese pelirrojo que compartía la clase de música conmigo.
Mail Jeevas.
Pelirrojo, friki, gamer, quizá otaku, poco social, amable, tímido, que solo se lleva bien con la rubia embutida en cuero.
¿Quizá hubieran follado? No sabía sus orientaciones sexuales, pero no me los imaginaba heteros, a lo mejor el rubio tenía más probabilidades de ello, sin embargo lo dudé.
—¿Beyond?— Giré hacia mi hermano, que me miraba curioso. —¿A quién mirabas?
—¿Acaso te importa?— Pregunté extrañado, Near dirigió su mirada hacia donde anteriormente había estado la mía.
—¿Mirabas al chico rubio vestido de negro que le está gritando a su amigo pelirrojo?
—¿Hoy no tenéis mejor cosa que hacer que interrogar a Beyond?¿Tan desesperados estáis por mí compañía?
Elle suspiró y volvió a su charla con Near, a veces me imaginaba que le preferiría a él como hermano, y con razón, yo también preferiría al albino de hermano, seguro que él no sería un insufrible y persistente controlador que pondría pegas a mis decisiones.
Volví a mirar a al pelirrojo, al parecer se encontraba solo, supuse que su amigo le habría abandonado, me escabullí de Naer y Elle, seguramente tampoco les importaría mi ausencia, me acerqué a él por detrás, pasé mi brazo al rededor de sus hombros, pude notar como su espalda se ponía recta al sobresaltarse.
—Tú y yo tenemos una charla pendiente, pelo fresa.
Él miró a un lado, visiblemente incómodo, posiblemente por la cercanía, que lástima por él, me encantaba incomodar a la gente.
—No creo que seas el más adecuado para burlarte de mi color de pelo.
—¡Oh, vaya! Sabes contestar, y yo que empezaba a pensar que tenías problemas de garganta. Y bien pelo fresa ¿Cuál era tu nombre?— Pregunté desinteresado, a pesar de sabérmelo.
—Mail, pero llámame Matt.
—Vale Matty ¿En tu casa o en la mía?
—¿Qué?
—Para el trabajo que nos asignaron ¿O acaso pensaste que era una invitación indebida para hacerte una felación? Porque si tú quieres.
—¡Cállate, Beyond!— Exclamó mientras quitaba mi brazo de sus hombros. —No me gusta que te pongas así.
Solté una pequeña risita, era cierto, desde que había visto al chico me gustaba ponerle de los nervios con esto temas.
—Necesitas ser más abierto a estas cosas Matty, menos mal que tenemos hoy una charla sexual.
—Ajam, me tengo que ir, el trabajo podemos hacerlo en algún descanso perfectamente.
—Se llama descanso por algo, ven a mi casa, de hecho, ven el sábado por la tarde, te pasaré la dirección por mensaje.— Dije, entonces sonó la campana que indicaba la hora de entrada. —Adiós Matty, bonito culo el que tienes ahí.— Declaré mientras le daba una miradita a aquella parte de su cuerpo antes de irme, le oí suspirar aliviado.
Pobre, lo que le espera.
...
Al parecer está charla no iba a ser tan aburrida como pensaba, claro, gracias a la niñita castaña que se había atrevido a lanzar una pregunta sobre el sexo gay, que si no, seguiría siendo un hastío, yo deposité falsas esperanzas en que una charla relacionada con el sexo podría ser divertida en un instituto, pero no fue para tanto hasta ese momento.
—¿Por qué algunos ponéis esa cara de asco? Nunca se sabe si algún día os acabarán poniendo en cuatro y acabaréis con vuestro ano abierto y adolorido unos días.— Anunció aquel rubio que se sentaba al lado del pelirrojo bonito, consiguiendo rosas por los presentes, solo por ese comentario me plantearía acercarme más a él ¿Quizá era gay?¿O solo defendía los derechos de la gente?
Si Matt tenía un amigo así ¿Por qué él era tan poco contestón? Quizá necesitase coger confianza.
—Yo nunca lo haría con un chico.—
Aseguró un chico del fondo con expresión asqueada, ja, claro, todos decís eso.
—¡Eso es porque aún no has chupado un buen rabo!— Exclamé sacando carcajadas profundas a la clase, la pobre mujer asignada a darnos la charla suspiró, creo que tanto adolescente la agobiaba.
Entre la gente distraída pude ver aquellos ojos verdes mirarme otra vez, le sonreí mientras guiñaba un ojo, él rápidamente apartó la mirada.
Oh, venga, no seas tan tímido.
—Hey, BB ¿Irás a la fiesta de este viernes?— Preguntó Luke dorigiendise a mi por ese típico apodo, era un compañero de clase y amigo de borracheras.
—Quizá me pase por ahí.— Contesté.