Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mini Décimo por LeyiMuto

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Capitulos cortitos, seran cuatro o tres, espero que disfruten, es mi primer fanfic de este ship

Tsuna se lamentaba como siempre por las repentinas locuras de Reborn, siempre llevadas a cabo por el resto de sus amigos como si no vieran el peligro o la intención inquebrantable del pequeño bebe arcobaleno.

Aquel dia en particular todas sus intenciones de pasar tiempo con la hermosa Kyoko se vieron pisoteadas de una manera tan cruel, que término por avergonzarse en frente de la chica. "-Dame Tsuna-" fue todo lo que dijo Reborn antes de echarse a dormir una larga siesta sobre su cama. Ahora mismo lo veía con sus ojos abiertos y la burbuja inflarse y desinflarse de su nariz.

Tsuna palideció y continuó con lo que hacía, tenía ganas de hacer la tarea como ganas de que su vida fuera anormal y sabía que eso al menos por ahora... Era imposible de cambiar.

Al menos hasta ahora todo estaba bien y disfrutaba un poco de paz, pero se tranquilizó demasiado pronto cuándo la puerta fue abierta y vio ingresar en puntitas de pie a Lambo, sus ojos se abrieron ante el estupor de la granada que llevaba en la mano y se pusieron blancos cuando le quito el seguro.

- ¡Jijiji, muere Reborn! -como siempre la pequeña e irritable vaca fue implacablemente lanzada por la ventana, mientras la granada explotaba. Reborn se hecho a dormir de nuevo mientras le miró furtivamente.

Tsuna supo que debía continuar con la tarea o el seguramente sería el próximo en sufrir terriblemente, más de lo que ya lo habia hecho.

Sin embargo, era demasiado pronto para ponerse cómodo u olvidarse de lo sucedido recientemente, esta vez Lambo apareció lloriqueando por la ventana, mientras se sobaba los mocos:

-Aquí viene-penso Tsuna. Lambo iba a usar su Bazooka, pero antes de intentar nada, Reborn arremetió y Lambo respondió todavía llorando, pero enfurecido y Tsuna termino metido en el medio justo cuando la vaca acciono la Bazooka y entonces... Sucedió nuevamente. En un "poof" y asombro de Lambo, Tsuna viajo diez años al futuro.

-Entonces Décimo, permítame pedirle perdón por lo de esta mañana, usted sabe que yo no-ya de por sí, fue raro que tuviera que mirar unos centímetros más abajo cuando se atrevió a mirar al Décimo y, aun no termino de darse cuenta que este no llevaba su traje Vongola, sino un buzo y unos pantalones de mezclilla.

-G-gokudera-kun-tartamudeo Tsuna, impactado, era la segunda vez que veía al Gokudera adulto, más alto y con aires más maduros. Se preguntaba porque se estaba disculpando.

-Décimo-lloriqueo el otro, pero no "demasiado adulador" parecía controlarse por no abrazarlo, supuso que habia madurado un poco. Aun asi notaba algo muy extraño.

-Lo siento Gokudera-kun, Lambo lo ha hecho de nuevo y Reborn no hizo nada por evitarlo-dijo el pequeño Vongola, mientras se rascaba a un lado de la cara.

Cuando Gokudera reaccionó aun no podía creer su suerte, el pequeño Décimo estaba de nuevo frente a sus narices y no sabía cómo controlarse, de seguro su yo más joven estaría ya persiguiendo al adulto sin mucho tacto. Solo esperaba que recibiera su merecido por parte del jefe.

-Décimo usted no debe disculparse de nada, es bueno volver a verlo-Tsuna noto cierta melancolía en sus ojos.

- ¿De qué te preocupas tu? Gokudera-kun-Gokudera fue quien se puso pálido, y Tsuna quizás creyó que Bianchi le esperaba detrás suyo, con alguna comida venenosa.

Por primera vez, entonces, al voltearse noto que estaba en el jardín de una enorme y bella casa blanca, con decoraciones antiguas. Supo que estaba en Italia y en la casa Vongola, en qué diablos pensaba su yo adulto, el no sería nunca el jefe de la mafia. Si pudiera sermonearse a sí mismo esto no pasaría, Tsuna se deprimió y al final suspiro.

-De nada, nada importante-se apresuró en decir Gokudera, dejando pasar por la alto las reacciones del más pequeño - ¿Qué tal si vamos a otro lugar Décimo? -pregunto mientras lo empujo por el jardín hacia dentro de la casa, como perseguido, mirando hacia todos lados como si no quisiese que nadie los viera, cuando Gokudera reparo en algo.

- ¿No debería de haber regresado, Décimo? -Tsuna entonces, dio cuenta de lo mismo. No podía estar sucediendo una vez más.

- ¡Es cierto! - En cuanto dijo aquello, la mano del Gokudera más maduro le tapó la boca y continúo empujando con tacto dentro de la mansión.

Fue un camino quizás exageradamente largo, por un largo pasillo hasta que llegaron a un enorme despacho. Se veía tan antiguo y mafioso (por lo sombrío y sobrio a simple vista), que Tsuna no tardo en darse cuenta que era probablemente el despacho del jefe, de su versión más adulta y achino los ojos, incrédulo de que eso fuera cierto.

Asi que negaba con la cabeza, mientras se mantenía en silencio y veía al peli-plata ¿Angustiado? Gokudera parecía pensar y dudar, de lo que estuviera pensando, sin embargo, con un aire distinto parecía conservar la calma. Estaba impresionado por ese hecho.

-Décimo, tiene que prometerme que no dejara que nadie más que los Vongola lo vean-se dirigió a él, todavía serió-intentare averiguar qué pasa, usted solo quédese aquí-le pidió con mucha amabilidad y una sonrisa.

-Disculpa Gokudera-kun ¿Pero sabes que sucede?

-Realmente no, Décimo discúlpeme, de verdad lamento no poder darle una respuesta-ahí había comenzado de nuevo, penso Tsuna, pero Gokudera, aunque se lamentaba lo hacía con un aire, no solo adulador como de costumbre, sino como si estuviera cuidándose de no sonar estúpido y sin sentido. Le era un poco distante y extraño.

-Realmente no es necesario, pero ¿Qué pasa si...?

- ¿Sí? Tiene alguna idea-Gokudera pareció esperanzador, pero Tsuna no tenía idea de nada.

-Yo solo, son tonterías, discúlpame tú.

Gokudera se vio contrariado, el mini Décimo estaba siendo obligado a disculparse, no podía permitir semejante bajeza.

-Oh, no, Décimo. Si tiene una buena idea, siéntase libre de confiármela. -Tsuna ni siquiera lo pensó, se vio alentador de pronto.

-Creo que deberíamos contactar al resto y-Gokudera lo observo, interesado, Tsuna se vio intimidado a continuar, pero al mismo tiempo el mayor lo orillaba a avanzar-deberíamos contactar al resto y averiguar qué sucede, a lo mejor ellos tengan información que nosotros no.

-Es cierto, sabía que podía confiar en usted Décimo, creí que no era conveniente decírselos. Primero llamare a Yamamoto y Sasegawa.

-Hermano...-penso Tsuna y la imagen de Kyoko llego a su cabeza, ruborizándose. Quizás estuviera sucediendo algo malo o la Bazooka solo estuviera rota temporalmente. Existían muchas posibilidades, asi sin embargo tenía la repentina curiosidad de saber si, él y Kyoko tenían algo en el futuro, anteriormente no habia tenido tiempo para averiguarlo, fueron tantas cosas las que sucedieron que apenas y habia podido ver la hermosa mujer que Kyoko seria dentro de diez años, quien pudiera desaprovechar el momento ahora.

-Estaré al tanto, mientras yo me ocupare de cuidar al Décimo, Yamamoto-aquello lo saco de sus ensoñaciones, mientras que su rostro continuaba ardiendo-Décimo, Yamamoto dice que-Gokudera se detuvo, observándolo y repentinamente preocupado- ¿Se siente enfermo? -pregunto, acercándose y poniendo una mano en su cara, Tsuna se ruborizo aún más sin entender por qué.

-No, realmente me siento bien Gokudera-kun...

- ¿Esta seguro? puedo llamar a un doctor.

-Enserio, no te preocupes tanto.

-Si usted lo dice.

- ¿Qué fue lo que dijo Yamamoto-kun?

-Oh, es verdad. Que no hay señales de algún peligro o atentado en su contra, seguramente la Bazooka se descompuso y en cuanto regrese Lambo lo resolveremos y podrá regresar. Mientras tanto lo mantendré a salvo, es mi deber-sonrió orgullosamente-como su mano derecha.

Tsuna no supo si sentirse más tranquilo, si tener miedo o ponerse más ansioso, pero el Gokudera adulto transmitía tanta confianza que ¿Podía suceder algo más? Bueno, Reborn no estaba cerca asi que, quizás por ahora podía sentirse algo, solo algo tranquilo.

-De acuerdo. Tratare de no causar problemas.

-Permítame, yo seré quien trate de no causarle problemas Décimo. Confié en mí. Entonces ¿Que le gustaría hacer?

Tsuna trato de pensarlo seriamente, y nuevamente la curiosidad inundó su mente.

-Bueno... La verdad...-miro hacia otro lado, debería de no revelar por qué y ya-me gustaría conocer mi habitación-dijo, cuando miro la cara de su mano derecha, esta era todo un poema.

-Lo siento Décimo, pero hay cosas que deberá descubrirlas cuando crezca. -Eso fue algo que Tsuna no esperaba y sobre todo con la expresión sería con la que, Gokudera lo dijo.

Se veía tan genial y listo incluso como para enfrentar a Bianchi.

Definitivamente nada malo podría ocurrir.

-Entonces Sawada esta aquí, me encargare de hacer un banquete en su honor-y frente a sus ojos el cool y genial joven adulto Gokudera, se desplomo en el suelo con espuma en la boca. Bianchi se arrimó preocupada.

-Cierto, los lentes-dijo ella.

-Hay cosas que quizás no hayan cambiado mucho-penso Tsunayoshi Sawada con estupor.

Habia pasado algo posiblemente... No, premonitoriamente malo.

Notas finales:

hasta el proximo C:


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).