—¿Saben cómo ir al hospital? —preguntó Naruto mientras se columpiaba. Habían pasados un par de días, Sasuke no regresaba a la escuela y no tenía más noticias de él, cosa que lo tenía preocupado.
—Yo una vez me torcí el tobillo corriendo y mi papá me llevo —contestó Chouji que se mecía en el columpio a su izquierda.
—Una forma que no duela —añadió Naruto. —Escuche que Sasuke está ahí y quiero ir a buscarlo
—Finge que estas enfermo, yo lo hago cuando no quiero levantarme a la escuela, aunque nunca me han llevado al hospital —decía Shikamaru
—Pero si finjo no me van a llevar, y yo lo que quiero es que sea seguro ir
—Yo sé de una forma —Kiba salto de su columpio. —Una vez Akamaru y yo comimos una planta y me dolió la barriga así que me llevaron al hospital, me dieron un jarabe que olía feo, me hizo ir al baño y ya me sentía bien, a Akamaru mi hermana le dio un medicamento y también se sintió mejor luego de eso
—¿Por qué tú y Akamaru lo comieron? —preguntó Naruto curioso
—Porque la planta olía bien y pensamos que sabría igual. —respondió el castaño a lo que su pequeño cachorro ladro como si confirmara aquello. —Te dolerá, pero será solo un rato, en cuanto te den ese medicamento en el hospital estarás bien
Naruto se quedó pensando, no sonaba tan mal esa idea, si le dolería sería solo un rato, y estando en el hospital solo tenía que buscar la habitación de Sasuke. Dio un salto para bajar del columpio decidido.
—¿Qué planta es?
—Esta por aquí —Kiba los guio hasta un pequeño arbusto cerca del parque.
—Huele como un dulce, ¿en serio da dolor de estómago? —preguntó Chouji acercándose al arbusto
—Si, Akamaru y yo lo sabemos bien, ¿verdad Akamaru? —dijo Kiba recibiendo un ladrido como respuesta
Naruto tomo una pequeña rama aun dudoso y se giró a ver a Kiba quien le levanto el pulgar sonriendo. El rubio soltó un suspiro para comerlo. —Oh, si sabe dulce
—Dame —Chouji se acercó
—No, recuerda que si Naruto lo está comiendo es para ir al hospital y ver a Sasuke —Shikamaru detuvo a su amigo.
—¿Y cuando me hará efecto? —preguntó Naruto
—No tardará mucho—dijo Kiba
—¡Naruto, debemos es hora de ir a casa! —escucho un llamado a lo lejos
—Ah, ya debo irme, nos vemos luego
—Suerte con tu plan —dijo Shikamaru
—Gracias —Naruto les sonrió y se fue corriendo hacia Tenzō para ir hacia su casa.
Al llegar el pequeño recorrió el departamento buscando a Kakashi pero no lo encontró por ninguna parte.
—Escucha Naruto, debo salir un rato, senpai y yo regresaremos más tarde
—¿De nuevo? —preguntó Naruto, esos últimos días por alguna razón lo dejaban solo demasiado tiempo
—Si, así que ya sabes, no salgas de casa, senpai dejo comida preparada y-
—¿En serio te debes ir? —Naruto se acercó para sujetarlo de la ropa interrumpiéndolo.
—Si, solo será un ratito
—Es que me siento mal
—¿Te sientes mal? ¿Qué tienes? —preguntó poniéndose a la altura de Naruto
—Me duele la barriga —indicó el niño llevando las manos a abdomen
—¿Te duele? —cuestionó extrañado.
Naruto asintió.
—¿Mucho?
El niño asintió de nuevo mientras hacía gestos de dolor.
Hasta ahora Naruto nunca se había enfermado, Kakashi y él le habían tenido mucho cuidado con abrigarlo bien, darle una dieta sana de comida. Las heridas físicas nos les preocupaban, incluso un raspón provocado por jugar sanaba rápidamente gracias al bijuu en su interior, pero un dolor de estómago era algo nuevo, no había pasado antes, ¿qué debía hacer?
Kakashi había sido muy específico con sus instrucciones, debía recoger a Naruto de la academia, llevarlo a casa y luego ir a la base ya que tenían una reunión, el mayor se había adelantado; al ser capitán tenía que revisar unas cosas antes de comenzar con la junta, pero esto se salía de sus planes, claramente no podía dejar al pequeño así, pero ¿qué hacía? ¿Le daba medicina? ¿Lo mandaba a dormir? No, debía llevarlo a que lo revisara un doctor, claro, eso era.
Golpeo su cabeza con su mano, odiaba ser torpe en cosas tan sencillas como eso, pero para alguien que creció bajo las sombras, lejos de lo que es una infancia normal; las cosas obvias no lo eran tanto.
—Bien, vamos a que te revise un médico —Tenzō lo cargo para salir de la casa, esperaba que senpai no se molestara si se retrasaba un poco, pero aquello era una emergencia para él.
Naruto iba a aferrado al castaño, por una parte, estaba feliz porque su plan funciono, por el otro se sentía un poco culpable por preocupar a Tenzō.
Las cosas ocurrieron tal y como dijo Kiba, un doctor lo reviso, ahí Naruto tuvo que explicar cómo es que comió aquella planta, claro, sin involucrar a ninguno de sus amiguitos, luego le dieron aquella medicina que sabia horrible, fue al baño y se sintió mejor.
—Ya todo está bien, solo que el pequeño se quedó dormido, pero en cuanto despierte estará listo para irse —explicaba una enfermera al castaño que soltó un suspiro aliviado.
—Debo avisarle a senpai —dijo para sí mismo mientras veía a Naruto descansar en una camilla. Sabía que las siestas del rubio eran algo largas así que no había problema si lo dejaba un rato ahí mientras le informaba a Kakashi.
Salió del lugar y fue saltando tan rápido como podía entre los tejados. Llego a la base buscando por el lugar al mayor hasta que lo encontró recogiendo sus cosas en los casilleros.
—Oye, se supone que el impuntual soy yo —comentó Kakashi al verlo
—Lo lamento senpai, es solo que Naruto se sintió mal y tuve que llevarlo al hospital
—¿Qué le paso? ¿Ya está bien? —preguntó preocupado el Hatake
—Si, al parecer comió algo que no debía, pero ya está mejor, se quedó en el hospital durmiendo.
—Oh, entiendo.
—¿Qué ocurrió con la junta? ¿Sobre qué fue ahora?
—Toma —Kakashi le entregó un pequeño libro. —La junta fue para darnos esto
—No me digas que tan pronto está aquí —dijo para ver a su senpai quien asintió. Abrió el libro y busco rápido entre las páginas hasta encontrar una en específico. El perfil de Itachi había sido añadido al libro bingo con la orden de su captura por el crimen de masacrar a su clan.
—Vamos por Naruto, quiero ir a casa a descansar —dijo el Hatake mientras caminaba hacia la salida, aun se sentía afligido por la situación.
Naruto caminaba por el hospital buscando a su amigo. Se oculto en una esquina cuando escucho a unas enfermeras acercarse.
—Pobre del chico Uchiha, imagina despertar y enterarte de lo que ocurrió
—La debe estar pasando muy mal, siendo tan pequeño y se quedó solo
El rubio frunció el ceño confundido, camino por el pasillo del que habían salido las enfermeras y se asomó por una de las ventanas, ahí estaba. De inmediato se acercó a abrir la puerta para entrar.
—¡Sasuke! —exclamó emocionado al verlo. El niño que miraba por la ventana se giró, en ese momento Naruto supo que algo había cambiado en su mirada, sentía un enorme vacío en sus ojos, era distinto a lo que estaba acostumbrado a ver.
—¿Qué haces aquí? —preguntó el Uchiha
—Me preocupe porque no has ido a la escuela, ¿estás bien? ¿Te enfermaste? —preguntó mientras se acercaba para ponerse a su lado, Sasuke solo negó con la cabeza. —¿Entonces qué paso?
Un profundo silencio se hizo presente. Naruto no insistió con su pregunta, comprendía que algo no estaba bien.
—Naruto, tú siempre logras escaparte de clases, ¿no? —la voz de Sasuke se sentía tan fría, incluso si el chico acostumbraba a ser serio, esta vez…era distinto.
—Si, ¿por qué?
—Necesito que me ayudes a salir de aquí, quiero ir a un lugar, pero las enfermeras no me dejan—el azabache se giró a verlo.
Naruto sonrió de forma inocente. —Déjamelo a mí, soy un experto escapando
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—¿Y por qué se comió una planta rara? —preguntaba Kakashi mientras caminaba por los pasillos del hospital
—Dijo que olía bien y pensó que era como un dulce —respondió Tenzō yendo tras sus senpai.
—Hay que explicarle que eso no está bien, pudo ser algo venenoso
—Bueno, yo no le dije nada porque se sentía mal, pero ya debe estar mejor así que hablemos con él. Es ahí —indico el castaño señalando la habitación donde había dejado al pequeño.
Kakashi abrió la puerta para entrar —¿Seguro? Aquí no hay nadie
—¿Qué? —Tenzō entro rápido para confirmar que la habitación se encontraba vacía. —Yo lo deje aquí, se quedó durmiendo
—Quizá fue al baño de nuevo, vamos a esperarlo —Kakashi estaba parado en el pasillo, recargado en la puerta, iba a sacar su libro para leer mientras esperaba cuando vio a unas enfermeras pasar corriendo.
—¿Cómo qué no está? Aún no está listo para salir —decía una de ellas
—Ya revisamos todo el lugar y el joven Uchiha no aparece —contestó otra que corría a su lado.
—Creo que ya se dónde está —dijo Kakashi atrayendo la atención del castaño.
—¿Es aquí? —preguntó Naruto viendo la entrada del lugar que estaba restringida con cintas amarillas
—Si —Sasuke avanzo pasando por debajo de las advertencias.
—Espera Sasuke —Naruto se acercó corriendo a él. Era de tarde, pero unas grises nubes cubrían el cielo ocultando la poca luz que el sol aun brindaba. —Este lugar me da miedo, ¿dónde estamos?
—En mi hogar —respondió de forma seca el Uchiha mientras caminaba por el lugar, había manchas rojas por todo el lugar; Naruto se apegó a Sasuke evitando pisarlas.
—¿Y si regresamos ya? Parece que pronto va a llover y no traemos algo para cubrirnos —decía Naruto, pero Sasuke negó con la cabeza. Al rubio no le quedo más que seguir, era la primera vez que el Uchiha se acercaba a él para pedirle un favor y no quería fallarle, siguió caminando en silencio.
Sasuke se detuvo en una casa y abrió la puerta para entrar, Naruto no tuvo el valor de hacerlo, tenía miedo, todo el lugar le daba malas vibras. Entonces escucho un golpe seco seguido de sollozos, trago su miedo y entro para encontrar a Sasuke tirado en el suelo mientras lloraba frente a una mancha de sangre y dos marcas blancas de cuerpos en el suelo.
No sabía exactamente qué hacer en esa situación, era la primera vez que veía a Sasuke así de…vulnerable.
La lluvia no tardo en comenzar a caer acompañando al llanto de Sasuke. Naruto se acercó poco a poco a él, y le dio aquello que nunca recibió en aquellos días solitarios donde todos a su alrededor lo menospreciaban, un abrazo cálido que buscaba consolar al pequeño Uchiha.
Sin saberlo, aquel pequeño gesto cambiaria el destino que estaba planeado para ellos.
—Vamos Sasuke, regresemos —dijo Naruto ayudándolo a levantarse. Los niños caminaron hacia la puerta donde la lluvia no se detenía. —O quizá esperemos un poco a que pase para irnos.
Ambos escucharon un par de pasos golpear los charcos de agua y se vieron el uno al otro confundidos. Se supone que no debía haber nadie en ese lugar, nadie a parte de ellos.
—¡Naruto! —al oír aquel grito conocido el rubio se alertó y se ocultó tras Sasuke. —Debías quedarte en el hospital —regañó Tenzō llegando frente a ellos.
—Ya iba de regreso, pero comenzó a llover —replicó Naruto asomando su cabeza al lado del hombro de Sasuke
—Ustedes no deberían de estar aquí —dijo Kakashi
—Pero Sasuke quiso venir y lo quería acompañar para que no lo hiciera solito —Naruto puso aquella expresión de gatito tierno donde sus ojos azules brillaban más que de costumbre, Kakashi y Tenzō se vieron entre ellos, ninguno podía reprenderlo cuando hacia ese gesto.
—Vamos de regreso niños, no está bien que estén aquí—Kakashi se acercó y puso una pequeña capa gris sobre Naruto para cubrirlo, luego puso otra sobre Sasuke y comenzó a caminar hacia la salida.
El Uchiha aún iba consternado, sintió un agarre mano que provenía de Naruto y levantó su cabeza para ver su rostro, el rubio le sonreía, pero no era una de esas sonrisas burlonas que ponía cuando hacia una travesura, era diferente, una que le transmitía calidez incluso bajo aquella fría lluvia.
—¿Qué haremos senpai? —preguntó en un murmuro el castaño
—¿De qué? —Kakashi se giró a verlo.
—Con ellos —Tenzō ladeo un poco la cabeza apuntando hacia los niños.
Kakashi los vio y luego giro su vista al frente. Cuando la junta termino, donde el Hokage en persona les dio instrucciones sobre lo que se haría con Itachi, Kakashi fue tras el Sandaime, él también se preguntaba qué pasaría con el pequeño Sasuke.
—El barrio Uchiha quizá sea destruido, así que Sasuke vivirá en la aldea, como cualquier otro huérfano —respondió el Hokage mientras se retiraba del lugar
Kakashi no estaba satisfecho con esa respuesta, conocía bien la forma en la que Konoha manejaba a los niños que quedaban en esa situación. Les brindaban un lugar donde dormir, una compensación económica mensualmente hasta que se graduaban de la academia y pudieran generar sus propios ingresos de las misiones.
—Hablemos de esto en casa, este no es un lugar para discutir eso —dijo Kakashi mientras salían de aquel lugar.
—¿A casa? ¿No deberíamos llevar a Sasuke al hospital? —cuestionó el castaño
—Sasuke, ¿quieres regresar al hospital? —preguntó Kakashi girándose a ver al niño que negó con la cabeza. —Los hospitales no son un lugar para los niños.
Esa fría noche, debía haber sido dolorosa y solitaria para el pequeño Uchiha, pero las cosas habían cambiado el rumbo en su destino.
Se había cambiado la ropa del hospital por un pijama que Naruto le había prestado. Estaba sentado en la cama, le habían dicho que debía descansar todavía, y él lo sabía, se sentía agotado todavía, no física, sino mentalmente. Naruto le hacía compañía, hablaba y hablaba, su ruidosa voz lo distraía de los deprimentes pensamientos que tenía desde que recobro la consciencia.
—Te dije que si ponía esa cara no nos iban a regañar, no se porque cada que la pongo se quedan callados —decía mientras sonreía de forma burlona, descubrió una debilidad en los mayores y no la iba a desaprovechar.
—Naruto, gracias —soltó Sasuke viéndolo fijamente.
—No tienes que agradecer nada Sasuke, para eso son los amigos —contestó Naruto para sonreírle.
—Entonces senpai, ¿qué piensas hacer? —preguntó Tenzō.
Kakashi no tenía una respuesta aún, seguía pensando en aquel día que Itachi lo visito en el hospital y le dijo que “le echara un ojo a su hermanito”. En un principio aquello le pareció extraño, pero ahora tenía sentido.
El Hokage no se haría cargo correctamente de Sasuke, de alguna forma Kakashi se sintió identificado con el niño así que sabría lo que le pasaría. Había perdido a su familia de un momento a otro, sería lanzado a la soledad de tener que aprender a ser independiente con una corta edad, de caminar por las calles donde todos a su alrededor lo señalarían y murmurarían cosas desagradables; Lo paso él tras la muerte de su padre, y si podía evitar que alguien más sufriera por ello estaba dispuesto a ayudar, pero ¿realmente aquello era lo correcto?
Las cosas pasaban por algo, quizá no estaba bien lo que hacia influyendo en el destino del niño.
—Aun no estoy seguro sobre lo que haré —Kakashi se recostó en la cama para ver al techo. —Dejemos que Sasuke se quede aquí un par de días hasta que se sienta mejor y él decida si quiere irse. Hokage-sama me dijo que fuera mañana a su oficina para hablar conmigo, así que charlare con él sobre esto.
—Cuidar a otro niño sería mucha responsabilidad senpai, con Naruto ya es algo difícil por nuestro trabajo. —Tenzō se giró a ver a Kakashi quien le hizo una seña con la mano para que se recostara a su lado, así que se acomodo al lado del mayor.
—Tenzō, si no fueras ANBU, ¿qué te gustaría hacer? —preguntó Kakashi mientras lo veía fijamente
—Si no fuera ANBU —repitió el castaño mientras pensaba. —Llevar una vida normal junto a senpai
—¿Una vida normal?
—Si, como los Jounin que van y vienen de misiones, pero tienen periodos de descanso más largos, así podría pasar más tiempo con senpai y Naruto, quizá podría tener un pequeño huerto para plantar todo tipo de frutar y vegetales.
—Pero para eso tendríamos que vivir en una casa que tenga más espacio
—Pues quizá debamos conseguirla senpai, el apartamento se me hace pequeño con Naruto aquí —Tenzō se apegó más a Kakashi recostando su cabeza en el pecho del Hatake.
—Una casa… —Kakashi se quedó pensativo
—¿Qué tal si nos mudamos a la residencia Hatake? —sugirió el castaño
—No —contestó rápidamente Kakashi
—Solo decía. —Tenzō bostezo y se abrazó a Kakashi. —Creo que Naruto se quedará con Sasuke, así que podemos dormir hoy así senpai
—Que descanses Tenzō
—Igualmente senpai —contestó para cerrar los ojos e irse quedando dormido.
Kakashi se quedo reflexionando sobre todo lo que ocurría. ¿Qué era lo que quería el Hokage? ¿Y si al ver el buen trabajo que había hecho cuidando a Naruto, le pedía que cuidara de Sasuke también? Tendrían que dejar ANBU, ser Jounin y conseguir una casa. No consideraba la residencia Hatake como opción, él había salido de ese lugar apenas gano suficiente dinero para rentar, había crecido en ese lugar, pero tras lo ocurrido con su padre no le agradaba tanto estar ahí, aunque…era un lugar amplio, tenía más espacio para Naruto, además de un patio grande donde Tenzō podría plantar aquel huerto que deseaba.
Quizá solo estaba sobre analizando las cosas, después de la junta con el Hokage pensaría mejor que hacer, ahora solo quería descansar un poco de los caóticos días que había tenido últimamente. Al final, la calma siempre viene tras la tormenta.