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Papás primerizos por Sora Hatake

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— ¡Estamos de regreso! —gritó Naruto entrando a la casa junto a Sasuke para quitarse su calzado y correr hacia la sala donde estaba Kakashi. — ¡Necesito una bandita porque me caí y tengo un raspón! —el niño se sentó a su lado para levantar su pantalón y mostrarle su rodilla la cual estaba bien. —Oh, estaba aquí, tenía un raspón, de veras

— ¿Ya desapareció? —preguntó Sasuke entrando a la habitación

—Sí, otra vez paso —Naruto rascaba su cabeza confundido. —Bueno, no importa, ¿qué hay de comer?

—Aun no preparo nada —contestó Kakashi de forma vaga. Después de su discusión con Tenzō se había quedado ahí mientras se cuestionaba si había hecho bien o mal. Tenzō no tuvo por qué sacarle aquello en cara, pero él tampoco tenía porque hablarle de la forma en la que lo hizo solo por tener un mal día.

— ¿Entonces iremos a Ichiraku ramen? —preguntó Naruto emocionado

—No, en seguida les hago algo rápido —Kakashi se levantó para ir a la cocina.

Sasuke vio a su alrededor. — ¿Dónde está Tenzō? Naruto entro gritando que tenía un raspón y no vino corriendo a ver que estuviera bien

—No esta —contestó Kakashi deteniendo su paso.

— ¿A dónde fue? —cuestionó esta vez Naruto— ¿Va a tardar?

—No lo sé

— ¿Y por qué no sabes? ¿Se fue de misión sin despedirse de nosotros? —insistió con las preguntas el rubio,

— ¿Se pelearon? —dedujo Sasuke

—No seas tonto Sasuke, ellos no pelean nunca —alegó Naruto negando con la cabeza. — ¿Verdad papá? —Naruto se giró a ver a Kakashi que no contestó nada. —Vamos, dile a Sasuke que ustedes nunca pelean

—Sí, si peleamos —dijo finalmente Kakashi para girarse a verlos

— ¿Por qué? —preguntó de nuevo Naruto

—Porque las personas pelean a veces Naruto, es normal que en ocasiones haya discusiones

—Pero, aun así, si pelearon, ¿por qué se fue?

—Yo le pedí que se fuera —contestó Kakashi

—Pues ahora ve, discúlpate y dile que regrese —habló Naruto señalando hacia la puerta.

— ¿Por qué me tengo que disculpar yo? —Kakashi se cruzó de brazos

—Porque cuando Sasuke y yo peleamos siempre nos obligas a pedirle disculpas al otro —Naruto lo imito cruzando sus brazos también

—Las cosas no funcionan así esta vez porque no fue mi culpa.

—Si no fue tu culpa aun así debes buscarlo y hablar con él para que se disculpe —comentó esta vez Sasuke

—No le voy a decir eso, las disculpas no se piden —respondió Kakashi.

—No importa, debes hablar con él, ¿cómo se va a disculpar él solo si no está aquí porque le dijiste que se fuera? Es un problema que deben arreglar los dos —indicó Sasuke mientras Naruto asentía apoyándolo.

— ¿Quién les dijo todo eso? —Los dos lo señalaron al mismo tiempo. —No puedo creerlo, después de horrible día que tuve todavía debo aguantar que dos niños me sermoneen —murmuró Kakashi frunciendo el ceño.

—A mí me sermoneas siempre que peleo con Naruto y no me quejo —reclamó Sasuke

—Si lo haces, justo ahora te estas quejando.

—Si no vas a buscarlo entonces nosotros iremos —dijo Naruto decidido poniendo las manos en su cintura.

—No, ya es tarde, ustedes dos van a cenar, se darán un baño y a la cama

—Pero… ¿dónde va a dormir papá? ¿Y si le pasa algo malo? Vamos a buscarlo —decía Naruto preocupado

—Naruto, Tenzō es un adulto y es un ninja, no le pasará nada por estar un día fuera —explicó Kakashi intentando calmarlo

—Está bien, pero si mañana no está de regreso Sasuke y yo lo iremos a buscar —advirtió Naruto.

.

.

.

Tenzō estaba sentado en una banquita en algún lugar de Konoha; aún se cuestionaba sus acciones. Quería ir con Kakashi a disculparse, pero ¿y si Kakashi seguía molesto con él? No quería que le dijera cosas hirientes de nuevo.

Soltó un suspiro, aparte del tema de Kakashi, también le preocupaban los niños, de seguro Naruto estaba intranquilo por su ausencia.

Las cosas iban tan bien, ¿por qué tuvo que arruinarlo de esa manera? Era un idiota. 

—¡Hey! —escucho el llamado de alguien acercándose, y cuando levantó su rostro se vio de frente con aquel hombre cejudo bien conocido. — Tú… ¿qué haces aquí? —preguntó Gai viéndolo de frente, provocando que se sobresaltara un poco por la invasión a su espacio personal.

—Eh…yo —el castaño no sabía que responder exactamente.

—Eres Tenzō, ¿no? —cuestionó Gai, haciendo su máximo esfuerzo por recordarlo.

—Si

— ¿Y qué haces solo tan tarde? ¿Ocurrió algo con Kakashi?

—¿Tan obvio es? —dijo Tenzō rascando su mejilla

—¡Claro! Siempre estas con él, es raro verte de esta forma. —Gai se sentó a su lado. —Podemos charlar, eso si quieres

Tenzō se quedó pensativo unos segundos, si quería charlarlo con alguien, aunque Gai era amigo de Kakashi, tal vez le daría el lado al Hatake y lo regañaría a él. Pero tenía que sacar lo que sentía de alguna forma.

—Senpai y yo tuvimos una discusión —contestó finalmente. —Yo…le dije cosas que no debería y lo hice molestar

—¿Solo lo hiciste tú? Kakashi puede decir cosas hirientes a veces también cuando está molesto, es raro que suceda, pero llega a ocurrir —respondió Gai recordando aquella época en que Kakashi iba con el ceño fruncido a todos lados ignorando a todos o contestando de forma no muy amable. —De seguro te dijo algo que te provoco

—¿Cómo lo sabe? —cuestionó el castaño girándose a verlo.

—Porque tú siempre te diriges a él con mucho respeto, es raro que digas cosas que no deberías solo porque si, ¿no crees? —dedujo Gai

—Bueno, los dos dijimos cosas que no debíamos… —soltó el castaño agachando la cabeza.

—Eso suena más creíble —respondió Gai asintiendo. —Sabes que las cosas no se solucionaran solas, ¿verdad?

—Lo sé, es solo que…tengo miedo de confrontarlo, ¿y si sigue molestó? ¿Qué tal si solo lo empeoro?

—Entonces lo mejor es esperar a mañana que ambos tengan la cabeza un poco más fría —sugirió Gai

—Si, es lo mejor.

—Ahora, ¿tienes hambre? ¿Desde hace cuanto que estas aquí? —interrogó Gai

—Eh…yo, desde la tarde, pero estoy bien no tengo ham —antes de que pudiera terminar su oración su estómago gruño interrumpiéndolo y provocando que se sonrojara por la vergüenza.

—Parece que si tienes, ¡vamos a comer! ¡Un buen plato de curry hará que te sientas mejor! —exclamó Gai con los ánimos altos.

—No, yo, estoy bien —insistió Tenzō, pero antes de que pudiera oponerse estaba siendo arrastrado por Gai.

—Vamos, nos están esperando.

—¿Quién? —preguntó Tenzo

—Quede en verme con mi antiguo equipo, Genma y Ebisu, ¿los conoces? Por las misiones nos vemos poco pero aun nos reunimos a comer de vez en cuando

—Eh, creo que hice una misión con Genma hace unos meses —contestó dudoso. A pesar de tener un tiempo haciendo misiones como Jounin, aun no se terminaba de adaptar a aquel estilo de vida lejos de las sombras de ANBU, todavía le costaba hacer lazos con sus compañeros de Konoha; Kakashi lo hacía parecer fácil ya que todos los reconocían a donde sea que fuera.

—¡Perfecto! Y si no tienes donde dormir puedes pasar la noche en mi casa

—Eso ya sería abusar demasiado de tu amabilidad, y no quisiera hacer eso… —respondía de forma tímida al sentirse un poco intimidado por la intensa cortesía de Gai.

—No es nada hombre. Vamos para que te distraigas un poco por lo que te ocurrió —Gai soltó su agarre para darle un par de palmadas en la espalda indicándole que entrará al restaurante.

—Te dije que no tardaba en llegar, puedo reconocer sus gritos perfectamente a una distancia considerable —comentó Genma que esperaba sentado junto a Ebisu.

—¡Perdón por la tardanza! Invite a alguien más, espero no les molesté —indicó Gai señalando con su cabeza a Tenzo.

—Por un momento pensé que finalmente traerías a una chica —bromeó Ebisu acomodando sus gafas.

—El amor aun no llega, pero no importa, aun tengo mucha juventud por delante para esperarlo —contestó Gai hablando de una forma dramática que a Tenzō le parecía curiosa, pero noto que Ebisu y Genma parecían estar acostumbrados a ello.

Mientras los veía charlar animadamente sobre sus vidas sintió un poco de envidia. Ellos habían sido un equipo Genin, y ahora que todos eran unos Jounin seguían compartiendo un lazo de compañerismo. ¿Y él? No podía decir lo mismo. ANBU no era un ambiente amable donde la amistad se fomentará mucho. Únicamente podía rescatar dos lazos, su amistad con Yūgao y su relación con Kakashi. Era deprimente tener tan pocos lazos ahora que lo pensaba mejor.

—¿Y cómo esta Naruto? —le preguntó Genma sacándolo de sus pensamientos. —Así se llama ese niño, ¿no? Él gritón que corrió hacia a ti cuando regresamos de la misión.

—Oh, él…esta bien, lidiando con la academia —contestó sonriendo.

—¿También cuidas niños? —preguntó Ebisu. —El nieto del tercer Hokage está creciendo y me lo encomendó para su educación, pero es apenas un mocoso. Un ninja de elite como yo perdiendo el tiempo de niñera es inaceptable —se quejaba totalmente indignado.

—Vamos, no digas eso, piensa como Asuma, los niños son el futuro de Konoha, hay que encargarnos de llevarlos por el buen camino para que tengamos una aldea prospera —habló Gai

—Al fin has aprobado a un equipo de Genin, ¿No Gai? —preguntó Genma

—Si, y me encargaré de hacerlos ninjas hechos y derechos que aprovechen al máximo su juventud.

Tenzō de nuevo se perdió en sus pensamientos, recordando el motivo por el que dejo ANBU, para dedicarle más tiempo a los dos pequeños lazos que recién había formado: Naruto y Sasuke. Formar nuevos lazos lo ayudo a comprender mejor la vida fuera de la oscuridad, y hasta ahora se estaba dando cuenta de ello. Kakashi lo saco de las sombras, pero él siempre avanzo temeroso tras su senpai, necesitaba ser un poco más independiente de él. Quizá, socializar con otras personas le ayudaría también a mejorar su relación con Kakashi, a pesar de llevar tanto tiempo juntos y conocerlo tan bien, seguía cometiendo errores como en aquella ocasión al no ser asertivo con sus palabras.

Socializar más debía ayudarle con su relación de alguna forma.  Vio a los Jounin que lo rodeaban y sonrió. Incluso si eran algo ruidosos para su gusto -en especial Gai-, era un buen comienzo empezar a relacionarse con otras personas. Y definitivamente era mejor estas acompañado, que como un gato solitario en el parque.

.

.

.

Kakashi daba vueltas en la cama. Apretaba sus puños mientras respiraba agitado, hasta que finalmente se despertó de golpe. Llevo su mano a su rostro cubriendo su ojo izquierdo, había pasado tanto tiempo desde la ultima ve que tuvo una pesadilla.

Vio a su lado, el espacio vacío donde debería de estar Tenzō. Si estuviera ahí, no habría pesadillas, pero no estaba, por su culpa no estaba.

Se levantó para ir a la cocina por un vaso de agua intentando hacer el menor ruido posible para no despertar a los niños, bastante le costo dormir a Naruto que hizo berrinche por querer salir a buscar al castaño.

—¿No puedes dormir? —preguntó Sasuke saliendo de su alcoba.

¿Acaso estaba perdiendo sus habilidades como ninja que no podía ni siquiera tomar un vaso de agua sin hacer ruido?

—¿Qué haces despierto? —preguntó en un susurro viendo al Uchiha.

—Naruto me tiro de la cama

—Tal vez ahora si sea momento de reconsiderar buscar una casa más grande donde cada uno tenga su habitación propia —comentó Kakashi.

—No, a mí me gusta dormir junto Naruto. —alegó Sasuke. —Incluso si me tira de la cama, hace que no tenga pesadillas.

—Lo entiendo. —Kakashi se quedo callado un momento.

—¿Si buscaras a Tenzō mañana? Si no lo haces tú lo haremos Naruto y yo cuando salgamos de la academia, deben reconciliarse —habló como si fuera una orden.

—¿Por qué tanto interés por eso? —preguntó Kakashi

—Porque Naruto esta preocupado, y…eso es lo que los papás hacen.

—¿Lo que los papás hacen? —repitió confundido Kakashi.

—Si, ¿acaso tus papás no peleaban y se reconciliaban después? —indagó Sasuke arqueando una ceja.

—No lo sé, mi mamá murió cuando era demasiado joven así que no se si lo hacían.

—Oh, pues…mis papás si hacían eso. Ellos actuaban como tú y Tenzō; Cuando peleaban, papá se la pasaba fuera de casa molestó, y mamá se ponía triste, pero al final del día… papá siempre regresaba, charlaba con mamá y todo se arreglaba. —Sasuke agacho la cabeza mientras recordaba aquellos días junto a su familia, donde Itachi lo calmaba cuando sus padres peleaban. —Deben arreglar las cosas, eso es lo que los buenos papás hacen

—Tal vez no seamos tan buenos papás entonces —contestó Kakashi

—Pues tienen que esforzarse en serlo porque para Naruto lo son; toda esta situación lo tiene triste y yo no quiero vero así, y…él dijo que Tenzo también puede estarlo, así que debes solucionarlo mañana —ordenó Sasuke cruzándose de brazos.

 —Eres demasiado mandón para ser pequeño, pero vere que puedo hacer.

—Bien —Sasuke se le quedo viendo fijamente, como si hubiera algo más que quería decir pero no pudiera.

—¿Qué pasa? ¿Quieres una cuerda para amarrarte a la cama y qué Naruto no te tiré? —preguntó de forma sarcástica Kakashi.

—Tú también te ves triste —Sasuke infló su pecho, parecía costarle trabajo seguir —¿Quieres un abrazo o algo así? —preguntó finalmente rodando los ojos.

Kakashi lo veía sorprendido. Desde el momento en que Sasuke llego a aquel lugar les dejo bien en claro a Yamato y él que no le gustaba tanto el contacto físico con otras personas -que no fueran Naruto-. Incluso aquella vez que se raspo la rodilla en la academia, prefirió regresar cojeando a casa antes que permitir ser cargado por alguno de los dos mayores.

—¿En serio quieres eso? —cuestionó Kakashi

—Si no aceptas en los próximos 5 segundos me voy de aquí —replicó Sasuke desviando su mirada con un poco de vergüenza, ni él se creía lo que había dicho.

—No voy a desperdiciar una oportunidad así —Kakashi se puso a la altura del Uchiha para rodearlo con sus brazos, y aunque al inicio Sasuke mantuvo su postura de chico fuerte, un sentimiento nostálgico lo invadió y le correspondió recargando su cabeza en el hombro de Kakashi.

Era diferente a cuando Naruto lo abrazaba en los días lluviosos porque al rubio lo asustaban los truenos; el abrazo de Kakashi se sentía igual de cálido, pero esa sensación tocaba en sus recuerdos, llevándolo a pensar en su familia; No en sus memorias tristes de aquella noche lluviosa, sino en las felices, todos esos momentos alegres que tuvo antes de la tragedia. Su corazón iba cediendo poco a poco en sustituir la carga pesada del odio con amor, yendo contra el destino impuesto en su linaje.

Ya era otro día y Tenzō de nuevo estaba sentado en una banca. Después de ser obligado por Gai a aceptar pasar la noche en su casa, le prometió que hablaría con Kakashi, pero seguía dándole vuelta a lo que le diría y agarrando valor para volver a casa a confrontarlo. ¿Una simple disculpa seria suficiente? Probablemente no.

—Te encontré —escucho una voz ronca frente a él, bajo la mirada para encontrarse a Pakkun, y si él ninken ahí entonces su senpai debía estar cerca.

—¿Podemos hablar, Tenzō? —preguntó Kakashi haciendo que el castaño se girara para encontrarse con el Hatake parado sobre un árbol.

—¿En serio usaste a Pakkun para buscarme? —cuestionó Tenzō escuchando a la invocación desaparecer en una nube de humo.

—Si, ya sabes que lo uso para cosas importantes —respondió Kakashi.

Tenzō sintió su corazón latir rápido por ser considerado algo “importante”. Tal vez las palabras que diría aun no estaban listas, pero su corazón si lo estaba para charlar con Kakashi y arreglar las cosas. —Bien, hablemos, senpai.

Notas finales:

No se si alguien siga leyendo esto (? pero aquí sigo actualizando, gracias por llegar hasta aquí!


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