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Physical por jotaceh

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Notas del capitulo:

Hola a todos... creo que escribiendo este capítulo me puse un poco sad... de todos modos, espero les guste.

 

Nos leemos!!! Espero que todos sus sueños se estén volviendo realidad!! :D

Tomás V

 

Ha sido la experiencia más hermosa que he vivido en mi vida, porque realmente me he dado cuenta que estoy enamorado de Enrique. Estoy muy contento de decirles que he perdido mi virginidad con él. ¿Pueden creerlo? Este bebote ha perdido su inocencia con el bebé más guapo de todo el kínder.

Se puso celoso porque Marcelo se ha acercado mucho, por lo que en ese instante supe que su amor era verdadero y es que, si teme perderme, es porque me valora. No lo pensé dos veces, iba a estar solo durante la noche en el departamento. Lo invité a que me fuera a visitar y así, hacer el amor. ¿No es hermoso?

Todavía suspiro de recordarlo. Mi novio es tan guapo, con esos músculos marcados, ese cabello rubio rebelde y sus grandes ojos azules. Y en la cama, ¡ay diosito! Es todo un semental. Ok, me dolió de principio a fin, es verdad, llegué a ver a la virgencita cómo se asombraba de mi sodomía, pero fui valiente como yegua de campo. Porque de eso se trata el amor, de soportar todo con tal de ver feliz a tu onvre. Espero que para las próximas veces me duela menos, aunque con lo grande y grueso que tiene el pene Enrique, dudo que me deje de dolor tan fácil.

-Te amo –dije cuando acabó, tan solo que no alcanzó a escucharme porque se quedó dormido. Pobrecito, se había cansado.

Lo dejé allí recostado, mientras le contemplé como el ángel que es. Creo que me acuerdo de cada centímetro de su piel, y es que le saqué muchas fotografías con mi celular. ¡No es porno! Es solo recuerdos de mi primera vez.

Luego de unas horas, despertó agitado. ¿Habrá tenido una pesadilla?

-¿Qué hora es? Ya es muy tarde, mejor me voy –estaba asustado y no sabía por qué, tampoco quise preguntarle, solo atiné a acompañarlo a la salida.

Caminamos por el pasillo y cuando llegamos a la sala escuchamos los gemidos de una mujer que aparentemente estaba teniendo sexo. ¡Santa Cachucha! Que mi mamá se había traído a su pareja y estaban copulando en el sofá.

Cuando Enrique observó la escena quedó congelado, creo que ver a su jefa en los brazos (y otras extremidades sin hueso) de un hombre desconocido lo perturbó demasiado.

-¿Qué están haciendo? ¡Váyanse! ¡Largo! –Patricia al darse cuenta de nuestra presencia comenzó a gritar desesperada.

Mi novio le hizo caso y se fue corriendo, y eso me ha causado mucha curiosidad, porque estoy seguro que le vi llorar. ¿Por qué lo habrá hecho? Quiero pensar que seguía emocionado por nuestra primera vez, aunque algo me dice que debe tratarse de un asunto entre él y mi mamá. ¿Será verdad?

-Así que éste es tu hijo. Menudo monstruo pariste, Patita – el sujeto que acompañaba a mi mamá se subió el pantalón y se acercó para revisarme, como si fuera un adefesio.

-Hugo, no le digas así, que es mi hijo, algo de sentimientos tiene –

-¿Cómo que algo? Obvio que me duele que me digan que soy feo – no podía creer el actuar de esos dos adultos. ¿Acaso no tienen empatía?

-Ahora entiendo por qué te da vergüenza. Tú eres hermosa y tienes a esta cosa como pariente. ¿Qué vas a hacer cuando la prensa se entere? –

-No lo hará, lograré cambiarlo antes que eso suceda. No dejaré que el mundo sepa que esta cosa salió de mí –

¿Les ha pasado que en algún momento no pueden reaccionar? Como si su cerebro se hubiera apagado y se quedan allí, parados sin hacer nada, mientras todos se burlan de ti. Eso me pasaba en el colegio, cuando mis compañeros me decían que era una vaca maricona, que mi trasero olía a caca de cerdo. Nunca me pude defender, ¿cómo lo haría? Si terminé creyendo todo lo que ellos me decían.

Eso mismo me ocurrió en ese momento, tan solo que ahora había una gran diferencia. Mi mamá era quien me estaba atacando.

-¿Eso piensas de mí? - le pregunté a Patricia mientras se seguía vistiendo, dificultada por lo mareada que se encontraba. Había bebido demasiado y se notaba en tus movimientos torpes.

No pude soportarlo, no podía aguantar que mi mami me dijera eso.

-¿Sabes cuánto me hiciste falta cuando era chico? Me abandonaste cuando más te necesitaba, pero por lo menos quería pensar que me querías, que me aceptabas como era y ahora... ahora me doy cuenta que me abandonaste porque te doy asco –le dije llorando, con la voz entrecortada y la garganta apretada. Me dolía, me desgarraba el pecho escuchar esas palabras. ¿Acaso no me quiere ni siquiera un poquito?

No podía estar ahí, por lo que cuando desperté de mi letargo, corrí a encerrarme a mi cuarto. Ahí donde hace poco había sido feliz y ahora estaba destruido, triste y desolado.

Me vi al espejo y contemplé aquel monstruo del cual todos se burlan, me toqué la barriga asquerosa, mis pelos horrendos y este rostro que nada se parece a la belleza de mis padres. ¿Por qué soy tan feito? ¿Por qué?

Me vi las muñecas, esas que solía cortar cuando tenía quince, cuando pensaba que el dolor físico era mejor que el del corazón. Hubiera preferido mil veces recibir golpes de mis compañeros que sus palabras ofensivas, porque lo moretones y la sangre desaparecen, sin embargo, las ofensas se quedan grabadas para siempre.

Quería huir, abandonar esa realidad que se había presentado gris delante de mis ojos, y sin saber por qué, comencé a golpear mi rostro con mis puños.

-Feo, feo... eres un bebé feo –me dije mientras la sangre recorría mi rostro.

Pero el dolor en mi pecho no se disipó, aun cuando mi rostro había quedado desfigurado por mi propia acción.

-¿Qué estás haciendo? ¿Por qué gritas? –escuché a Patricia golpeando la puerta.

-¿Nunca me has querido? –

No tuve respuesta.

-¡¿Nunca me has querido?! –grité desesperado.

-Nunca quise tenerte. Eres el peor error que he cometido... ¿eso quieres escuchar? –

No, jamás quise escuchar eso. Y ahora, esas palabras no las puedo borrar de mi mente, están grabadas para siempre. Ni siquiera mi propia madre me ama, soy solo un error. Entonces ¿por qué nací? Tal vez debería dejar de existir para no molestar a nadie más. Es lo que siempre he pensado, soy solo un estorbo para todos quienes me rodean. 

 


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