Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Physical por jotaceh

[Reviews - 51]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos!!!

Espero que estén muy bien y que todos sus sueños se estén haciendo realidad.

 

Hoy les traigo un nuevo capítulo, espero les guste!! Hice unas revisiones a los capítulos anteriores, así que han habido unos pequeños cambios porque tenía algunos problemas de continuidad, espero puedan comprender.

 

Nos leemos pronto!!! :D Los adoro!

Tomás VII:

 

Recordé la mañana en que desperté, cuando tenía diez años, y fui hasta el cuarto de mis padres. No había nadie. Corrí por toda la casa buscándolos y no los encontré. Recién en la tarde, mi papá llegó y me encontró en la cocina, escondido en uno de los gabinetes, comiendo mi cereal.

-¿Y mamá? –pregunté limpiándome los mocos.

-Tomasito, la mamá... no va a volver –

-¿Por qué? ¿La volví a molestar? –

-No, hijo, tú no tienes la culpa de nada –

-Pero ella siempre me dice que yo tengo la culpa, que si no hubiera nacido seguiría con su carrera –

Nunca tuve respuestas a esas preguntas, y a día de hoy estoy seguro que Patricia nos abandonó por mi culpa, porque le avergonzaba, porque nunca fui planificado y fui la razón por la que la famosa modelo perdió su estatus. Ella misma admitió que nunca quiso parirme.

Marcelo fue un par de veces a visitarme. La segunda vez llegó muy enfadado, había hablado con mi novio y se había enterado de lo ocurrido. Traté de explicarle que no había sido una violación, porque yo fui por mis propios medios, tan solo que él no me creía.

-¿Tú querías hacerlo? ¿Lo disfrutaste? –me preguntó Bontempi.

-Bueno... en las pornos siempre muestras que es divertido –

-No te estoy preguntando eso. ¿Lo disfrutaste? –

No quería responder, porque era un asunto que no deseaba tratar.

-¿Lloraste mientras ocurría? –

-Sí... creo que sí –bajé las defensas y respondí sin pensar.

Era verdad, dentro de todo lo que había ocurrido, de pronto comencé a llorar.

-¿Y Enrique se detuvo o te preguntó si estabas bien? –

-No...-

-¿Te das cuenta que él vio que estabas sufriendo y no hizo nada? Supo que no querías seguir, que te estaba haciendo daño y no se detuvo, porque jamás fue consensuado. El hecho de aprovecharse de la debilidad de otra persona, aun cuando haya ido por su propia voluntad, sigue siendo una violación. Nada justifica lo que te hizo –Marcelo terminó diciéndome muy convencido.

Luego de escuchar sus palabras no quise seguir la conversación, me di media vuelta aún acostado en la cama y le ignoré el resto del tiempo que estuvo allí. Se terminó yendo al comprender que no conseguiría nada más.

-Solo quiero que sepas que puedes contar conmigo para lo que necesites –fue lo último que dijo antes de marcharse.

Estuve dos semanas sin salir de mi cuarto, no tenía ánimos para nada. Y todo hubiera seguido así, si mi amiga Celeste no hubiera venido a visitarme hace un par de días. De pronto, sin siquiera avisarme, apareció en mi puerta, diciéndome que venía a cuidarme.

-Ah, y le acabo de cortar la cara al hijo de puta de Enrique –dijo mientras entraba a la casa.

-¿Qué? ¿A qué te refieres con eso? –

-¿No entendiste? Que le corté, saqué mi navaja y se la pasé por la mejilla. Vamos a ver si ahora se cree tan bonito el perro culiao. Acabo de salir de la cárcel, me tuvieron toda la noche, pero al final nadie puso cargos, así que me dejaron libre –

-¿Qué? ¿Por qué hiciste eso? –

-Porque se metió con mi mejor amigo, con mi hermano. Y eso no se lo voy a permitir a nadie –

No quería discutir con ella del problema en el que se había metido. Por lo que me regresé hasta mi cuarto, quería seguir comiendo mi cereal de chocolate, la comida más rica del mundo.

-De nuevo estás comiendo convulsivamente. ¿Te das cuenta que no estás bien? –

-¿Crees que podría no darme cuenta? –

-¿Entonces por qué no has hecho nada? –

-Porque él es la única persona que me ama... y si... y si lo pierdo... yo... me muero. No quiero, no aguantaría que me abandonara –me dieron tantas ganas de llorar, tantas que me perforaron el pecho.

-Ay, Tomás... Chiquitito, no es tu mamá ¿te das cuenta? –

Me quedé sentado en la cama, con un puñado de cereales en mi mano. Sus palabras me afectaron como un virus a un computador viejo, me quedé pegado mucho tiempo tratando de comprender lo que me decía.

Mi mamá llegó esa noche y encontró a Celeste viendo televisión en el salón.

-¿Quién eres tú y qué haces en mi casa? –preguntó alterada Patricia.

-Soy la mejor amiga de Tomás, Celeste Vásquez, ¿no se acuerda de mí? –

-Has crecido mucho, no te veo desde que tenías ¿cuántos? ¿Diez años? –

-Sí, cuando abandonó a su hijo –

Un silencio incómodo se formó entre ellas hasta que llegué al lugar.

-¿Puede quedarse a vivir? –pregunté dirigiéndole la palabra. Había intentado ignorarla desde la discusión que tuvimos, pero ahora era necesario contactarla.

-¿Qué? ¿Cómo que a vivir? –

-Es que no tiene dónde quedarse aquí en la ciudad-

-Sí, me vine a proteger a su hijo porque le han hecho mucho daño y usted ni cuenta se da –

-Hoy conversé con Enrique y me contó lo que sucedió. Según él no fue una violación, pero de todos modos lo despedí, no quiero estar cerca de gente que es capaz de algo tan terrible –

-¿Y por qué no habló con su hijo mejor? Él la necesita más que nunca y usted ni le ha hablado -

-Celeste, por favor no te sigas entrometiendo... ¿Cómo que lo despediste? No puedes hacer eso, es de los profesores más cotizados de Physical. Además, es mi novio, ahora no lo voy a ver nunca más. Debe estar desesperado... Llámalo, tienes que contratarlo de nuevo – colapsé, la idea de perderle estaba cada vez más cerca y no podía soportarlo.

Me acerqué a mi mamá y le puse el teléfono en las manos. Tenía que pedirle disculpas a mi novio, conseguir que todo volviera a la normalidad, que le dijera que lo sigo amando y que soy capaz de perdonar cualquier error que haya cometido.

-¿Le quieres cerca? ¿Después de toda la mierda que te ha hecho? –Celeste se enojó con mis palabras.

-Lira no es como tú crees, es un oportunista. Yo que tú no confiaría mucho en sus palabras. Probablemente no te quiere y solo se aprovechó porque sabe que eres mi hijo –sus palabras me desestabilizaron. Me enfadé, no podía soportar que dijera tales calumnias.

-¡Enrique me ama! ¡Todo ha sido verdad! Y ustedes dos ahora van a arruinarme la vida, me van a alejar de él- tenía una mezcla entre rabia, impotencia y pena. Lo único que tenía claro es que perder a mi novio no era una opción.

-Ya lo despedí y no hay vuelta atrás, ¿entendido? Ahora me voy a mi cuarto que estoy muy cansada -

-Entonces... ¿puedo quedarme a vivir? Como no dijo nada supongo que sí ¿verdad? –preguntó Celeste.

-Está bien, pero trata de cuidar bien de Tomás –

-Como siempre lo he hecho, señora –

No quise seguir allí. Mi vida se pone cada vez peor, ahora perderé lo único que le daba sentido a mi vida. Enrique no querrá volver a verme jamás y eso me parte el alma, porque es el amor de mi vida, porque es todo lo que necesito y por una estupidez me va a abandonar. ¿Qué puedo hacer ahora para resolver todo? 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).