Enrique XII:
No me he podido sacar de la cabeza a Apolo, desde aquel día en que me besó. No estoy seguro si es por algún interés romántico, más bien es porque me intriga mucho, es como un enigma y yo me he convertido en un detective. Estoy obsesionado con él, pero es muy distinto a lo que siento por Miguel.
Desde nuestro primero encuentro, el muchacho se me acercó constantemente para hablar. Primero eran conversaciones vagas, sobre temas sin sentido, tan solo que de a poco el nivel fue subiendo y él comenzó a preguntarme reiteradamente sobre el círculo cercano a Patricia. Me pareció extraño, pero nunca le comenté.
-¿Me quieres decir que lo ves muy parecido al hijo de Patricia? –me preguntó el cantante una tarde en que, por alguna razón que no recuerdo, terminamos charlando sobre Miguel.
-Es una sensación que hasta Celeste tiene, y ella era muy cercana a Tomás –
-Pero puede ser que solo extrañan mucho su presencia –
-Es probable, pero somos capaces de crear este tipo de teorías por el hecho que nunca encontraron su cuerpo. Eso es algo que no nos ha terminado de convencer, por eso guardamos la esperanza de encontrarlo con vida –
No pensé que la conversación pasara de eso, que moriría en Physical esa tarde. Sin embargo, a los días fui interceptado por Celeste, que estaba muy alterada por algo que había descubierto hace muy poco.
-Y delante de Apolo, mi bebote confesó que tuvo un accidente hace dos años, que estuvo en coma por seis meses y debieron operarle el rostro porque había quedado deformado. Aunque eso no es todo, porque lo más importante, es que perdió la memoria y no recuerda quién era antes… ¿Te das cuenta? Todo calza ahora, él puede ser perfectamente Tomás, por eso… por eso nuestra cercanía con él así tan de repente -no respiraba de lo exaltada que se encontraba.
Escuché todo lo que tenía por decirme, tan solo que había algo que me llamó más la atención que todo el resto, y fue el hecho que Apolo estuviera involucrado en toda esa revelación.
-¿No te parece extraño? -le pregunté a la muchacha.
-¿Qué mierda? Si es lo más genial que me ha sucedido el último tiempo-
-Pero ese cantante nuevo llega de la nada como una celebridad y de pronto sabemos que es novio de un sujeto que supuestamente sufrió mucho por Patricia. Y justo ahora, ese mismo chico nos ayuda a revelar el secreto de Miguel. ¿No te parece que se ha entrometido mucho en esta historia? –
-Quiere destruir a Patricia, entiendo que desee utilizar a Miguel para eso… Y está bien, porque esa perra merece que le den un castigo después de todo lo que ha hecho –
-Ese tipo no me da buena espina, estoy seguro de que oculta algo –
-Lo que a ti te sucede es que sigues enamorado de Patricia y no quieres verla destruida, por eso estás desconfiando de la primera persona que tiene las posibilidades de lograrlo ¿no? ¿Tanto te asusta que sufra? -me encaró con enfado, como si no nos hubiéramos hecho cercanos estos últimos años.
No quise continuar con la conversación porque sería incapaz de seguir con mis argumentos. Y es que, mierda, estuve tantos años enamorado de esa mujer que tal vez la estoy protegiendo sin querer, ya por costumbre.
Me alejé de las dudas, caminé por los pasillos del gimnasio en búsqueda de alguna distracción y lo único que me encontré fue con Miguel. A lo lejos, al otro extremo del corredor le vi barriendo, concentrado en lo que estaba haciendo.
Mi primer impulso fue hablarle, acercarme para conversar lo que había sucedido, de lo que todos estaban sospechando, tan solo que luego comprendí qué traía en el fondo aquella verdad. Si era cierto que era en realidad Tomás, eso significaba que se trataba del mismo chico del cual me aproveché, de quien me burlé y a quien dañé terriblemente. Miguel sería el chico del cual abusé, y eso me dolió profundamente.
No, ya no estoy enamorado de Patricia. No podría estarlo porque por fin he comprendido todo el daño que ha hecho, y todo la influencia negativa que ha sido en mi vida. Me ha costado, pero he entendido que es una mala mujer, alguien de quien no puedo confiar, todo lo contrario, debo tener cuidado.
En cambio, lo que siento por este chico es totalmente distinto. No hay maldad en lo que siento, todo lo contrario, solo me lleno de ternura y alegría cada vez que le recuerdo, como si estuviera embobado con su rostro, con su sonrisa y con la timidez que le invade cada vez que estamos cerca.
Por eso, ese día al verle a lo lejos, no pude acercarme. Lo único bello que me ha pasado el último tiempo, se había desvanecido en la lluvia inquietante de la verdad, de aquella identidad que escondía detrás de aquel disfraz.
-¿En realidad estás interesado en él? -escuché la voz de Apolo a mi espalda.
-¿Por qué pareciera que estás siempre en todas partes? –
-Tal vez soy dios -me mofó en mi cara, viéndome como si fuera un niño pequeño.
-¿Por qué me besaste si estabas en pareja con ese hombre? – se me salió de la boca esa pregunta sin poder retenerla.
-Somos adultos y comprendemos que las parejas tradicionales condicionan todo a la pertenencia, pero no somos así, somos libre… Que tenemos una relación abierta. Él me permitiría estar con un chico guapo como tú… -acarició mi pecho con su dedos, mirándome fijamente a los ojos. Es realmente guapo.
-¿Solo quieres follar? ¿A eso te refieres? –
-Parece como si te hubiera desilusionado… -
-No, no es eso… Solo me da coraje que todo el mundo piense que soy un imbécil, que no me doy cuenta lo que sucede a mi alrededor –
-¿Y qué sería lo que pasa aquí? -seguía viéndome como un inferior.
-Te acercaste a mí porque soy cercano a Patricia, porque aun después de todo lo que ha pasado, sigo trabajando para ella y eso no solo significa que yo soy un tarado, sino que ella confía todavía en mí. Lo que sí no puedo entender, es para qué puedo servirte –
No quería más secretos, así que revelé todas mis conjeturas ante la mirada sorprendida del cantante. Al terminar mis palabras, él no hizo más que reír, reconociendo así mi triunfo.
-Ok, lo admito. Pensé que eras imbécil, pero al parecer, no lo eres tanto-
-Entonces… ¿qué es lo que quieres de mí? –
-Quiero que seas tú quien le diga que su hijo está vivo, y muy cerca de ella… Eres tú quien debe decirle que Miguel es Tomás -fue al grano, serio como no le había contemplado antes.
-¿Qué? ¿Y por qué yo? ¿No sería mejor que fuera él mismo? Es su madre –
-Porque tu palabra vale más, estoy seguro de que sí le tomará el peso que amerita. Si va Miguel directamente, solo creerá que es un aprovechado, alguien interesado en su dinero –
-Puede que siga confiando en mí, pero no sé si hasta ese punto –
-Estoy seguro de que después de ella, eres la persona que más quería que Tomás desapareciera. Creo que, si se lo cuentas tú, preocupado por tu situación, no tendrá otra opción más que confiar –
-¿Quería que Tomás desapareciera? ¿Por qué crees eso? –
-Me he informado bien, sé perfectamente todo lo que sucedió hace dos años. ¿Quieres que te recuerde lo que le hiciste? -su tono era de amenaza, la misma furia que tenían Marcelo y Celeste en ese tiempo.
-He cambiado mucho desde entonces –
-Me da igual. Con que Patricia siga creyendo que no lo has hecho, me basta-
-Ya antes me parecías sospechoso, y ahora mucho más. ¿Por qué me da la impresión de que te afecta todo lo que está sucediendo? ¿Por qué siento que me odias por lo que le hice a Tomás? –
-¿Tengo que haber conocido a alguien antes para despreciar a quien le violó? Lo que hiciste es despreciable para cualquiera que se entere… Cuando lleguen los resultados del examen de ADN que le hicimos a Miguel, tú tendrás que decirle a Patricia que él es su hijo –
-¿Y qué si no lo hago? -a esas alturas ya estaba enfadado por su desdén hacia mí.
-Bueno querido, te acabo de ver viendo detenidamente a Miguel. Puede que tú o hasta Celeste le convenzan de que estás arrepentido, que has cambiado, que lo que le hiciste hace dos años puede ser olvidado, pero… si yo me lo propongo, puedo hacer que te vuelva a odiar, que te recrimine por todo lo que le hiciste y que te denuncie por violación de una vez por todas. Es mi admirador, ¿lo sabías? Tengo mucha influencia en él –
-¿Es una amenaza? –
-Tómalo como quieras, si lo que te estoy pidiendo hacer es en directo beneficio de Miguel ¿no? –
-¿De él o tuyo? ¿Lo estás ayudando o te estás aprovechando? –pero no me respondió, soltó una risita y luego se marchó.