Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Physical por jotaceh

[Reviews - 51]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos!!

 

Espero estén muy bien y que todos sus sueños estén cumpliendo. Hoy les traigo un nuevo capítulo, que no es tan movido como los anteriores, pero que nos da una pisca de cómo irá evolucionando desde ahora Physical!! :D

 

Espero les guste!!

Los adoro!!! *-*

Marcelo XI:

 

 

-Está bien, te ayudaré -terminó diciendo Apolo.

 

Sebastián estaba feliz porque seguiría teniendo su apoyo. Probablemente hubiera continuado de todos modos, tan solo que tener al hijo de su enemiga de su parte es de gran ventaja. ¿De qué forma quiere que le ayude? Eso es algo que en su momento a nadie nos importó, estábamos demasiado desconcertados asumiendo que el cantante era realmente Tomás.

 

-¿Tú ya lo sabías? -me susurró Celeste mientras no íbamos, pero no quise responderle.

 

Como perdedores abandonamos la mansión de Foster, asumiendo que nada de lo que habíamos hecho sirvió para algo, o por lo menos no para nuestro beneficio. 

 

Miguel se nos unió en el camino, aunque se fue detrás de nosotros conversando con Enrique, tenían mucho de qué hablar suponiendo que siguen teniendo un interés romántico. El único que no salió con nosotros fue Apolo, que se quedó con su manager ultimando los detalles de su plan.

 

-¿Crees que sea seguro dejarlo ahí con ese lunático? -pregunté en voz alta cuándo ya nos habíamos alejado lo suficiente.

 

-Todavía le sirve, no creo que le haga daño -respondió Celeste.

 

-Tienes razón…-

 

-¿Ahora si me puedes responder? ¿Sabías desde antes que el cantante era en realidad mi amigo? -

 

-Te lo dije muchas veces, Miguel ni siquiera se parecía a Tomás y… Apolo siempre me atrajo de una manera que no podía explicar, algo en él me parecía familiar, pero siempre deseché la idea que fuera el gordito porque era estúpido. ¿Cómo iba a imaginar toda esta historia tan complicada? Parece más la narrativa de una novela de suspenso -

 

-Qué tierno… supongo que eso es amor del verdadero ¿no? Seguías atraído hacia él incluso cuando cambió por completo -

 

Sonreí tímidamente y es que sabía que no era el momento para reaccionar a semejante comentario. 

 

-¿Qué crees que le haga hacer Sebastián? -cambié de tema.

 

-No lo sé, con lo loco que está puede ser cualquier cosa, pero lo único de lo que sí estoy segura es que yo estaré a su lado para ayudarlo. No pienso dejarlo solo nuevamente -

 

-¿Te sigues sintiendo culpable? -

 

-¿Tú no? Por nuestra culpa decidió terminar con su vida ¿no? Si no hubiéramos jugado con sus sentimientos quizás nada de esto estaría ocurriendo ahora -

 

-Quizás era lo que tenía que suceder ¿no? -

 

-No puedo ser tan práctico ni Zen como tú. No puedo sacarme de la cabeza que fui culpable de lo que le sucedió-

 

No quise seguir con la conversación y es que tampoco me hacía bien ahondar más en aquel asunto. 

 

Huí, me fui muy lejos para no afrontar mi culpa, para no recordar que algo me hacía falta, que había ayudado a deshacerme de Tomás. Jamás fue mi intención, pero ocurrió finalmente, como tampoco planifiqué enamorarme de él, tanto que aun cuando se haya transformado en otra persona, diametralmente opuesta, acabé reconociéndole. ¿En realidad ya no me culpaba de su muerte? ¿A quién quería engañar?

 

Me cuesta dormir en las noches intentando buscar alguna luz de esperanza, algún detalle que me explique que todo lo que ocurrió no fue tan grave, no fue tan horrible, pero jamás he llegado a ese aspecto y es que no puedo separarme de la culpa. He creado una armadura, una muy brillante y poderosa, para el resto sigo en pie, dispuesto a luchar y a levantar mi espada para seguir luchando, tan solo que en el fondo, bajo esa coraza, estoy completamente destruido, temo a cada paso que doy, cada palabra que digo la analizo mil veces para estar seguro que no cometo nuevamente un error mortal. No, no puedo perdonarme, y tal vez jamás lo haga.

 

-¿Qué haremos? -se nos acercó Enrique cuando terminó de conversar con Miguel, pero no le tomamos atención, porque fue el muchacho el que nos preocupó.

 

-¿Qué le hiciste, hijo de puta? ¿Por qué está llorando? -le recriminó Celeste antes de ir a consolar a su amigo.

 

-Nada… no hice nada… solo le dije la verdad…-

 

-¿Qué verdad? ¿Que te terminaste enamorando de Tomás y como él no lo es no sientes nada ahora? -le recriminé y es que pensé que había cambiado, pero al parecer sigue siendo el mismo insensible de siempre.

 

-¿Qué querías que le dijera? ¿Que le mintiera? Si ni siquiera yo estoy seguro de lo que siento. ¿En realidad me enamoré de alguien o solo era la culpa? -

 

-¡Pero no era el momento! Él ha sufrido igual que todos nosotros y eso que nada tiene que ver con nuestra historia, es el único inocente de toda esta historia… - Celeste le defendió mientras secada sus lágrimas con sus manos.

 

-Está bien… no te alteres. Me merezco su rechazo, más que mal soy solo un impostor -el muchacho terminó hablando, aunque apenas y pudimos distinguir sus palabras porque el sollozo era más fuerte.

 

-Hay algo cierto dentro de todo lo que acaba de decir Celeste. Culpables o inocentes, los cuatro estamos metidos en este lio y no podemos quedarnos con los brazos cruzados. Todos le debemos algo a Tomás y este es el momento indicado para pagar nuestra deuda. Haga lo que haga, estaremos a su lado para ayudarlo… no para seguir las órdenes de Sebastián o para vengarnos de Patricia, sino que para protegerlo. ¿Están de acuerdo? ¿Cooperaremos? -

 

Detuve la discusión que estaba naciendo y es que no es el momento para divisiones, debemos ser fríos y olvidar nuestros dolores por un tiempo, para concentrarnos en Tomás, en Apolo.

 

-Tiene razón. Mientras no saldemos nuestra deuda con Tomás, no podremos continuar con nuestras vidas. Terminemos con esta pesadilla primero y después arreglemos nuestras diferencias -Enrique estaba de acuerdo.

 

-Tú le debes mucho más que nosotros…-Celeste era un hueso duro de roer.

 

-Yo le hice daño porque era un imbécil, lo admito. Pero, ¿y tú? Eras su mejor amiga, casi su hermana, y aun así le dañaste… -

 

-¡Chicos! ¡Chicos! No es el momento…-intenté detenerlos.

 

-Yo estoy dispuesto a cooperar, no sé si lo hago porque me siento culpable de haber utilizado el nombre de Tomás o si es porque admiro mucho a Apolo… lo único que sé es que mi vida era una mierda antes de conocerlos a todos ustedes y ahora, aunque he sufrido, también he vivido, creo que nunca antes me había sentido tan vivo y por eso voy a hacer hasta lo imposible con tal de ayudarlos. No dejaré que a ninguno le suceda algo, llegaremos todos a salvo al final -proclamó Miguel, convencido de una forma tan aguerrida que los tres quedamos sorprendidos, nunca le habíamos visto tan seguro.

 

-Está bien…si estamos todos metidos en lo mismo, ni modo. Seamos un equipo -finalmente Celeste cedió y de esta manera, los cuatro llegamos a un acuerdo. No importa qué es lo que nos depare el futuro, protegeremos a Tomás y a los demás a como dé lugar, no dejaremos que nadie nos utilice nuevamente.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).