Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Physical por jotaceh

[Reviews - 51]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos!!

Espero estén muy bien y que todos sus sueños se estén cumpliendo, hoy actualicé esta historia y espero les guste!!

 

Cuidense mucho y recuerden que los quiero mucho mucho <3

Miguel VI:

 

 

Siempre he sentido que no soy digno de esta vida, por más que me esfuerce, siempre sucede algo que me hace entender esto. Por un tiempo pensé que lo mejor fue haber perdido la memoria y es que sentía que no había nada memorable que recordar. Un chico pobre como las ratas, basureado por todos por ser débil, sin estudios ni riquezas, simplemente valía nada. Y así llegó la mejor de las oportunidades, me convertí de pronto en el hijo de una famosa modelo, en un niño rico que podría tener todo lo que quisiera, con amigos que serían capaces de dar la vida por él y con un chico guapo que se había enamorado de mí. Sí, era lo mejor que me ocurría desde que abrí los ojos, tan solo que era mentira, no era el niño rico sino que el mismo pobre de siempre, no era Tomás, solo era un Miguel más.

 

¿Por qué la vida se ensaña conmigo? ¿Por qué me da de probar de la dicha si me quita el bocado de inmediato? Es como si hubiera nacido para la desgracia.

 

-Entonces de quien te enamoraste al final es de Apolo -comenté levemente mientras caminaba al lado de Enrique, ni siquiera le quise mirar a los ojos.

 

Habíamos salido de la casa de Sebastián, ahí donde todos nos enteramos que el cantante que tanto admiraba era en realidad el hijo de Patricia, a quien todos han buscado todo este tiempo. Por un lado me sentía aliviado de saber que la persona que mis amigos aman estaba con vida, tan solo que ese sentimiento se manchó muy pronto cuando la envidia floreció.

 

El amigo por el cual Celeste daría la vida era Apolo, no yo, no era a mí a quien quería la única amiga que he tenido. Siempre admiré al cantante por su belleza y su talento, siempre quise ser como él, esa mezcla exótica, tan orgullo de sí mismo y tan andrógino, tan femenino, tan valiente. Ahora resulta que tenía todo lo que yo siempre he querido, si antes era perfecto, ahora se ha convertido en un dios. Y lo más importante, es que él es a quien Enrique ama.

 

-No lo sé… ya ni siquiera sé si soy capaz de amar a alguien -respondió el hombre.

 

-Pero lo que sí sabes es que no es de mí -

 

-No he dicho eso -

 

Caminamos sin mirarnos y es que no éramos capaces de enfrentar la conversación. Era necesaria, sí, porque ya no aguantaba la duda, pero eso no hacía que fuera fácil.

 

-No es necesario, es obvio. ¿Cómo te vas a fijar en alguien como yo? -

 

-¿Cómo es alguien como tú? -

 

-Feo, pobre, estúpido, insignificante, sucio, poca cosa… ¿acaso no tienes ojos? -

 

-Me acerqué a ti porque pensé que eras Tomás y necesitaba remediar lo que había hecho. Me acerqué a ti por la culpa, pero con el tiempo me di cuenta que me hiciste sentir cómodo, en paz y eso fue muy importante para mí porque encontré calidez cuando toda mi vida había sido fría, pero siempre estuvo en mi cabeza la culpa y te envolví en ese sentimiento. Ahora no soy capaz de separar tu recuerdo del de Tomás y lo mucho que le hice sufrir. E imagínate ahora que todo se enredó mucho más, porque la persona a quién tanto dañé es Apolo… ¿debería ayudarlo? ¿Me acerco a él? ¿Y si lo hago me daré cuenta que lo amo? ¿Entonces significa que siempre te mentí y que jugué contigo? Ya no soy capaz de afrontar mi maldad, no sería capaz de procesar que dañé nuevamente a alguien inocente… no podría -

 

 

En ese instante me sentí miserable y es que lo estaba comprometiendo en una situación muy difícil cuando ya lo estaba pasando mal. ¿Acaso solo yo sufría con esta situación? Pues claro que no, por un instante olvidé que a todos nos afectaba.

 

-Lo siento… nunca fue mi intención complicarte aun más la vida. Solo me estaba compadeciendo de mí mismo -

 

-No digas eso, si es entendible que te sientas así, más que mal, jugaron con tus sentimientos cuando no tenías nada que ver en este asunto -

 

-Pero ahora sí, ahora sí me importa y no dejaré que ustedes sufran más, no por lo menos por mi culpa -

 

-¿Te seguimos importando después de todo lo que te hemos hecho? -

 

-Claro que sí… -si dentro de toda mi vida miserable, haberlos conocido ha sido lo mejor que me ha ocurrido. Ahora tengo en quienes apoyarme y un motivo por el cual luchar. Y no pude aguantar el llanto y es que era patético, y más patético me vi cuando llamé la atención del resto. Celeste me abrazó y me quiso proteger de Enrique.

 

-Está bien... no te alteres. Me merezco su rechazo, más que mal soy solo un impostor -quería defenderlo y es que no era su culpa, pero estaba tan triste por la situación en general, que no podía parar de llorar.

 

Esa noche decidimos que ayudaríamos a Apolo en todo lo que hiciera falta, que no permitiríamos que ni Sebastián ni Patricia le hicieran daño, porque somos los únicos capaces de protegerlo, y porque tenemos una deuda con él. 

 

El destino me hizo admirarlo sin siquiera saber que luego me haría pasar por él. Es todo tan complejo, pero a la vez tan hermoso. Finalmente, quiso que me introdujera en sus vidas, cuando en otra ocasión jamás hubiéramos coincidido, nunca le habrían hablado siquiera al chico de la limpieza. Y ahora me tienen aquí, siendo íntimo de celebridades, de uno de los cantantes más importantes del país.

 

Al otro día de lo ocurrido, fui hasta el hotel donde se estaba alojando Apolo y es que necesitaba saber cómo estaba, cómo le había afectado enterarse de toda la verdad, y es que si para nosotros fue impactante, para él lo debió ser mucho más.

 

-Pensé que no querrías verme…-dije tímido al entrar.

 

-¿De qué hablas? Si eres la única persona que quería que estuviera aquí. Te necesito tanto…amigo -y corrió para abrazarme.

 

¿Saben lo que es sentirse amado? Saber que eres importante para otra persona, que alguien más piensa en ti y que ve en tu pecho el lugar indicado para refugiarse. Eso no lo había experimentado jamás y es jodidamente hermoso. Olvidé toda la envidia que le tenía a este chico y es que mi cariño, mi amor por él es mucho más grande.

 

No, no le envidio por ser el chico que tiene el amor que yo anhelo, ni por ser hermoso y famoso, ni por tener tanto dinero. No, no lo envidio, sino que le quiero por fijarse en mí, por haber encontrado grandeza en este ser tan insignificante. Solo a su lado me siento importante y eso lo es todo.

 

-¿Cómo te has sentido? Debes estar un poco mareado con tanta información -le dije cuando ya estábamos más calmados y nos sentamos a tomar té.

 

-Es… han venido ciertos recuerdos a mi cabeza, pero parece como si estuviera recordando un sueño. No es que esté siendo bombardeado con recuerdos y que ya sepa toda mi vida anterior como Tomás. Es más bien como si estuviera despertando de un sueño y ciertos fragmentos de él llegaran a mi cabeza. Cada vez son más y puedo completar mejor este puzzle que se ha formado en mi mente, pero tampoco quiero enfocarme en eso y es que… no es el momento -

 

-Lo sé, pero pensé que esta verdad te estaría afectando peor de lo que parece -

 

-Me daña… pasé los últimos años ayudando a un hombre que me ocultó mi pasado, que me utilizó como una marioneta. Yo… yo lo amaba… Amaba a un monstruo y no lo sabía - intenté abrazarlo nuevamente y es que parecía que se largaría a llorar, tan solo que me frenó en seco.

 

-No es el momento para esto… Hay asuntos más importantes de los que tenemos que preocuparnos -

 

-¿A qué acuerdo llegaste con Sebastián? -

 

-Ya no hay caso que nos acerquemos a Patricia, ya no resultó… Ahora tenemos que ir por Hugo Neumann -

 

-¿Acercarnos? ¿Qué te pidió que hicieras? -

 

-Tengo que…convertirme en su amante… -apenas y pudo mencionarlo.

 

-¿Qué? ¿Ese hombre está loco? Él mismo nos dijo que ese sujeto es tu padre, y ahora… ¿quiere que te acuestes con él? -no podía entender su plan desquiciado.

 

-¿Y qué quieres que haga? Si no lo hago ustedes morirán… no tengo otra opción. Además, puede que esté mintiendo, que Hugo no sea mi padre… y que Sebastián lo sea. En ambos casos es horrible, porque significaría que me enamoré de mi propio padre… No tengo escapatoria, sea cual sea la verdad… es aterradora -

 

Soy un idiota. Lloré y me mortifiqué por mi infelicidad, sin darme cuenta que hay gente que le ha tocado un destino aun peor al mío. Terminé abrazando a Apolo de todos modos y es que para hacer lo que le han ordenado necesitará de todo el apoyo posible.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).